XXII. Earth X

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CAPÍTULO VEINTIDÓS
TIERRA X



Todos parecieron despertarse al mismo tiempo, tumbados en el suelo, con sus manos esposadas y con un collar inhibidor en sus cuellos.

—¿Y Kara?—inquiere Alex nada más despertarse—Van a matarla.

—Tranquila, la encontraremos—le asegura Sara—

—¡Tessa!—exclama Barry caminando hacia ella nada mas ver que se encontraba tumbada junto a Mon-El—¿Estás bien?

—Oh, si, de lujo—asiente con sarcasmo mientras se pone en pie—El doble de mi mejor amigo me ha dado una paliza, pero estoy bien.

—¿Alguien sabe donde estamos?—cuestiona Mon-El a su lado—

Todos miran a su alrededor, confusos. Parecían haberles encerrado junto a un montón de personas y el lugar era completamente desconocido para ellos.

—¿La verdad? No—responde Jefferson—

—Todo esto es... bastante desconcertante—comenta el profesor Stein a su lado—

—Creo que está no es nuestra Tierra—habla Oliver observando el lugar—

—Estamos en Tierra X—asume Sara en un suspiro—

—Si, esto lo mejora todo—suspira Tessa compartiendo una mirada con Barry—Este sitio es horrible—se queja al asumir que se encontraban en un campo de concentración—

—Wells tenía razón—comenta Oliver—

—Suele tenerla—suspira Barry encogiéndose de hombros—

—Cuesta imaginar que un sitio así pueda existir—comenta Alex—En ninguna Tierra.

—Me gustaría pensar lo mismo, pero en todos mis viajes por tiempos lejanos hay algo que permanece constante. Y es la capacidad del hombre de odiar a otros hombres—admite Stein—

Jefferson, a su lado, observaba a la gente con detenimiento, fijándose en las ropas que llevaban puestas.

—Estrellas y triángulos—observa confuso—

—Señales. Para identificar los supuesto delitos que está gente ha cometido para venir a parar aquí.

Barry intenta quitarse el collar de su cuello sin resultado alguno.

—Tú tienes un triángulo rosa—señala Mon-El hacia un chico que se encontraba a pocos metros de ellos—¿Qué has hecho?

—Amar a quien no debía—le responde—

Alex y Sara comparten una mirada al saber lo que aquello significaba. Mientras que Tessa aprieta sus puños molesta por aquello. Ese chico estaba siendo juzgado por el simple hecho de amar a otro hombre, y a Tessa le resultaba asquerosa la idea de que gente con pensamientos tan arcaicos siguieran existiendo en el multiverso.

—Hay que quitarse las esposas—declara Sara mirando a al profesor Stein—Trasmutalas.

—Será un placer—asiente él antes de acercarse a Jefferson para activar sus poderes de Firestorm, pero aquello no parece funcionar—

—Son los collares—explica Tessa haciendo que todos la miren—Anulan nuestros poderes.

—Si, yo tampoco puedo vibrar—comenta Barry—

—¿Y por qué los llevamos nosotros?—comenta Alex señalándose a si misma, a Sara y a Oliver—

—Por si acaso—le responde Tessa encogiéndose de hombros—Ya sabes, mejor prevenir que curar.

—Da igual—suspira Sara—Hay demasiados guardias vigilando.

—Van a matar a mi hermana—se queja Alex con preocupación—

—Eso no lo permitiremos, Alex, te lo prometo.

—Regresaremos a nuestra Tierra antes—intenta tranquilizarla Barry—

—¿Cómo?—inquiere Jefferson—No sabemos como hemos llegado aquí.

—Es verdad, pero lo averiguaremos—declara Oliver con seguridad—Y encontramos la manera de salir de aquí para volver con nuestros seres queridos.

—Espero que todos los demás estén bien—murmura Barry—

—Encerrados en el acelerador de partículas, supongo—le responde Tessa a su lado. Todos la miran—La última vez que estuve allí, el Oliver X nos pego una paliza a todos. Aunque... puede que Jay pueda arreglar eso.

—¿Qué quieres decir?—inquiere Jefferson confuso—

—Bueno, él, Felicity y Julian se escondieron cuando él llegó a STAR. Si es listo, les pondrá a salvo y tal vez pueda sacar a los demás de las celdas. Sera como un caballo de Troya.

TIERRA UNO

Tal y como Tessa predijo, el resto de sus amigos, a excepción de Jay, Julian, Felicity y Kara, se encontraban encerrados en distintas celdas del acelerador de partículas en Laboratorios STAR.

—Rip Van Ramon, despierta—le llama Harry mientras juega con una pelota en el interior de su celda, la cual estaba pegada a la del latino—

Cisco se queja al despertarse tras haber estado horas inconsciente por la pelea en la iglesia.

—Esto no parece una boda—comenta observando el lugar—

En la celda bajo la suya, Dinah Drake intentaba usar su grito para romper el cristal y así poder escapar, pero era inútil, ya que las celdas estaban hechas para contener metahumanos.

—Te has perdido bastante, Cisco—comenta Caitlin—Tú y Anna tenéis que poneros al día.

—¿Si? ¿Por qué no empezáis?—inquiere Annabeth desde su celda, la cual estaba junto a la de Caitlin—

—Todo lo que debéis saber es que estamos encerrados en unas de las celdas anti metahumanos de Cisco. Y, como todos nosotros, no podéis escapar—les informa Harry sin dejar de jugar con aquella pelota, la cual lanzaba hacia una de las paredes de su celda de forma continua y está rebotada a sus manos—

—Claro que no, para eso las diseñe, genio—le responde Cisco—

—Dime algo que no sepa.

—Chicos—les advierte Caitlin, regañándoles como si fueran niños, pero es que era así como se comportaban—

—¿Es una pelota?—se queja Cisco—

—¿Por qué? ¿Te molesta?—inquiere Harry sin dejar de jugar con ella—

—Si.

Harry sonríe y vuelve a lanzarla.

—¡Eh, oye!—se queja el latino—

—¿Es que van a estar así todo el tiempo?—inquiere Dinah desde su celda—

—Probablemente—le responde Annabeth con sinceridad—


Kara se despertó, tumbada en una cama en Laboratorios STAR, débil y atada.

—Laboratorios STAR—habla Eobard Thawne entrando en la sala sentado en la silla de ruedas que solía utilizar cuando estuvo de incógnito—Es como en los viejos tiempos, ¿verdad? Yo... construí este sitio con mis propias manos y fue mi hogar durante 15 años. Y ¿sabes qué? Odie cada minuto—declara poniéndose en pie para mirar a Kara—

—¿Y mis amigos?—le pregunta la kryptoniana sin rodeos—

—Tus amigos están en Tierra X—le responde—Yo no me preocuparía por ellos, porque... no estarán vivos mucho más tiempo.

Kara aprieta sus puños e intenta deshacerse de las cuerdas que la mantienen atada a la cama. Su doble entra en la sala riéndose por su intento fallido de soltarse.

—Eso es por culpa del sol rojo—señala hacia el prisma—Y, créeme, te hará más débil de lo que puedas imaginarte.

Kara la observa cabreada.

—¿Habéis hecho esto solo... solo para atraparme?—les pregunta entonces—¿Sabéis a cuantos inocentes habéis matado?

—Sus vidas para salvar la mía—sonríe la Supergirl X—Debería ser un honor.

Kara insiste en intentar liberarse.

—Es una sensación extraña ¿verdad? Sentirse vulnerable.

—Y la cosa va a ir a peor—asegura Thawne—Porque ese sol rojo te está ablandando. Y muy pronto voy a abrirte como si fueras una nuez. Agarrare tu corazón sano y se lo pondré a ella. Lo que significa que deberíamos prepararte.

—Bien—declara la doble malvada de Kara—Eso me dará tiempo a hablar conmigo misma.

En los conductos de ventilación situados sobre la sala, Jay, Julian y Felicity escuchaban toda la conversación con atención.

—¿Lo habéis oído?—inquiere Jay mirando a ambos rubios—Todos están en Tierra X.

—Y Kara solo tiene unas horas antes de que la abran en canal—señala Felicity—

—Hay que impedirlo.

—¿Alguna idea?—pregunta la informática. Julian y Jay suspiran al posar sus miradas en ella—Oye, soy la primera que confía en que los buenos siempre ganan, pero... ¿como vamos a parar a la versión nazi de Oliver y a dos personas con superpoderes?

—No hace falta que lo hagamos todo nosotros tres—habla Julian llamando su atención—Solo hay que ir a las celdas y liberar a los demás. Cisco puede cortar la corriente y sacarnos de aquí. Por no hablar de que con sus brechas podemos recuperar a los que están atrapados en Tierra X.

—Vale, ¿sabéis llegar desde aquí?

—Si, yo creo que si—asiente Jay tras dar un vistazo a los conductos de ventilación—

—Bien, tú primero—señala la rubia—

TIERRA X

—Es oficial, esta es la Tierra que más odio de todo el multiverso—suspira Tessa mientras apoya su cabeza sobre el hombro de Barry—

—Estoy de acuerdo—admite él acercando sus manos a las suyas—Pero aunque odie que estés aquí, me alegra que estemos juntos.

Tessa suspira y acaricia sus manos, de acuerdo con sus palabras.

—Debi escuchar a Rory—se queja tras unos segundos de silencio—

—Dijo nadie nunca—comenta Barry con diversión. Tessa sonríe levemente—

—Bueno, en realidad fue Caitlin quien señaló que separarse no era la mejor opción—aclara entonces—Si les hubiese hecho caso estaría con ellos, o me habría escondido con Jay y ahora estaríamos liberando los Laboratorios.

—¿De Thawne, Black Arrow y Supernazi?—inquiere elevando sus cejas con incredulidad—Tess, eres quien mejor lucha de todos, pero... se necesita a todo un equipo contra esos tres.

Tessa sonríe y se separa de él para poder mirarle a los ojos.

—¿De donde has sacado esos apodos?—le mira divertida—

—¿Cisco?—sonríe dudoso—

—No, esos suenan más a apodos que pondría yo—señala con una sonrisa—Se te está pegando el humor Merlyn, Allen.

Barry ríe divertido.

—Hablando de eso—suspira él borrando la sonrisa de su rostro—Aún no sé que has decidido sobre tu apellido.

—No creo que este sea el mejor momento para hablarlo—señala ella observando el lugar—No lo sé. Legalmente... creo que Tessa Allen es lo correcto. Suena bien. Pero... aún quiero ser Merlyn. Soy la última de mi familia, porque Thea siempre será Queen, y... quiero mantener el apellido con vida. No por Malcolm, él no se lo merece, pero Tommy y su madre, Rebecca... Voy a mantenerlo.

Su mirada conecta de nuevo con la de Barry, dudosa y preocupada por su reacción.

—Está bien—le repondré él con sinceridad—Me gusta como te llamas, Tess, y si quieres mantenerlo me parece perfecto.

—Gracias.

—Aunque no descartes que Harry empiece a llamarte Allen de vez en cuando—señala divertido. Tessa sonríe—

—Si, ya me lo imagino llamándome Merlyn algunas veces y Allen otras. Va a acabar mareándome.

Barry sonríe de acuerdo con ella.

Una alarma comienza a sonar por todo el campo de concentración haciendo que todos los presentes se movieran de forma nerviosa, alejándose así de la entrada a la cerca.

—Esto no me gusta—se queja Stein—

—¿Qué está pasando?—inquiere Alex—

—No lo sé—le responde Oliver a su lado—

Tessa suspira frustrada y camina hasta el chico con el que Mon-El había hablado antes, y que no había dejado de mirarla desde que habían llegado.

—¿Qué es lo que hacen?—le pregunta preocupada—

—Hora de la recogida—le responde él—

—¿Recogida de qué?—inquiere Sara colocándose junto a Tessa—

La puerta de la valla es abierta y varios guardias nazis entran en el lugar, acompañados por su oficial al mando, quien camina hacia Oliver y los demás.

—En fila—les indica un guardia—

Todos comparte una mirada antes de hacerle caso. El oficial al mando se acerca entonces lo suficiente para que puedan distinguir su rostro entre la oscuridad. Se trataba de nada más y nada menos que el doble de Quentin Lance.

—Así que estos son los héroes—señala con claro despreció. Su mirada se posa en Sara, quien no podía creer lo que estaba presenciando—Pelo rubio, ojos azules... la perfección nórdica—se acerca a ella—¿Por qué razón te relacionas con los impuros?

—Porque me gustan los hombres y las mujeres—le responde ella sin rodeos—

—Yo tenía una hija que era igual que tú. Con tendencias similares—señala él dando un paso más cerca de ella. Tessa aprieta sus puños al ver que acaricia su mejilla—Y expulse a esa escoria de mi familia, para siempre.

—Claro, porque matar a tu propia hija no tiene nada de malo—se queja Tessa en respuesta—

Quentin posa su mirada en ella, mostrando clara ira al encontrase con su rostro.

—Traedlos a todos—ordena Lance—Y a ese también.

Señala al chico con el que Tessa había hablado segundos antes.

—¡Venga, moveos! ¡Vamos!—exclama un guardia mientras les apuntan con sus armas—

Todos comienzan a caminar hacia donde les indican, siendo seguído y guiados por Lance y los guardias nazis.

—No quiero alarmaros, pero si no tenemos plan de huida deberíamos hacer uno inmediatamente—comenta Stein—

Oliver mira hacia atrás, hacia los guardias y hace una señal con sus dedos hacia Sara. Ella le imita poco después, mirando hacia el otro lado, y hace otro gesto con sus dedos. Tessa, quien se encontraba junto a ella, no puedo evitar notarlo.

Eran típicas señales militares y de espionaje, nada extraño en personas como ellos, entrenados para la lucha, pero es que Sara, Oliver y Tessa tenían una conexión que iba más haya de eso. Podían hablar y entenderse con solo sus miradas. Ventajas de conocerse tanto como se conocían. Tanto era así, que en cuanto Oliver dio la señal, los tres de dieron la vuelta dispuestos a luchar contra los guardias.

El resto quisieron imitarles un segundo después, pero Lance apretó un pequeño botón y los collares en los cuellos de todos hicieron que se electrificaran y cayeran de rodillas al suelo por culpa del dolor.

—¡Arriba!—les ordena Lance—

Sintiéndose frustrados e impotentes, todos le hicieron caso y siguieron caminando hasta donde él les indicó, cerca de un foso claramente hecho para tirar los cuerpos de los muertos.

—Daos la vuelta—les ordena y se acerca a Oliver—Sé bien que tú no eres él, pero aún así no soporto ver esa cara.

Le coloca un saco negro sobre su rostro antes de alejarse.

—Preparados—les ordena a los guardias, quienes dan un paso adelante—Apunten.

—Lo siento, Kara—susurra Alex para si misma—

—¡Fuego!—exclama Lance, pero antes de que los guardias aprieten sus gatillos, un disparo de hielo congela sus armas—

—Odio el fuego—declara el culpable de aquel disparo—

Todos dirigen su mirada hacia él.

—¡¿Snart?!—exclaman Stein, Jefferson, Sara, Tessa y Barry—

Oliver se quita la capucha sobre su cabeza.

—Ya era hora, tío—habla el chico que les había acompañado—

—¡Matadlos!—exclama Lance—

Los guardias comienzan a disparar, pero ellos son rápidos para tirarse al foso tras ellos y esconderse. Snart dispara a los nazis con su pistola de hielo y le roba las llaves de las esposas a uno de ellos.

—Por los pelos—suspira el chico cuando Snart se esconde en el foso junto a él—

—A sido genial. Me ha encantado mi juego de palabras—señala con una sonrisa—

—¿Tú eres el doble de Leonard Snart?—le pregunta Barry—

—Soy Leonard Snart—le asegura—Pero puedes llamarme Leo. Llevas un traje fantástico, ¿te lo has hecho tú?

Todos fruncen el ceño confusos.

—Es su doble—asegura Tessa, pues el Snart de Tierra 1 nunca hablaba así, además de que estaba muerto—

—Leo—se queja el chico—

—Si, es hora de hacerte brillar, amigo—declara quitándole las esposas y el collar anti poderes—

—Sera mejor que todos cerréis los ojos—les indica—

—¿Por qué?—inquiere Mon-El—

Él no responde, simplemente se pone en pie y se ilumina como una estrella, elevándose en el aire para disparar a los nazis con rayos de luz.

—Supongo que por eso—declara Tessa, quien era la única que no se veía afectada por el resplandor de sus poderes—

—Venga, vámonos—les dice una vez vuelve a posarse en el suelo—

—¿A donde?—inquiere Oliver desconfiado—

—A nuestra base.

—¿Vuestra base?—inquiere Sara frunciendo el ceño—

—¿Qué más da? Vamos. Nos han salvado—señala Tessa con obviedad—

—Pero espera, ¿quien eres?—pregunta Alex hacia el chico—

—Yo me estaba preguntando exactamente lo mismo de vosotros—contraataca él—

—Es mejor que lo expliquemos todo por el camino—comenta Snart mientras le entrega las llaves de las esposas a Oliver antes de salir del foso—

Dicho eso, todos siguen a Snart y al chico brillante mientras se deshacen de las esposas y los collares anti poderes.

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