014. one normal night

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CHAPTER FOURTEEN
❝una noche normal❞
scream vi: maniac | act. two












TYLER ESTABA COCINANDO mientras Tara lavaba. Por primera vez en el día esta relajado y estaba rezando mentalmente para que tuvieran una noche tranquila.

—¿Estás bien? Te ves cansado, ¿has dormido algo? —preguntó la chica con preocupación.

—No tuve tiempo, pero estaré bien —sonrió—. No puedo dormir de todas formas.

—No tienes que mentirme, ¿lo sabes no?

—Toda esta situación me recuerda al año pasado —admitió dejando la cuchara dentro de la olla—. Cada vez que trato de dormir veo a... ella matando a mi padre y luego no puedo cerrar los ojos sin sentir que va a entrar un asesino a mi habitación y va a apuñalarme mientras duermo. Es desesperante. Había mejorado con las pesadillas pero ahora volvieron y simplemente no he dormido nada pero no importa porque pronto acabará todo esto.

Los dos quedaron en un silencio incómodo hasta que Tyler empezó a respirar agitadamente. Tara lo abrazó, apoyando su cabeza en el pecho del chico y el la abrazó de vuelta, se hubiera quedado así si no fuera por Mindy.

—¡Bésense! Llevó esperando desde segundo grado —gritó poniendo los cubiertos sobre la mesa.

—Eso es demasiado tiempo.

—Exacto —sonrió burlona—. Ya, acéptenlo. ¡Sam! No tenemos que quedarnos aquí.

—Qué pena, pero insisto: juntos estaremos seguros.

—Será divertido: una pijamada con los Quintivivientes —dijo Chad entusiasmado.

—¿Quintivivientes? —preguntó Sam.

—Sí.

—¿Nos pusiste un apodo?

—Sí. Hemos pasado por mucho juntos, y es un apodo muy cool.

—Es debatible.

—Superdebatible.

—Yo creo que es cool —admitió Tyler y Chad lo abrazó y lo despeinó—. Me voy a arrepentir Meeks.

—Por esto eres mi mejor amigo.

—Uno no se pone apodos, tonto —dijo Mindy.

—Claro, tonta, porque eso acabo de hacer. Los Quintivivientes. Arriba.

—No.

—Abajo —apuntó a Tara.

—Aléjate.

—A la derecha —apuntó a Sam.

—No lo hagas.

—A la izquierda —apuntó a Tyler quien fue el único que choco las palmas con el.

—¡Mini Riley! ¡No! —lloriqueo Mindy.

—Quisiera más respeto y apoyo de los Quintivivientes —reclamó Chad—. Tyler es el único que me quiere en esta habitación.

—Oigan —llamó Anika—. ¿Y eso?

Dicen nuestras fuentes que de la División Homicidios que la principal sospechosa no es otra que Samantha Carpenter, sobreviviente de los asesinatos de Woodsboro en el dos mil
veintidós, vista agrediendo a una mujer en la calle anoche.

Todos vieron el video sin expresión alguna y Tyler se cruzó de brazos.

Después de la tragedia de Woodsboro surgieron rumores en internet de que Carpenter era la responsable de los asesinatos, y culpó de las muertes a su novio Richie Kirsch y a la adolescente Amber...

Sam apagó la tele antes de que terminaran y Tyler volvió a la cocina sin decir nada. Su ansiedad se había disparado al solo escuchar su nombre.

Se sobresalto cuando la mano de Chad llego a su hombro.

—No hagas eso.

—Lo siento, pensé que me escuchaste —sonrió levemente y le dio un golpe suave en el brazo—. No estas solo en esto, Ty. Nadie te juzga por sentirte abrumado con todo lo que esta pasando, especialmente luego del año pasado.

—¿Sabes? Estoy convencido de que a Amber le gustaba Tara —dijo tratando de cambiar el tema y Chad rió.

—Definitivamente —dijo negando.

—Se preocupaba más por ella que por mi —Tyler siguió riendo y apoyo la cabeza en el hombro de Chad mientras este lo abrazaba con uno de sus brazos.

Mindy apareció y los miró a ambos con una ceja alzada y una sonrisa.

—¿Algo que confesar, niños?

—¡No todas las personas son gays, Mindy! —reclamó Chad soltando a Tyler—. Yo soy muy heterosexual.

—La primera etapa es la negación, cabeza de chorlito.

Ella y Tyler rieron mientras Chad bufaba. Los tres fueron hasta la mesa donde las hermanas Carpenter conversaban.

—...no es tu culpa —se escuchó a Sam—. Y sé que no debe importarme qué piense la gente... pero es horrible ser tan odiada.

—Oye... quiero recordarte algo: ni una sola persona en esta habitación te odia —dijo Chad—. Los cinco pasamos por una situación superfea y nos adaptamos de forma distinta, pero nos mudamos aquí juntos por una razón muy específica: somos un equipo.

—Somos... los Quintivivientes —dijo Mindy.

—Muchas gracias. Qué bonito.

—Me odio.

—Lo dijiste —dijo Tara con sorpresa.

—A eso me refería —Chad celebraba como si hubiera ganado un concurso mientras el resto reía—. Los Quintivivientes.

—Dilo.

—Claro que no —negó Tara—. Sí, somos un equipo, pero...

—Suena bastante bien.

—Duermo con el Guapito del otro lado del pasillo —admitió Sam de la nada.

—¡Lo sabía! —gritó Tara.

—Por fin lo admites —río Tyler.

—Lo supe al verte con un chupetón —dijo Mindy mientras Sam veía a todos confundida y luego empezaba a reír.

—Si habría que chocar las manos —dijo Tara.

—El saludo quintiviviente —dijo Chad levantando la mano.

—No le digas así, pero hagamos tu saludo.

Los cinco pusieron las manos en el centro mientras reían y seguían conversando. El teléfono de Sam comenzó a sonar y Tara se lo quitó mientras sonreía.

—¿Es él?

—No, Tara. Ahora no.

—¿Cuales son tus intenciones? —preguntó como si hubiera contestado la llamada.

—Está bien. Lo llamo después —dijo Sam volviendo a guardar su teléfono.

—Yo opino que deberías contestarle —dijo Tyler—. Pobre chico.

Los cinco se callaron al escuchar ruidos en la habitación de Quinn y Tyler hizo una mueca de asco.

—Quinn y su pretendiente están dándole otra vez.

—¿Ella también? Okey.

Los teléfonos de todos sonaron y cuando vieron, era una foto de Quinn con Ghostface detrás. Los gritos cambiaron a gritos de dolor.

—¡Mierda!

Los seis se levantaron y corrieron hacia la habitación, sin embargo nadie entró. Todo el lugar quedo en un silencio tenso.

—¡Corran!

La puerta de la habitación se abrió y el cuerpo degollado de Quinn cayó sobre Anika. Chad, Tyler y Tara salieron corriendo del departamento, pensando que el resto los seguía pero Tara los detuvo cuando escucho los gritos de Anika.

—¡Esperen, chicos! Siguen arriba.

—¡Jodeme! —gritó Tyler corriendo por las escaleras.

—¡Sam! —gritó Tara al ver la puerta cerrada.

—¿Y tus llaves?

—¡Las deje adentro!

Tyler alejó a Tara y comenzó a lanzarse sobre la puerta pero no se abría. Chad trató de patearla pero seguía sin abrirse. Forcejearon con la puerta hasta que dejaron se escucharse los gritos adentro. Los tres vieron como todos menos Anika salían del departamento de Danny.


















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