꒰⏳𖥻𝟎𝟑 | 𝐇𝐄𝐑𝐈𝐃𝐀 ꒱

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𝗔𝗥𝗖𝗢 𝟬𝟭
≺ 𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟬𝟯¦ 𝗛𝗘𝗥𝗜𝗗𝗔 ≻

❛ 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆
𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒆𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒐, 𝒎𝒂𝒍𝒅𝒊𝒕𝒐 ❜

𝐍𝐎 𝐅𝐔𝐄 𝐌𝐔𝐂𝐇𝐎 𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 que paso para que pronto ambos viajeros despertaran con un insoportable dolor de cabeza, y con el único pensamiento de "¿Qué demonios había sido eso?"

— No sabía que todo eso había pasado ttebasa - confeso con lagrimas secas en sus mejillas. Era involuntario el cómo ese recuerdo hizo su corazón estrujarse.

— Yo tampoco - murmuró Sasuke, su expresión era la misma que siempre, aunque sus ojos obscuros dejan a la vista el lamento.

Ninguno dijo algo más, quedando en un silencio superficial, y es que en la mente de ambos resonaba las palabras de esa misteriosa voz al final del recuerdo.

Boruto miro a su sensei, ansioso de si preguntar o no pero la curiosidad acabo con él, desicidiendo preguntar.

— Sasuke-san - lo llamo causando que este lo voltea a ver. Para el niño fue inevitable no tragar saliva — ¿Escucho esa voz, cierto? - pregunto con notable interés.

— Si, Boruto, y no entiendo a qué se refiere - mirando a su alrededor intentando averiguar dónde estaban — " Y apesar de todo lo cumplió " Tal vez sea algo importante de sus recuerdos. Quizás debamos ver los detalles.

Suspuso sin verse afectado, pero si que lo estaba. Ni entendía nada de esto, ni el porque estaban ahí mirando algo tan íntimo como el pasado de su amigo, ni que saldría de todo esto cuando las memorias terminarán.

— Si tal vez - susurro sin verse convencido en su totalidad — ¿Dónde estamos? - cuestionó en un vago intento de cambiar de tema.

Pero antes de que Sasuke se dispusiera a contestar, pudo ver como una puerta de madera vieja y rechinante, se abría lentamente dejando a la vista como una persona aventaba algo hacia el suelo desgastado de lo que parecía ser un callejon.

Boruto y Sasuke se miraron en silencio y ambos decidieron acercarse, no obstante, la voz de una señora los hizo detenerse.

— "Olvídate de volver, ¿escuchaste? No te imaginas las consecuencias que me traerá si mantengo a un maldito demonio como tú, con los demás niños. Aléjate de aquí, demonio"- murmuro con asco en su voz mientras miraba al cuerpo en el suelo.

Dicho esto la mujer cerró la puerta con una fuerza horrible, haciendo rechina aun más la puerta.

— E-Ese es el viejo - señaló Boruto con una voz temblorosa y sus ojos en el niño frente ellos, en lo que esa mujer aventó como basura.

Sasuke lo miró de arriba a abajo, cada detalle como el de sus ropas qué parecían ser más de tres tallas arriba, sucias y rotas por el uso; como sus delgados brazos y piernas apenas visibles por las prendas, pero que si dejaba a la vista las horribles marcas moradas y rojiza qué indicaban un horrible moretón.

Sus ojos color ébano caminaron hasta su rostro, siendo recibido por un par de ojos azul cielo, más grandes ante la poca masa y la extrema delgadez qué daban paso a una mueca en sus labios delgados y resecos por la posible negligencia.

Una mueca sustituyó la línea inexpresiva en su rostro. Ese niño, ese niño era Naruto, su mejor amigo.

— "También soy un niño, no soy un demonio. Maldita sea" - hablo el rubio, levantándose del frío suelo mientras sacudía sus pantalones, para luego comenzar a caminar alejándose del lugar.

Ambos viajeros no daban crédito a lo que acababan de ver. Era totalmente irreal como una persona podía decirle demonio y dejar solo a su suerte a un niño que apostaban no pasaba de los 7 años.

No pronunciaron palabra alguna, decidiendo, en silencio, seguir a el menor. Conforme caminaban tras él, era más fácil escuchar como los cuchicheos, murmullos y palabras de lejos hirientes, no dejaban de resonar.

Era horrible, escuchar esos espantosos insultos, esas palabras que para cualquiera dolerían más que un kunai en el pecho. Y lo peor, comenzo cuando la mayoría de aldeanos decidieron arrojarle objetos que, a duras penas, Naruto esquivaba mientras su mirada estaba en blanco escuchando lo de siempre.

"Demonio"

"Monstruo"

"Maldito"

"Bastado"

"Asesino"

Solo vieron como una pequeña sonrisa aparecía en el rostro del rubio al escuchar el último insulto lanzado al aire. Fácilmente eso causo desconcierto en los viajeros.

¿Cómo podía sonreír en esa situación? Era simplemente irracional.

— ¿Porque sonrió, Sasuke-san? - pregunto el rubio con desconcierto en su voz y mirar.

— No lo se, solo hay que seguirlo - ordenó en un tono neutral, mirando al menor Uzumaki pasar por un callejón.

El Uchiha se encontraba en una situación difícil. No comprendía mucho de lo que estaba ocurriendo, él sabía de antemano que el Uzumaki nunca fue muy bien recibido en Konoha por si situación como Portador; más nunca imagino que tuviera que soportar todos estos insultos y acusaciones sin fundamento o razón alguna.

La mente de Boruto no era diferente a la del mayor, solo con el detalle que el jamás supo que su padre era odiado en la aldea, aquella que tanto defendió.

Sin embargo, ambos salieron de su ensoñasion y se detuvieron al mirar como un extraño llegaba de la nada y empujada a Naruto hacia el solitario callejón a su izquierda.

Rápidamente ambos se acercaron al callejón, y Boruto no evitó soltar un jadeo de sorpresa cuando vio como tres personas más entraban al lugar con sus miradas repletas de odio y la aberración ante el pequeño rubio.

Los cuatro tipos rodearon al niño, quien desde el suelo miraba el rostro de los mayores con desagrado — "Aún no entiendo como es que el Tercer Hokage permite que una basura como tú siga caminando tan tranquilamente en la aldea después de lo que hiciste" - espeto uno de ellos con desprecio puro en sus palabras.

Ambos viajeros solo miraron el rostro en blanco del menor, sin emoción, sin vida.

— "Por eso sí el mismo Hokage no se va a desacer de ti, nosotros mismos lo haremos"- los demás estuvieron de acuerdo.

Y haci comenzó lo que se denominó como:"Terminar lo que el Cuarto dejo. Ambos veían estupefactos como esos aldeanos golpeaban de una y mil maneras a un niño, el cual no emitía ningún sonido que demostrara su dolor. Su mirada azuilina se encontraba sin una pizca de brillo, parecía un muerto en vida, mientras la sangre brotaba de las nuevas heridas y aquellas que aún no sanaban.

— ¡¿Porque le están haciendo esto al viejo? - exclamó mirando a su maestro. Su cabeza se movía de un lado a otro, negando la imagen que tenía enfrente — ¡Él no es un asesino, Sasuke-san! ¡Es solo un niño, demonios! - grito con sus ojos acuosos.

Sasuke lo tomo del hombro y dijo — Calmate, no puedes hacer nada, es solo un recuerdo.

— "Qué tal si hacemos esto más interesante" - propuso uno de ellos a la vez que de su bolsillo sacaba un kunai.

Eso solo provoco las sonrisas ansiosas de los demás, y la mirada de repugnancia y terror de ambos ninjas viajeros.

— "¿Qué se siente ser un maldito asesino?" - preguntó sin desear una respuesta — "¿Qué demonios, sientes al haber matado a tanta gente?".

Termino para después enterrar el arma en la pierna derecha del pequeño rubio. Los demás solo soltaron una risa al ver la mueca en el rostro del rubio, al ver la primera expresión de dolor.

— "Parece que el demonio si siente dolor eh" - se burlo seguido de largar una risa terrorífica mientras retiraba el arma de el rubio, entregandosela a uno de los otros tipos.

— "¡Esto es por haber matado a mi hijo bastardo!" - exclamó otro de ellos, enterrando el kunai en el hombro derecho de Naruto, nuevamente obteniendo un gimido ante el dolor provocado.

Esto a los ojos de los viajeros era espantoso. ¿Cómo es que estaba soportado esto? ¿Porqué no se defendía?

Naruto respiraba con dificultad en el suelo del lugar, la sangre resabalana de su comisura ante el esfuerzo por intentar levantarse — "Quiero que siempre recuerdes esto, maldito" - la voz llena de rencor detuvo la acción del niño. Y ese fue su error.

Ante la distracción, uno de ellos levantó su camisa vieja, dejando al descubierto el toro dañado del menor, cubierto de heridas pequeñas y hematomas qué apostaban aún dolían.

— ¿Qué van hacer? - cuestionó aflijido el Uzumaki. Sasuke solo miro la escena.

— "M-Malditos" - susurro Naruto de manera débil, aunque su voz estaba llena de rencor y odio.

— "Más maldito eres tú, estúpido demonio"

— ¿¡Porque no se defiende!? - nuevamente pregunto Boruto.

La única respuesta que obtuvo fue un grito desgarrador que provocó que se encogiera de hombros mientras las lágrimas saladas salían de sus ojos celestes.

— "Créeme que te encantará, y espero que cada maldito día que despiertes y te mires en un espejo, lo veas y recuerdes lo que eres" - deseó con fervor el hombre casi sentado encima del pequeño cuerpo.

Boruto quiso vomitar al ver lo que ese hombre hacia. Ver como la sangre brotaba de su padre como si fuera un grifo, cada que ese desgraciado pasaba el arma por la delgada piel del niño.

— "Nueve eh, gran idea" - alago uno de ellos encendiendo un cigarrillo. Dio varios pasos hacia atrás, mirando su azaña.

— "B-Basta porfavor - rogo entrecerrando sus ojos.

Las graves heridas y golpes que le provocan la perdida de sangre, le estaban pasando factura. Sentía su cuerpo más liviano de lo normal, mientras el ardor en la nueva herida era insoportable.

— "Eso mismo debió de pensar mi hijo al ver cómo la casa se le venía encima, bastardo"- escupió con rabia en su voz, encajando el arma en el estómago del chico, mirando como la sangre resbalaba por la comisura del menor.

Era una imagen demasiado grotescas desde el punto de vista de cualquier. El cuerpo de el rubio tirado en el suelo frío de la noche mientras su camisa con sangre estaba al lado, su torzo lleno de moretones y heridas pero lo más llamativo era un kanji del número 9 colocado debajo de sus clavículas.

Nueve

— "Espero y mueras demonio" - declaro seguido de reír y salir con sus amigos del pequeño callejón, dejando al niño al borde del sueño eterno.

Ambos vieron como la respiración del menor se hacía más pesada conforme pasaba el rato. La preocupación fluyó en ambos al ver como cada vez el panorama se hacía más obscuro.

—"Mal-Malditos estúpidos" -murmuró a la vez que sus ojos se cerraban levemente, alterando a ambos viajeros.

Ninguno sabían que seguía después, solo vieron como el menor caía a la inconsciencia, alterandolos al notar como el recuerdo se hacía más borroso, indicándoles un cambio de perspectiva.

El recuerdo comenzó a dejar de parecer borroso, dejando a la vista un tipo de alcantarilla que Uchiha reconoció de inmediato.

— "Al fin mi lindo carcelero se digno a visitarme" - se escuchó una voz grave seguido de una pequeña risa igual de intimidante.

Claro que la única pregunta en el rubio era: ¿Cómo mierda sigo vivo?

Editado - 07/06/24

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