S I E T E

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 Min Yoongi salió de la preparatoria y caminó hacia su auto. Se subió en el y encendió el motor. En el trayecto de ida a su oficina, recordó lo que había hecho en aquel baño con Jimin; su primer encuentro no fue el mejor, pero este sí que había sido muy cercano. Lástima que Jimin no sabía quién era el responsable de haberlo hecho correrse. Yoongi se mordió le labio inferior y se miró al retrovisor, sonrió y volvió la mirada hacia el camino. Los gemidos de Jimin se repetían en su cabeza, la manera en que pedía más y le rogaba que fuera más rápido, le había gustado que Jimin le dijera que es muy bueno con lo que hacía.

—Sí supieras cuanto quiero hacerte...

Cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir, se volvió a morder el labio mientras reía y negaba con la cabeza. El teléfono sonó y Yoongi hizo mala cara, lo tomo y contesto la llamada.

—¿Ya terminaste mi trabajo?

—Sí, señor. Pero... ¿Adónde llevo al chico?

—Solo llévalo a mi apartamento, quiero hablar de unas cosas con él.

Sonrió.

—Como usted diga, jefe.

Colgó la llamada y dejo el teléfono en el asiento del copiloto. Pisó el acelerador y apretó las manos al volante, en sus labios hizo una pequeña línea y se concentró en el camino hacia su oficina. Cuando llego al edificio, dejo el auto en el estacionamiento y le dejo las llaves al chico que cuidaba. Se colocó las gafas de sol y se desabrochó el saco que traía, se metió las manos en los bolsillos y espero que el ascensor llegara al sótano para subir a su despacho. Saco su teléfono y reviso sus mensajes, sonrió al ver uno de su mejor amigo, Choi Minho.

Vamos por unos tragos después de tú falso trabajo, Yoonnie.

Me gusta la idea. Para mañana tengo que estar preparado.

↪ ¿Para qué? ¿Ya tienes a tu pequeño?

Ya casi, Minho. Ya casi...

El timbre del ascensor hizo que Yoongi levantara la mirada, se abrieron las puertas y él entró. Se guardó el teléfono y presionó el botón que contenía el número 13.

"¿Cuál es tu nombre?" Recordó la pregunta que le había hecho Jimin.

—Yoongi, pequeño. Pero, haré que me llames Máster, porque lo seré.

Las puertas del ascensor se abrieron y él salió. Su secretaria se acercó a él contoneado e hizo que Yoongi se detuviera.

—Buen día, Señor Min. —dijo.

—Hola, Claudia.

—Tiene una cita, la persona ya lo está esperando a dentro. —le dijo la chica y se llevó las manos detrás de su espalda y se mordió el labio inferior.

Yoongi la miró de pies a cabeza. Tenía buen cuerpo, un culo grande y buenos senos. Pero a Yoongi le dejó de gustar ese tipo hace mucho tiempo, pero eso no le impedía jugar un poco con ella. Se le acercó un poco y le acaricio la mejilla.

—Pasa a mi despacho a las tres, quiero hablar contigo. —le guiñó el ojo.

—Como usted diga, señor Min. —le regaló una sonrisa seductora.

Yoongi se apartó de ella y empujó la puerta de su despacho. Sentado de espaldas en el mueble se encontraba un hombre, que cuando sintió la puerta abrirse, se giró y miró a Yoongi; le invadió la ira al ver de quien se trataba, era uno de los trabajadores de su enemigo, Kang Sun.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Mi querido amigo... —se levantó. —Han pasado cinco años, has cambiado.

—Sal de mi despacho ahora, Kang Sun. Sí no quieres que te dispare. —le sonrió.

—Oye, solo vine a hablar como los viejos tiempos. —le dijo Kang Sun y camino hacia él.

—Tú y yo no vamos a hablar de nada, te me largas de mi despacho ahora. —dijo Yoongi.

—¿Sabes? —Sun se mordió el labio y miró a Yoongi de pies a cabeza. —¿Por qué no hacemos un negocio?

—¿De qué hablas, idiota?

Se acercó un poco a Yoongi.

—Me dices donde esta Egdar y te dejo en paz. —se encogió de hombros y se metió las manos en los bolsillos del pantalón. —Así de fácil.

Yoongi soltó una carcajada y lo miró.

—¿Me estas jodiendo?

—Te estoy hablando enserio, Min. Dime la ubicación exacta de Edgar y no te molestaré. —volvió a decir Sun.

Yoongi negó con la cabeza riendo y cerró la puerta colocando el seguro. Se acercó lentamente a Sun y cuando estuvo muy cerca, le pasó su dedo índice por sus labios gruesos. El cuerpo de Sun se tensó, tragó duro y miró a Yoongi a los ojos.

—Dime la verdad, ¿Por qué estás aquí? —le pasó su dedo índice por la clavícula a Sun.

— Necesito encontrar a Egdar y sé que tú sabes dónde está, Min.

—No sé dónde está, Sun... —dijo Yoongi con voz melosa.

Sun volvió a tragar duro. Trato de esquivar la mirada penetrante de Yoongi, pero fue inevitable.

—Yo-yo sé que sí sabes donde esta...

Yoongi rozó la parte delantera del pantalón de Sun.

—Sé para quien trabajas, Sun. —le dijo Yoongi y le mostró una sonrisa siniestra.

—Tú no sabes nada, Min. —dijo Sun

—Te equivocas, Sun. Yo lo sé todo. Sé que trabajas para Choi Eun.

Los ojos de Kang Sun se abrieron y apartó la mirada, Yoongi le cogió la barbilla.

—Mírame cuando te hablo, imbécil. —dijo Yoongi con ira. —¿Para qué te mando? ¿Para qué tú hicieras su trabajo sucio? Eres un pobre bebé, te mandan a hacer trabajos.

Soltó una carcajada.

—Cállate, Min. —dijo Sun y Yoongi levantó las cejas.

—¿Qué es lo que quiere, Choi?

—Saber sobre la ubicación de Edgar.

—¿Para qué?

—Quiere matarlo al igual que tú. —dijo Sun. —¿Por qué no trabajan juntos?

Yoongi se separó de Sun y caminó por su despacho mientras se tocaba la barbilla. Asentía varias veces y soltaba una que otra carcajada, luego negaba con la cabeza y seguía caminando sin borrar la sonrisa de sus labios. Sun comenzaba a sentirse nervioso, sabía que no estaba hablando con cualquier persona, sino con el asesino más adinerado y respetado del estado. Tenía motivos para sentirse nervioso, hasta con miedo si hacía falta. Yoongi se detuvo y se giró para mirar a Sun.

—Sabes, la idea de trabajar con Choi me gusta. —dijo Yoongi y se acercó a Sun.

—¿De verdad? —arrugó la frente Sun

—Sí, de hecho, sí. Sería un grandioso plan si trabajáramos juntos, ¿No crees, Sun?

—De hecho, si, Min. Los dos podrían encontrar a Edgar y luego matarlo o no sé.

—Sí, me gusta idea. —dijo Yoongi y caminó hacia su escritorio, señalo la silla de enfrente. —Siéntate, te contaré lo que he investigado.

Kang Sun se mordió el labio y se sentó. Observo a Yoongi teclear en su computador.

—Bueno... Lo que tengo hasta ahora es que, fue visto hace un mes al norte de California. Luego hace unas semanas estaba acá en Kansas. Lee Taeyong, dijo que no lo había visto; al igual que Kim Seung. Yo creo que se está escondiendo ahora mismo en Colorado.

—¿Cómo sabe usted todo eso?

—Tengo contactos, Kang. —le sonrió orgulloso.

—Ya veo...

—Está en Colorado. —le dijo Yoongi.

—¿Está seguro?

—Efectivamente.

—Bueno, entonces me iré para poder decirle al jefe que quiere trabajar con él. —dijo Sun levantándose de la silla y abrochándose el saco.

Yoongi se levantó con una sonrisa en sus labios. —Te acompaño al sótano.

—No hace falta que seas tan cortés, Min. —dijo Sun

—Siempre he sido cortés, Sun. Déjame acompañarte.

—Está bien.

Sun se dirigió hacia la salida, abrió la puerta y salió por ella. Yoongi iba detrás de él.

—Adiós, Señor Kang. —diijo Claudia

—Un placer en conocerte, Claudia. —dijo Sun y le guiño el ojo.

Yoongi pidió el ascensor y esperó a que subiera. Cuando se abrieron las puertas, dejó que Kang Sun entrará primero y luego él. Claudia se acercó un poco al ascensor antes de que las puertas se cerraran y Yoongi le lanzó una sonrisa siniestra, Claudia abrió los ojos y las puertas del ascensor se cerraron. Los dos estaban sumergidos en un grave silencio, Yoongi se apoyó la espalda a la pared del ascensor y se quedó mirando a Kang Sun. El hombre estaba en forma, tenía unos labios gruesos y rosados. Su cabello era de un castaño claro y sus ojos eran de color avellana.

Kang Sun tragó duro al ver que Yoongi no le quitaba la mirada de encima, cada segundo que se encontraban sus miradas Yoongi le sonreía. Él sabía que no era una sonrisa amigable, él sabía que Min Yoongi no era amable, Min Yoongi no es buena persona. El timbre del ascensor sonó anunciando que había llegado al último piso, las puertas se abrieron y Kang Sun dudó mucho en dar un paso.

—Bueno, después de todo. Me gusto verte, Kang. —dijo Yoongi

—Sí, quisiera decir lo mismo. —dijo Kang y se rascó la nuca.

Kang Sun salió del ascensor y se giró para mirar a Yoongi; le sonrió. Caminó un poco.

—¡Kang Sun!

Gritó Yoongi y Kang Sun se giró para verlo. Yoongi le apuntaba con el arma al pecho, antes de que él pudiera correr, Yoongi jaló del gatillo. El cuerpo de Kang Sun cayó al piso. Las puertas del ascensor se cerraron. Yoongi guardo el arma en su pantalón y sonrió.

—Yo nunca trabajo acompañado, siempre solo.

Yoongi volvió a su piso.

—Claudia, llama a Austin y a Thomas para que recojan el cuerpo.

—Enseguida, señor. —dijo Claudia y tomo el teléfono.

Yoongi empujó de nuevo la puerta de su despacho, entró y caminó hacia una pequeña vitrina que tenía llena de muchos licores. Sacó la botella de Wisky y se preparó un vaso. Caminó con el vaso en la mano y se sentó frente a su escritorio, le dio un sorbo.

—Matar es vida...  




















Jimin se encontraba en su habitación con los libros de Biología en su cama, había estado haciendo el ensayo que habían dejado de tarea. Trataba de concentrarse, pero algo no le dejaba o quizás alguien.

—¿Estás ocupado? —preguntó Jungkook entrando a la habitación de Jimin y se sentándose en su cama.

—No puedo con este ensayo, no tengo nada en mente.

Jungkook se lamió los labios.

—Sal un rato, quizás eso te ayude a pensar.

—En ese caso me distraigo con todo y no hago nada.

Jungkook soltó una carcajada.

—¡Sal! Cerebrito

Le dijo Jungkook a Jimin y le acarició la cabeza. Jimin lo fulminó con la mirada y Jungkook se levantó de la cama, salió de su habitación.

—¡Ojalá le digas eso a Taehyung!

Gritó Jimin y soltó una carcajada. Jungkook llegó corriendo hacia la habitación de Jimin y él levantó, y empezó a saltar en ella.

—Te arrepentirás de esto, Park.

—Veamos quien gana, Jeon.

Los dos se miraron y sonrieron cínicamente. Jungkook avanzó a hacia Jimin y él le lanzó una patada en el aire. Jungkook la esquivó y alcanzó a Jimin, lo jaló del pantalón y se los bajó. Jungkook abrió la boca y soltó una carcajada.

—¿Por qué aún usas ropa interior de animalitos?

—Baja la voz, Jeon. —le dijo Jimin con las mejillas sonrojadas

—Eres un nene. —le dijo Jungkook riendo.

—Cállate, yo soy mayor que tú. —le dijo Jimin serio.

—¿Y?

—Cómo que "y", exijo respeto, Jeon.

—Como sea. Iré a dormir, Park.

Caminó hacia la puerta.

—Sueña con Taehyung, Jeon.

Jungkook se giró para ver a Jimin quien traía una sonrisa pícara en sus labios. Jungkook le levantó el dedo medio y Jimin soltó una carcajada.

Jungkook salió de la habitación de Jimin y caminó por el pasillo hacia su habitación. Pasó por la habitación de Taehyung y notó que la puerta estaba entre abierta. Jungkook lo pensó dos veces antes de acercarse a ella, pero aun así lo hizo. Empujó un poco la puerta y vio a Taehyung de espaldas, estaba masturbándose. Tragó duro y siguió mirando.

Taehyung dejaba caer la cabeza para atrás mientras dejaba escapar gemidos de su boca. Jungkook sintió su pantalón de pijama apretarse a sus piernas. Su miembro estaba a unos segundos de levantarse. Jungkook siguió observando y escuchó el gruñido de Taehyung, se había corrido. Jungkook cerró los ojos y se mordió el labio inferior.

Cuando volvió a abrir los ojos Taehyung ya no estaba, había desparecido. Jungkook empujó un poco más la puerta para ver. Asomo su cabeza un poco y lo buscó, pero no lo encontró. Dio un paso hacia atrás y se giró. Unas manos lo cogieron por la cintura y lo entraron a la habitación, lo pegaron contra la puerta que estaba cerrada. Los ojos de Taehyung y Jungkook se encontraron.

—¿Adónde vas tan pronto?

—Yo-yo solo iba a... —Jungkook se quedó mudo al ver que Taehyung no traía pantalones, ni ropa interior.

—¿A verme? —le sonrió Taehyung.

Jungkook pasó saliva. Hacia todo lo posible por verlo a los ojos, pero era inevitable ver su miembro.

—No-no es eso...

—¿Sino qué? —le preguntó Taehyung y se agarró su miembro con una mano, la otra la tenía contra la puerta al lado de la cabeza de Jungkook.

Jungkook miró hacia abajo y se mordió la lengua para no decir nada.

—¿Me ayudas? —le dijo Taehyung señalando la mano con la que sostenía su miembro. —No puedo solo.

Taehyung le lanzó una sonrisa seductora a Jungkook y se mordió los labios. Taehyung acercó sus labios al oído de Jungkook haciendo que el vello de la nuca se le erizará.

—¿Quieres jugar?  
























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