T R E I N T A Y T R E S

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—Bien, sí estás listo para lo que sea. Muestra tu mercancía, niño. —dijo Minhyunk, poniéndose las manos en la cadera.

Jungkook no apartó la mirada de Taehyung y tragó duro.

—Así que todo esto lio es por un tipo que consigue millones, me sorprende lo inmaduro que pueden llegar a hacer ustedes. —dijo Jungkook confiando. Jaló a Edgar y lo puso frente a los tipos de traje.

Hoseok salió a la luz. Caminó hacia Jungkook y se colocó a su lado, Jungkook arrugó el ceño.

—¿Dónde está tu hermano? —preguntó Hoseok.

—Con el tuyo, supongo. —distracción por parte de Hoseok. —Como seguía diciendo..., sí tanto quieren a este bastardo. Deberán poner su precio, ya que yo soy el que tiene poder sobre él.

Varios tipos soltaron carcajadas.

—¿Qué poder puede ejercer un niño de 18 años sobre alguien? —dijo Minhyunk.

—Haber, Jungkook. Aquí sabemos que esta noche no va a ser tan linda como digamos. Sabemos que tu linda mercancía está a punto de morir, ya que Youngjae, te apunta con una pistola ahora mismo. —dijo Seokjin.

Jungkook pestañeó y sonrió a todos. Se giró lentamente, encontrándose a Youngjae con la pistola apuntando hacia su frente.

—Oh, ¿Debo llamarte traidor? —dijo Jungkook irónico.

Choi Eun caminó hacia su lado y también le apuntó con un arma cargada. Jungkook estalló en risas y los miró a los dos.

—Púdranse, imbéciles. —dijo Jungkook.

Taehyung fue el primero en disparar hacia Eun, pero le dio en el brazo. Los hombres empezaron a dispersarse y esconderse para esquivar las balas de los demás bandos. Seokjin jaló a Hoseok de la muñeca y se escondió con él detrás de un cargamento pesado.

—¿A quién mierda quieren estos tipos? —dijo Hoseok confundido.

—¿Sabes cómo usar un arma?

—Creo que sé que es un arma y como cargarla.

—¿Sabes dar en el blanco?

—Dar en el brazo es mi especialidad. —dijo Hoseok.

—Bien, sobrevivirás. —Seokjin le entregó un arma y se levantó para disparar igual.

—Te consideraba un amigo, no un farsante Seokjin. —dijo Hoseok, cargando el arma.

—En esta vida, sí no mientes, no eres nadie, Hoseok. —dijo él y salió corriendo, mientras le disparaba al bando de Eun.

Edgar se encontraba escondía solo, mientras buscaba el momento perfecto para salir corriendo e huir de todo. Pero para su mala suerte, Taehyung lo cogió por el cuello y lo arrastró hacia la zona donde disparaban más.

—UNA BALA MÁS Y SOY YO EL QUE LO MATO. —gritó Taehyung, apuntado hacia la cabeza de Edgar con un el arma. —Se supone que eran ventas con precios, imbéciles. No una balacera.

—Quítate de en medio, niño. No quiero dispararte. —dijo Minhyunk.

—Nadie le dice que hacer a él, idiota. —dijo una voz de mujer cuando llegó a su lado. La bala que salió del arma entró por la frente de Minhyuk. —Imbécil.

Taehyung la miró.

—¿Mercedes? —dijo Taehyung confundido.

—Camille para ti, cariño. —dijo ella con una sonrisa que enseñaba su labial rojo. —Más te vale pensar lo que estás apunto de hacer, cariño.

Taehyung asintió. Cogió a Edgar del cuello.

—¿Quién mierda lo quiere? —preguntó Taehyung.

—Es mi mercancía, Taehyung. —dijo Jungkook.

—Jungkook, nunca fue tu mercancía. Solo lo tenías porque querías. Haznos un favor de largarte, ¿Sí?

Jungkook se acercó y apartó la mano de Taehyung lejos del cuello de Edgar. Jungkook lo cogió por el cuello.

—A mí nadie me dice que hacer, maldito. —dijo él.

—Creo que el que debería estar molesto no lo está y ese sería yo.

—¿Van a dar sus estúpidos precios o van a coger frente a nosotros, tarados? —gritó un tipo.

Jungkook fulminó con mirada a Taehyung y él apartó la mano de Jungkook de su cuello.

—450 billones por él. —dijo Taehyung.

—¿Quién te crees para dar ese precio, niño? —dijo un hombre viejo caminando hacia ellos. Seokjin no tardó en acercarse.

—Nosotros hacemos los negocios, tú solo eres un comprador. ¿Lo tomas o lo dejas? —dijo Seokjin.

—Aquí nadie pone los precios... —la voz de Jinyoung se escuchó en el lugar. —Nadie lo comprará porque me pertenece.

El hombre viejo que estaba junto a los chicos bufó.

—¿Quién mierda eres tú?

—La persona que rastreó, secuestró y mantuvo vivo a este idiota. —dijo Jinyoung con una sonrisa en sus labios. —Mi kookie no tiene nada que ver en esto.

Taehyung lo fulminó con la mirada y Jungkook levantó una ceja acompañado de una sonrisa torcida.

—No voy a permitir que se lo lleven. —dijo Taehyung.

Unos aplausos inundaron el lugar.

—¡Vaya! Todos se pelean por un maldito pesado de carne humana. Les hago una pregunta..., ¿De qué mierda les servirá este idiota luego de que les consiga su platal? —dijo Hoseok a espaldas de los demás.

—Hoseok..., ¿Qué mierda está haciendo? —dijo Seokjin.

Hoseok sonrió y con la pistola que tenía en manos, le disparó al hombre viejo en el pecho haciendo que el cayera al suelo.

—Mierda. —dijo Taehyung.

—El que dé un paso más, juro que disparo. —dijo Hoseok, apuntándole a todos. —Bajen las armas. —pidió él. —Estoy hablando con ustedes, Jungkook, Taehyung y Seokjin. Al suelo, ahora.

Taehyung miró a Seokjin y él le guiñó el ojo. Los dos bajaron las armas el suelo, pero Jungkook no.

—Sí que tienes el apellido Min bien alto, Hoseok.

—Jung, dejé de pertenecer a la familia Min la noche en que me enteré que Yoongi fue el causante de la muerte de mis padres adoptivos, ja. Me parece tan gracioso, ustedes dos... —señaló a Taehyung y Jungkook. —Son nada más que dos hormonales y ni de hablar de sus enfermedades psicológicas. Violados, maltratados y... ¿Secuestrados? ¡Vaya! ¿Qué clase de mundo es este? o debería decir..., ¿Por qué siguen vivos en un mundo como este cuando no saben la verdad sobre ustedes?

Jungkook apretó el arma. —No sigas, Hoseok...

—Tú, no más que un farsante que se hace pasar por estudiante de secundaria y que le encanta meter su nariz averiguando la vida que no te le incumbe. ¿Cómo le haces? ¿cómo es que no estás muerto? —Hoseok rio. —Todos aquí presentes están tan enfermemos en esta sociedad de porquería. ¿Peleándose por un maldito trozo de carne humana? Maduren, imbéciles.

—¿Quién es este idiota? —dijo alguien.

Jinyoung se acercó a Hoseok.

—Sí sigues hablando, bastardo. Nos mataran, así que cierra el pico. —le dijo.

Hoseok resopló. —¿Para qué mierda voy a cerrar el pico si de todas formas vamos a morir?

Lisa soltó un suspiro y se cruzó de brazos.

—Igualito a Min Yoongi.

—¡DEJEN DE MENCIONAR A ESE ANIMAL! —gritó Hoseok enojado y lloraba de la rabia. —IMBÉCILES...

—¿Por qué no le dan un biberón al bebé? —dijo un tipo riendo por la escena de Hoseok.

Hoseok lo fulminó con la mirada.

—Sí eres tan valiente, dímelo en la cara, imbécil. —dijo él.

—¿Crees que puedes jugar conmigo, niño?

—¿Quieres apostar, imbécil? —dijo Hoseok sonriendo.

—¿Cómo me llamaste?

—¿Eres sordo o qué? Acercarte para que lo escuches mejor, imbécil.

El tipo soltó una risa irónica. —Te estás pasando de la raya conmigo, niño.

—Awww, no te enojes por favor. —Hoseok hizo puchero para luego soltar una carcajada.

—Hoseok, cállate ya. —le dijo Seokjin.

—¿Por qué debería? ¿Por qué soy el indefenso que no sabe la verdad de ninguno? No, Seokjin. No me quedaré callado. —dijo él. —Acércate, imbécil.

—Eres hombre muerto. —dijo el tipo, quitándole el arma a uno de sus acompañantes y empezó a disparar hacia Hoseok.

Jinyoung empujó a Hoseok y sacó dos armas de atrás de su pantalón y empezó a disparar. Jungkook corrió a esconderse cuando casi una de las balas lo mata. Taehyung y Seokjin arrastraron a Edgar con ellos. Jinyoung caminó a paso rápido cuando vio a Youngjae huir junto con su padre.

—No escaparan de la muerte esta vez, hombres. —dijo Jinyoung y con cuatro balas, pudo dar con Youngjae y Choi Eun. —Qué lindos se ven muertos, hermosa escena. —dijo él.

Los acompañantes de Choi Eun, miraron con temor y salieron huyendo.

—¡De aquí nadie saldrá vivo! —gritó Jinyoung disparando a cualquier lugar, mientras reía como un loco psicópata.

Jungkook le dio una fuerte patada en el estómago y cuando él se retorció del dolor. Jungkook le dio un rodillazo en la cara, cayó de rodillas al suelo y Jungkook lo jaló por el cabello.

—No hables más, idiota. —le dijo Jungkook. Jinyoung le escupió sangre en los zapatos.

—Sigues siendo el mismo, Jungkook.

—¿Y? Deberías acostumbrarte a mi dualidad. —dicho eso, Jungkook le dio otro rodillazo en la cara dejando a inconsciente a Jinyoung en el suelo.

Los ojos de Taehyung se encontraron con los de Jungkook. Taehyung le mostró el dedo de en medio a Jungkook. Jungkook le guiñó el ojo.

—Ojalá te mueras, bebé... —murmuró.

Tiró el arma que tenía en las manos y sacó otra, la cargó y siguió disparando. Se acercó a Seokijin que estaba junto a Edgar y pelearon por tomarlo.

—Te van a matar como tú lo mates, Jeon. —dijo Seokjin, esquivando los golpes que le lanzaba Jungkook con el mango del arma.

—Te quiero es matar a ti, Kim. —dijo Jungkook volviendo a lanzar otro golpe.

—Bastardo... —insultó Seokjin.

—Muérete, farsante.

Edgar se levantó cojeando del suelo y a duras penas se colocó en medio de los disparos. Se desamarró las muñecas y con el cuchillo que había estado guardando, cortó su cuello.

—¡No! —gritó Jungkook.

Se había suicidado frente a ellos. Edgar cayó de rodillas frente a todo para que luego su cuerpo de desplomara en el suelo y su sangre lo bañara.

—Puta madre. —dijo Seokjin.

—Estamos muertos ahora sí. —dijo Jungkook, corrió a esconderse. Vio a Taehyung disparar y también ocultarse para que no le diera ninguna de las balas. —¡Taehyung! —lo llamó, pero él lo ignoró. —¡Taehyung!

Jungkook corrió hacia donde estaba Taehyung y lo cogió por la cintura cuando vio que le apuntaban con un arma. El dueño de esa arma era Namjoon. Taehyung cayó al suelo junto a Jungkook.

—Tenía todo controlado, idiota. —le dijo Taehyung enojado.

—Si no fuera por mí, te matan imbécil. No eres bueno con las armas, bebé.

—Cállate, desgraciado. Quítate de encima. —le dijo Taehyung y Jungkook soltó una carcajada, no se había dado cuenta que estaba encima de Taehyung.

—¿Hace cuánto no lo hacemos? —preguntó Jungkook, sonriente.

—Quítate.

—Bésame, Taehyung. Sé que lo quieres hacer. —le susurró Jungkook muy cerca de sus labios. Taehyung lo empujó.

—Déjate de estupideces, sabes muy bien que tú y yo ya no estamos juntos, Jeon. Quítate o va ser peor... —le dijo Taehyung.

—¿Qué me harás, bebé? —Jungkook se acercó aún más.

—Quítate, bastardo.

—¿Recuerdas cuando me gritaste "te amo " en una carretera mientras apuntabas con un arma hacia tu cabeza? Créeme, me pareció lindo.

—Y preferiste irte con tal de que disparara.

—Y no lo hiciste.

—Por enésima vez, Jeon. Quítate.

—No, esta vez haré lo correcto.

—Ya es tarde, ya no te quiero.

Jungkook levantó una ceja.

—Auch.

—Quítate. —Taehyung lo empujó y se libró de él. Jungkook se levantó del suelo y lo observó alejarse mientras esquivaba las balas.

—¿Tan rápido me olvidaste? —habló con él mismo. Apretó el arma entre sus manos. —No, Taehyung, así no. No tan rápido. —sus ojos se encontraron con los de Seokjin y lo fulminó con la mirada. —Es tu culpa, maldito.

Caminó hacia él y lo cogió por el cuello. Seokjin dejó caer su arma, error para él.

—Tú hiciste que me olvidara. —le dijo Jungkook y apretó su agarré.

—Jun-Jungkook, suéltame..., ahora... —trató de hablar Seokjin.

—Todo esto es tu culpa, maldito farsante. —a Jungkook le dispararon en el hombro.

—Odio a los niños malcriados. —dijo un hombre detrás de él.

Jungkook se llevó una mano a la herida y lo miró con enojo. Soltó un grito de dolor y se alejó de Seokjin. El hombre se acercó a Seokjin.

—Años sin verte, Kim.

—Lo mismo digo, Jooheon. ¿Dónde están tus amigos?

—Donghae fue el único que vino. Sungjae..., murió hace poco. —los dos se dieron la espalda para seguir disparando.

—¿Sabes dónde está tu amigo?

—Seguramente con su juguete. Ya llegará y cuando venga, todos aquí presentes moriremos, lo digo en serio... —Seokjin tragó duro, sentía miedo.    














Jimin abrió los ojos después de haber quedado inconsciente de tantos gritos que dio. Su cuerpo estaba empapado de sudor y sus lágrimas aún seguían bajando por sus mejillas. Buscó a Yoongi y lo encontró vestido de espaldas y con un cuchillo de punta fina.

—¿Cu-cuando me matarás? —tuvo el valor de preguntar. Qué idiota.

—Pequeño, yo decidiré tu muerte. —dijo Yoongi y se giró. Se pasó la muñeca por su frente para secar su sudor. — Pero, aún no es tiempo de que mueras. Quiero mostrarte algo...

Yoongi se acercó a la mesa de madera donde Jimin aún yacía atado. Yoongi acarició la herida rojiza de Jimin. Jimin gimió ante el contacto de Yoongi, temblaba del miedo.

—Qué hermosa se ve la "y" marcada en tu bella piel, pequeño. —sonrió Yoongi.

—Te-te pido qu-que no me toques, Yoongi..., por favor. No lo hagas, má-más.

Yoongi desató a Jimin de las muñecas y tobillos, lo bajó de la mesa y lo dirigió a la ducha. Cada lugar donde lo llevaba, tenía todo para él. Ropa, ducha y cuchillos. Bien, Jimin siempre era su maldito juguete. Yoongi había ejercido tanto poder sobre Jimin que él ya sabía cómo tratarlo y cómo hacer que le rogara por más. Era su maldito amo.

—Entra a ahí, pequeño. —le dijo Yoongi a Jimin, cuando ya había abierto el grifo y había esperado unos segundos a que el agua se calentara para su cuerpo. Jimin entró y se colocó debajo del chorro. Él empezó a llorar con desesperación, su herida lo estaba matando, le dolía demasiado. —La herida sanara, pequeño. Ya verás.

—Me du-duele mucho... —sollozó Jimin. —Eres una mala persona, muy mala Yoongi.

—¿Y hasta ahora te das cuenta, pequeño?

—Pensé que podrías cambiar en algún momento de tu vida. Pero me equivoqué. —le dijo Jimin.

Yoongi le acarició el cabello y fue bajando sus manos por todo el cuerpo de Jimin. Limpió la sangre y lo sucio que estaba. Cuando terminó de bañarlo, con mucho cuidado lo sacó de la ducha, era su bebé. Lo secó con la toalla y lo abrazó por unos segundos, dejó que Jimin sollozará en su pecho. Pero, tal vez, Yoongi no era tan malo como aparentaba. Solo estaba herido, muy herido. Su asqueroso pasado lo atormentaba mucho y lo único que él quería era que alguien lo entendiera y comprendiera por lo que él había pasado por muchos años. Pero, esa persona que quiso comprenderlo, sin querer, ya lo había matado.

—Deja de abrazarme, Yoongi. Tú no eres así... —Jimin se absorbió la nariz y se quitó del pecho de Yoongi, pero él volvió a pegar su cabeza a su pecho.

—Debo decirte por qué maté y descuarticé a tu padre, Jimin... —Jimin apretó los ojos.

—No-no quiero saber cómo lo hiciste. Al fin y al cabo, toda mi familia está muerta, sí, también Jungkook.

—Pequeño, debes ser fuerte si quieres vivir en este mundo de asquerosidad. Te lo dice una persona que ha pasado por cosas horribles, asquerosas y dolorosas.

—Nunca te pregunte el por qué llegaste a ser así.

—Todo fue culpa de mi padre..., pero con el tiempo entendí que no todo era su culpa, yo ya estaba dañado. Estaba hecho un demonio. —suspiró y le acarició la cabeza a Jimin. — Yo he matado a personas, he pecado tanto que me acostumbré a que me iré al infierno. Sí, soy una mala persona. Nunca he tenido piedad de las personas. Siento que las personas para mí son solamente juguetes, les puedo hacer una herida y se curan. Pero cuando ya los tengo tanto en mis manos..., ellos terminan siendo mis demonios queriéndome matar... —esta vez, Yoongi sollozaba. —Mi madre murió cuando yo tenía 11 años, me dejó con él, él me hizo una mala persona, más de lo que era. Dejé que me tocara, dejé que me hiciera daño a mí para proteger a las personas inocentes del dolor que él provocaba. No quería que sintieran lo que yo, no quería que sufrieran y le quitaran a su familia como lo hizo él..., agradezco que Taehyung lo haya matado. Pero, él aún vive en mí. —Jimin tragó duro y se secó las lágrimas. —Cuando Taehyung llegó a mí, él apenas tenía once años. También le habían arrebatado a su madre y su hermano. Me recordó a mí e hice lo posible por protegerlo. Pero, él hacia lo que quería con ese niño. No me dejaba acércame a él, por más que quise ayudarlo, él lo lastimaba más. Él era un ángel, pero ese demonio le dio tanto dolor acompañado con tortura. Taehyung se volvió así, ve cosas, se lastima así mismo porque no quiere lastimar a nadie. Odia lastimar a las personas, pero a veces las personas somos tan masoquistas que nos gusta el dolor que nos provocan otras, ¿No, mi pequeño?

Jimin no respondió y soltó un suspiro.

—Yo maté a tu padre porque quise. Sabía que había lastimado a tu familia y a tu hermano mucho más. Merecía morir... —Jimin empezó a sollozar de nuevo y apretó la camisa de Yoongi entre sus manos. —Cuando lo tuve frente a mí y lo cortaba en cada pedazo. Cada segundo en que respiraba, le recordé lo desagradecido que fue con su familia. Lo mala persona que llegó a ser. Lo maté para ti, pequeño. Porque sé que tu madre sufría al igual que ustedes. Jungkook, es así porque estaba rodeado de personas que lo querían dañar y lo consiguieron. Jinyoung es una de ellas. —Jimin por fin se pudo separar de Yoongi y se levantó de rapidez. Yoongi pasó saliva y también se levantó del suelo.

—Tú-tú mataste a su madre, mataste también a su familia. —le dijo Jimin. —Él solo busca venganza contra ti, porque lo lastimaste. Mataste a su mejor amigo, a tu... juguete.

—Cómo te lo dije, las personas solamente son juguetes para mí. Ese niño debió estar muerto la noche en la que lo encontré. Estaba solo y muerto de miedo. Lo quise ayudar, pero fue muy agresivo, no me quedó más remedio que jugar con su cuerpo. —Yoongi sonrió recordando aquello.

—Estás muy enfermo, Yoongi...

—Y yo fui el causante de encontrar tus trastornos psicológicos, pequeño. Bipolaridad, trastornos de personalidad, masoquismo..., aunque tu naciste con ese. —rio. —Desgraciadamente eres igualito a mí...

—Te odio...

—No, no me odias. Quieres sentir ese odio, pero tu corazón y tu mente están atados a mí. ¿Lo vas a negar? —Jimin negó con la cabeza. —Te has enamorado de mi pequeño..., te has enamorado.

—No, no. No lo hice... —Jimin negaba, pero era la verdad. Su corazón empezó a latir. —Yo no te amo.

—Pequeño... —Yoongi se acercó a Jimin y quiso tocarlo, pero él se apartó.

—No me toques, Yoongi. Te lo ruego, no más. No me toques. —esas palabras fueron como si le lanzaran cuchillos directo a su pecho.

—Pequeño, por favor...

—¡NO LO HAGAS! —Jimin temblaba y de su garganta escapó una carcajada áspera. Yoongi se asustó al verlo.

—También fui el causante de la muerte de los padres adoptivos de Hoseok...

—Eres la muerte andante, Min.

—Los maté porque ellos no querían a Hoseok, se les notaba demasiado. Solo lo compraron con regalos y le brindaron un amor falso.

—Eso pensaste tú, porque nunca sentiste el amor de una familia, imbécil. Pero eso no te dio el derecho de matarlos. Hoseok estaba mejor con esa familia.

—¡¿PERO POR QUÉ?! —gritó Yoongi y cogió a Jimin de los hombros, lo sacudió.

—¿Por qué MinYoung quiso que nada más uno de sus hijos tuviera una vida normal? ¿Por qué fue tan egoísta y me dejó con él? ¿POR QUÉ? —Yoongi se había llenado de ira.

—Porque tu madre sabía lo enfermo que estabas, Yoongi. Por eso no te dio, dio a Hoseok.

—Cállate, no sabes de lo que hablas.

—Tú mismo lo dijiste, estabas dañado antes de que él te hiciera suyo, ¿No? —Jimin se soltó del agarré de Yoongi y buscó ropa para vestirse. De reojo vio a Yoongi caminar de un lado al otro pensante. —Tú madre nunca fue egoísta. El egoísta aquí siempre fuiste tú, queriendo que las personas no tuvieran la felicidad que nunca tuviste. Querías que sintieran tu dolor, así como lo hiciste conmigo. Me arruinaste, Min Yoongi.

—Protegí a Taehyung se sus garras...

—Pero lo seguían lastimando a pesar de tu ayuda. —cuando Jimin se fue a poner la camisa, soltó un quejido cuando la tela rozó su herida abierta.

Yoongi lo miró y se acercó, le levantó la camisa y buscó una venda blanca y algo para desinfectar. Le cubrió la herida con la venda y le bajó la camisa.

—Ella sanará. Eso es lo bueno del ser humano. Tarda en sanar, pero cierra lista para otra herida. —dijo él.

Jimin salió del baño y caminó por el lugar. Vio su ropa anterior tirada en el suelo, se acercó y recogió su pantalón, sacó su teléfono, billetera y su anillo... ¿Anillo? Jimin arrugó la frente. No recordaba haberlo traído. Yoongi lo miró.

—¿Dónde encontraste eso?

—Solo lo encontré.

—¡¿Dónde?! —Yoongi se acercó a Jimin y le arrebató el anillo de las manos.

—Lo encontré en una gasolinera, fue ahí cuando conocí a tus trabajadores. Ese día viajaba a Kansas cuando vi sesos volando gracias a ellos. Ese anillo estaba en el suelo al lado de un rastro de sangre. —relató Jimin.

—¿Y solo te llevaste al anillo a casa en vez de dejar ahí? No sabes de quien era y aun así te lo llevaste.

—¿Y tú sabes de quién es? —Yoongi apartó la mirada del anillo y miró a Jimin.

—De mi madre... —Jimin levantó las cejas.

—Imposible... las iniciales son M.Y..., de hecho, parecen ser tuyas. —dijo Jimin.

—M.Y..., MinYoung. —dijo Yoongi.

—¿Pe-pero por qué tus trabajadores lo tenían?

—Ellos no, el tipo al cual mandé a matar, lo tenía. Le pedí que buscara esto por un tiempo y me arrepentí cuando me di cuenta que estaba escarbando en mi pasado. —Yoongi se lamió los labios. —Este anillo te atrae al pasado, Jimin. Debiste dejarlo.

—Dámelo. —dijo Jimin. —Yo lo encontré, me pertenece.

—El verdadero dueño de este anillo está bajo tierra, imbécil. —dijo Yoongi, caminando hacia el fuego.

—Dámelo, Yoongi. Sí tu no lo quieres, pues yo sí. —dijo Jimin y le puso una mano en el hombro para girarlo.

—¡ES DE MI MADRE, MALDITA SEA! ¿PARA QUÉ MIERDA LO QUIERES?

—¡PORQUE GRACIAS A ÉL FUE QUE TE CONOCÍ, IMBÉCIL! —Yoongi lo miró lleno de furia.

—¿Prefieres quedarte con un recuerdo que te hizo la vida asquerosa? —Jimin asintió.

—Prefiero quedármelo porque me recuerda a ti...

—Estás enfermo, pequeño. —Jimin cerró los ojos y luego los abrió.

—De amor por ti. —Jimin se acercó y juntó sus labios con los de él.

Yoongi apretó el anillo entre su mano y llevó sus manos a la cadera de Jimin para atraerlo a él. Separaron sus labios para dejar que sus lenguas se juntaran una última vez. Jimin lo besaba con ansias y desesperación. Jimin lo necesitaba, necesitaba a Yoongi. Los dos tomaron aire y volvieron a pegar sus labios. Jimin empujó a Yoongi hacia la pared y lo acorraló. Lo besó de nuevo, luego pasó sus besos a el cuello. Yoongi gimió ante los dulce besos y dirigió su mano al cabello de Jimin y tiró de el hacia atrás. Esta vez, Jimin gimió. Yoongi lo hizo cambiar, y ahora Jimin eran quien estaba contra la pared de espaldas, mientras que Yoongi besaba su cuello y manoseaba su cuerpo.

—Esta noche... —susurró Yoongi al oído de Jimin y mordió su lóbulo. —Te haré el amor, Jimin.

—No-no lo hagas, no me hagas el amor.

—Quiero hacerlo, quiero hacerte mío. —Yoongi lo giró y le desabrochó el pantalón. Los dos condujeron hacia la cama en la que Jimin había estado hace dos horas inconsciente.

Yoongi empujó a Jimin hacia la cama y se colocó encima de él. Le quitó la camisa y le sacó el pantalón. Jimin desnudó a Yoongi y lo hizo quedar debajo de él. Jimin se colocó encima de Yoongi y movió sus caderas de adelante hacia atrás. Yoongi soltó un gruñido y enterró sus uñas en la espalda. Jimin dejó caer su cabeza hacia atrás acompañado con un gemido de placer cuando el miembro de Yoongi entró en él. Los dos se movieron con rapidez y suavidad. Por primera vez, los dos conocían sus cuerpos. Se acariciaban con placer y amor.

Cambiaron de posición quedando Jimin debajo de Yoongi. Él empujó dentro de Jimin y lo besó para callar sus gemidos. Jimin hundió sus uñas en la espalda de Yoongi e hizo un esfuerzo para que Yoongi lo embistiera más rápido. Ninguno dijo una palabra, sus gemidos y expresiones daban de qué hablar. Yoongi aumentó sus embestidas cuando escuchó a Jimin gritar. Lo besó mucho, recorrió cada rincón de su cuerpo con sus labios. Hizo chupetones, lo mordió, lo llevó al cielo desde esa cama. Jimin se sentía bien, por primera vez, se sentía bien los brazos del enemigo.

—Mío, solo mío, pequeño... —le susurró Yoongi.

Te amo, Yoongi... —murmuró Jimin en su cabeza, pero nunca lo dijo.

El pequeño demonio se enamoró de su maestro. Linda historia. Pero, ¿Qué pasará cuando Yoongi se entere del juego de su pequeño?

Sí, esto aún no termina, Jimin está tan cuerdo como nosotros.
















Dos capítulos más y esto termina.

Disfruten, mientras puedan <3

































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