𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

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Bando contra bando.

───

La noche era fría, fría igual que mis pensamientos, que todo lo que albergaba en mi interior. Estaba solitaria, sentada sola en aquel césped, huyendo de la realidad. Tenía frío, y ni siquiera había podido comer, me sentía cansada por el desvelo de anoche, pero ante no poder conciliar el sueño, mis párpados estaban con pesadez; no podía dejar de sentirme culpable por la muerte de aquella mujer, e inclusive, porque se hayan llevado a Eren e Historia. La brisa fresca removía mi cabello, si, era algo que siempre expresaría porque amaba sentir el viento pegarse a mi, o hacer que mi cabello bailara en el aire como cuando las hojas caen de los árboles en otoño. Me sentía triste, me sentía extraña, era como si algo de mi se estuviera esfumando, como si algo de mi interior se deteriorara. Podía escuchar las voces de los demás, estábamos en la boca del lobo estando en el bosque a plena noche, siendo presa fácil, pero tan solo confiábamos en que Erwin lo resolvería, o quizás Hange. No había noticias sobre ellos, no había conocimiento de donde pudiera estar Eren e Historia, solo se que estábamos desesperados. No éramos un solo bando, éramos varios, y estábamos todos en contra.

Frustrada suspire, inclinándome para quedar arrodillada. Quede inclinada en el césped, y con molestia lo arranqué de raíz. Ese ataque de impulsividad me seguía desde hace varias horas, únicamente solo pensaba en cómo la sangre de aquella mujer había caído en mi. No entendía como tuve la fuerza de clavarle a través de su piel aquella hoja de metal, el sonido de ese crudo acto retumbaba mi oído. Escondí mi rostro entre mis manos, quería desaparecer esas imágenes, pero no podía. Me estaba volviendo loca, no podía entender como le arrebate su vida, solo se que intentando calmarme, se me vino la imagen de Eren. Su frente chocando con la mía, sus labios rozando mis labios, y el decirme que deseaba casarse conmigo, me saco de esas imágenes tan crudas e amargas. Me volví a sentar, abrazándome a mi misma, deseando que fuese él quien lo hiciera. Temía, deseaba saber si estaba bien, se que tenía muchos enemigos, y la mayor opción era acabar con su vida, pero jamás me perdonaría él no salvarle, yo quería salvarle, necesitaba hacerlo; se lo debía. Continué aferrada a mi, pese a que sentí pasos atrás de mi, me quede abrazándome.

-Tampoco me siento bien.-la mano de Armin se plasmó en mi hombro, apretándolo con fuerza, a lo que continuó sentándose a mi lado.-No dejó de pensar en la bala que le traspase a esa mujer, justo en la frente.-musitaba con tristeza.-Me preguntó si era necesario llegar a tanto.-se preguntaba, cabizbajo, se veía mal, aún aturdido igual que yo.

-Si... -susurré, viendo como él alzaba la mirada.-Es un enemigo menos para la próxima batalla, nos da ventaja de ganar, porque si no hubiesen sido ellos, hubiéramos sido Jean o yo. Así es todo, así es como debía ser.-plasme, intentando de ser fuerte, pero me estaba quebrando en mil pedazo, y él lo sabía.

-Aunque no tengas fuerzas, siento que me las das a mi para serlo.-decía, mirándome.

-Armin, quiero que toda esta mierda acabe.-confesé, justo cuando escuché el grito de uno de los hombres de la policía militar que el capitán Levi había capturado para beneficio.-No puedo vivir así, siento que mi espíritu se quiebra.-continuaba diciendo, recordando cada trágica imagen que tuve que ver.-Desde que era niña todo ha sido una guerra, pelea contra otro bando, nunca he visto paz; ni siquiera puedo describir como se siente. Mi conciencia pesa, se rompe en añicos como un pedazo de cristal.-continuaba hablando de manera abrumada.

-¿Qué más está afectando tu conciencia?-me preguntó, tocando mi brazo, y mirándome con detenimiento a lo que me quede ida, sin darme cuenta que había hablado demás, y por un momento no supe que decir.

-¡Ahhh!-el grito de aquel hombre me hizo sobresaltar, con curiosidad me levante al igual que Armin, queriendo observar lo que sucedía.

-No ha dicho nada.-nos comentó Mikasa en cuanto nos vio acercarnos, ella tenía una mirada fría y seria, estaba afectada por la ausencia de Eren, se veía preocupada y desesperada.-¡Ni una sola palabra!-comentó en un gruñido, molesta, a lo que Armin la miró, deseando empatizar, pero no habían palabras que pudieran calmarla.

-No lo volveré a preguntar, ¡donde están!-gritaba el capitán Levi, mientras que yo veía aquel hombre en el suelo arrodillado, y amarrado.-¿Donde esta Historia y Eren?-aclaró su pregunta, el capitán se veía intimidante, se veía molesto y agotado.

-¡No lo sé!-respondió aquel hombre, quien temblaba y tenía su boca llena de sangre.-¡No nos dijeron nada! Kenny Ackerman no se fía ni de su sombra.-giré automáticamente, observando a Mikasa ante el nombramiento de su apellido, era una Isla pequeña y de seguro, debían tener algún entrelazo.

-¿Ackerman? ¿Ese es su apellido?-se preguntó Levi confuso, y este también se dirigió a Mikasa, quien estaba algo fuera de la conversación.-Mierda.-gruñó el capitán.-Es cierto que Kenny no se fía ni de su sombra, pero alguna idea debes saber del paradero de esos chicos.-le dijo él, acercándose de manera intimidante al hombre.

-¡Déjame!-gritaba aquel hombre en cuanto Levi atrapó uno de sus brazos.-¡Ayuda!-continuaba gritando, iba de a poco echando su brazo para atrás, le iba romper un hueso.

-Algunos huesos te deben quedar por romper.-comentó Levi en una serena y fría voz.

-Estás loco.-le indicó ese policía militar, asustado y tembloroso, era como si viera a un demonio.

-Puede ser.-respondió el capitán, sin una pizca de importancia a lo que decía aquel hombre.

-¡Se acerca alguien!-la voz de Sasha nos alertó, a lo que todos nos vimos obligados a lanzarnos al suelo, preparándonos para atacar.-¡Son algunos!-nos avisaba, mientras que Levi estaba delante de aquel hombre.

-Te lo he dicho Levi, es inútil. Todos ustedes caerán aquí.-le decía aquel hombre, y yo con molestia antes de tirarme al suelo, le patee fuertemente la boca.

-Cállate.-le pedí, viendo como él gemía, le había pateado con tanta fuerza, que por un momento pensé que le quebré los dientes, y tan solo veía como el capitán me miraba impresionado.

-¿Es Hange?-intente de esclarecer mi vista a través de las antorchas que aquellas personas sostenían, y ante la voz de Armin sobresalir, no tarde en visualizar a Hange frente a nosotros, haciéndonos sentir en calma.

-Chicos.-ella se acercó junto a su fiel subordinado, Moblit, mirándonos e examinándonos a todos.-El golpe de estado fue un éxito.-nos avisaba en medio de aquella fogata, todos la miramos intrigados con saber más de lo que sucedía dentro de la ciudad.-Las elites se unirán para desembocar al gobierno real que nos ha estado engañando durante este tiempo, pudimos comprobar que la verdadera línea real es la familia Reiss. Lo cual implica que Historia es perteneciente a ella, haciéndola posible heredera al trono.-continuaba diciéndonos.

-¿Y el asesinato?-preguntaba Armin, referente a lo cual Erwin fue culpado y casi aniquilado, sabíamos que él era ajeno a eso, y que la policía militar o la gente de Kenny Ackerman, tenían que ver.

-Se aclaró que fue solamente un montaje.-le respondió Hange.-El hijo del comerciante asesinado se encargó de que todo saliera a la luz, pero tengan, lean.-Hange nos abría un papel, dándoselo al capitán Levi quien lo obtuvo en sus manos.-Es un periódico de la central, donde explican que el asesinato que hubo en la capital, del cual intentaron de achacárselo a el comandante, fue solo una encerrona para quitarnos del medio, pese a que sabíamos la verdad que la realeza esconde. Escribieron que el Rey Fritz era un impostor, y que el gobierno presionaba a los medios para ocultarlo.-nos contaba, pero de a poco, íbamos leyendo y viendo que era cierto lo que decía.-También dice que nosotros actuamos en defensa propia, en resumen; somos libres.-afirmó con un toque de tranquilidad, uno que nosotros no aguantamos obtener.

-¡Si!-gritamos de emoción, brincando y abrazándonos como un escuadrón especial que éramos, las emociones de no tener que ocultarnos, nos hicieron sentir por un momento libre.

-¿Qué fue lo que dijiste imbécil?-le pregunté al hombre tirado en el suelo, mirándonos derrotados mientras que yo sonreía y le miraba, el tan solo bajaba la cabeza.

-Aún así, he perdido a los dos que me encargaste.-le indicó Levi a Hange.-Eren y Historia deben estar en alguna parte.-continuaba diciéndole.

-Yo tengo una pista de donde podrían estar.-nos avisaba Hange, respondiéndole a Levi mientras que ella sostenía un libro, el cual nos lo enseñó.-Es ahí donde pondremos fin a esta batalla.-afirmaba.-Más adelante están las carretas llegando, es la única manera en la que podamos llegar más rápido, así que, andando.-nos insinuaba, a lo cual no tardamos en recoger nuestras cosas.-Y él, vendrán a buscarlo, o eso creo.-comentó pasándole por un lado aquel hombre, quien nos miró con los ojos abiertos como platos ante ver cómo lo dejábamos tirado, pero simplemente nuestro corazón era más débil y humano, y pudimos permitir que Sasha lo liberara.

-Gracias... -susurro él, quedándose en el suelo y aún lado de la fogata mientras que nosotros caminábamos hacia las carretas.

Me paré en seco, observando por un momento a ese hombre. Pudo matar a Sasha, pudo herirla, pero no lo hizo. Él se quedó ahí, derrotado y afligido a que había perdido. Aún no dejaba de pensar en lo que sucedió, quería justificar todo, quería aceptar que fue innecesario que le matara. Cabizbaja camine detrás de los demás, pudiendo llegar a las carretas para que saliéramos de este frío y oscuro bosque. Con ayuda de Armin pudo montarme, y quede a su lado, ambos en silencio. Se que él estaba más afectado que yo, era más humano, más puro, su corazón era más grande que el de cualquiera aquí. Su sonrisa no estaba, y me preocupaba que no pudiera volver a verla. Si optimismo, y la esperanza que siempre deseaba brindar, me hacía sentir que vivir, valía la pena. Le observe mucho rato, pero aún así, no hablo o dirigió la palabra. Tal vez intentaba de asimilar lo que había sucedido, algo que yo debía hacer, de la misma manera. Me mantuve cabizbaja, también estaba cansada, podía ver claramente la sangre seca y manchada en mi ropa. Mi rostro debía estar limpio, menos mi mejilla derecha, en donde tenía una abertura que aún me ardía, aunque Sasha la había saturado, se sentía la incomodidad e hinchazón.

Lleve las yemas de mis dedos allí, sintiendo la textura de mi piel rasgada, de seguro una cicatriz nacería ahí. Alce la mirada, todos estábamos sumergidos en nuestros pensamientos, aunque Levi y Hange mantenían una conversación, y se miraban fijamente a los ojos. Él se veía frío, y ella, era más calurosa. No sé porque sentía que ambos podían ser el uno para el otro, solo se que los respetaba, una parte de mi sentía cariño y gratitud por todo lo que habían hecho por mi últimamente. Desde hace mucho tiempo no sentía una figura materna, era como si Hange me hiciera sentir protegida, pero Erwin y Levi, eran quienes me daban esa seguridad de que no permitirían que nadie me lastimara, justo como mi padre. Cabizbaja sonreí, extrañaba a mi papá, su voz y su manera tan cariñosa de ser, a pesar de que luego de la muerte de mi mamá no podía ni siquiera mirarme, se que se esforzaba por amarme, pero aún así, no sentí que fuera suficiente porque él permitió que yo estuviera aquí, pero gracias a él, conocí a estas maravillosas personas. No quería perderles, o mucho menos fallarle, a pesar de que había dejado atrás a mi familia, a mi nación e amigos, sentía que mi alma pertenecía a Paradis, como si desde siempre fuera de aquí, así se sentía, me sentía como en casa.

-¿Y toda esa sangre?-eleve la mirada, observando cómo Hange me miraba detenidamente, podía ver en mi mirada lo perdida que estaba en este último rato en carreta.-¿Te hirieron?-pregunto preocupada.

-No.-le respondí con mi voz apagada ante el cansancio.-Tuve que matar a alguien.-dije con dificultad, ante saber la gran acción malvada que cometí.

-Oh... ya veo.-ella algo avergonzada por su pregunta pareció incomodarse por mi rostro tan apagado, y poco expresivo.-Se que es difícil, y más cuando estamos acostumbrados a que nuestro único enemigo es una raza inferior a nosotros, pero es aquí donde entendemos que no es así.-dijo en un suspiro, queriendo empatizar conmigo.-Al principio afecta, y todo de ti cambiará. Es cuando dejas la etapa de la inocencia, para entrar a una etapa más sólida.-comentó.

-Solo se que es, una completa mierda.-admití, cabizbaja, viendo mis manos, las cuales estaban limpias, pero podía ver la sangre que estuvo ahí anteriormente, aunque ya no estuviese.

-Lo sé.-suspiro.-Pero es por eso que ahora, estás aquí, porque superaste esa mierda, y es bueno, porque la jodida noche aún no acaba.-quería que entendiera, pero no justificaba que haya arrebatado la vida de una persona.

-Claro que no, y más si la gente de Kenny está ahí.-nos avisaba Levi, cruzado de brazos.

-Hange, ¿hay alguna pista del paradero de Eren?-pregunto Mikasa, desviando la conversación, y dirigiendo a la teniente enfrente de mi.

-Si, ahora les contaré.-nos indicó Hange.-Erwin me entregó un informe, de información de la familia Reiss, la mayor parte corresponde a hace cinco años, cuando atacaron a la familia.-nos decía, a lo que observe por encima el libro que tenía en su regazo.

-¿Cinco años?-pregunto Armin, sabía que hace cinco años había pasado algo muy significativo para ellos, algo que nunca olvidarían.-Hace cinco años el muro Maria cayó.-decía él.

-Exacto.-le afirmó ella.-Justo el mismo día que cayó el muro Maria, pero será mejor que se los explique desde el principio. Rod Reiss estaba considerado por todo el mundo como una persona justa. Tenía cinco hijos, de lo que la mayor, Frida; se había ganado el cariño de los pueblerinos por su carácter abierto, pero una noche hace cinco años les golpeó una tragedia. Como consecuencias del caos reinante, un grupo de bandidos asaltó el pueblo y prendió fuego a la única iglesia del lugar. La mala suerte hizo que la familia Reiss, se encontrara rezando esa noche en la iglesia, con excepción del cabeza de familia, Rod Reiss; todos murieron.-dio una pausa ante esa historia, retomó algo de aire, ss donde cuenta que realmente todos le estábamos prestando gran atención.-Pocos días después, la policía militar central mato a la madre de Historia. En pocas palabras, Rod Reiss solo se puso en contacto con Historia luego de perder a toda su familia. Puede que sea esta la razón por la cual la buscan ahora.-nos explicaba detalladamente.

-¿Por qué es pariente carnal?-le pregunto Levi, mirándole.-¿Quiere decir que la clave está en su sangre?-volvió a preguntarle a Hange, esta lo observaba detenidamente.

-De momento no he llegado a esa parte, pero era raro que la iglesia se consumiera hasta las cenizas porque era de piedra.-decía ella.-Para dejarla en ese estado debió haber sufrido una fuerza destructiva durante mucho tiempo, y es que normalmente los bandidos entran, roban y se marchan. Además, el único testigo que había de su presencia, era Rod Reiss. Después él mismo uso parte de su patrimonio para volver a levantarla, ¿por qué lo haría?-preguntaba la teniente en voz alta.-No había titanes, lo cual hace esto aún más extraño. Quizás me esté precipitando, pero hay demasiadas anomalías, merece la pena que le hagamos una visita.-continuaba diciendo.

-¿Qué piensas Hange?-le pregunto Levi a su lado, viendo como ella parecía estar pensando algo más.

-Creo que normalmente tienen a Eren capturado con la intención de que Historia Reiss devore su poder.-me tense, sintiendo que una de mis pensamientos, era cierto; querían devorar a Eren.-La hija, Frieda Reiss poseía el poder de un titán, el cual se cree que es el que Eren obtiene. Pero aquel titán era muy superior, había pasado por generaciones en ese linaje, era capaz de borrar los recuerdos de la humanidad o manipularlos. Es por eso, que consistíamos en creer que la realeza que nos dirige, es la actual, y no la que verdaderamente es, pero ese poder no funciona en ciertos linajes familiares.-hablaba Hange y por un instante, me miró, ella sabía que yo debía conocer sobre eso.-El linaje Ackerman es uno de ellos.-nos decía, mientras que moví un poco mi cabeza pare ver a Mikasa, quien estaba seria.-Por tal razón, ante la tragedia que azoto a Rod Reiss, su única escapatoria para continuar con su balance y recuperar este poder, es Historia.-culminó diciendo.-El resto de los soldados llegará a las tierras de los Reiss cuando amanezca, pero no creo que Rod se quede sentado a esperarnos. Así que si no nos damos prisa, puede que acaben devorando a Eren.-nos alertó, y eso, me preocupo.

-Capitán.-le llame, obteniendo su atención.-¿Que pasará si nos volvemos a encontrar con Kenny Ackerman?-le pregunté curiosa, sabiendo que eran un riesgo.

-Debemos prepararnos.-me advirtió, respondiéndome.-El plan será sencillo, nuestro objetivo será recuperar a Eren e Historia, cueste lo que cueste. La gente de Kenny están preparados para cualquier combate, son criminales y no nos tendrán piedad, por lo cual nosotros tampoco. Si debemos matar, mataremos. ¿Entendieron?-nos preguntó, a lo que yo no tarde en asentir, al igual que los demás. -Si está Kenny el destripador, él será nuestro mayor obstáculo.-añadió.

-Entonces, no podemos vencerle.-intente de buscar a Sasha a través del camino a donde nos dirigíamos, ella iba aún lado de Connie en caballo, estaban algo cerca de la carreta donde estábamos montados.

-¿Y si esperamos a la Legión?-pregunto Connie en voz alta, a quien mire cabalgando y sudando, sostenía una antorcha que de seguro le brindaba un ambiente caluroso.

-Ni hablar.-le interfirió Mikasa con un serio semblante, era la más desesperada que estaba.

-¡Cierto! Si esperamos, podrían devorar a Eren.-arregló Connie, sabiendo que su opinión no era la más adecuada.

-Pero de seguro deberán tener alguna debilidad.-comentó Armin, guiando la carreta.-Especialmente si no tienen práctica real.-añadió a su comentario.

-¿Como es que sabes tan poco sobre Kenny el destripador si vivías con él?-mire a Hange, quien se dirigió a Levi a su lado.

-Lo siento.-indicó él como defensa ante la falta de su conocimiento, o quizás no quería que supiéramos algo más personal.-Ni siquiera sabía su apellido.-le dijo a ella.-Por lo visto, su nombre es Kenny Ackerman.-Levi miró a Mikasa, quien pareció sentirse tímida y confusa ante eso.-Podría ser familia tuya.-dijo, viendo como ella procesaba lo que dijo.

-Mis padres decían, que en la ciudad perseguían a mi familia paternal.-le hablaba Mikasa, y yo tan solo le escuchaba.

-¿Alguna vez sentiste que tú poder se encendió de repente?-el capitán se dirigió a Mikasa, quien le miraba, y asintió ante su pregunta.-Kenny Ackerman también lo sintió.-le afirmó Levi.-Sin previo aviso sientes una fuerza descomunal por todo el cuerpo. Te enseña lo que debes hacer.-explicaba él, de manera precisa y corta.-Yo también viví ese momento.-dijo él en un suspiro, mirando a Mikasa, lo que significaba que aquel capitán, era un Ackerman también.

Me quede sentada, entre medio de aquella conversación, pero algo más retumbaba mi mente, un pensamiento abandonado que volvió a mi. El poder que Eren sostenía era del titán de ataque, y del fundador, lo había logrado obtener, claro está que el fundador era perteneciente a la descendiente Reiss, Frida, como nos contó Hange. Lo que no comprendía era como Eren había logrado obtener ambos poderes, solo se que estaba claro que había devorado a alguien, y de seguro ese alguien era perteneciente de Marley. Pues nos habían contado a los guerreros que el portador del titán de ataque, había escapado. Sabíamos que era aquí donde debía estar, porque su objetivo era el titán fundador, y ahora sé claramente qué logró obtenerlo, pero lo que me carcomía era pensar de quien Eren podía haber robado tal poder, y abundando en viejas conversaciones, y pensamientos abandonados, el nombramiento de su papá en una vaga conversación se avecinó en mi mente, como una ráfaga de viento amarga que me hizo desear concluir con el origen de Eren. Alce la mirada, y observe a Armin, quien me miró ante sentir mi mirada colocada en la suya.

-¿Qué pasa?-pregunto Armin, preocupado, a lo que yo aún le miraba aturdida, atando cabos sueltos.

-Armin, ya sé a quien Eren debió devorar para obtener el poder. Creo que él siempre lo supo, porque una vez llegó a comentarme sobre eso, pero creo que esto ahora lo hace más confirmativo.-le decía a Armin, quien continuaba mirándome intrigado ante eso.

-A su padre.-afirme con seguridad, haciendo que Armin abriera los ojos grandemente y se pusiera a pensar.-Eren devoró a Grisha Jeager, el portador anterior del titán que Eren controla, debió haber sido él quien entonces robo el poder superior que le pertenecía a la familia real.-decía, y Armin cabizbajo con sus ojos abiertos, continuaba procesando.-Eren devoró a Grisha.-volví afirmar.

-Hemos llegado, y debo avisarles, la gente de Kenny está aquí.-comentó Hange, creando tensión, en la fría noche que aún no acababa.

───

Próximo capítulo: Somos uno.
El escuadrón se enfrente al bando de Kenny Ackerman, una pelea de sangre, vida y muerte se verá en vuelta para recuperar a Eren e Historia.
Nota: Algunos capítulos más, y finalizamos con Pain. Aunque quiero decirles que... ¡Hay segunda parte!

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