𝐪𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Aquí y allá.

───

Abrí mis ojos, sentía pesadez por la iluminación, esta no era tan insoportable que las anteriores mañanas relucientes . Lleve mis manos a mi rostro, para restregar con delicadeza mis ojos. Observe mediante parpadear para aclarar mi vista que la cortina de esa habitación estaba media abierta, mientras que mi cuerpo estaba tapado por las sábanas tan finitas. Parecía hacer algo de frío, pero era soportable, a diferencia también de los primeros días aquí nuevamente. Soñolienta observe que era la única en esta cómoda cama, estaba consiente de que Noah ya había despertado, no solo porque no estaba en la cama, si no porque podía escucharlo balbucear cortas palabras afuera de esta habitación, acompañado por la voz de Mikasa. Me quede sentada, a lo que simplemente suspiré, era otro día, uno de los que pronto dejaría de contar, pero aún estaba aquí, viviendo. Me alerté en aquel ruido de una regadera cerrándose, deteniendo el ruido de la agua cayendo. Lleve mi vista a la puerta media abierta del baño, donde podía ver por aquel hueco la luz encendida, y una espléndida espalda bloquear un poco más la abertura. Sabiendo que era Armin por su mojado cabello, me giré, cerrando los ojos en cuanto la puerta se abrió más. Intente de respirar regularmente, pero no entendía mi tensión ante su presencia. Ante los ruidos que provocó por el cierre de la puerta, decidí inclinarme un poco para observarlo, quedando pasmada ante verlo sin camisa, demostrando su física marcación en su abdomen. Armin me miró detenidamente, para él quizás no era incómodo, no entendía porque para mi si, pues no era la primera vez que lo veía sin camisa, muchas veces lo presencia, al igual que los demás, pero quizás era el hecho de que necesitaba privacidad y yo estaba en su habitación, quitándosela.

-Lo siento.-lamente, quedando sentada, viendo como él negaba, colocándose una camisa por encima, para abotonarla.

-Por Dios Amaya, no es algo que no hayas visto.-me habló él, de esa manera tan pasiva, queriendo hacerme sentir normal.-Buenos días.-asentí ante eso, viendo como imponía sus modales primeramente.-Mikasa hizo desayuno, por si quieres acompañarnos.-me dijo, pero en si me quede sentada, observando sus facciones, Armin había cambiado bastante.

-¿A donde vas?-le pregunté, viendo como se colocaba el uniforme estándar de la legión.

-Mikasa y yo esperamos poder convencer a Darius Zackly en que nos deje hablar con Eren. Hange no tuvo suerte al parecer.-me contaba, a lo que él se sentó a mi lado en la cama, observándome detenidamente.-Necesitamos saber que trama, antes de que sea tarde.-expresó.

-¿Crees que Eren les cuente a Mikasa y a ti lo que planea, Armin?-le pregunté, mirándolo detenidamente.

-Me lo preguntas porque no pudiste sacarle nada anoche, ¿verdad?-coloqué mi cabeza cabizbaja, delatándome.-Te conozco. Más de lo que crees.-expresó, mientras que alce la mirada, viendo como sus azulados ojos estaban detenidos en mi.

-No pude sacarle nada que fuera útil, Armin.-confesé.-Lo intente, pero, solo hablamos sobre lo qué pasó entre nosotros.-le contaba, viendo como me escuchaba con atención.-Armin, estoy segura que Eren no quiere que nos involucremos en lo que trama. Tú más que nadie sabe que este Eren, no es ese amigo de la infancia con quien compartías todo. Este Eren es diferente, y no habrá nada que lo detenga. Ya viste lo que hizo en Marley, no importa cuanto intenten hablar con él, lo mejor es esperar a que venga hacia nosotros. No tengo duda, no somos su objetivo, aún.-le decía, pero él dejó de mirarme.

-Aún tengo esperanza. Es mi mejor amigo.-decía afirmativo, levantándose de la cama, pero de manera impulsiva apreté su brazo, pero la fuerza fue tanta que Armin estaba a centímetros de mi.

-Armin. ¿Hay algo qué no me hallas dicho antes? ¿Algo de lo que no tuviste valor de escribir en aquella carta?-le pregunté, sentí su tensión, y como sus ojos no podían escapar de los míos.-Esa carta la escribiste con el corazón, aunque la abrí años más tarde, supe que esa carta no solo transmitía el mensaje que querías transmitir, necesitabas decirme que realmente estabas sufriendo porque nunca pudiste sentir que te correspondía. ¿No es así? ¿No es por eso que todos sabían que de quien realmente estabas enamorado era de mi?-le pregunté, apretando su brazo, viendo como se sentía abrumado por lo que le preguntaba, veía su deseo de que lo soltara, era como si le doliera.-Eren lo sabe.-afirme.

-Yo nunca tuve miedo de admitirlo, es por eso que nuestra amistad es tan fuerte, siempre hemos sido sinceros uno al otro, por eso es mi mejor amigo, por eso debo salvarlo.-expresaba, mirándome con sus ojos humedecidos.-Pero no podía arruinar eso. La manera en la que él te amaba, no podía interrumpirla, porque a pesar de todo, era feliz de que él lo fuera. Al igual que tú con él. Nunca he sido egoísta, se lo que es justo y lo que no.-me explicaba, mientras que quedaba sorprendida.-No tengo miedo de responderte a ti como le respondí a él cuando me preguntó hace dos años, Amaya, yo siempre te he amado.-mis ojos se quedaron perplejos observándolo ante sus palabras, aquellas que me maltrataban mentalmente, porque su tristeza se profundizó, todo el tiempo que callo, que no hizo nada, eso era valentía; Armin era Justo.

-¿Desde cuando?-le pregunté dolida, sin entender en qué momento, sin entender cómo y dónde.-Me siento tan egoísta... -suspiré, soltando su mano, mientras que él volvió a tomarla.

-No, no te sientas así. No podría haberte echo sentir confundida, Amaya, yo sé por lo que pasabas, tú sufrimiento, ese que no compartías con nadie. ¿Crees que era justo haberte hecho sentir confundida?-me preguntaba, aún sosteniendo mi mano, mientras que yo estaba cabizbaja.-Oye, no sé cómo, pero pasó. No tuve elección, simplemente un día me di cuenta que me había enamorado de ti, pero intenté engañarlo hasta que supe que te fuiste. Fue como si una parte de mi se desvaneciera, desperté y no te dejaba de pensar. Podía sentirte en cualquier lado, era como si te sintiera conmigo, como si aún te hubieras quedado. Te extrañaba tanto, que a veces creía ver tu sombra cuando te recordaba. Tú nombre estaba en cada palabra, pero cuando supe todo, sabía que estabas cerca y a la vez lejos, lo único que podía hacer era aferrarme a tu recuerdo, era como si te perdiera, hasta que sentí la esperanza cuando te vi aquel día en Marley. Tu rostro, tus ojos, tu cabello, todo de ti que volví a ver ese día, me hicieron sentir vivo.-musitaba, mientras que su expresión estaba triste, pero a la vez feliz.-Intente alcanzarte, cómo había intentado de hacer todos estos años, pero huiste tan rápido que perdía esperanzas, así que simplemente me aferré a la idea de aceptarte como algún día te acepte, mi gran y hermosa mejor amiga, mi otra alma tan genuina.-sonreí, mirándome, a lo que sin pensarlo me abalancé en un gran abrazo.-Wao, eso fue muy poético y patético.-expresó en burla, mientras que lo apretaba con fuerza.

-Fue hermoso, Armin.-susurré, apretándolo fuertemente.-Te agradezco por haber decidido pensar en mi, antes que en ti, no sabes lo mal que me siento en saber lo que tuviste que silenciar, pero gracias por demostrar que antes de todo, siempre pensarás en los demás.-le indique, distanciándome de él, para observarlo detenidamente a los ojos y como nuestras respiraciones rozaban.-Sigues siendo ese sol... -musité.

-¿No estás incómoda?-me preguntó, y denegué.-Me siento tan aliviado de habértelo dicho, me iba volver loco.-decía en esa sonrisa tan genuina.

-Yo también me siento aliviada de que me hayas dicho, Armin.-le respondí, viendo en su rostro la seriedad; pero no con molestia, si no, con confusión.-Pero ahora que lo sé...-susurraba, quedándome corta de palabras, viendo como aún intentaba de descifrarme pero ni yo sabía que decía, su cercanía me creaba una tensión que no podía ni respirar, y más cuando su rostro estaba tan cerca, iba a pasar, ese beso que nunca imaginé, pero aún no podía ser.

-Mami.-la puerta se abrió, y no tarde en sonreír en cuanto observe a Noah mirarme entre medio de la puerta y atrás suyo, Mikasa.

-¡Hola!-exprese animada, cogiendo a Noah en brazos en cuanto llegó a mi.-¿Dormiste bien?-le pregunté para darle un beso en su mejilla, pero este se distanció de mi, a lo que le mire con una expresión impresionada.-¿Y eso?-le pregunté haciendo puchero.

-Gemenes.-musitó, a lo que reí ante eso, sabiendo que ahora era una palabra que no dejaría de decir, tan pronto lo solté en el piso pareció sacudirse, y le miramos con una grata sonrisa.

Me quede melancólica ante observar a Noah, tenía dos años, no podía con su crecimiento, quería detenerlo. A pesar de haber nacido antes, nació tan sano y saludable. Me acerqué a él, apretándolo a mi, lo amaba tanto, era un pedazo de mi alma, caminando con un aura pura a su alrededor. Lo bese y abrace, viendo como sonreía pasmado para abrazarme. El amor más fuerte de una madre, es su hijo, y los primeros amores de ellos, somos nosotras. Esta sensación, este sentimiento era uno que no podía explicar. No importaba tener la edad que tenía, solo se que cuando se trataba de Noah, podría con todo y contra quien sea. Sonriendo como él, observaba cómo Armin me miraba, a mi y a él, mientras que sonreía pasmado. Observe cómo pasó por un lado de Mikasa, queriendo darnos privacidad, pero no podía dejar de pensar en lo que me había dicho, y cuestionarme cómo no pude haberme dado cuenta antes. Todo en este instante parecía confuso, y en mi mente su rostro se reflejaba. Decidiendo ducharme para alistarme, no podía dejar de sentir el agua caer en mi piel, pensando en sus palabras, como si se hubieran marcados. Solo se que simplemente, quise olvidarlo todo, pero no podía dejar de pensarlo, constantemente, al punto de no poder concentrarme. ¿Qué significaba sentirse así? Peine mi cabello, colgándolo en una coleta, para secar mi cuerpo y sacar mi uniforme del ropero de Mikasa, establecido en su habitación.

Luego de eso, no tarde en alistarme, las horas pasaron en el desayuno, y más cuando me vi en la obligación de dejar a Noah con Historia, ya que acompañaría a los chicos al cuartel, con la esperanza en su más anhelado deseo, hablar con Eren. Me había ido con el corazón empapado, ya había dejado a mi hijo una vez por casi un mes, esperaba que no tuviéramos volver a pasar por lo mismo, no podría soportarlo. Podía sentirme con tristeza, era un sentimiento de madre el dejar a tu hijo lejos de ti, aunque fuera un momento, me sentía más confiada si lo sostenía yo, pero por su bien, prefería tenerlo aislado de la ciudad. Estoy segura que Historia lo cuidará con toda su vida, como si fuera suyo. Desviando mis pensamientos, intentando de esclarecerme para nuestro día, charlaba agradablemente. Íbamos Mikasa y yo caminando juntas, con nuestros uniformes, como antes, pero igualmente seguía faltando una persona, ademas de Armin, a quien vi en la distancia aún lado de una chica, la cual me causo curiosidad, pero sentí conocerla. Podía ver entre el cuartel a nuestra distancia la gente, habían muchas personas, podía escuchar un bullicio, uno estruendoso. De seguro la gente quería respuestas, los periódicos narraban los sucesos ocurridos en Marley, muchas de estas personas querían pelear, querían darnos el mismo golpe que nosotros les dimos durante cien años. La gente estaba enloquecida, inclusive tenían carteles. Pero lo que más me detenía a escucharle, era como mencionaban a Eren Jeager como un salvador.

-Armin.-le llame, llegando aún lado de él con Mikasa.-¿Qué sucede?-le pregunté a Armin, quien había estado aquí durante la travesía de Mikasa y yo en llevar a Noah con Historia.-¿Por qué toda esta gente está aquí?-volvía a preguntar.

-Olvídalo, hemos llegado aquí, no podemos perder nuestra única oportunidad para hablar con Eren; démonos prisa.-pidió Mikasa, para así, empezar a caminar al interior del cuartel.

-¿Creen que les de oportunidad?-les pregunté a ellos, mientras subíamos los escalones, caminando por un pasillo que nos dirigiría a la oficina de Darius Zackly.

-Al menos intentaremos.-expresó Armin, mirándome de reojo, mientras que se detuvo en aquella ventana abierta.-Nuevos cadetes de la legión, ¿que están haciendo en la salida principal?-se preguntó, a lo que observe a esas tres persona de nuestra misma élite caminar a la distancia contraria de nosotros, se estaban yendo.

-¿Qué hacen saliendo de aquí?-pregunto Mikasa, curiosa, observándolos mientras continuamos caminando.

-¿Y si voy a preguntar?-les pregunté, viendo como Armin denegó a mi lado.-Es extraño.-le expresaba, sintiendo un mal presentimiento, pero aún así, continuamos caminando.

-Crucemos los dedos.-pidió Armin, tocando la puerta levemente, lo cual creó un sonido hueco, y un gran silencio con tensión.

-Adelante.-se escuchó una gruesa voz, a lo que el rubio delante de mi abrió la puerta, de una manera delicada para que Mikasa y yo pasáramos.

-Buenas tardes, comandante Zackly.-saludamos los tres, observando aquel mayor hombre dándonos la espalda.-Agradecemos que hayas aceptado poder hablar con nosotros, sabemos que con todo este bullicio es casi nulo.-hablaba Armin con respeto, a lo que aquel hombre se giró, para observarnos.

-Buenas tardes.-nos saludo.-Es un gusto verlos a todos, y más en estas circunstancias donde la legión de exploración está en un hilo flojo.-decía, a lo que me miró detenidamente.-Amaya. Es un gusto verte, no habíamos podido poder reunirnos.-se disculpó, a lo que asentí, denegando como para que evitara su preocupación.-Entiendo que están aquí para pedirme permiso o supervisión en que puedan acceder a hablar con Eren.-decía, y nosotros asentimos.-Hange sigue corriendo de un lado a otro, ¿no es así?-pregunto, observando la ventana nuevamente ante un gran bullicio.

-Si. Supongo en este momento que quiere comprobar algo.-le respondía Armin.

-Si, de hecho, le permití que se llevara a uno de los voluntarios.-nos contaba, para así, mirarnos.-No puedo permitirle que se reúnan con Eren Jeager.-dijo, llegando al grano, sin un titubeo, a lo que nosotros nos vimos desconcertados por su rápida decisión.

-¿Por qué no señor?-le preguntó Armin, intentando de entender la decisión de Darius, a quien veía firme con ella.

-Porque se reveló que uno de los voluntarios tuvo contacto con él. Eren permaneció en total silencio ante su reunión secreta, la cual terminó desembocando el asalto a Marley. En este preciso instante estamos investigando a todos los que intervinieron en esa reunión. Eren no ha dicho ninguna palabra desde que todo salió a la luz, además, tampoco sabemos el tiempo que pasó operando solo en Marley.-nos contó, dejándonos impresionados, pero poniéndome analizar era obvio que Eren no iba poder actuar solo, como intento parecer hacer.-Amaya, dijiste que Eren fue personalmente a pedirte ayuda, y colaboraste con él. ¿No es así?-este se dirigió a mi, a lo que pensé en responder, pero temía mentir.

-Si.-asentí, con pesadez, viéndome algo inquieta por decir la verdad, no quería perjudicar a Eren, pero la única manera de ayudarlo era averiguar qué sucedía atrás de sus planes.

-¿Cuanto crees que Eren llevaba en Marley operando solo?-me preguntó, mirándome fijamente, a lo que pensaba mi respuesta nuevamente.-Necesito tú total honestidad. Te dimos la mano y aceptamos nuevamente en nuestra nación, pese a la oculta información que retuviste por tres años sobre la nación y el conocimiento de Marley.-me decía, seriamente.-Además, te recuerdo que tu hijo está siendo protegido por nuestra seguridad más secreta, por favor, pido cooperación de tu parte para llegar al fondo de esto.-abrí mis ojos, bajando la cabeza, sabía que era cierto, estaban siendo gentiles conmigo, cooperaban.

-No sé cuánto tiempo estuvo en Marley, él me halló en cuánto pudo restablecerse después de parecer haber sido voluntario en la guerra de Marley contra el Medio Oriente, de la cual fui partícipe; pero debo jurarle que no le vi o reconocí, debió intentar de pasar por desaparecido para que Reiner Braun no lo reconociera. Quizás mi hermana Pieck Finger pudo haberlo reconocido también. Eren quizás no actuó solo, pero mientras lo hizo, fue muy sutil..-respondí primeramente.-Tampoco creó que haya trabajado solo, su hermano Zeke Jeager tenia conocimiento de su estadía en Marley. Tenía mucho interés de reencontrarse con Eren, lo sé porque muchas veces me lo decía, o me pedia que le hablara sobre su hermano.-recordaba, contándoles.-Hasta que un día, luego de que Eren me volviera a reclutar, ambos personalmente solo me pidieron que defendiera a Eren, y ayudara a la legión de exploración. No sostuve más información, é único que puede decirles la verdad no solo Eren, o algún voluntario, como Yelena; la verdad está con Zeke Jeager.-añadí, viendo como aquel hombre asentía.

-Es por eso que creemos rotundamente que Eren esté siendo manipulado por Zeke Jeager.-nos contó, creando en Mikasa y Armin un tipo de impresión.-Lo mencioné porque se trata de ustedes, por lo cual necesitaría que lo mantuvieran en secreto.-nos pidió.-Además quería saber que opinabas tú, ya que puedes esclarecer un poco más de la situación.-nuevamente se dirigió a mi, haciéndome pensar.

-No lo había pensado. Podría ser.-opine honestamente.-No conocí muy bien a Zeke, pero hace mucho tiempo me venía pidiendo un tipo de unión, como si estuviera planeando esto desde hace mucho.-añadí, viendo como asentía.

-¿Entonces Eren... no, no lo creo.-Armin parecía dudoso ante lo que aquel hombre había insinuado, este paseaba por su oficina, dejando que nos acopláramos a lo que decía.

-Disculpe señor, ¿qué pasará con Eren?-le preguntó Mikasa, agitada, a lo que los tres observamos como Zackly se detuvo aún lado de una silla bastante extraña, parecía justamente para torturar.-¿Qué es eso?-Mikasa preocupada observó detenidamente la silla.

-Mm, nada importante. Solo es algo que no sabemos en donde guardar, unos reclutas.-respondió él, sereno.

-Comandante supremo, si Eren se está negando a hablar, quizás nosotros que lo conocemos desde niños, podamos ser de utilidad. No puedo asegurar que confirmaremos las intenciones de Eren, pero, no perderemos nada con intentar.-volvió a pedir Armin, pero para mi, era inútil.

-No funcionó con Amaya Finger, y por la información que Hange me brindó, ella era igual de importante que lo son ustedes para él.-comentó él en respuesta a Armin, quien bajaba la cabeza.-La situación es bastante delicada, esta conversación termino.-finalizó en decir, para darnos la espalda y dirigirse a la ventana.

-Gracias, comandante.-agradecí aún así por su ayuda, observando cómo Mikasa fue la primera en salir de la oficina, y atrás suyo iba Armin.

-En lo que puedas cooperar, déjanos saber.-fue lo último que me dijo, para así cerrar la puerta, viéndome afuera de la oficina, observando el rostro desconcertado de Mikasa.

-¿Por qué?-se preguntaba ella.-Tienes razón Armin, no perderemos nada con intentar. ¿Por qué no nos permitió verlo?-volvió a preguntarse, mientras caminábamos juntos con lentitud, observando a tres policías militar venir por el mismo lugar que veníamos.

-Una explicación podría ser que el gobierno militar haya decidido deshacerse de nuestro amigo Eren.-nos dijo Armin en un tono bajo, esperando que los policías militares no nos escucharan, pero observamos de reojo a donde conducían.-Quizás no funcionó con Amaya, pero si estamos los tres juntos podría funcionar... -comentó.

-Con su permiso.-nos detuvimos disimuladamente, observando a los tres policías militares adentrarse a la oficina de Darius.

-Si lo que creo es verdad, ya comenzaron a elegir el sucesor del fundador.-nos indicó Armin.

-Ven, vamos a escuchar lo que están diciendo.-me sugirió Mikasa, a lo que no denegué, hasta que Armin apretó mi brazo con fuerza, deteniéndome.

-No, esperen chicas.-nos pidió, deteniendo a Mikasa con sus palabras, quien le miró fulminante, ella más que nadie quería respuestas.

-Tranquilo. Evitaré que me descubran.-le dijo, intentando de que él accediera pero aún este sostenía mi brazo, impidiendo mi cercanía a ella.

-No es el momento de estar infringiendo las reglas.-nos decía, a lo que está aún lado de mi denegó.

-Por lo contrario, en esta situación debemos averiguar que está planeando el ejército. Sin importar lo que pase, estoy aún lado de Eren.-afirmó, pero había un gran silencio, pudiéndose escuchar un tipo de zumbido lento repitiéndose, haciéndome sentir tensa.-¿No es así?-pregunto Mikasa, antes de que abriera los ojos grandemente.

Todo se volvió lento, pude ver como la puerta de aquella oficina se inflaba, al punto de explotar, pero fui protegida y procurada antes de que esa explosión nos azotara de la manera tan fuerte que lo hubiera hecho si nos hubiéramos acercado. Pude ver como él se había puesto delante de mi, extendiéndose para protegerme, permitiendo que Mikasa se abalanzara encima de nosotros, protegiéndonos a ambos. Los brazos de Armin me apretaron fuertemente, caímos los tres en el suelo con la presión del viento que provocó aquel estallido. Fue un fuerte estruendo, uno que hizo mi corazón palpitar con fuerza y que todo mi cuerpo se helara. Sentí como todo aquel polvo se introducía en mi, provocando sentirme sin aire, haciéndome toser. Todo había sido tan rápido, pero mi tímpano parecía tapado, escuchando un mismo chillido. Confundida alce la mirada, Mikasa procuraba por nosotros pero solo pensaba claramente en lo que esto había sido, un atentado y no tenía duda, las personas en su interior habían muerto. El impacto fue corto, pero precisó para su propósito, aniquilar. Me intente incorporar con ayuda de Armin, observando el quiebre de una gran parte de este cuartel, el pasillo había quedado obsoleto y lleno de escombros, pero lo más impactante era ver que la oficina de aquel comandante quedó en cenizas, no habría nada. Los tres nos quedamos observando esto, pero mire a Armin con preocupación, esta guerra a penas comenzaba.

───

Próximo capítulo: Esclavitud.
La legión de exploración intenta buscar respuestas del atentado al cuartel, mientras que Eren avanza entre las tinieblas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro