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Eleanora estaba agachada, arrancando con cuidado las malas hierbas de su cantero. Estaba pensativa, pensando en la conversación que tuvieron ese jueves.

'¿He conocido a alguien con una belleza tan extravagante?' pensó mientras miraba las lavandas que plantó el día anterior. Creo que sí. Sin embargo, lo olvidé.

Se puso de pie y usó su antebrazo para secarse el sudor que bailaba a lo largo de su frente. Ella suspiró mientras miraba a lo lejos. Sacudió la cabeza y se inclinó, recogió la maceta de malezas y caminó hacia un hoyo que cavó en la esquina de su jardín.

Ella inclinó la olla, vertiéndola en el abono. Se dirigió hacia su patio y colocó la olla en la baranda y se quitó los guantes, haciendo lo mismo.

Entró en la cocina y se dirigió al fregadero, "tez pálida...". comenzó mientras se lavaba las manos, frotando la suciedad que se abría paso en los guantes y en su piel de porcelana.

"Ojos que cambian de color dependiendo de su estado de ánimo". continuó mientras se secaba las manos. Se inclinó sobre el mostrador con un profundo pensamiento, "Temperatura fría...". ella murmuró.

Sus ojos se abrieron y corrió hacia su salón y hacia uno de sus estantes de libros. Escaneó los títulos en los lomos antes de que sus ojos aterrizaran en el libro que necesitaba.

Leyendas Quileute.

Lo sacó y lo examinó, sus ojos se posaron en ciertas palabras. Sin embargo, necesitaba confirmarlo antes de saltar a conclusiones.

Se dio la vuelta y subió las escaleras mientras leía, giró bruscamente hacia su dormitorio y se sentó lentamente en la cama, sus ojos escaneando el libro.

Era otro lunes. Eleanora estaba de pie en los pasillos, frente a su casillero. Sacó su libro de Álgebra y lo abrió en su último tema.

Miró alrededor de los pasillos para ver que los Cullen habían desaparecido. Ella arrugó las cejas y pensó: 'Siempre desaparecen cuando hay un buen si'.

Volvió a mirar hacia su libro y suspiró al recordar todas las fórmulas necesarias para su prueba.

Las clases de la mañana pasaron rápidamente, ahora era la hora del almuerzo. Eleanora se sentó sola, como siempre, y miró a su alrededor. Sus ojos se detuvieron en una mesa, "Mis sospechas fueron respondidas". susurró para sí misma.

Vio a Bella mirando hacia la mesa y entrecerró los ojos, "Definitivamente siente algo por Edward". ella murmuró. Miró su comida, que era ensalada de verduras , algo que preparó rápidamente porque todavía estaba leyendo el libro, y se quedó dormida antes de llegar a la mitad.

Sabía que se acercaba un baile, sin embargo, decidió mantenerse al margen. Odiaba las multitudes, explicando por qué no se sienta con nadie y no tiene amigos con quienes hablar, a excepción de Edward.

El resto del día llegó como un borrón. Asistió a clases de arte y nuevamente obtuvo altas calificaciones en su trabajo. En su tiempo libre, empezó a leer Romeo y Julieta. Un clásico, pero transmitió un enorme camión de emociones.

Al día siguiente, los Cullen no aparecieron otra vez. Y ella lo anotó en su mente. Cada vez que sale el sol, los Cullen se esconden.

Ella asintió con la cabeza y anotó sus sospechas mientras se sentaba en el salón. Miró las estanterías llenas de libros y pensó en la estantería que instaló en su dormitorio.

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Perdón por la demora y dejarlas sin actualizar por mucho tiempo, quiero terminar esta historia.

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