xvii. THE VOICES OF THE JEDI

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Logre conectarme a la red con los de la Resistencia. Me senté en la silla de mi escritorio y me acerque el micrófono. Me puse los audífonos para que nadie escuchara que estaba hablando con la Resistencia. 

— Soy Chase Skywalker — dije en vos muy baja — Soy hija de Luke y Livia Skywalker. ¿Alguien puede contestar? 

Silencio. Ni un solo mensaje llegaba. Temía que el mensaje fuera interceptado y cuando parecía haber perdido la esperanza una voz me contestó. Era una voz grave y de mujer. Frunci el seño y volví a escuchar la voz 

— ¿Chase Skywalker? — pregunto la mujer — ¿Mi sobrina? 

Era mi tía Leia.

— ¿Tía? ¿Tía Leia? — dije conmocionada — Tía tengo un plan pero necesito que confíen en mi. Puede que no lo hagan porque estoy con el enemigo. Pero decidí regresar a la luz. Además no soy la única, dos amigas se me unirán e iremos contigo. Voy a enfrentarme contra Snoke y si salgo viva iré con ustedes. Ya es demasiado tarde para salvar a Ben, el ya no existe y lo supe desde que casi me mata. No puedo seguir viviendo aquí sabiendo que en cualquier minuto puede acabar con mi vida.

— Chase, no te dejes vencer por el miedo — dijo mi tía — Confiaré en ti y espero que sobrevivas. Eres fuerte y valiente. Nunca te ha dado miedo nada. 

No sabia si eso era tiempo, solo quería que ganarán tiempo suficiente para que escaparan. Tome mi sable y me lo colgué en la cintura. Sali de mi habitación sin el casco puesto y todos me miraban con temor. Podían pensar mil cosas de mi, pero mala no lo era. Mi madre si lo había sido pero había logrado dejar el Lado Oscuro y yo iba a seguir sus pasos. Iba caminando cuando me tope con Ben y Rey. Mis ojos se llenaron de lagrimas al verla. Rey me sonrió y Ben me tomó de mi brazo. Nos metimos a un ascensor y en cuanto entramos me solté del agarre de Ben. Rey nos miró a ambos y empezó a hablar con Ben. El trataba de ignorarla pero en el fondo ambas sabíamos que Ben le estaba haciendo caso. Las puertas se abrieron y nos encontrábamos en la sala del trono de Snoke. Empecé a caminar con torpeza y cuando Ben se arrodillo yo no lo hize. Snoke movió su mano y mi sable y el de Rey acabaron en su mano. Ya se había dado cuenta que los había traicionado. 

— Chase Skywalker — dijo acercándome a el y lo miré con asco — No mereces ese sable si vas ayudar a la Resistencia — Snoke me acercó a una ventana — La Resistencia está perdiendo y si no te unes a nosotros me temo que tu también perderás y terminaras como ellos. 

— ¡Cállate! — dije apretando los dientes

— ¿Te atreves a decirme cállate?— dijo Snoke haciendo que me elevará en el aire — Yo conecte sus mentes, no fue la Fuerza 

 Mire a Ben y a Rey. Ambos no dijieron nada y Rey me miraba sorprendida. Si me sorprendió bastante la idea de que Snoke hubiera conectado nuestras mentes, empecé a moverme desesperada pero mi cuerpo simplemente no se movía. De repente vi como Snoke hacia lo mismo con Rey y ambas quedamos suspendidas en el aire. 

— Ahora me dirán donde esta Luke Skywalker — dijo Snoke y ninguna de nosotras contestamos 

Entonces sentí como mi cuerpo comenzaba a arder, mejor dicho me dolía todo el cuerpo. Solté un gritito y Rey también comenzó a gritar. Al poco rato la habitación quedó inundada de nuestros gritos. No sabia donde estaba mi padre. Rey era la que sabía y seguramente no se lo iba a decir. Lloraba de dolor y seguía gritando. 

— ¡Esta en la isla de Ahch-To! — exclamó Rey 

Snoke nos dejo caer y me golpe en la cabeza contra el suelo. Respiraba de manera rápida y sentía un ardor casi insoportable en mi cuerpo. Rey se levantó como si nada hubiera pasado. Estiro su brazo y su sable fue hacia ella pero se desvío y le pego en la cabeza. Yo me encontraba muy débil como si me hubiera quitado toda mi energía. Levante mi cabeza y vi a un hombre guapo, con su traje de Jedi y con su cabello rubio rojizo. Sus ojos eran azules y estaba parado junto a Anakin. 

— Tienes que levantarte y luchar Chase — me dijo el hombre — Recuerda la Fuerza estará contigo. Siempre. 

Les sonreí a ambos y Anakin me sonrió también. 

— A veces hay que dejar a un lado el orgullo y hacer lo que se nos pide — dijo Anakin — Usa la Fuerza, Chase, úsala. 

Reuni toda la Fuerza que me quedaba y me logre levantar. Sentí como Snoke me arrodillada y sentí un golpe en la cabeza. Rey estaba igual que yo y ambas quedamos enfrente de Ben. 

— Ahora mi joven aprendiz — dijo Snoke — Mata a las chicas y con eso terminaras tu entrenamiento. 

— No lo hagas — dije llorando al escuchar la orden 

Ben empezó a seguir las órdenes de Snoke. Pero entonces me di cuenta que movía la mano izquierda. Algo estaba haciendo no había duda. Ben prendió su sable y la luz roja estaba muy cerca de nosotras. Entonces de repente escuché como se prendia un segundo sable y mire hacia atrás. El sable de Rey había atravesado a Snoke. Ben movió su mano y el sable de Rey fue hacia ella encendido. Snoke quedó cortado a la mitad y llegó el olor desagradable de carne quemada. Me levante de golpe y estire mi brazo. Mi sable fue hacia mi, encendi el sable y los Caballeros de Re empezaron a atacarnos. Los tres nos juntamos y empezamos a matarlos. Cada quien peleaba con los Caballeros y vi como se veía la batalla de la Resistencia con la Primera Orden. Ya había matado a tres y mire hacia atrás vi como uno de los Caballeros empezaba a estrangular a Ben y fui corriendo. Rey fue hacia ellos y le atravesó el ojo con el sable. Mire a mi alrededor y vi que todo sacaba chispas. Mi ropa estaba rasgada de uno de mis brazos. Sangraba de la frente y me limpie la sangre con una de las mangas. Me acerque a Rey y la ayude a levantarse. Mire a mi alrededor para asegurarme de que ya no hubiera ninguno Caballero y empecé a escuchar una conversación entre Rey y Ben. 

— Únete a mi — dijo Ben 

No había cambiado. Seguía siendo Kylo Ren y mi primo no existía. Tenía razón después de todo. Ben murió y solo había matado a Snoke para ocupar su lugar. Lo miré con tristeza y sabía que por un lado quería tal vez venir con nosotras pero por el otro se quería quedar ahí, en la oscuridad. 

— No puedes estar de los dos lados de la Fuerza. La luz o la oscuridad. Elige uno. — dije mirándolo fijamente — Yo escogí la luz y tu ¿que vas a escoger? 

No me contesto porque el sable de Rey estaba suspendido en el aire. Ese sable me pertenecía a mi o a Ben por la herencia y Rey no tenía ningún parecido con nuestra familia. Ambas levantamos las manos y Ben levantó la suya. Empezamos a usar la Fuerza para que ese sable fuera hacia nosotras. Lo hicimos tan fuerte que el sable empezó a quebrarse y pasó una explosión con una luz cegadora que hizo que quedáramos inconscientes en el suelo. 

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