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Sin ti.

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Carl Grimes

Lleve mis manos a mi rostro, restregándolo y luego peinando mi cabello, para así colocarme mi sombrero. Suspire con pesadez, llevando mi mirada a la mesa de noche donde estaba mi arma la cual recogí y coloqué en mi cinturón. Me detuve un momento para mirar la mesa de noche, me tomo solo un segundo para ser cautivado por esa fotografía en aquel hermoso cuadro. Aquella foto en blanco y negro donde se reflejaba los días pasados, los días en donde solíamos ser felices; en donde estábamos completos como grupo. Los días pasaban, pasaban con lentitud sin saber si seríamos atacados hoy, mañana o pasado. Ante eso no podía conciliar el sueño bien, con temor a un ataque sorpresa, con temor a algo más grande. Frustrado me recosté de la pared observando la fotografía en donde se veía con claridad una gran sonrisa de Aliana, en donde esta miraba a otro lado pero su cuerpo estaba trepado en mi espalda mientras yo la observaba a ella con una sonrisa, la suya me había cautivado en ese momento y recuerdo lo feliz que me sentía, lo enamorado que estaba.

Lleno de frustración deseaba querer arrancarme la cabeza, deseaba llevar mis nudillos hasta la pared y golpearlos hasta que se desangraran, hasta sentir algo más doloroso que el vacío que sentía ante la ausencia de Aliana en Alexandria. No podía dejar de pensar en el día que la volví a ver, en cómo sus ojos verdosos me miraron, en cómo pude ver sus labios rotos y moretones debajo de sus ojos. No podía dejar de pensar en las cosas horrendas que debieron haberle hecho, no podía dejar de sentirme enfadado por no haberme esforzado lo suficiente y hacer que se quedara. Debí haber peleado, debí haberla obligado o seguido, no debí haber permitido que se fuera pero la cobardía ese día me había intimidado, no podía confrontar a la única mujer que me había ablandado, ahora debía aguantar que estuviera lejos de mi. Los meses pasaban y las alternativas se acababan, nadie mencionaba su nombre delante de mi, a veces no se atrevían hablar sobre qué pasaría con ella en mi presencia, sabían cuanto me dolía. Yo había cogido la situación de Aliana de la peor forma, molesto ante su ausencia me había alejado de todo, era como si hubiese vuelto a ser el Carl Grimes de antes pero no quería ser así, quería ser de quien ella se había enamorado.

Los días pasaban, pasaban lentos y odiaba acostumbrarme a su ausencia, incluso dentro de mi sentía molestia ante ella. Estaba molesto, quería razones, quería una explicación del por que ella se había ido, del por qué peleó en contra de nosotros; de mi. Había algo, había algo más allá de sus acciones pero no podía dejar de pensar de forma negativa, me cegaba porque mi mente lograba manejarme y destruirme mentalmente. Lleve mi mano a mi cuello, sentí la textura del oro en mis yemas, apreté con fuerza ese collar. Ese collar que me definía como mi sombrero, una parte de ella estaba conmigo a través de ese collar y me sentía bien cada vez que lo veía o lo tocaba, pues pensaba en ella al igual que cada mañana al despertar, o cada noche al dormir. Le di un delicado beso al collar, mientras que me mantenía mirando aquella hermosa fotografía, dejé de hacerlo en el momento en que mi puerta resonó y pude observar a aquella chica mirarme desde el margen de la puerta, mientras que abajo en la segunda planta de mi casa se escuchaban voces mezcladas, parecía una pelea.

—Ven, Dwight está aquí.—Enid me aviso sobre la visita de nuestro aparentemente aliado, no tarde en asentir para seguir sus pasos.—Hablan sobre atacar a Negan antes de que él nos ataque nuevamente a nosotros, están en desacuerdo.—ella me dio un adelanto de lo que estaba pasando, pues me encontraba ajeno a la situación, al momento en que baje esas escaleras un inmenso silencio se formó pero solo fue instantáneo, pues Dwight al mirarme continuó tan solo con su charla.

—Nathan es un maldito psicópata, Natasha realmente lo es, no has visto lo que ese niño es capaz de hacer.—no entendía la conversación pues a penas acaba de llegar, tan solo me mantuve al margen de la puerta escuchando.

—Peleó en contra de Negan, no en contra de Nathan, de mi hermano.—Natasha hablo con molestia, ella miraba a Dwight fulminante.—Hablas mal de mi hermano, eso deja mucho que decir de ti, tú jugabas en sus mismos papeles; no puedes hablar mucho.—note como Dwight bufo ante la insinuación de Natasha.

—Hay una gran diferencia aquí, que tú misma sangre te da la espalda, a ti y a tu hermana pequeña que la está intentando de trastornar mentalmente.—las palabras defensoras de Dwight habían captado la atención de todos ante lo que había dicho en referencia a Aliana, quien estaba ausente en esta sala como algunos otros más que ya no estaban con nosotros.

—¿Qué quieres decir con eso?—Maggie Greene se dirigió a Dwight, este quien parecía estar algo inquieto, no tardó en sentarse y observar los ojos verdosos de Maggie, mire a mi amiga, la única felicidad en estos momentos me la brindaba ella pues su barriga empezaba a notarse con el tiempo, pronto tendríamos a un nuevo miembro.

—Deben creerme cuando digo que es un maldito psicópata, deben creerme.—pidió Dwight, notando como Natasha parecía molestarse ante las insinuaciones de Nathan Johnson.

—No venimos hablar aquí de mi hermano, venimos a hablar de Negan.—volvió a interferir Natasha, quien se mantenía aún lado de Daryl, observando a Dwight con suma seriedad.

—Tú hermano está en esta guerra contraria a ustedes, tú hermano pelea para Negan y no tendrás opciones para combatirlo, él no se unirá a nosotros no puedo hacer lo que me pediste minutos atrás. No puedo hablar con él sobre esto, me mataría, iría con Negan y le informaría, a él no le tiemblan las manos y no le importa cambiar de bando.—Natasha suspiro frustrada ante la contestación de Dwight, quien se mantendría sentado observándonos a todos.

—Natasha, no podemos hacer nada por Nathan, él está con Negan y sabemos que no va cambiar de opinión.—note como papá se dirigió sus palabras hacia mi amiga, a quien en estos meses la había estado pasando realmente mal ante la ausencia de su hermana.—Si tu hermano realmente estuviera de nuestro lado, él estaría aquí hace mucho con Aliana pero no es así, me cuesta decírtelo pero es la realidad y debemos cueste lo que cueste, pelear.—Natasha bajo la cabeza ante las palabras de papá.

—No voy a pelear en contra de mi hermano, lo siento Rick pero no voy a pelear en esta guerra, no hasta que Nathan esté fuera de esto.—Dwight se levanto con brusquedad del sofá ante las palabras de Natasha, esta quien lo miro fulminante.

—No has visto lo que yo he presenciado, créeme que si la niña estuviera aquí, entenderían; me entenderían.—dijo este, hablándonos a todos pero mirando a Natasha.—Negan sabe las debilidades de las personas, es un hombre que sabe jugar con tu mente, Daryl lo sabe.—Daryl se quedó callado ante el comentario de Dwight.—Pero Nathan es inteligente, es superior y sabe tocar tus puntos débiles, sabe manejarlos y estrujártelos. Manipula a la niña, la manipula y debes ver las cosas horrendas que le ha hecho para que ella siga sus pasos, sus ordenes. Es un bandido.—Dwight suspiró, suspiro profundamente y observando a Natasha nuevamente .—Caleb Martínez fue el hombre a quien acusó de que supuestamente te mato en el accidente, se que te narre sobre eso meses atrás pero no te narre lo suficiente para que entendieras el punto.—dijo Dwight.

—¿Y qué con eso?—pregunto Rosita ante la pausa que emitió Dwight en su narración.

—Caleb era la mano derecha de Nathan., cumplía sus órdenes y siempre estaban juntos al igual que con Jayden. Ese día, los demás salvadores que los acompañaron llegaron con Aliana, la socorrieron y la atendieron. Luego, horas más tarde Nathan llegó con sangre en su cuerpo y se dirigió a Negan, le informó que Caleb había matado a Natasha, que la había dejado tirada en el bosque y le había disparado. Que luego peleó con Caleb a los golpes hasta asfixiarlo y matarlo, le dijimos a sus hermanos exactamente eso para que comprendieran la situación pero la realidad era otra.—decía Dwight mientras todos lo escuchábamos en tensión.—¿Qué no te hace pensar que fue Nathan quien intentó matarte? No me extrañaría que culpara a su amigo, que lo matara y luego actuara como si fuese así.—Natasha se mantuvo en silencio, pensativa al igual que todos los demás en esta habitación.

—Es lógico, puede ser cierto pero no con las pruebas suficientes de que sea cierto.—le respondió Natasha ante lo que Dwight nos contó.

—Créeme lo es, Nathan asesino a su novia con varias apuñaladas, digo; él dijo que ella se suicido apuñalándose en una pelea que tuvieron pero yo no le creí. Era una hermosa chica, se llamaba Sofía. Estaba enamorada de él, se desvivía por él. Me tocó limpiar la escena, botar su cuerpo, fue el día en que los atacamos. Ella aún estaba viva, ella fue quien me dijo que él le hizo eso, que intentó matar a sus hermanas y qué haría más, luego de eso ella murió desangrada pero se que no mentía.—me sentía impresionado ante las palabras de Dwight, ante realizarnos una imagen de Nathan bastante perturbadora.—Eugene me dijo que Nathan en la mañana le pidió una pastilla bastante tóxica, capaz de matarte en diez minutos cuando te la tragues. No le informo para que era pero vio que Nathan le entregó a Sasha una botella de agua con la pastilla, Eugene escucho que Nathan se la dio para que durmiera durante el viaje para que no sintiera miedo en estar en el ataúd, la mato.—Maggie suspiro ante las palabras de Dwight, incluso Rosita abrió los ojos grandemente ante eso.

—Que hijo de puta.—susurró a quien mencione anteriormente, Rosita llevó sus manos a sus rostros y lo tapó, mientras suspira gruesamente.

—No tan solo eso, tengo mas para contar y no me detendré hasta que me creas. El día en que Sasha y Rosita llegaron a nuestras instalaciones, Aliana encontró a Sasha y esta tenía intenciones de llevársela, la iba traer de vuelta. Según Arath, una compañera mía, los encontraron y ahí las capturaron pero antes, Aliana abrió fuego contra Jayden. Eso hizo enfurecer a Nathan, Daryl sabe que ahí hay una pequeña jaula donde tenemos a muchos caminantes amarrados pero con poder para desamarrarse, solemos poner ahí a los prisioneros; a los nuevos, los que logren sobrevivir defendiéndose de ellos son liberados.—explicó Dwight, mientras que Daryl asintió ante eso.—Nathan llegó a Aliana ahí, la dejó dos días tirada, sin armas, indefensa. ¿Qué monstruo le hace eso a una niña?—le pregunto Dwight a Natasha, esta quien tenía sus ojos humedecidos.

—¿Como Negan permitió tal acto?—pregunto Maggie, quien parecía ya inquieta y molesta ante la conversación.—¿Como dejó que ella permaneciera ahí si es solo una niña?—volvió a preguntar.

—Negan fue quien la sacó, Nathan la iba dejar una semana, la iba dejar hasta que Jayden se recuperara. Negan la sacó, Negan no lo permitió, estuvo de acuerdo en tenerla un día pero dos había sido suficiente. Y no lo estoy defendiendo, solo diga la realidad, aunque para mi es igual de monstruo que él muchacho.—dijo este.—Y sin olvidar que ayer, Aliana le disparó a Nathan, le dio en el brazo; lo hirió. Lo hizo porque Nathan la obligó a matar a dos prisioneros inocentes que se escaparon, así que me disculpas si en esta guerra asesino por accidente a tu hermano.—Dwight miro fijamente a Natasha quien derramaba lágrimas ante las narraciones de este quien parecía calmado y seguido de lo que decía.

—Quien sea que toque a mi hermano, lo voy a matar.—dijo ella, limpiando sus lágrimas y acercándose desafiante a Dwight.

—Debemos sacarla lo antes posible, Rick.—asentí ante las palabras de Michonne a papá quien no había hablado, no había dicho ni una sola palabra ante lo que estaban narrando; el parecía estar aturdido.—Debemos hacer algo cauteloso sin que la usen en nuestra contra o lo hagan daño.—añadió Michonne.

—No es tan fácil pensarlo y planearlo, lo difícil es actuar.—musitó papá en la conversación, mientras que me sentía agobiado ante tantas palabras, ante tanto nombrar a Aliana, sentía que debía obtener aire.—Si hacemos una mala jugada podemos perder más de lo que hemos perdido, incluso a ella.—añadió papá a su comentario anterior.

—Hagamos un intercambio, hagamos que secuestramos a Dwight, podemos hacer que nos la devuelvan.—todos miraron a Tara, aunque parecía ser un buen plan no era así de sencillo.

—La niña se intentó de suicidar, si sigue Nathan y Negan con los patrones de abusos físicos y mentales, no tardará en volverlo hacer. Puedo ayudarles desde adentro pero ustedes deben hacer los movimientos desde afuera si quieren sacarle de ahí.—Dwight había puesto a todas en la sala de mi casa en silencio.

Me sentí lleno de impotencia, ahora más que nunca yo sentía que debía tomar aire ante esa confesión que había arruinado el ambiente en mi hogar. Los rostros de mis compañeros apenados ante la situación se reflejaron, notando como todos parecían procesar lo que él había dicho. Todo mi peso estaba recostado de la pared, notando las expresiones de todos y como lo procesaban. Aunque mi vista estaba puesta en cómo Maggie tapaba su rostro y parecía estar intentando procesarlo a su forma, papá junto a Michonne tenían sus manos entrelazadas con fuerza y los ojos azules de quien había heredado me miraban, papá me miraba apenado ante lo que tuve que escuchar. No quería imaginarme en mi cabeza ese momento, era un tema sensible pues ella había querido atentar contra su vida. Me costaba incluso creerlo, ella era fuerte, ella no era así; era valiente, aguantaba todo. Sentía tanta impotencia que sentía esas ansias de llorar, unas grandes ganas que tuve que aguantar.

La copa que había derramada el vaso fue cuando Natasha tan solo soltó la mano de Daryl, y esta con lágrimas en los ojos se abrió paso de Carol y Morgan, quienes estaban cerca de la puerta para salir, y esta tan solo dejó la reunión. El ambiente se llenó de tristeza e incluso de molestia ante la poca sensibilidad que Dwight demostró en un tema tan sensible como ese. Pude observar y mantenerme en silencio como Jesús se sentaba aún lado de Maggie y acariciaba su espalda, yo daría lo que fuera para que esta mujer no sufriera más de lo que ha sufrido. Todos parecían procesar el tema, respetar la sensibilidad de los demás pero yo tan solo quería aislarme, quería alejarme. Con cuidado pase por el lado de Morgan y Carol, notando como todos me miraban, como todos tan solo se quedaron detenidos observando cómo salía de la casa. Entristecido por la situación, a lo lejos pude observar a Natasha parada en medio de la calle, estaba de espalda, así que no tarde en acercarme ante esa gran amiga especial para mi.

Camine lentamente hacia ella, observando el cielo nublado, observando cómo el ambiente se había sincronizado con lo que estábamos sintiendo. Escuche la puerta de mi casa abrirse nuevamente, mire atrás, notando la presencia de Daryl y cómo este me miro, le asentí; dándole una referencia que me quedaría con ella. Note como este me asintió nuevamente en forma de agradecimiento, vi cómo nuevamente entro a mi casa y me dio espacio con mi amiga. Me acerqué a ella, observando cómo estaba cruzada de brazos, como sus mejillas estaban enrojecidas y como sus lágrimas bajaban a moco tendido. Me sentí mal en verla así, era difícil ponerse en su lugar, ella realmente la había pasado mal en estos últimos tiempos. Me acerqué a ella, y no tarde en abrazarla, sintiendo como ella me abrazo y tan solo, sollozaba. Sentía mi alma estrujarse ante sus sollozos, unos sollozos que se calmaron ante mi consuelo, esto me hizo recordar la gran amistad y conexión que tenía con Maggie Greene, a quien quería como una madre para mi pues siempre me cuido. Me mantuve cerca de Natasha con esas ansias de llorar pero tan solo respete su dolor y no lo mezclé con el mío, mientras que a lo lejos en el balcón de mi casa pude observar a Enid mirándonos.

• • •

Tape el cuerpo de mi hermana con su pequeña manta color rosada, la noche había caído y Judith ante la oscuridad después de un buen baño, acompañado de un buen biberón, ella caía rendida del cansancio. Acaricie su cabello dorado, ese cabello ondulado y hermoso, era tan suave que al acariciarlo ella tan solo se embobaba. La presencia de mi hermana me daba tranquilidad, ella era una gran responsabilidad para mi. Con el transcurso del tiempo aprendía mucho más de ella, la visualizaba en un futuro como alguien bondadosa, como alguien sociable y llena de optimismo, no me sorprenderían que la entraran para sobrevivir. Me la imaginaba curiosa queriendo tener miles de aventuras afuera de estos muros, no podía imaginarme un futuro en donde ella fuera feliz en esta horrible realidad. Lleve mis labios a su frente, dándole un corto beso, repite la acción una vez más, ese beso era de parte de quien la había tenido en su barriga y quien deseó conocerla con ansias, con tantas ansias que nunca pudo disfrutarla. Pensaba en lo difícil que era ver a Judith crecer sin una figura maternal.

Días como hoy pensaba en mi mamá, pensaba en ella todos los días pero en estos días donde la tristeza me agobiaba, la extrañaba más que nunca. Dejé la luz encendida de Judith, una luz que aclaraba un poco su habitación. Como de costumbre dejé su puerta media abierta, dejaba la mía de igual forma en caso de que ella llorara y no pudiera escucharla si la mantenía cerrada. Mire a la puerta delante de mi, me llevaba a la habitación de papá, esta puerta estaba media abierta donde pude visualizar a Michonne estar profundamente dormida pero no a mi papá. Aclare mis dudas cuando escuche un ruido provenir de la planta baja, de la cocina. No tarde sigilosamente en bajar las escaleras, viendo la luz de la cocina encendida y como mi papá estaba sentado en una de las sillas comiéndose un trozo de pan, alrededor había un plato con aparentemente unas frutas, unas frutas frescas que nos habían traído del reino. Note también un vaso de jugo de china, el cual era el favorito de mi papá. Al entrar a la cocina mi papá noto mi presencia, este estaba sin camisa como de costumbre y con un pantalón con una tela suave para dormir, bastante largo. Le sonreí y tan solo me dirigí a la silla que estaba frente a él para sentarme a su lado, quería acompañarlo.

—Las frutas era para el desayuno, papá.—le dije, mientras que metí en mi boca una de las frutas que su plato brindaba, este con una sonrisa se encogió de hombros.

—Debo mantenerme saludable en todo momento.—sonreír ante su respuesta, observando cómo este me pasaba de su vaso con jugo, el cual no tarde en aceptar y dar un sorbo.—¿No puedes dormir?—me pregunto, asentí.

—Dormía a Judith y se tardo mucho esta vez pero ya está dormida, le di su biberón como siempre y mañana cuando despierte su hay de las frutas es lo que desayunará.—le dije a este, quien no tardo en sonreír metiéndose una fruta a la boca.

—Si es que quedan en la mañana, Michonne no las vio cuando Morgan me las dio.—negué ante su comentario, él sabía cuánto Michonne amaba las frutas y eran injusto que se las acabara él solo.—¿Estás bien?—me pregunto al ver cómo me quedé callado.—Carl, sabes que puedes hablar conmigo, lo que sea hijo.—asentí ante lo que me comento, yo sabía que podía ser así.

—Estoy preocupado por ella, tengo miedo.—le confesé, este no tardó en dejar las frutas aún lado, ambos parados mirándonos fijamente.—No tengo duda de que Negan sea un monstruo papá pero todo puede cambiar, puede haber paz y quiero paz para todos, quisiera no tener que pelear.—le dije, este algo frustrado me observo.

—Sabes que no puede ser así, sabes que debemos pelear, Carl.—me respondió él.—Aliana es fuerte, lo sé, ella lo es. Voy hacer lo posible por sacarla de ahí, lo voy hacer Carl pero tomará tiempo y sé que ella será paciente, tú debes serlo.—suspire ante sus palabras, tener paciencia era muy difícil para mí y él lo sabía.

—¿Y si muere?—le pregunté con temor en mis palabras.—Papá, no quiero que la lastimen, no quiero que le hagan daño. Una de las razones por la cual no quiero que esta guerra continúe es por temor a perderla, a perder a alguien más, debe haber algo que los detenga.—veía como él me escuchaba con atención, como me prestaba toda la atención del mundo ante mi desahogo.

—Carl, a veces debemos arriesgarnos a cosas que no deseamos con tal de obtener algo que no tenemos, aunque quizás esto puede costar algo que nos duela. Si no acabamos esto, las otras comunidades no tendrán su libertad, nosotros tampoco. No quiero que tú y Judith crezcan en esto, crezcan en una pequeña cárcel en donde deben restringirse a ciertas cosas por vivir en las órdenes de un hombre que solo quiere tener el poder del mundo. Negan está cegado con el liderazgo, con que todo esté bajo a su mando y debemos acabar eso.—me dijo papá pero tan solo negué.

—Podemos hacerlo papá pero no tenemos que llevar a tanta gente a la muerte, podemos darle una opción, una salida.—le aconseje, notando como él no parecía concordar con lo que yo decía.

—Carl, él no nos dio ninguna alternativa ni salida.—suspiro.—Hijo, se que no quieres esto, yo tampoco y me cuesta hacerlo pero te prometo que cuando acabe todo será diferente. Es una promesa que cumpliré para ti, para tu hermana, incluso para Aliana porque son ustedes quienes crecerán aquí y son ustedes quienes están pagando las consecuencias de algo que no tienen culpa. Todo lo que hago y hecho es por ti Carl, por tu hermana. Todo los sacrificios y decisiones que he hecho, que me han llevado a perder amigos es con tal de levantarme cada día, cada mañana y verte ahí aún lado de mi, Carl.—note en sus palabras la sinceridad, el amor que mi papá tenía era más fuerte que cualquier cosa y pude notarlo.—Por eso te prometo que cuando todo esto acabe, este mundo será tuyo, Alexandria es tu escenario y te prometo que Aliana estará en casa, sana y salva.—no tarde en mirar a mi papá con una sonrisa reconfortante, sintiendo su mano tocar la mía con fuerza, deseaba que estos momentos duraran para siempre.

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