—¿Es que no saben con quién están tratando? —Pregunté en un desespero de soltarme de su agarre.— ¡Si no quieren ser despedidos será mejor que me suelten!

—Sólo acatamos órdenes del Vicepresidente Jeon

Los miré con incredulidad mientras los tres mastodontes se encargaban de arrastrarme hacía la oficina de Jungkook, había pasado ya un mes y tomé la decisión que por ningún motivo viajaría junto a todos mis empleados por ese estúpido evento por lo que decidí tomar un vuelo a Toronto un día antes de lo planeado pero Jeon se había enterado de alguna forma y fui interceptado por sus guardaespaldas en el aeropuerto. Al entrar a su oficina me esperaba con una sonrisa cómodamente sentado sobre su silla.

—Está bien chicos —Dijo.— Hicieron un gran trabajo pueden retirarse

Los tres hombres salieron dejándonos solos.

—¿Estás loco? —Gruñí.— ¿Cómo pudiste pedirle a tus hombres que..?

—Tenía que hacer lo que fuera para que no intentaras escapar —Respondió encogiéndose de hombros tomando asiento en el sofá.— No fue tan malo

—¿Qué no fue tan malo? ¡Debiste ver la vergüenza por la que me hicieron pasar en el aeropuerto!

—¿Vergüenza?

—Uno me cargó tal cual protagonista de una estúpida novela cliché —Jungkook me miró sin entender.— Como un costal de papas, idiota

—Lo siento, ya me he encargado de hacer las reservaciones aún si no estás de acuerdo deberás hacerlo. Además esta es una buena excusa para que la secretaria Kim finalmente decida perdonarte, ella siempre ha sido la más emocionada por este evento después de todo

¿Le emociona?

Después de nuestra discusión ella no se había dignado en dirigirme la palabra para algo que no tuviera que ver con el trabajo, intenté disculparme con ella por mi comportamiento pero ella buscaba cualquier pretexto para escaparse de mi pero si con esto ella finalmente decidía perdonarme probablemente yo...

—Aquí tiene señor Park —Dijo Manoban depositando un té frente a mi.— ¿Necesita algo más señor Jeon?

—Nada —Dijo seco.— Permanece aquí

No era un experto en relaciones pero estaba seguro de que algo había pasado entre ellos dos para que Jungkook actuara con su secretaria con frialdad.

—Reserve un hotel para todos cerca de las Cataratas del Niágara

—¿Cataratas del Niágara?

—Así es, sé que probablemente les gustará a todos pero además de ello programé otras actividades. La secretaria Manoban los acompañará en este viaje

O tal vez no...

—¿Qué? —Dijo sorprendida.— ¡Por supuesto que no, mi deber es permanecer a su lado!

¿O si?

—Señorita Manoban —Jungkook la miró con frialdad.— No sé lo estoy preguntando, le estoy avisando que usted también irá ¿De acuerdo? Así que asegúrese de hacer su maleta para mañana

Si, definitivamente había sucedido algo...

—Si señor Jeon.

Después de eso salió de la oficina azotando la puerta, Jungkook soltó un suspiro mientras se pasaba las manos por la cara con frustración.

—Puedo ver que no eres el único con problemas —Sonreí.— ¿Qué sucedió? Hace un mes estabas perdidamente enamorado de ella y ahora le hablas con una frialdad que podría congelar a todo Corea

—No sucedió nada relevante, simplemente entendí que ella no valía la pena —Jungkook me miró con tristeza.— Tenías razón en todo.

[...]

Mi vista se quedó clavada en mis maletas ¿Realmente iba a hacer esto? La respuesta era sí, tenía una reunión muy importante con el señor Garber, le había prometido que nos reuniríamos.

—¿Le sirvo el desayuno señor?

—Si, por favor

La señora Wang asintió y me dió la espalda para ingresar a la cocina, con algo de nerviosismo me senté sobre una silla mientras intentaba formular las palabras.

—¿Señora Wang? —Ella prestó atención.— ¿Puedo preguntarle algo?

—Por supuesto señor

—Supongamos que una persona cometió un error y la otra persona se molestó tanto que dejó de hablarle —Dije intentado no tartamudear.— Él intentó hablar con ella muchas veces pero no funcionó ¿Cómo debería esa persona disculparse para que ella lo perdone por su error?

La señora Wang me miró con asombro y después me sonrió.

—No es algo de mucha ciencia señor —Dijo.— Simplemente debe disculparse de corazón, que esa persona vea que realmente es usted sincero y no sólo por obligación... Una disculpa que toque su corazón

Todo el camino al aeropuerto estuve pensando en las palabras de la señora Wang ¿Una disculpa que toque su corazón? Qué mierda se supone que significaba eso. Absolutamente todos incluyendo a la secretaria de Jungkook se encontraban esperando a mi llegada con una enorme sonrisa dibujada en su cara, segundos después me di cuenta que Haerin aún no llegaba, nuestro vuelo salía a las nueve y quedaban sólo 10 minutos.

—¿Dónde está su amiga? —Pregunté molesto.— Perderemos el vuelo por su culpa

—No lo sé señor, llamé varias veces a su celular pero no me responde

—¡Hola! —Escuchamos que gritaron.— ¡Lo siento!

—¿No eres consciente? Perderemos el vuelo por su culpa —Y ahí iba una vez más.— ¿Para qué carajos tiene un celular si no va a contestarlo?

—No es porque no quisiera, tuve un accidente y me quedé sin uno

—Como sea, hay que darnos prisa si no quieren perder el avión

Finalmente el vuelo fue como cualquier otro tomé mis pastillas y me perdí en el sueño, realmente odiaba los aviones pero tenía que superarlo cuando debía viajar a muchos lugares. Nuestro avión aterrizó en el aeropuerto de Toronto a las 10 de la mañana después eso hicimos un recorrido de una hora más en taxi hasta llegar al hotel dónde Jungkook había hecho las reservaciones.

—¡Wow! —Exclamó Jae Rim con asombro.— ¿Éste es nuestro hotel?

—Nunca antes me había hospedado en un hotel —Dijo Soo Hyang dando saltitos.— El Vicepresidente Jeon es una persona maravillosa

—Suficiente —Los callé.— Podrán verlo mejor mañana, será mejor que entremos, la secretaria Kim y yo debemos levantarnos muy temprano mañana

—El señor Park tiene razón —Dijo Dong Yeon.— Ya es muy tarde.

Todos asintieron con la cabeza y comenzaron a ingresar, antes de que Haerin pudiera entrar la sujeté de la muñeca sorprendiendo la.

—¿Qué sucede?

—¿Podemos hablar?

—Señor Park...

—¡Lo siento! —Grité interrumpiendo la.— Soy un jodido estúpido, nunca debí haberla tratado de esa forma

En este momento podía sentir como mi cara, incluído mis orejas se coloreaban de rojo. Nunca antes me había disculpado con alguien. Sin importarme invadir su espacio personal, me acerqué a ella acariciando sus mejillas.

—Tengo un temperamento muy explosivo y cuando me enfado suelo desquitarme con cualquier —Ella no hacía más que prestar atención.— Pero nunca me puse a pensar en sus sentimientos, tiene razón, debí agradecerle por haber estado a mi lado estos años soportando este carácter de mierda. Tú eres la única persona con la que yo puedo sentirme seguro, la única en la que puedo confiar y la única persona que me hace sentir tranquilo y no me gustaría que por mis estupideces decidieras dejarme. Sin ti yo me sentiría incómodo y perdido... Por favor discúlpame, no puedo soportar seguir así, detesto la indiferencia con la que me tratas yo...

Antes de poder continuar Haerin se echó a reír, ese acto me sorprendió y me molestó al mismo tiempo ¿Se estaba burlando de mi? Me había costado mucho pronunciar estas palabras para que ella se estuviera riendo en mi cara.

—¿Le parece esto gracioso?

—No, lo siento —Dijo posando sus manos sobre las mías.— Es que nunca me lo imaginé disculpándose con alguien... Me hizo feliz

—Entonces.. ¿Estamos bien?

—¡Por supuesto!

Aún sin alejarme le sonreí, bajo la luz de la luna se veía increíblemente hermosa. Nunca antes lo había mencionado pero amaba esos labios suyos, tenía una boca chiquita y rosada que me recordaba a las muñecas y sin poder darme cuenta me fui acercando a ella lentamente hasta que sentí como nuestras respiraciones se mezclaban.. Quería besarla, iba a besarla..

—¿Qué están haciendo todavía afuera? —Escuchamos la voz de Myung Hoon y nos separamos rápidamente.— ¡Necesitamos que venga señor Park!

—De... Deberíamos entrar señor —Dijo Haerin sonrojada.

—Si... Entremos

Y ahora me había quedado con las ganas de ese beso

A partir de aquí se vine lo bueno señores :)