✦┆O46: Haerin

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—Tengo que irme.

—Quedate un poco más conmigo —Murmuro con un lindo puchero.— Me gusta estar contigo.

—Debo llevar a Haneul con su madre, nos veremos más tarde en la cena.

Jimin jalo de mi muñeca obligandome a sentarme a horcajadas sobre sus piernas haciéndonos sonreír a ambos.

—Duerme conmigo esta noche.

—¿Solo dormir?

—Podemos a hacer algo más que eso si lo deseas —Susurro sobre mis labios.— Tenemos toda la maldita noche para hacer lo que quieras.

Nuestro labios se unieron en un beso para nada inocente, sus manos recorrieron mi cuerpo hasta apretar mi trasero atrayendo me más a su pene que ya se encontraba semi erecto.

—¿Tan rápido Park?

—Tú me pones así —Jadeo.— Eres una tentación andante.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro al mismo tiempo que una idea se cruzó por mi cabeza, moví mis caderas de adelante hacia atrás sobre el pene de Jimin haciéndolo jadear.

—Mierda —Dijo echando su cabeza hacia atrás.— Eso se siente bien.

—¿Te gusta?

No hubo la necesidad de una respuesta, el sólo ver su rostro me hacía saber que no solo le gustaba si no que estaba encantando le al igual que mi. Jimin tenía la respiración agitada y las mejillas sonrojadas y yo podía sentir mis pezones se apretaban contra mi blusa y como mi sexo se empapaba al sentir la dureza de mi sexy novio.

—Demonios, no te detengas.

—No tengo pensado hacerlo —Lleve mis labios hasta su cuello saboreandolo.— Te deseo...

Nuestra nube de lujuria se vió rota con un mensaje entrante de mi cuñada donde me preguntaba si ya estaba en camino, con teléfono en mano me aleje de Jimin.

—¿Qué haces? —Dijo con voz ronca.

—Enserio tengo que irme a casa.

—¿Vas a dejarme así? —Señalo el enorme bulto en sus pantalones.— No podrías ser tan malvada.

—Lo siento —Deje un casto beso sobre sus labios.— Tendrás que resolverlo tu mismo.

Corrí hacia la habitación de Jimin donde Haneul yacía dormida sobre la cama, segundos después bajamos encontrando a mi novio con el ceño fruncido claramente molesto.

—Voy a tener que darme una ducha fría —Gruño.— Sabes que lo detesto

—Nos veremos en unas horas —Rei.— Te amo.


[...]


Jimin nos recogió en su Mercedes a las ocho en punto ya cuando todos nos encontrábamos formalmente vestidos. La señora Park se había encargado de hacer una reservación en uno de los lugares más caros en la ciudad, Paradise Restaurant tenía toda clase de platillos deliciosos que ni con meses de salario podría pagar.

El señor y señora Park ya nos esperaban en una de las mesas del fondo que tenía un hermosa vista en la venta, Jimin como todo un caballero corrió una silla para mi y para Hyun Joo.

—A pasado tanto tiempo —Dijo Ji Kyun.— ¿Cómo le está yendo en Busan?

—De maravilla —Rio mi padre.— Disfrutando de la tranquilidad después de servir para mi país durante varios años.

—Y ahora su hijo está siguiendo sus pasos.

—Min Ki es el orgullo de la familia —Asentí ante su comentario.— Y mi linda hija es la reina de la casa.

—Debió sorprenderse con la noticia de ellos saliendo, para nosotros nunca fue una sorpresa ¿cierto cariño? —El padre de Jimin pronunció en débil si.— Realmente estuve deseando por verlos juntos.

—No fue una sorpresa tan grande. Ya me lo venía imaginando con todas las veces en las que su hijo durmió en el departamento de la mía.

Todos miramos a mi padre con sorpresa, no podía creer que había dicho algo como eso, la señora Park miró a Jimin y a mi con diversión y yo sentí como mi rostro se ponía colorado.

La cena transcurrió como cualquier otra, mi padres y los de Jimin conversaban animadamente sobre toda clase de hazañas de su juventud mientras que mi cuñada se encargaba de mantener a la pequeña Haneul quieta, estaba bebiendo de mi copa de champagne cuando sentí la áspera mano de Park sobre mi pierna dirigí mi mirada hacia él de manera interrogatoria pero solo se limitó a sonreír.

—Tienes que ser una niña buena y permanecer quieta Haneul.

—Pero quiero ir a casa mamá —Dijo con un puchero.— Estoy aburrida, tengo muchas cosas importantes que hacer.

—¿Qué cosas importantes tendría que hacer una niña de sólo cinco años? —Reí.

—Ver la repetición de los capítulos de Dragon Ball.

—Lo has visto un millón de veces —Dijo mi cuñada poniendo los ojos en blanco.— Min Ki no debió enseñarte eso.

Estaba a punto de decir algo si no fuera por la juguetona mano de Jimin que se movía de arriba hacia abajo en mi pierna haciéndome estremecer.

—¿Que estás haciendo?

—No estoy haciendo nada —Fingió inocencia.

—No mientas —Susurre.— Esto es algo más que nada.

—Esta bien, lo confieso, esto es más que una simple caricia —Jimin me miró con lujuria tocando finalmente mi sexo haciéndome jadear.— Esta es mi venganza.

—No podemos hacer esto aquí Park.

—Entonces deberías ser silenciosa.

Jimin hizo de lado mis bragas para poder tocarme mejor, ahogué un gemido cuando sus dedos tocaron mi clítoris. Iba a matarlo por hacerme esto, no podía creer que estuviera tocandome bajo la mesa, sujeté con fuerza el mantel intentando no gemir con fuerza para no ser descubiertos pero era realmente imposible cuando sus dedos se movían ágilmente dentro de mi.

—Estás mojada —Susurro con voz ronca en mi oído.— Y tan lista para mi.

Demonios, si que lo estaba pero con una mierda que no podíamos hacer esto aquí. Mordí mi labios con fuerza callando mis gemidos, Jimin alejo sus dedos de mi sexo en cuando mi padre hablo

—Creo que deberíamos irnos antes de que la pequeña Haneul se ponga como loca

—Estoy de acuerdo —Dijo Ji Kyun.— Ya es algo tarde

—¿Haerin, estás bien?

—S-si... Estoy bien Hyun Joo

Jimin se ofreció a llevar a mi padre a mi departamento pero él se negó con seriedad, me sentí un poco avergonzada cuando le dije que dormiría en la casa de Park está noche, él se limitó a responder un bien antes de entrar en el taxi


[...]

La lengua de Jimin se apoderó de la mía y sus manos se aferraron a mi cintura mientras caminabamos torpemente hacia la sala. Mis manos se aferraron a su camisa rompiéndola causando que los botones salieran disparados contra el piso.

Jimin me dejó caer sobre el sofá devorando mi cuello haciéndome jadear, llevé mis manos hacia el bulto en sus pantalones y el soltó un gruñido en mi oído que elevo mi excitación

—Tomame ahora

—Tus deseos son órdenes

Escuche el tono de mi teléfono pero  lo ignoramos, rápidamente desabrocho sus pantalones y se deshizo del boxer arrojandolos al piso para después quitarme el molesto vestido. Colocándose el condón entró en mi de una sola estocada, mi teléfono sonó unas dos veces más

—Deberia... Responder

—Me parece bien —Gimio pasandome el teléfono sin dejar de mecer sus caderas.— Contesta

—Eres tan... —Solo esperaba que mi voz no se escuchara extraña.— ¿Di-diga?

—¿Kim Haerin?

—S-si, ella habla

—Ha pasado tanto tiempo —Dijo la voz masculina en la otra línea.— ¿Cómo has estado?

Un extraño sentimientos se instalo en mi estómago, empujé a Jimin fuera de mi mientras me miraba confundido y yo intentaba pronunciar las palabras

—¿Quién... habla?

—Creí que reconocerias mi voz —Rio.— Soy Kim Taehyung

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