Eran extraños e inusuales los momentos en los que se percibía alguna emoción negativa de Meredith en casa, Jasper siempre se aseguraba de que su sobrina estuviera bien, podía bloquear las emociones de sus hermanos y sólo centrarse en ella. Por esa razón siempre sabía si estaba triste, feliz, enojada, confundida, asustada incluso cuando no estaban en la misma habitación.
Aquella tarde Jasper dejó su libro de lado en el sillón antes de usar su velocidad sobrehumana para ir a la habitación de Meredith.

Estando sólo ellos en casa, las emociones de los otros no intervenían en las de ella, así que podía estar al pendiente de ella sin ningún problema. Jasper abrió la puerta para encontrar a su pequeña sobrina despertando de su siesta, frotaba sus ojos con ambas manos y no se había percatado de su presencia.

"Meredith. ¿Estás bien cariño?", preguntó Jasper acercándose lentamente a ella para sentarse en la cama individual que Esme había comprado para ella.

"Tuve una pesadilla", le respondió ella con un pequeño puchero y Jasper dejó que ella se acomodara en su pecho mientras usaba su don para calmarla.

"¿Quieres hablar de ello?", preguntó el vampiro suavemente mientras acariciaba su espalda con calma.

"Soñé con un hombre muy alto y fuerte", comenzó a explicar ella. "Tenía cabello la'go y uhm ojos llojos"

Jasper se tensó en su lugar sin querer alterarla por su reacción.

"E'ha muy muy malo tío Jazz, quehia haceme daño", le dice ella suavemente abrazandolo para ocultarse en su pecho.

"Sólo fue un sueño cariño. Estás a salvo aquí en casa", le aseguró él viendo a la ventana. "No dejaré que nadie te haga daño, jamás"

Meredith levantó su cabeza para encontrarse con los ojos dorados de su tío.

"¿Pometes?", preguntó ella alzando su meñique dejándolo en el aire.

" Lo prometo", dijo él entrelazando su meñique con el de ella dándole la mejor de sus sonrisas.

El resto de la tarde, Jasper no dejó sola a Meredith en ningún momento, ni siquiera cuando todos los demás llegaron a casa.

"¿Cómo es posible que Meredith sepa de los nómadas?", preguntó Esme viendo cómo Alice y ella coloreaban en la sala mientras veían una película.

"No lo se. Pero ella estaba realmente asustada", les dice Jasper acercándose a dejar una pequeña caja de jugo junto a Meredith.

"Ellos no han estado en nuestro territorio así que no creo que sea algo que ella haya visto en realidad..", explica Carlisle suavemente viendo a sus hijos preocupados.

"Tal vez debamos empezar a buscar una bruja que pueda ayudar a Meredith...", dice Rosalie con una sonrisa torcida.

"No sabemos nada de su vida anterior Rose. Ni siquiera sabemos si la mujer que la llevaba ese día en realidad era su madre.."

"Muy bien entonces sólo hay que estar alertas y no dejar a Meredith sola, al menos dos de nosotros se deben de quedar con ella en casa", dijo Carlisle a sus hijos. Todos aceptaron eso por supuesto ninguno se opuso a cuidar de ella.

"Se acerca una tormenta eléctrica..", dice Alice sin dejar de ver el dibujo.

Emmett sonríe y frota sus manos riendo suavemente.

"Bien. Estoy listo para patear todos sus traseros", admite Emmett a sus hermanos, esposa y padres.

"Oh bien. Yo jugaré en el equipo de mi solecito y no tienes oportunidad contra ella", presume Alice dejando un beso en la mejilla de Meredith

"Es injusto! Es mi hija! Ella está en mi equipo!"

"Ustedes dos. Meredith no puede jugar béisbol, aún es muy pequeña así que se quedara conmigo", dijo Esme con una sonrisa. "¿Por qué no invitas a Bella?", preguntó Esme mirado a Edward y él asintió con la cabeza.

"Muy bien solecito. Vamos a cambiarte de ropa!", dice Alice poniéndose de pie para tomar la mano de Meredith e ir escaleras arriba. " Sería bueno que todos lo hicieran", dice la chica con una sonrisa sin mirarlos.

Unos 5 minutos bastaron para que todos estuvieran listos. Meredith bajó junto con Alice usando unos jeans con una playera fajada de béisbol color blanca, una playera térmica de manga larga zolor azul y un chaleco, además de una gorrita color azul con una M en el centro de esta que Emmett se encargó de colocar al revés así como el usualmente la usaba.

"Muy bien. Vamos pequeño patito", dijo Emmett tomándola sin esfuerzo de su chaleco.

"Emmett no la cargues como si fuera una maleta!", regañó Rosalie a su esposo mientras escuchaba a Meredith reír.

Al final Meredith se fue en los hombros de su papá hasta el campo mientras cantaba la canción de tierra de osos en su camino.
Meredith nunca había entendido el juego, ella sólo disfrutaba de ver a su tío Jasper y a su papá jugar en la sala y romper objetos varios, pero ahora estaba por verlo todo completamente como ellos lo hacían. Sólo bastaron unos minutos más para que el jeep de Emmett se estacionara en el campo, Edward y Bella salieron de este y se acercaron.

"Bella! Que bueno que llegaron! Te quedaras conmigo y con Meredith", dijo Esme y Bella vio como en ese momento Emmett se acercaba con Meredith en sus hombros mientras la pequeña cubría los ojos de su padre.

"Ella cree que hacemos trampa", dice Emmett antes de quitar a Meredith de sus hombros y dejar un sonoro beso en su mejilla antes de bajarla al suelo.

"Lo hacen papi", admite Meredith y Emmett la mira arquea do una ceja.

"No nos ayudes princesa", pide el hombre antes de guiñar le un ojo a la niña.

"Hola Bella!!", saluda Meredith emocionada yendo hasta ella, Bella no esperaba que Meredith se acercara a darle un abrazo pero sin duda no lo rechazó.

"Hola Mer", saluda Bella de regreso con una sonrisa agachandose para poder responder a su abrazo.

Entonces el juego comenzó, Meredith juró que se mareaba al ver los puntos de color blanco avanzar por el campo a toda velocidad, los truenos realmente parecían no molestarla pero cada vez que sonaban se aferraba a la pierna de Bella quien era la más cercana a ella y la castaña ponía su mano en su hombro para abrazarla a ella.

Fue un momento que Meredith no pudo describir correctamente. ¿Qué estaba pasando? Se preguntó en cuanto vio cómo su tía Alice se quedaba viendo a la nada y cómo les decía a todos que de detuvieran. La pequeña vio cómo Edward se acercaba rápidamente a ellas, él la había tomado en sus brazos y con su otra mano tomó a Bella.

"¿Qué pasa, Alice?", le preguntó Carlisle a su vez con voz tranquila, cargada de autoridad.

"Viajan mucho más rápido de lo que pensaba. Creo que me he equivocado en eso", murmuró. Jasper se inclinó sobre ella con ademán protector.

"¿Qué es lo que ha cambiado?", le preguntó.

"Nos han oído jugar y han cambiado de dirección" señaló, contrita, como si se sintiera responsable de lo que fuera que la había asustado.

Siete pares de rápidos ojos se posaron en Bella y después miraron a Meredith completamente asustados.

" ¿Cuánto tardarán en llegar?" inquirió Carlisle, volviéndose hacia Edward.
Una mirada de intensa concentración cruzó por su rostro y respondió con gesto contrariado:

"Menos de cinco minutos. Vienen corriendo, quieren jugar"

"¿Pueden hacerlo?", le preguntó Carlisle, mientras sus ojos se posaban sobre ellas brevemente.

"No, con carga, no", resumió él. "Además, lo que menos necesitamos es que capten el olor y comiencen la caza.

" ¿Cuántos son?", preguntó Emmett a Alice.

" Tres ", contestó con laconismo.
" ¡Tres! ", exclamó Emmett con tono de mofa. Flexionó los músculos de acero de sus imponentes brazos."Dejenlos que vengan"

Pero Rosalie lo miró con severidad, la rubia quiso matarlo en ese momento, ¿Cómo se le ocurría?

"No iniciaras una pelea con ellos frente a Meredith", advirtió la rubia con recelo.

Carlisle lo consideró durante una fracción de segundo que pareció más larga de lo que fue en realidad. Sólo Emmett parecía impasible; el resto miraba fijamente el rostro de Carlisle con los ojos llenos de ansiedad.

Nos limitaremos a seguir jugando -anunció finalmente Carlisle con tono frío y desapasionado. "Alice dijo que sólo sentían curiosidad"

Pronunció las dos frases en un torrente de palabras que duró unos segundos escasos.

"Fue una terrible idea el haber venido", murmuró Rosalie aferrando a Meredith a su pecho, Emmett se colocó a su lado.

"Princesa", llamó Emmett y ella posó sus ojos en su padre. "Sólo mantente en silencio. ¿Si? No hagas ningún ruido", pidió Emmett, por alguna razón muy obvia, su abravado se había acabado en cuanto se dio cuenta del daño que Meredith podría sufrir. "¿Quieres que yo la cargue?", preguntó suavemente a su esposa y ella negó.

Jasper y Emmett se habían colocado frente a Rosalie quien era la que cargaba a Meredith en ese momento, la rubia la había atraído contra su pecho para evitar que ella se moviera o su curiosidad la hiciera levantar la cabeza. Todos los demás formaron una barrera protectora.

Meredith sin duda no tenía idea de lo que pasaba, sólo podía sentir la tensión en el aire, entonces escuchó una voz completamente diferente pero no ajena, por alguna razón que ella desconocía, ella ya la había escuchado antes. Entonces ignorando las indicaciones de su madre y aprovechando que su padre y tío la cubrían con sus cuerpos se atrevió a mirar, sus pequeños ojos se abrieron al ver a aquel hombre y rápidamente se refugio en su madre. Edward quién estaba centrándose en los pensamientos del trio frente a él no pudo ignorar los de su pequeña sobrina, James, aquel nómada había aparecido entre sueños asustandola.

De un momento a otro, Emmett se colocó junto a Rose poniendo su mano sobre su hombro. En ese momento, Edward se acercó a Rosalie junto con Bella.

"¿A dónde iremos?", preguntó Rosalie mientras se alejaban del campo, con suerte podrían distraerlo bastante hasta que se alejaran de ahí.

"Podemos ir a la casa. No piensan ir ahí", dijo el cobrizo abriendo la puerta del Jeep cubriendo a Bella lo más que pudo. Cuando se alejaron del campo, fue posible para ellos calmarse un poco.

"Bien. Vayamos a casa entonces..", dijo Rosalie viendo a Meredith. "¿Estás bien mi vida?", preguntó peinando su cabello gentilmente.

"Ese e'a el hombe malo mami", dijo Meredith con preocupación en sus ojos.

"Lo sé. Pero ya no lo volveremos a ver cariño. Ellos dijeron que no volverían al Forks"

"Mintió", dijo ella y todos la miraron confundidos. "Él aún no ha acabado..."