hey jude, the beatles

capítulo n. 1: make a sad song

—NI UNA PALABRA MÁS, EMILY. —siempre odiaba cuando peleábamos pero parecía que a él le encantaba

—¡Pues seguiré hablando, John! —grité, con la fuerza que no me quedaba de perseguirlo por el apartamento—, ¡era una chica, en tu cama, en tu puta cama!

—Es una amiga.

—¿Tengo cara de estúpida? —me reí agriamente—, eres un idiota, John.

—Déjame, entonces déjame, a ver si encuentras a otro que te aguante estas escenitas. —me volteé como si nada me hiriera, como si lo que decía no causaba ninguna reacción en mi

—¡MUÉRETE! —le saqué el dedo del corazón mientras me adentraba a la habitación, cerré la puerta con seguro y empecé a empacar una maleta con toda mi ropa

Tomé mi celular y llamé a Carolina, sonaron varios tonos hasta que contestó:

—¡Ems, hola!

—¿Estás en casa? Necesito un lugar donde quedarme.

—¿Otra vez? —el hecho de que no fuera la primera vez era aún más difícil de aceptar

—La última.

—Lo siento, linda. Ayer viajé, estoy en el aeropuerto de México. —lo había olvidado por completo, suspiré buscando soluciones, y su cara apareció en mi cabeza

—Está bien, gracias igualmente.

—Me avisas cualquier cosa, sí?

—Okay. —cerré la llamada, y empecé a buscar su contacto: CH

Lo pensé antes de llamarlo, no habíamos hablado en meses pero era urgente. En cuanto presioné, John empezó a llamar a la puerta como desquiciado.

—¡Sal, Emily! Habla conmigo —era lo único que repetía, como si no hubiera tratado de hablar con él por tanto tiempo

—¿Hola? —escuché su voz cuando el tono terminó

—Tío, hola, necesito que vengas a verme, por favor, en cuanto llegues te explico...

No esperaba que dijera que sí, pero lo hizo: —Okay, mándame la ubicación estaré ahí en el menor tiempo posible.

Esperar... fue lo que hice por más o menos 20 minutos, hasta que mi celular empezó a sonar nuevamente.

—Estoy afuera.

—¿Estás con alguien?

—Eh, puede que sí... estaba en reunión con mis pilotos, y Max está conmigo.

—¿Tu amiguito es fuerte? —respiré profundo

—Lo soy —una voz diferente se escuchó

—¿Creen que podrían detener a un tipo?

—¿Qué está pasando, Emily?

—¿Puedes? Todo tendrá una explicación, solo hazlo, por favor.

Sería la última vez, y eso hacía que mi corazón dejara de latir por un momento. Pero pude escuchar como la puerta se abría abruptamente, un par de golpes y gritos confundidos de John.

—¿Dónde estás, Emily? —pude escuchar la voz de Christian cerca, así que abrí la puerta

Habían sido un par de meses, quizás un poco más de un año, y realmente se parecía a papá, siempre me habían dicho que eran similares, pero de una manera, era como si él fuera mucho más importante ahora.

Lo abracé, simplemente mi cuerpo me lo rogó. Él me recibió con los brazos tiernamente ajustados alrededor mío, pero antes de poder acostumbrarme se escuchó una tercera voz.

—Creo que deberíamos irnos... —alcé la cabeza para ver a un rubio hablando—. Hola, soy Max.

—Oh, claro, hola, perdona, soy Emily. —estreché su mano con una sonrisa

No pasó mucho antes de que estuviéramos dentro del carro, escuchando a los Beatles y hundidos en un silencio.

La vida me había puesto la prueba de fuerza más grande del universo: la muerte de mi padre. Y eso fue el eclipse de mi vida social, me alejé de todos, mi familia, mis amigos, todo el mundo, hasta mi propia madre, y ahora estaba aquí, en una relación con un cretino.

Papá era la persona más importante de mi vida, cuando una llamada de esas te llega, absolutamente nada te puede doler más, y estar con John era la prueba, mi corazón se había conformado con alguien que me quisiera, no importaba si no era real, simplemente quería a alguien a mi lado.

—Adiós, Max. —el rubio se bajó y me hizo de la mano

—Chao. —sonreí despidiéndome de él

Se alejó mientras el carro hacia lo mismo, y en ese momento iniciaba el sermón.

—Ahora, la explicación, gracias.

—Se llama John, es mi novio, o bueno era. Es complicado... me mudé con él hace pocos meses, y hemos estado peleando, y lo encontré ayer con una chica en su cama, me fui y bueno hoy volví a ver mis cosas para irme, pero siempre se me hizo tan difícil dejarlo, no podía, hoy tomé el valor de hacerlo y se siente bien.