✧ 𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝘁𝗵𝗶𝗿𝘁𝗲𝗲𝗻

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El amor no aparece con ninguna señal de advertencia. Caes en él como si te empujaran desde un trampolín alto y no hay tiempo para pensar en lo que está pasando. Es inevitable. Un evento que no puedes controlar y una loca montaña rusa loca para el corazón del que sólo tienes que seguir su curso.  

El amor es un sentimiento, un sentimiento de felicidad. El amor es poderoso, demasiado poderoso para jugar. Este sentimiento es extraño y difícil de describir, pero cuando te enamores, lo sabrás por dentro.

Y Jaemin lo sabía pues cada día su amor por Renjun se hacia más profundo, tan profundo de lo que nunca antes había imaginado. Daría todo, hasta lo imposible para que su amado omega fuera feliz por siempre.

En este último mes se había esforzando como nunca en hacer que su cortejo fuera digno para su amado omega, quien con unos dulces besos en los labios y sus hermosos ojitos brillantes le agradecía por sus maravillosas citas. Ver su rostro de felicidad, hacia que valiera la pena absolutamente todo.

Y el amor de ese lindo cachorrito, de Jungwon, le hacia sentir tan pleno, tan amado.

Sonrie recordando las maravillosas citas existosas al lado de Renjun y los bellos momentos en familia que ha pasado al lado de su omega y su pequeño en las tardes-noche de maratones de películas y pizza.

Pero pronto sus lindos recuerdos se ven esfumados al instante de pegar un brinco ante el repentino ruido del teléfono sonando, bufa y malamente responde.

Era Jiwon.

—Señor —la escuchó decir, pero frunce el ceño al notar el timbre de voz de su recepcionista en un tono preocupado—. Lo busca Kim GeonHak, dice que es urgente y que no se moverá de aquí sin hablar antes con usted o Renjun...

Jaemin maldice y suspira frustrado. Para su buena suerte, Renjun hacia unos minutos se había ofrecido a salir en busca de sus almuerzos y aquello le tomaría un buen tiempo. Un tiempo que aprovecharía.

—Hazlo pasar, Jiwon.

Ordena y la línea se queda en un corto silencio, para después escuchar un "está bien, Señor Na" y colgar.

No pasan más de unos cortos minutos cuando escucha el ruido de su puerta ser tocada y abierta al mismo tiempo, dejando así ver la desagradable vista del cuerpo de GeonHak.

Observa con rabia y desagrado como el alfa pasa con confianza por su oficina, mirando con detalle y sorpresa el lugar. Jaemin retoma su postura y egocéntricamente mira a GeonHak quien al notar que Na le miraba con burla ante su sorpresa, cambió su expresión a una neutra.

—Se que esto es nuevo para ti, pero con mirar no obtendrás todo esto.

Después de todo, la soberbia y egocentrismo se le daba muy bien a Na Jaemin.

—¿Dónde esta Renjun? —pregunta GeonHak aparentando fuertemente sus puños, pasando de largo las palabras de burla de Na.

Dónde este mi omega no te debe de importar responde secamente, pero sonríe al ver como el otro alfa apreta su mandíbula fuertemente del enojo.

—Él es el padre de mi hijo, quiero hablar con Renjun —dice marcando el "mi" en un intento de molestar al alfa, quien en vez de hacerlo suelta un estruendosa carcajada.

—Huang Jungwon.

—¿Qué? —pregunta confundido el alfa y eso solo hace ensanchar la sonrisa burlesca de Jaemin.

—Mi pequeño se llama Huang Jungwon, por ende solo tiene un padre y ese padre es el maravilloso Huang Renjun. Legalmente Renjun es su único padre, así que dejate de estupideces y ve al grano de tu visita.

Ordena y observa con plena diversión el debate mental que tiene GeonHak. Tan estúpido, piensa Na.

—Yo solo quiero conocer a Jungwon, él también es mi hijo y-

Rápidamente el alfa le corta, rodando sus ojos con fastidio ante tanta palabrería falsa.

—Kim GeonHak, veinticinco años, graduado con honores en una de las mejores universidades de Seúl —Jaemin le mira de pies a cabeza—. Mira, no eres tan estúpido como pensaba —se burla.

—¡Oye tu quien te crees idi-

—Cállate —le corta seriamente—. Hace un año atrás abriste una empresa, al principio iba bien, pero eres un pobre idiota que se dejó engañar por un impostor hace un mes y medio y quedaste en la gran ruina, viste por casualidad un anuncio sobre mi compromiso con Renjun, lo reconociste y es ahí donde viste tu gran oportunidad, ¿no es así? —GeonHak simplemente le observa con asombro y Jaemin sonrie al saber que estaba en lo correcto.

—¿Cómo sabes lo de mi empresa? —pregunta simplemente GeonHak, a lo que Jaemin ríe y se para de su asiento para quedar frente a frente con el alfa.

—Yo lo sé todo —responde simple y con orgullo—. Soy millonario, tengo influencias y contactos, es tan fácil como tronar los dedos y conseguir toda la información sobre ti —dice retomando su lugar en su asiento—. Ahora dime, ¿Cual es tu precio?

Pregunta sin rodeos y observa cómo el alfa se tensa y le mira nuevamente asombrado.

Había dado en el blanco.

—C-creo que te estás confundiendo...

—Estás endeudado hasta el cuello, la única manera de sacarte de tu bancarrota es salvando tu empresa y da la maravillosa casualidad que para eso necesitas unos cuantos millones de dolares —Jaemin sonrie, amaba tener la razón—. Eres un idiota, pero no te creo tan tonto como para saber que si quieres reconocer a Jungwon, también tendrás que hacerte cargo de él monetariamente, sin contar que por ley tendrás que pagarle a Renjun todos esos años que no te hiciste cargo de Won y repito, da la maravillosa casualidad que no tienes ni un solo peso donde caer muerto.

—Yo...

—Han pasado cinco años y da la casualidad que recientemente, apenas unos días del anuncio a mi compromiso con Renjun, tu apareces en mi edificio con la estúpida y repentina idea de hacerte cargo de Jungwon, tan sospechoso. Pero como hoy amanecí amable, ignorare por completo que tuve que repetir esta pregunta dos veces. Nuevamente, ¿Cuál es tu precio?

GeonHak dudo unos segundos, para después descaradamente decir la suma de dinero que necesitaba.

—Así que 20 millones es lo que vale mi hijo —los dos alfas se sorprendieron ante la repentina llegada de Renjun, se miraba furioso.

—Renjun... —Jaemin trago en seco al ver a su pareja, y supo que se encontraba en problemas al ver la mirada furiosa que le dirigió.

Oh no.

GeonHak por su lado iba a reír ante el repentino cambio de Jaemin, pero todo se quedo en el olvido al instante de sentir un fuerte puño justo en su mejilla izquierda.

Renjun le había golpeado.

—¿¡Eso es lo que vale para ti mi hijo, idiota!? —preguntó tratando de zafarse del agarré de su alfa, pero este le tenía muy bien sujetado—. ¡Sabía que todo era una mentira! ¡Y lo peor de todo es que estuve a punto de dejar que conocieras a Jungwon!

Admite en gritos, bajo las asombradas miradas de los dos alfas.

—¿De... De verdad ibas a dejarme ver a Jungwon? —se atreve a preguntar GeonHak, mientras adolorido tocaba donde fuertemente le había pegado el omega.

—¡lba! —le dice ya un poco más calmado, entre los brazos de Jaemin—. Pero claramente ahora ya no.

Un gran silencio se forma en el lugar, y Renjun simplemente asesina con la mirada a GeonHak, mismo quien mantenía la mirada gacha.

—GeonHak —Renjun le llama y este le mira al instante—. Solo toma el dinero y largate.

Dice y Jaemin como perrito regañado, pero triunfal toma un cheque y lo llena.

—Veinte millones —Jaemin le señala el cheque—. Te lo daré, pero antes me tienes que firmar algo.

Dice, obtenido por completo la curiosa atención del omega y alfa. Jaemin se limita a guiñarle el ojo a su omega y de uno de los cajones de su escritorio saca un papel y lo extiende al alfa.

—Firma este papel y esos 20 millones de dolares seran completamente tuyos —explica al confundido GeonHak.

—¿Qué es?

—Al firmar no solo te deslindas de intentar obtener la paternidad de Jungwon, si no también te comprometes a no volver intentar acercarte a Renjun, Jungwon o a mi.

GeonHak vacila por un momento en firmar, pero al final opta por hacerlo y Jaemin se limita a mirarle para después entregarle en cheque al ver ya su firma puesta ahí.

Renjun en silencio camina a Jaemin, y toma asiento en su regazo, acto que GeonHak mira atentamente y en silencio. Renjun no le dirigía la mirada, en cambio este se limita a buscar el calor de su alfa.

GeonHak suspira pesadamente, y a pasos lentos se dirige a la salida, pero antes de hacerlo por completo mira a la pareja y dice:

—Cuando dije que aún te amaba... No mentía Renjun —admite GeonHak y escucha un fuerte gruñido proviniente de Jaemin, en cambio el omega seguía sin mirarle—. Yo... Lamento todo esto —dice por último al ver que Renjun no le daría repuesta alguna, y obseva en cambio como este se escondía su rostro en el cuello de Jaemin y este se limitaba a mimarle y abrazarlo protectoramente.

Para cuando el otro alfa finalmente se había marchado, Renjun se suelta a llorar en el pecho de su alfa, quien preocupado y con sentimiento de culpa consuela a su omega.

—Tonto —murmuraba Renjun entre lágrimas.

Jaemin simplemente se limitaba a escuchar los reproches de su omega con su carita de cachorro regañado.

—Yo creí que ese idiota me pediría más —Jaemin dice en un intento de hacer reír al omega, pero sabe que hizo mal al ver el ceño fruncido de su amado y su ya conocido puchero en sus dulces labios.

Tan tierno.

—Idiota, mil veces idiota —dice el omega.

—¿¡Me dices a mi!? —pregunta el alfa ofendido.

—A los dos —responde ya más tranquilo el omega—. ¿De verdad para él mi amado, mi pequeño Jungwonnie valia eso? ¿Mi pequeño... Solo vale eso para él?

Jaemin le mira seriamente, y ahí donde se pregunta si había hecho mal al hacer ese trato con GeonHak.

—¿Estás... Estás molesto conmigo?

—Algo —le responde mirándole a los ojos—. Pero se que lo hiciste por mi y eso te lo agradezco Nana...

—Perdóname, se que lo que hice no está bien... Debí consultarlo primero contigo y saber primero si estabas de acuerdo con esto, por supuesto que Jungwonnie no vale unos miseros euros, GeonHak es un idiota, él cómo siempre se perderá nuevamente todos los valiosos momentos al lado de nuestro pequeño Won, esos momentos maravilloso que ahora tu y yo estamos disfrutando, nuevamente te pido que me perdones, lo hice con las mejores intenciones mi amor.

Dice Jaemin y ahora es el turno de JongHo de reír ante lo tierno que se miraba su alfa con un pucherito en sus labios, mismos que no dudo en besar dulcemente.

—Está bien Nana, después de todo pudo negarse y hacer las cosas bien —respondió el omega con una ligera sonrisa—. ¿De verdad GeonHak ya no se acercará a nosotros nuevamente?

—Por supuesto que no, el papel es completamente legal y ahora lo tiene prohibido.

—¿Cómo le hiciste? —preguntó curioso el omega.

—Puede que haya recibido la ayuda de un gran abogado —dijo Jaemin con una sonrista divertida y sonrió aún más al ver la expresión de sorpresa de su pareja.

—Junhui... ¿¡Él sabía sobre esto!?

—Puede que hayamos planificado esto en secreto por si casualmente GeonHak se aparecía y mira, si pasó...

—Tontos —dijo el omega, pero ahora con una gran sonrisa en sus labios—. Gracias Nana... Por todo.

—No hay nada que no haría por ti, mi amor.

Renjun sonrió más enamorado que nunca y Nana sonrió satisfecho al ser atacado por los dulces besitos de su omega.

—Tengamos una cita —dijo el alfa dejando ahora él en los dulces labios de su omega—. Una hermosa cita al lado de nuestro pequeño Wonnie, donde las palomitas, pizza y películas serán las estrellas.

Propone y Renjun asiente feliz ante la idea, como el par de enamorados que eran unen sus labios en un hermosa danza lenta y al separarse sus brillosas miraras les transmiten esos hermosos sentimientos de amor que se tenían el uno por el otro, sus lobos aullaban de felicidad y el aura era de total amor.

—Vamos a casa, mi duce manzanita —le dice el alfa para acto seguido cargarlo al estilo princesa.

Una maravillosa noche les esperaba al lado de su amado hijo.

Una hermosa noche, una de tantas donde Kim GeonHak, ya no sería un problema.

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