1. Compromiso de dragón

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Era un día soleado y tranquilo, con aves cantando y las personas caminando de aquí para allá, en este día tan pacífico, había paz, tranquilidad y armonía para un tipo calvo que se encontraba durmiendo en su cuarto, estaba cansado por lo que había pasado ayer, y siendo honesto, no recordaba con exactitud que había pasado la noche anterior, ya que, habia tomado demasiado alcohol, tampoco recordaba como había llegado a su hogar, sólo apareció en su cama, no le iba a tomar mucha atención a eso, con pesar, se levantó de la cama en la que estaba durmiendo hace unos momentos, porque había escuchado un ruido extraño venir afuera de su hogar, un ruido que no lo dejaba dormir y que interrumpia la paz y tranquilidad que estaba teniendo hace unos momentos, a paso lento se acercó hacia la puerta con un cansancio evidente, al llegar a donde quería, abrió la puerta lentamente encontrándose con algo un poco... fuera de lo usual, fue recibido por un gigantesco dragón de color verde, que lo miraba sin expresión alguna, solo para que al verlo atentamente, un fuerte rugido saliera de su boca, rugido que hizo que el lugar se llene de corrientes de aire, cosa que sacudiria algunos objetos dentro del hogar de nuestro calvo, Saitama estaba sorprendido de ver a ese dragón en la puerta de su hogar, pero no se asusto por alguna razón, o si, ya recordaba la razón... era tan fuerte que ahora no sentía emociones muy seguido, por eso, recurría al alcohol, no para ahogar sus penas, la verdadera razón, era porque quería ser más sociable y sentir que por un momento, sus emociones volvían.

Saitama: ¿Un dragón...? es raro que uno haya venido a parar a mi puerta, dicen que son seres imaginarios extremadamente poderosos, con la capacidad de usar magia, y que con tan solo mostrar una pequeña parte de ese dichoso poder, serían capaces de causar desastres muy alarmantes para la humanidad... -. Diría en su mente, viendo a ese dragón que en un instante, cubriría su cuerpo de una luz blanca para cambiar su forma a la de un humano, revelando al calvo que el dragón aquí presente era hembra -. Oh... mejor dicho dragona.

Haciendo aparecer un circulo mágico en su cabeza, la dragona cambiaria su forma, siendo que, ahora era una humana, vistiendo con un traje de sirvienta y con su cola de dragón a la vista.

Tohru: ¡Sorpresa! -. Exclamó con una sonrisa y dando un salto, viendo a ese humano calvo que la observaba confundido -.

Saitama: Aunque, bueno... eso era lo que yo creía -. Pensaría con una confusión indescriptible, viendo a esa dragona en su forma humana que no paraba de sonreír -.

"..."

Tohru: ¡Muy buenos días Saitama-San! -. Diría felizmente, confundiendo más a Saitama, el cual, se puso a analizar las posibles opciones por lo que esto este sucediendo, entre todas las opciones, pensó que podría ser un sueño, no había duda, tenia que ser un sueño, caso contrario, no había explicación para lo que pasaba, así que por ahora, pensó que esto no se trataba de nada más que un sueño extraño -.

Saitama: Eh... buenos días.

Tohru: ¿Te importa que entre a tu casa de una vez?

Saitama: Ah... claro que no, adelante -. Dejaría entrar a Tohru a su hogar, aún pensando como ella sabía su nombre, y también, ¿Qué hacía con un traje de sirvienta?, pero no le iba a pedir mucha lógica a lo que parecía ser un sueño más del montón -.

Al estar ambos adentro, Saitama le preguntó quién era, a lo cual, Tohru respondió que se habían conocido ayer y le contó una parte de lo que pasó la noche anterior.

Saitama: ¿Entonces dices que nos conocimos ayer... y yo te ofrecí vivir en mi casa...?, y tu... te llamas Tohru, ¿verdad? -. Dijo tratando de no pensar mucho las cosas, mientras tomaba una taza de té al igual que su "acompañante" que acababa de conocer -.

Tohru: Así es -. Respondería felizmente, dejando un poco extrañado a Saitama -.

Saitama: Que raro... ya debería haber despertado de este sueño... ¿Acaso no es un sueño...? -. Negaría rápidamente con la cabeza -. ¿Y... donde nos conocimos exactamente?

Tohru: ¡En la montaña!, nos conocimos ahí.

Saitama: ¿La montaña...? -. Pondría una mano en su mentón, tratando de recordar lo que paso ayer, pero solo tendría recuerdos de él totalmente ebrio y caminando en lo que parecía ser la nada misma, todo muy confuso por el momento, hasta que, poco a poco, pudo recordar el momento exacto en el que le ofreció a Tohru la opción de vivir en su hogar, poniendo una cara de angustia y preocupación al saber que Tohru no estaba mintiendo, y que esto no era un sueño -.

Tohru: ¡Nunca olvidaré esas amables palabras!, ¡por favor permítete trabajar aquí como tu sirvienta! -. Exclamó con una sonrisa llena de determinación, aunque la respuesta que le daría Saitama no se la esperaba -.

Saitama: No puedes hacer eso... aún no se que cosa eres exactamente, es más, aún tengo la esperanza de que esto sea un sueño extraño, pero de todas formas no planeaba contratar a alguien...

Tohru: ¡No necesito que me paguen! -. Estaba decidida a convertirse en la sirvienta de aquel hombre calvo -.

Saitama: Ese no es el problema... -. Miraría hacia abajo, pensando en una solución, aunque la repentina voz de Tohru llamo su atención -.

Tohru: ¡De verdad soy muy útil!, puedo crear un mar de fuego o maldecir a las personas -. Diría un poco orgullosa de si misma -.

Saitama: Definitivamente no quiero que hagas eso, oye... ¿y por qué quieres ser mi sirvienta?

Tohru: Tú dijiste que eso querías que sea, aunque al principio me pediste ser una discípula, no entendí muy bien eso, ¡pero que bueno que cambiaste de opinión! -. Las palabras dichas por Tohru confundirian aún más a Saitama, aunque vería un poco de sentido el hecho de que le haya pedido primeramente ser una discípula, pues seguramente en ese momento pensó en entrenarla hasta que sea tan fuerte como el y poder tener un oponente digno que le devuelva sus emociones, aún así, seguía sin encontrarle sentido a que le haya pedido ser una sirvienta -.

Saitama: ¿Lo hice...? -. Dio un leve suspiro para después hablar -. lamento haberte prometido algo que no puedo cumplir, pero espero que entiendas... que no se puede, no necesito de una sirvienta ahora -. Tohru al oír esto se deprimió un poco, ahora tenía un semblante triste en su cara -.

Tohru: ¿De verdad es imposible...? -. Pregunto con la voz entrecortada, y con los ojos un poco lagrimosos -.

Saitama: Lo siento... -. Tohru seguía deprimida, pero cambiará su actitud fingiendo que no había problema y su semblante aparentaba ser uno feliz -.

Tohru: Si... entiendo... te pido disculpas, por aparecer de repente, adiós Saitama-S... digo, -. Se pondría de pie y caminaria lentamente hacia la salida, mientras era observado por Saitama, el cuál noto que Tohru tenía pequeñas lagrimas en sus ojos, esto hizo que dude de la decisión que había tomado -.

Saitama: No puedo... quitarme la culpa, ¿es un sueño...?, pero si es un sueño, entonces... -. Exclamó en su mente, mientras veía como Tohru se ponía su calzado para salir de su hogar, fijo su vista en el reloj que tenía a un lado de donde se encontraba, viendo que este señalaba que faltaba poco para las 9:00 am, siendo esta la hora en la que debería llegar al trabajo -. ¡Mierda, llegare tarde!, ¡Tohru! -. Se pondría de pie rápidamente y correría hacia Tohru, la cual, al oir como la llamaba Saitama, voltearia hacia atrás un poco confundida, el calvito la agarraria de la mano y le diría con una cara preocupada por la posibilidad de perder su empleo -. ¡¿Puedes volar?!

Tohru: Ah... ¡claro que si!

"..."

Saitama: ¡Wow!, si que estamos muy alto -. Señaló mientras estaba montado en la espalda del dragón de nombre Tohru, y observaba la ciudad en la que vivía -.

Tohru (forma dragón): ¡Me alegra que te guste la vista Saitama-San!, me aseguraré que no llegues tarde a tu trabajo -. Exclamó mientras aceleraba el vuelo, obligando a que Saitama se aferre más a Tohru, pues no quería caerse, a pesar de que esto no le haría ni un daño mortal -.

Saitama: Sabes... creo que te contratare.

Tohru: ¡¿Enserió?! -. Pregunto totalmente feliz a Saitama -.

Saitama: Si... tal vez no sea tan malo tener a alguien en casa, además que me podrías ayudar a ir al trabajo de esta forma y me ahorraría mucho tiempo de caminata -. En su cara, se formaría una pequeña sonrisa, levantaria su mano y daría un pulgar arriba hacia la dragona -. ¡Muy buen trabajo Tohru! -. La gigantesca dragona se sonrojaria levemente, y muy feliz respondería -.

Tohru: ¡Gracias, daré lo mejor de mi lo prometo!

Así pasaría el día sin nada relevante, Saitama llegó a su trabajo a la hora indicada, y después de terminar su jornada, regreso a su hogar encontrándose con Tohru nuevamente dándole la bienvenida, el aprocecharia ese momento para enseñarle a Tohru lo básico de ser una sirvienta.

Saitama: Bueno... antes de explicarte lo que yo sé, ¿sabes algo por tu cuenta sobre como ser una sirvienta?

Tohru: Pues... tengo esto -. Le entregaria un folleto con una breve explicación de que es una sirvienta y más que nada publicidad para un local de ese estilo -.

Saitama: ¿Eh?, ¿de donde sacaste esto?

Tohru: Me lo dieron en camino aquí la primera vez.

Saitama: Entonces... tienes mucho que aprender, yo no soy un experto en eso, pero si se lo básico, como que una sirvienta tiene que encargarse de la limpieza del lugar, ¿puedes hacerlo?

Tohru: ¡Claro que puedo! -. Levantó una mano e hizo aparecer un circulo mágico de color rojo, lo que hizo que la habitación en la que estaban quede totalmente limpia, hasta ahí todo bien, pero literalmente todo lo que había en la habitación desapareció, dejando muy sorprendido a Saitama al ver sus cosas desaparecer -. ¡Listo!

Saitama: ¡Pero ya no hay nada aquí!

Tohru: Ahora regresa -. Volvió a traer las cosas de Saitama como por arte de magia, pero en esta ocasión si era magia lo que se usaba -.

Saitama: ¡Wow!, ¿puedes hacer eso?, es muy útil, creo que te puedes encargar de la limpieza... segundo, las visitas, ¿puedes encargarte de ellas?

Tohru: ¡Claro que puedo! -. En ese momento, llegaría un repartidor que venía a entregar un paquete, Tohru fue a abrirle -.

Repartidor: ¡Hola!, tengo un paquete para el señor que vive aquí.

Tohru: ¡Humanos miserables no son bienvenidos en este lugar! -. Dijo tratando de sonar amenazante, lo cual solo hizo que el hombre se confundiera -.

Saitama: ¿Tohru?

Tohru: Ah... ¡pero tu si eres bienvenido Saitama-San!

Saitama: Bueno... ya me canse de esto, no tienes los conocimientos necesarios para ser una sirvienta...

Tohru: ¡Puedo aprender, lo prometo!

Saitama: Ok... esta bien supongo, confío en ti.

Tohru: ¡Si!, ¡No te voy a fallar! -. Diría con una sonrisa, ocasionando que Saitama ría levemente -.

"..."

Saitama: ¿Por qué no te cambias de ropa? -. Le pregunto a Tohru, viendo su traje de sirvienta, siendo que ya no lo iba a necesitar porque se acercaba la hora de dormir, y el pensaba que ella se sentiría incomoda durmiendo con ese traje de sirvienta -.

Tohru: No puedo, esta "ropa" que tengo son mis escamas, yo no necesito ropa -. Dijo con tranquilidad, viendo a ese calvo que tomaba una caja de jugo de naranja -.

Saitama: Oh... ya veo, pues... supongo que te compre esto para nada -. De su espalda saco una bolsa que tenia adentro ropa para mujer que el había comprado para aquella dragona, dejando muy sorprendida a Tohru por recibir este regalo -.

Tohru: ¡Ah...!, ¿lo compraste para mi? -. Pregunto con una sonrisa, viendo aquel regalo con curiosidad y alegría -.

Saitama: Bueno... siempre estas ayudando aquí, así que quería comprarte algo para compensarte, pero como dices que no necesitas ropa, lo devolveré a la tienda... ojalá puede recuperar mi dinero -. Respondió mientras intento tomar la bolsa con ropa, aunque esta fue tomada rápidamente por Tohru -.

Tohru: ¡Me lo pondré ahora mismo! -. Respondió rápidamente y empezaría a poner la ropa antes mencionada -.

Saitama: Ok... espera... ¿qué dijiste...?, ¡aquí no lo hagas!

"..."

Tohru: ¿Qué tal me veo Saitama-San?

Saitama: Eh... pues, te ves bien supongo.

Tohru: ¡Muchas gracias por el regalo, me encanta!

Saitama: No es nada... -. Respondió mientras dejaba su caja de jugo en un pequeño tacho de basura que tenía en una esquina de su habitación -.

"..."

Llego la hora de dormir, ya era de noche y el cansancio se hizo evidente en Saitama, hoy había sido un día muy largo, con cosas nuevas para el, como que ahora tendría en su casa a una sirvienta que tiene la capacidad de causar un armagedon si así lo quisiera, siendo una dragona algo tonta pero muy amable, al menos con el, lo que no entendía muy claramente, era el porqué decía amarlo, ya era tarde, así que no iba a pensar mucho en eso, fue a su cuarto seguido de Tohru y se hecho en su cama vestido con su pijama.

Saitama: Buenas noches Tohru.

Tohru: ¡Muy buenas noches Saitama-San!

Saitama: Supongo que dormirás aquí... échate de una vez entonces, tengo sueño.

Tohru: Si... -. Se echaría al lado de Saitama, dándole la espalda -.

Saitama: Esta... muy estrecho.

Tohru: ¿Acaso... te molesto? -. Preguntaría un poco triste, mirando hacia la calva de Saitama -.

Saitama: No... esta bien, duérmete ya -. Apagaria la pequeña lámpara que tenia a su lado, dejando que el cuarto quede iluminado únicamente por la luz de la noche que entraba por la ventana, Saitama cerraría sus ojos intentando conciliar el sueño, seguido de Tohru la cual haría lo mismo, pero... en el momento en el que cerraría los ojos, tendría una pesadilla en la cual recordaba como fue su enfrentamiento contra el Dios que le lanzó la espada que la dejó al borde de la muerte, recordó guerras, muertes, sangre y tristeza, exaltada se levantó y empezó a suspirar fuertemente, pero como no quería molestar a Saitama se volvió a tapar con las sábanas, fingiendo que nada había pasado, aunque el calvo ya se había dado cuenta -.

Saitama: ¿Qué te pasa?

Tohru: Yo... recordé, como terminé aquí, me atravesaron, con una espada...

Saitama: ¿Y te dolió?

Tohru: Si... me dolió mucho.

Saitama: ¿Y ahora te duele?

Tohru: No...

Saitama: Exacto, ya no te duele, no te conozco muy bien, así que no se nada de tu vida, pero si ya no te duele deberías concentrarte en lo que de verdad importa, como lo es tu papel de sirvienta, quédate tranquila, eso que te atormenta ya paso, solo debes... seguir adelante -. Las palabras dichas por Saitama, hicieron que Tohru sienta un cosquilleo en su cuerpo y su corazón se acelere haciendo que empiece a latir rápidamente, confirmando los sentimientos que sentía por aquel humano que la salvo de una muerte que parecía ser inevitable, el era su salvador, y se juro a misma ese día, protegerlo, servirle y estar a su lado por siempre, como muestra de su amor, esperando que algún día, sea correspondida, abrazaria por la espalda a Saitama sorprendiendo a este, el cual antes de dormir oiría una palabra salir de la boca de Tohru -.

Tohru: Gracias... -. Así dicho esto, Saitama dejaría que su sirvienta la abraze, quedándose ambos al poco tiempo, completamente dormidos, en una paz y tranquilidad que sólo traía la noche, con el silencio que ofrecia, la vida de Saitama no haría más que cambiar de ahora en adelante, pero esto era algo bueno, ya que tal vez, conseguiría recuperar sus emociones, descubriendo un sentimiento que no sentía desde hace mucho tiempo, el amor -.

"..."

Saitama se encontraba en su trabajo, siendo apurado por su jefe con gritos y regaños, con cada minuto que pasaba, los gritos se hacías más y más fuertes, hasta que llegó un momento en el cual el calvito ya no soporto más.

Saitama: ¡Ya callate! -. Exclamó totalmente enojado por la actitud de su jefe, luego de eso, se cambia la escena para mostrarse como Saitama estaba en un puente mirando hacia el cielo, un poco frustrado por su estilo de vida, quedándose pensativo unos segundos, para luego tener una idea que lo ayudaría a sentirse mejor -.

Saitama: Affff... ¡sirveme otra más! -. Le diría a un tipo que atendia en el "bar" en el que se encontraba, el cual acepto amablemente servirle otra ronda de cerveza a su mejor cliente -.

Ahora vemos como Saitama estaba en un tren, riendo sin para al ver que se había pasado su parada, estaba completamente bajo los efectos del alcohol, preguntándose a donde terminaria parando, pero sin dejar de reír y sostener la botella de Sake que llevaba consigo, junto a unos pequeños vasos para beber.

Al pasar unos minutos, el calvo llego a su "destino", siendo que, en realidad estaba completamente perdido, pero no le dio importancia debido a su ebriedad, se encontraba en un bosque realmente grande, en camino hacia unas montanas con árboles en gran cantidad, algo que le llamo la atención pero no le tomó mucha importancia, era que antes de entrar a cierta zona aparentemente peligrosa, había un cartel que señalaba precisamente, lo peligrosa que era esa zona, al advertir que habían osos en la zona, a lo cual, Saitama ignoro completamente, incluso llegó a burlarse un poco, y es que si tiene razón, estando o no ebrio, un oso no le haría ni cosquillas, después de caminar un rato, terminaria chocando con algo que lo haría distraerse un poco, retrocedio unos pasos para ver que era esa cosa que se metía en su camino, subiendo la mirada lentamente hasta conectar con los ojos de aquel gigantesco dragón, el cual, lo miraba de forma amenazante.

Tohru (forma dragón): ¿De donde vienes?, miserable humano -. Diría con un tono de voz serio, amenazando a Saitama, aunque el nuevamente, no le dio importancia, hasta que... analizo un poco lo que veía, observando detalladamente ese extraño ser que se había comunicado con el anteriormente, llegó a una conclusión rápidamente -.

Saitama: ¡Wow, es un dragón!, ¡eres muy grande!, ¡abrázame! -. Se lanzaría hacia el dragón abrazándolo por la cabeza unos breves momentos, porque sería lanzado por este mismo hacia atrás, cayendo en el mismo sitio en el que estaba antes -.

Tohru (forma dragón): Humano... eres muy insolente, ¡vete ahora... o te comeré! -. Un fuerte gruñido saldría de la boca del imponente dragón, el cual hizo esto para asustar a ese humano que lo estaba fastidiando, aunque, terminó pasando lo contrario, esto solo generó más curiosidad en Saitama, ya que, vio que había una gigantesca espada incrustada en la espalda del dragón, al ver que el humano no le hacía caso y no se iba del lugar, Tohru desistió y dio un leve suspiro -. Bueno... de cualquier modo voy a morir, es patético... que lo último que vea, sea un humano.

Saitama: Oye -. Dijo de repente, interrumpiendo a aquel gran dragón -. ¿Qué pasa con esa voz que tienes?, no te cansas de hip hablar así, debe ser algo agotador.

Tohru (forma dragón): Desgraciado...

Saitama: ¿No quieres que te ayude con eso? -. Le pregunto señalando la espada que tenia incrustada en la espalda -.

Tohru (forma dragón): Bueno... -. Dijo con un poco de vergüenza, junto a una gota de sudor que se formaba en su cara, pero se sorprendió al ver como ese humano trepaba sobre su cuerpo, dirigiéndose a la espada -. ¡Oye!, ¡¿que crees que haces...?! jhump, idiota, cualquier humano que se atreva a tocar la espada de Dios, hará que su mente... -. Pegaría un grito de sorpresa y asombro, al ver como a pesar de lo que decía, Saitama igual levantó la espada sin problema alguno -.

Saitama: No entiendo mucho de esas "Cosas de Dios", yo solo quiero ayudarte y lo consegui -. Diría con tranquilidad, viendo a esa dragóna que lo miraba asombrado, ignorando esto, lanzó la espada a unos cuantos metros de el, y fue a sentarse en el mismo sitio en el que estaba antes, la dragona vería como Saitama se servía otro vaso de Sake y empezaba a hablar -. se que esto es un sueño, ¡pero de todas formas no entiendo como un dragón puede ser tan servicial!

Tohru (forma dragón): Lo siento... pero me salvaste, los dioses me atacaron y me derrotaron, pero logré escapar a este mundo, imagino que lograste sacar la espada porque... no crees en el, te lo agradezco -. Exclamó muy agradecida con ese humano calvo, aunque este mismo demostró que no le importaba mucho, e hizo algo que Tohru no se esperaba -.

Saitama: ¡Eso no importa! -. Tomó el sake y sirvió un poco en un vaso -. tut, tut, tut, tut, ¡Oye, bebe conmigo dragón!, ¡escuchame, quiero que bebas conmigo...! -. Al principio, la dragóna se iba a negar, pero al ver como se puso Saitama, pues... tuvo que aceptar su propuesta -. Bebe conmigo... snif por favor.

Tohru (forma dragón): Ay, no... bueno -. Emanando una luz blanca de su ser, empezaría a levitar en el aire por unos momentos, hasta que su forma cambiaría completamente, mostrando una bella mujer desnuda que era cubrída únicamente por un manto marrón, que cubria justo sus partes íntimas, ella pensó que Saitama la miraría perversamente, pero no, a él no le importaba que ella se encuentre prácticamente desnuda -.

Saitama: Así que... ¿eres una chica? -. Le pregunto mientras le entregaba el vaso con sake -.

Tohru: Si, si lo soy, pero no me gusta usar mucho este hechizo -. Acepto el vaso de sake y empezó a beberlo, dejando un poco sorprendido y entusiasmado a Saitama -.

Saitama: Oh... sabes beber, ¡muy bien, vamos a beber como personas civilizadas! -. Exclamó bromeando un poco y con una enorme sonrisa en la cara -.

Tohru: ¿Persona? -. Lo dicho por Tohru dejo completamente en shock a Saitama -.

Saitama: ¡Aaaaaaah!, ¡soy una persona! -. Respondió ofendido, recalcando lo que era obvio para el -.

Tohru: Lo siento... -. Se disculpó apenada -. es que... tu cabeza... no había visto a alguien sin cabello antes y con un traje así.

Saitama: ¡¿Ahora te vas a burlar de mi calva?!, ¡estoy enojado!, ¡voy a golpearte!

Tohru: Eh... claro -. Respondió un poco insegura -.

Saitama: ¿Uh?, ¿puedo?

/Unas horas después/

Saitama: ¡La hip vida es muy injusta!, trabajo tan duro... ¡¿y todo para que?! -. Grito enojado, liberando un poco de estrés que tenia acumulado -.

Tohru: ¡Eso es suéltalo, déjame terminar con todo! -. Exclamó alentando a que Saitama se desahoge con ella -.

Saitama: ¡Lo peor de todo, es que siempre me hacen responsable de los errores de los demás! -. Exclamaria enojado y gritando fuertemente -.

Tohru: ¡Te voy a decir algo, no todos los dragones somos lolicones que quieren vírgenes...! -. Después de decir esto, ambos empezaron a reír mientras se abrazaban por un brazo, Tohru voto fuego de su boca, ocasionando que se rían nuevamente, ambos para este punto estaban muy ebrios, pero de repente, Saitama se pondría serio y un poco triste, miraría hacia Tohru y le diría -.

Saitama: No entiendo... por que... estoy tan solo.

Tohru: Oh... supongo que yo también me siento así, sola en... este mundo -. Exclamaria un poco decaída y mirando hacia la nada, hasta que Saitama le habló, llamando su atención -.

Saitama: ¿Tienes algún lugar al que ir?

Tohru: No... porque siempre estuve sola.

Saitama: Entonces... ¿te gustaría venir a mi casa? -. Preguntaría inocentemente, ocasionando que Tohru se quede impresionada, pero al mismo tiempo se emocione y alegre demasiado, al ver como alguien se preocupaba por ella de esa forma, rápidamente respondería -.

Tohru: ¡Con gusto! -. Diria esas palabras felizmente, con los ojos llorosos y una enorme sonrisa en su rostro, Saitama también daría una sonrisa, aunque después se acercaria a Tohru, la agarraria de los hombros y le diría -.

Saitama: ¡Serás mi discípula!

Tohru: Eh... ¿Qué?, ¿qué dijo? -. Pregunto confundida -.

Saitama: ¡Escucha, no es fácil ser una discípula!, debes hacer caso a todo lo que te diga, ¡te ayudare a ser más fuerte y tendremos batallas legendarias! -. La pobre de Tohru no entendía nada de lo que decía Saitama -. Soy Saitama -. Dejando el tema de discípulos de lado, Saitama se presentaría a Tohru con una sonrisa y extendiendo su mano hacia ella, buscando un apretón -.

Tohru: Soy Tohru -. Aceptaría felizmente el apretón de manos -.

Saitama: Así que Tohru, ¡vas a ser la mejor discípula que ha existido, te enseñaré todo lo básico...!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro