Dos semanas después...

Lo más cálido y reconfortante para Saitama, era poder descansar después de un largo día de trabajo, el agotamiento mental era muy estresante para el.

Pero, desde hace dos semanas exactamente, que no dejaba de tener sueños extraños en la noche... miraba personas sin rostro, diciendo palabras sin sentido... pero por alguna razón las voces que escuchaba le resultaban muy familiares.

Y hoy como siempre, también tuvo uno de esos sueños raros...

Pero a diferencia de los demás, en este tenia el control del sueño, podía hacer lo que quisiera... o al menos eso creía.

En su sueño, el mismo estaba sentado en un futon un tanto incómodo para su gusto... vio a su alrededor y el lugar le pareció conocido.

Sentia una extraña pero cálida sensación de comodidad al estar en ese lugar... como si ya hubiera estado ahí antes.

Pero más se sorprendió... al mirarse a si mismo, y ver que tenía puesto un traje amarillo que a su parecer era un tanto ridículo, pero nuevamente, se sentía demasiado cómodo usándolo.

Observo con más detenimiento el lugar, estaba todo muy ordenado para ser un lugar tan chico. Vio que en su balcón había un pequeño captus y a su lado una regadera. Un recuerdo de el regando ese captus vino a su mente, y luego se fue. Todo era muy confuso para el.

Empezó a cuestionarse... ¿que hacía hacía ese lugar?, pero tan pronto intento pensar en una respuesta le vino un fuerte dolor de cabeza, cayendo de rodillas al piso mientras todo el lugar se comenzabaa distorsionar.

Sus noches sin poder dormir bien... esos recuerdos que siempre venían a su mente cuando más cómodo se sentía... lo familiar que le resultaba el sitio... todo empezaba a tener sentido. Pero... faltaba algo más, una pieza importarte para completar el rompecabezas.

Pieza que llegó justo a tiempo...

"¿Sensei...?"

Esa palabra fue suficiente para que toda la cabeza de Saitama colapse, tenía curiosidad, incertidumbre, y miedo... por alguna razón. Intento voltear a ver quien lo había llamado así pero no podía... su cuerpo estaba inmóvil.

"¿Sensei?, ¿le pasa algo?"

Y ahí estaba esa maldita voz otra vez... esa voz tan familiar para el... pero a la vez tan difícil de recordar.

El dolor de cabeza incremento cuando intento mover su cabeza, pero sin importarle eso, dio una vuelta completa, y... abrió los ojos.

Y lo pudo ver...

Su mente se quedó en blanco, todo el caos y el ruido estresante se detuvo, no había nadie más en su sueño, solo el... y Genos.

"¿Q-quien eres?"

Fue lo único que se le ocurrió preguntar, ya era un logro que haya podido formular palabra alguna.

"Soy Genos, lo siento mi nombre no es tan genial como el suyo Saitama sensei"

Genos sonrió, y Saitama se quedó en shock otra vez.

Esa sonrisa... la recordaba muy bien, o eso pensaba, no, el sabía que ese recuerdo estaba por ahí en alguna parte... pero no podía encontrarlo.

Era muy frustrante, el saber que has perdido algo que era muy importante para ti pero ahora no lo recuerdes por más que lo intentes... Saitama estaba sufriendo mucho.

"¿Esta bien sensei?, creo que bebió mucho hoy..."

Saitama no podía responder, simplemente no sabía que más decir... que preguntar, ni que averiguar.

"Bueno... parece estar cansado, le avisaré a la señorita Tatsumaki que no podría ir a su cita de esta noche..."

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"¿Q-que?"

Saitama dijo lo primero que pensó.

"No se preocupe yo me encargaré de todo, usted siga... en lo suyo"

Genos desapareció...

Y una nueva pregunta nació en Saitama.

El nombre "Genos" si le era muy familiar, pero... cuando escucho "Tatsumaki" le dio un colapso mental... cientos de miles de memorias, de recuerdos, de experiencias llegaban a su mente. Apareciendo como grandes nubes que reflejaban distintos momentos de su vida.

Todos eran muy confusos, no los distinguía bien, sabía perfectamente que al despertar, probablemente olvidé todo...

Pero no perdía nada intentando descubrir quien es o quien era en su vida anterior.

Empezó a caminar alrededor de esas nubes, viendo distintos momentos, algunos raros y divertidos, otros que preferiría olvidar, pero también algunos que eran únicos y especiales.

Siendo estos recuerdos lo que lo representa, lo que define quien es... al menos eso pensaba Saitama.

En el recuerdo, se veía a el mismo en una boda... vistiendo un elegante traje de color negro típico de las bodas, a un costado suyo estaba su padrino siendo el mismo cyborg con el que hablo hace rato. Escuchaba muchos murmullos del publico invitado hasta que todos guardaron silencio porque la novia parecía haber llegado.

Las luces la iluminaron, dejándo que su vestido junto a su hermosa figura sea apreciado en todo su esplendor. La música animada que había antes fue remplazada por una más lenta y suave... que era relajante de oír.

Aquella mujer comenzó a caminar hacia su futuro esposo con una sonrisa que nada ni nadie le podría borrar de la cara.

Saitama sabía que conocía a esa chica peliverde... pero se sentía tan desconcertado ante la escena... y a la vez algo culpable. Aunque claro, al ser un sueño la escena era algo apresurada y anticlimatica, sin mucho contexto y las cosas parecían ocurrir porque si.

Tatsumaki llegó al altar, el cura era un hombre de aspecto... ¿moreno?, y con una cicatriz en el ojo. No lo recordaba muy bien pero a este punto todo se le hacía familiar así que supuso que lo conocía.

El cura comenzó a hablar lo que se dice en las bodas y eso... mientras Saitama estaba sumergido en sus propios pensamientos dentro de su cabeza.

Tenía muchas dudas, quería simplemente entrar a ese recuerdo, encarar a su yo de esa vida y preguntarle: "¿que mierda esta pasando?".

El... se veía realmente feliz viviendo ese momento, sonreia como jamás había sonreído.

Ni en su cumpleaños estuvo tan feliz.

Necesitaba sentir esa sensación, sentir esa felicidad... volver hacia atrás.

Volver a esa vida...

Recuperar lo que perdió...

O lo que de alguna manera se le quito...

El cura finalmente llegó a las palabras decisivas.

Ambos aceptaron apenas fue su turno, y no se esperaron ni un momento para unir sus labios y sus corazones en un tierno beso que significaría el comienzo de algo hermoso.

Una relación hermosa...

Saitama vio el beso, e inmediatamente se sintió muy bien... su corazón latía fuertemente de la emoción. Su pecho... lo sentía cálido, tocó sus labios, los sentía húmedos y tibios. Era como si de alguna forma hubiera vivido el beso.

Esto solo llevo a más y más recuerdos que vinieron frenéticamente y sin parar a el.

Abrazos y caricias, peleas y discusiones, reconciliaciones y noches amorosas, que esto y lo otro, era mucho para Saitama. La información le cayó como un balde de agua extremadamente helada. Seguía sin procesar la mitad de las cosas que veía. Pero la sonrisa en su rostro jamás desapareció.

Hasta que... recordó a alguien igual de especial para el...

Tohru...

¿Estaría dispuesto a dejarla con tal de recuperar esa vida que tenía antes?.

No... no podía, al menos ya no.

Antes tal vez si... lo hubiera hecho, pero ahora... eso no era imposible, pero si egoísta y estaba seguro que jamás se lo perdonaría y la culpa lo mataría por dentro.

Sin saberlo, las lágrimas se hicieron presentes... seguido de unos pequeños sollozos que se hacían más fuertes conforme pasaba el tiempo.

De verdad... amaba la vida que tenía ahora.

Pero también, amaba su anterior vida... cuando era un héroe por diversión que de repente consiguió amigos y una pareja que lo ayudó a recuperar sus emociones perdidas, dándole una nueva razón para vivir y seguir disfrutando la vida.

Pero... su hogar, el que tanto le costó construir, el que tiene ahora, no quería verlo derrumbado así como así.

"¿De que sirve todo esto?"

"¿Por que estoy aquí...?"

"¿A dónde pertenezco?"

...

...

...

"¿Quién... soy?"

Fuera del sueño...

Saitama estaba despertando lentamente ya que Tohru lo estaba moviendo.

Tohru: Saitama-san... despierta.

Saitama: ¿Qué pasa? (Pregunto aún con sueño).

Tohru: Es que... te vi llorando y... pensé que estabas teniendo una pesadilla, dime, ¿esta todo bien?.

"¿Esta todo bien?"

"¿Esta todo bien?"

"¿Esta todo bien?"

Tohru era tan inocente, y bondadosa con el, que Saitama no podía... no quería lastimarla.

Saitama: Si... todo está bien, solo fue una pesadilla que ya no recuerdo.

Tohru: Oh... ya veo... de verdad me preocupaste, perdón por despertarte por una tontería...

Saitama: No tienes porque disculparte... me hace muy feliz que te preocupes por mi tanto como yo lo hago...

Tohru se acercó hacia Saitama y le dio un rápido y dulce beso en los labios.

Tohru: Mi deber como sirvienta y tu novia, es amarte, cuidarte y servirte, y lo haré hasta el fin de los tiempos... porque te amo mucho... Saitama-san...

Saitama tenía muchas ganas de romper en llanto por la culpa que sentía en ese momento.

Saitama: También te amo... Tohru.

Dijo sin importar que sus palabras no fueran tan honestas.

Saitama se volteó de lado, y Tohru lo abrazo por detrás, rodeando sus manos en su pecho y juntando sus piernas con las de el.

Tohru: Buenas noches Saitama-san, mañana tenemos que llevar a Kanna a su primer día de escuela, y no quiero llegar tarde.

Saitama: Esta bien...

La dragona se quedó rápidamente dormida al sentirse protegida y acompañada por el calvo.

En cambio, Saitama estaba llorando en silencio, y aferrándose a las sábanas.

Esa vida que vio en su sueño... se veía tan buena, se veía tan acogedora, tan perfecta... tan encantadora... y aunque no fuera así, esa mujer peliverde junto a todas las demás experiencias que recordó lo habían cautivado.

Saitama quería tener esa vida otra vez... queria volver a tener esa felicidad...  queria volver a ver Tatsumaki y a su sonrisa tan hermosa... que le transmitia calma y tranquilidad.

Pero ahora tenía una nueva vida, con nuevos amigos, un nuevo hogar, y con una nueva familia... lo único que podría hacer es aceptar lo que tiene...

Después de todo, no es como si el pudiera hacer algo para volver a ese "tiempo" que vio.

Pero de no ser así, de poder hacer algo para volver aunque sea un minuto, definitivamente lo haría.

Aun si eso significaría dejar todo, todo atrás.

Aun si... eso significará... dejar a Tohru atrás...

Saitama: Buenas noches, Tohru...