《29》

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Narra Alice:

Desde que Umbridge puso un pie en este castillo, todo empeoró. La convivencia se volvió bastante tensa, el temor recorría los pasillos, por los castigos que se colocaban.

Ya perdí la cuenta, de tantos decretos que dictó en el castillo, a tal punto que las paredes estaban repletas de ellos.

Debido a la autoridad que adquirió en el castillo, tanto los Prefectos y Delegados tuvimos que obedecer sus órdenes, y actuar como guardias. Es tan horroroso presenciar como tortura a estudiantes con el método de la Pluma Negra, notar como los más pequeños lloraban por el dolor y ella ni se inmutaba.
Se me revolvía el estómago, al escuchar la tranquilidad y satisfacción de su voz, cuando influía de manera psicológica en los estudiantes, para que reconocieran su error y aceptaran el castigo.

Para el colmo, el uso de la magia está prohibido, por lo que ante cualquier ataque estaríamos indefensos. Sobre todo, lo más pequeños.

Cansada de haber presenciado el castigo de unos niños, me dirigí al patio para despejar mi mente, un poco al menos.
En ello, veo a los gemelos tratando de seguir vendiendo su mercancía en secreto. Debido a que, se prohibió su utilización, aunque no estaba permitido desde un principio.

- Weasley's están infringiendo el Decreto Educacional 24 -Estos se dieron la vuelta asustados, y dieron un gran suspiro de alivio al verme.- Debieron ver sus rostros -Reí y tomé asiento en uno de los bancos.

- ¿Cansada? -Dijo Fred, tomando asiento  a mi lado, dejando la venta a cargo de George.

- Bastante -Suspire.- Me estoy arrepintiendo de ser Prefecta y Delegada

- Debe ser bastante difícil -Tomó mi mano y la acarició.- Sabes, tengo algo que podrá mejorar tu ánimo -Se acercó a George, y buscó en uno de los cajones con productos. - Ten, Princesa -Me entregó una rana de chocolate.

- Gracias, cariño -Le di un casto beso en su mejilla.

Poco a poco me iba acostumbrando a demostrar cariño en público, aunque ahora no podía hacerlo seguido puesto que también está prohibido.

- Y ¿Beth? -Pregunté.

Era bastante extraño que no estuviera con los gemelos, ya que, las clases habían acabado por el día de hoy.

- Fue al invernadero, en busca de ingredientes

- ¿Aún sigue con ello? -Él asintió.- Tiene bastante agallas -Sonreí.-

Beth cansada de ver a tantos estudiantes sufrir por las heridas del castigo, comenzó a hurtar ingredientes de Pociones y algunos del invernadero para preparar pequeñas dosis del bálsamo Asclepias Tuberosa. Las cuales administra a los más pequeños del castillo, puesto que aún no poseen el conocimiento necesario para hacerla o para emplear el encantamiento que alivia el dolor de las heridas.

- Es bastante admirable -Agregó y asentí al respecto.

Mentiría si dijera que no me hacía sentir un poco mal el hecho de que Beth hiciera eso, y yo siendo la encargada de guiar y cuidar al alumnado, nunca se me ha ocurrido o nacido la intención de hacerlo.

Seria una excusa bastante descarada el decir que es por la Casa a la que cada una pertenece, ya que es bastante obvio que eso no nos define completamente como persona.

Hubo un pequeño silencio incómodo de mi parte, no supe que más decir. Y Fred  se percató de ello, y se limitó a acariciar mi cabello.

- Tranquila, lo estás haciendo bien -Su tono de voz,  que expresaba cariño y consuelo, alivió un poco mi pesar.- No te compares con los demás, cada uno hace lo que puede... y tu lo estas haciendo genial -Lo miré.- Yo no podría  estar en tu lugar, no sería tan fuerte -Acaricio mi mejilla.

- Gracias Weasley -Sonreí.- Me hiciste sentir mejor -Repose mi cabeza en su hombro por un momento, pude sentir como sonrió e hizo lo mismo.

- Otra vez infringiendo un Decreto Educacional -Umbridge a pasos acelerados y muy molesta, se acercó a nosotros.- Nuevamente son citados a mi oficina, en este momento

El pequeño grupo de alumnos que se encontraban alrededor de George, se dispersaron rápidamente, tratando de salvar su pellejo.

- No crean que no los he visto comprar mercancía prohibida -Miró de manera severa a aquellos jóvenes.- Señor Filch, adelante

Filch le arrebató de las manos el maletín a George, confiscando tanto la ganancia como los pocos productos que aún estaban disponibles.

- Señorita Lougthy -Se aproximó a mi,  dispuesta a regañarme.- Es una...

De esa manera, la visión culminó, dejándome un poco aturdida, pero pude reponerme rápidamente. Últimamente las visiones aumentaron, pero ya no eran tan agobiantes, por lo que pude acostumbrarme. Aunque, aún me hace falta poder dominarlas, el poder elegir cuando tener una visión y cuando no; por lo que, aún debo estudiar más respecto a ello.

- George -Quise advertirle, pero el tumulto de estudiantes no le dejaba oír mi llamado.- ¡George! -Intenté nuevamente, y tuve éxito.- Guarda todo de inmediato, Umbridge se acerca  -Al principio me miró confundido, pero luego comprendió de que se trataba.

De manera inmediata cerró todos los pequeños compartimientos de aquel maletín, para cerrarlo finalmente. A todo esto, los estudiantes se comenzaron a dispersar entre quejas, porque algunos no lograron comprar ningún producto.

Por ello, recibi varias miradas molestas de ellos, y no los culpo. De seguro pensaron que soy molesta y pedante, por arruinarles el momento, cuando en realidad les salve el pellejo.

No tardó mucho tiempo en aparecer Umbridge, quien traía como séquito a Filch. Ambos dieron una mirada panorámica a todo el patio, en busca de alguien o algo que rompa las reglas, al ver todo en su normalidad siguieron su recorrido.

- Gracias Cuñadita -Sonrió George mientras volvía a abrir aquel maletín, para seguir con sus ventas.

- ¿Otra visión? -Intervino Fred, llamando mi atención.

- Exacto

- Ni me percaté cuando la tuviste, al parecer ya estas dominando la situación -Dijo alegre.

- Al parecer... espero que así sea -Suspire.

- Tranquila, poco a poco te iras superando... a tal punto que lo dominarás por completo -Sonreí, por su intención de alentarme.

Desde que decidí contarles y explicarles toda la situación respecto a mi "Habilidad" a mis tres amigos, sentí un peso menos sobre mi; como también, se volvieron un sostén para aquellos momentos.
Puesto que, ya estaban advertidos sobre como actuaba cuando tenía una visión, y aprendieron a sobrellevar la situación, y además, ayudarme a guardar ese hecho como un secreto.

El motivo, era bastante claro. Muy pocos Magos poseen este tipo de "Don", por lo que, suele ser muy envidiado y codiciado.
Y en momentos tan tensos, como el que estamos atravesando, era de suma importancia resguardar aquel secreto, por mi bienestar sobretodo.

Aún recuerdo el momento en que les conté sobre mi habilidad a los Gemelos, si bien Fred estaba un poco al tanto sobre ello, por lo sucedido en la final del torneo. George al principio no se lo creía...

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Comienzo de Flashback
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Luego de haberlo pensando bastante tiempo, decidí que era momento de develar a los Gemelos sobre mí habilidad. Ya no podia seguir evitando el tema, más a ellos, que son mis amigos más cercanos.

Los había citado en la Torre de Astronomía, un lugar bastante apartado y privado. El lugar más correcto, para la situación.

Junto a Beth, llegamos antes que ellos. Mientras esperábamos su llegada, comencé a repasar lo que diría, porque, por supuesto que prepare un pergamino con mi discurso; Más vale prevenir que lamentar.

Además, haría más sencilla la comprensión, puesto que traté de que fuera entendible la situación. Lo que me preocupa, es que me soliciten pruebas de ello o una demostración de la habilidad; Ya que, aún no la domino.

Mientras leia aquel texto, por milésima vez, aquel dúo ingreso al lugar.

- ¿Por qué tanta formalidad? -Habló George.- ¿Era tan necesario enviar una lechuza? -Sacó de su bolsillo una pequeña nota.

Confundida dirigí mi mirada a Beth, puesto que, fue la encargada de citarlos.

- Era para agregarle más misterio a la situación -Sonrió.- A mi defensa, dijiste que fuera lo más discreto y seguro posible

- Me asombra tu percepción de discreción -Suspire.- Pero lo importante, es que vinieron, tomen asiento -Les indiqué.

Una vez que tomaron asiento, saque mi varita. Podría parecer exagerado lo que haría, pero temía bastante en las consecuencias de ser descubierta.

- Muffliato -Utilice el encantamiento de protección, para evitar ser escuchados.

- De acuerdo... por tus medidas creo que esto es algo serio -Comentó George.- Al ver el rostro de mi gemelo solo me estoy confirmando la suposición

Guarde mi varita, para finalmente ubicarme frente a ellos y comenzar el encuentro.

- Estoy consciente de que lo diga, podrá sonar como una broma o algo poco creíble -Suspire.- Pero quiero que sepan, que nunca haría una broma sobre ello

La sonrisa que adornaba el rostro de George, se desvaneció de a poco. Beth sólo se limitó a guardar silencio y mirarme con preocupación, a pesar de que ya sabía toda la verdad.
Y Fred, desde que llegó a la Torre mostraba un semblante serio, poco común en él. Como también el hecho, de que no mencionó palabra alguna, hasta el momento.

- Desde pequeña comencé a tener este tipo de episodios, al principio mis Padres no comprendían lo que sucedia, puesto que, nadie en la Familia tuvo algo similar -Comencé a explicar, mientras caminaba en círculos frente a ellos.- A tal punto, que me llevaron con una Bruja anciana, la cual era muy sabia y ella supo al instante lo que me sucedia -Los miré.

- No estoy comprendiendo -George se veía bastante confundido.

- Sucede que soy Vidente -Mencioné finalmente.- Es decir, que soy capaz de ver y prevenir acontecimientos futuros

George expresaba asombro, Beth compasión y Fred me veía seriamente.

- Aunque no es tan genial como suena, al menos cuando no se tiene un buen control sobre él -Suspire.- Puesto que pueden ocurrir en cualquier momento, y son vivencias en primera persona, y siempre son sobre acontecimientos negativos -Suspire.

- ¿Sueles sentir lo que sucede? -Preguntó George.

- Para mi mala suerte... si -El solo recordar algunas visiones, afectaron mi ánimo.- Aunque, poco a poco me voy acostumbrando a ellas cada vez más -Quise sonreír levemente, pero solo salió una mueca.- Y eso es gracias a la Profesora Trelawney

En ese momento pude ver como todo cobraba sentido para ellos, la razón de porque alguien tan fiel a los libros como una Ravenclaw optaría por aprender Adivinación. 
Al haber finalizado todo lo que debía decir al respecto, opté por saber que opinaban o sentían al respecto.

- ¿Tienen algo que decir al respecto?

- Me parece algo asombroso -Miré a George.- Lo cual es mucho, teniendo en cuenta que vivimos rodeados de magia -Dijo riendo.

Me sentí un poco aliviada por su reacción, puesto que no dudó de mis palabras, sino que al contrario. Beth sólo me levantaba el pulgar, en signo de aprobación y apoyo.
El que me causaba incertidumbre era Fred, quien a pesar de que estaba un poco al tanto de la situación, por ende no sería una sorpresa lo que acababa de decir, se mantenía inmutable.

- ¿Fred? -Lo miré y me aproxime a él.

- Alice ¿Podemos hablar un momento? -Finalmente rompió su silencio.

George y Beth, entendieron el contexto y rápidamente se acercaron a las escaleras.

- Los esperamos abajo -Dijo Beth, antes de desaparecer por completo de mi vista.

- ¿Sobre qué querías.... -Me vi interrumpida por el repentino abrazo de Fred.- ¿Q-qué sucede? -Dije sorprendida.

- M-me duele saber que pasaste por esas vivencias tan desesperantes y dolorosas -Noté que su voz estaba temblorosa.

Dada la clara diferencia de estatura entre los dos, estaba prácticamente pegada a su pecho debido su abrazo. Me sujetaba con bastante fuerza, aunque dicha presión no me ejercía daño alguno.

- Y-y lo peor es que pasaras por todo ello s-sola -Pude apartarme un poco, para verle a la cara.

Grande fue mi asombro, al ver como las lágrimas caían sin cesar de sus mejillas. Lo que menos esperaba, es que Fred reaccionara de tal forma por la revelación de mi don.

- Fred... -Eleve mis manos para secar aquellas lágrimas.- No llores, estoy bien -Un pequeño puchero se formó en sus labios, mientras bajo su mirada hacia mí.- No negaré que fue un poco difícil, pero ya lo estoy superando y estoy mucho mejor -Sonreí leve.- Aún me falta aprender un poco más, pero se que lograré dominarla por completo y para ello necesito de su ayuda -Sequé una solitaria lágrima que caía.- Así que, no estés así ¿Si? Sino lloraré yo también  -Hice un puchero, provocando un tenue  sonrisa en Fred.

- Esta bien... tendré que ser más fuerte para ayudar a mi novia -Dijo volviendo a ser el característico Fred Weasley.

- ¿Vamos? -Dije al apartarme, y extenderle mi mano.

- Vamos -Tomó mi mano y juntos bajamos las escaleras.

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Fin del Flashback
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Perdí la noción del tiempo, mientras recordaba aquel momento; y Fred se percató de ello.

- ¿Qué sucede? ¿Fue otra visión? -Mencionó con preocupación.

- No es eso -Me miró confundido.- Solo estaba recordando algo -Sonreí.

- ¿Fue algo bueno? -Dijo mostrando curiosidad.

- Muy bueno, a decir verdad -Sonreí.-

- ¿Puedo saber que era?

- No -Reí.

- ¿Por qué?

- Porque no -Dije burlesca, mientras me levantaba de aquel banco y comenzaba a alejarme, mientras le daba la espalda a Fred.

- No quieras escabullirte -Dijo con picardia, mientras me abrazaba por detrás.

- No lo estoy haciendo -Comenzamos a caminar abrazados de tal manera.

- ¡Hey! Pareja de tortolitos no me abandonen -Escuchamos a nuestras espaldas.

Al voltear, vimos como George corría hasta nosotros con el maletín en manos. La venta, había finalizado.

Continuará...

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He vuelto, luego de estar bastante tiempo inactiva. Sepan disculparme, se dieron muchos acontecimientos que provocaron que no pudiera actualizar.
Me atrase bastante con la historia, pero haré un gran esfuerzo en ponerme al día con los capítulos.

Sin más que decir, espero que este capítulo haya sido de su agrado. Y les agradecería bastante si dejaran una estrellita, y en lo posible que comentaran en los capítulos.
Incentiva bastante obtener esas interacciones.

Atte. Huma

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