🦋Capítulo 11-Fuego🦋

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Cuando terminaron la conversación quedaron únicamente Jimin y Jungkook en la sala. Este último tenía los ojos llorosos, se notaba que el llanto estaba apunto de desbordarse. Jimin al notarlo se paró frente a él buscando qué era lo que pasaba por su mente.

—¿Qué sucede? Creo que todo salió bien, ellos dijeron que no van a molestar... —dijo con voz dulce.

—No les creo. —Apretó la quijada.

—¿No? Grabé todo y estoy dispuesto a poner una denuncia para protegerte de cualquier intento de...

—Jimin, tampoco te creo a ti.

—¿A mí? ¿Crees que monté todo esto o algo por el estilo para darte calma? —Jungkook negó con la cabeza. Después suspiró con cansancio.

—Mientes.

—¿Por qué dices eso? Si no me dices no voy a saber qué responderte.

—Hace nueve años, cuando estaba embarazado te marqué en distintas ocasiones y después de escuchar tu voz finalizaba la llamada. —Jungkook suspiró—. La última vez que te marqué fue el primero de marzo del año 2023 y entablamos una conversación... ¿Lo olvidaste?

Jimin levantó la vista tratando de recordar.

"—¿Quién eres? Siempre llamas y quiero saber qué mierda quieres. ¡Habla cobarde! —La voz de Jimin, a pesar de sonar irritada invadió de calma a Jungkook.

—Soy yo —dijo del otro lado de la bocina en un hilo de voz.

—¿Jungkook? ¿Eres Jeon Jungkook? —preguntó asombrado.

—Ajá.

El corazón de Jimin saltó de felicidad y en ese momento se dio cuenta de que amaba a Jungkook, de que no lo había dejado de amar.

—Te estuve buscando, fui a tu casa. ¿Te mudaste? ¿Dónde vives ahora?

—Jimin —dijo Jungkook y se hizo un silencio entre las dos líneas—. ¿Cómo estás?

—Bien, de lujo, de maravilla. ¿Y tú?

Jimin estaba en la sala de su casa, había invitado a Kim Taehyung a pasar la noche para divertirse y para tratar de olvidar a su ex novio. Pero al recibir una llamada de su parte su corazón se aceleró.

—¿Tienes condones? Porque yo no tengo y no quiero que me culpes por contraer alguna enfermedad —dijo Kim Taehyung. Jimin hizo una mueca para que no lo interrumpiera ya que quería hablar con Jungkook.

—Supongo que sí estás de maravilla —dijo Jungkook con la cólera a punto de explotar de su cuerpo—. Disfruta tu noche con Taehyung.

Al decir eso finalizó la llamada.

Jimin sintió que el estómago se le revolvió y con el teléfono en mano se sentó en el sofá mirando a la nada. Taehyung comenzó a darle un masaje en la espalda con suavidad, mientras que Jimin seguía inmerso en sus pensamientos, recordando la risa de Jungkook. Recordando cada momento a su lado. ¿Por qué había llamado? ¿También lo extrañaba? ¿Y dónde cojones estaba? Porque no podía encontrarlo.

—¿Quién era? —preguntó Taehyung.

—Quiero que te vayas —dijo Jimin en un susurro.

—¿Qué? —Taehyung estaba desconcertado.

—Dije que quiero que te vayas de mi casa.

—Jimin, vamos a pasarla bien. ¿Quieres? Empínate para mí y terminemos lo que comenzamos en el Tesla...

—Resulta que mi corazón le pertenece a otra persona. —Jimin se puso de pie—. No tengo ganas de tener sexo.

Taehyung se ofendió y chasqueó la lengua, después sin decir nada y con mirada oscura salió de la casa azotando la puerta principal.

Jimin volvió a marcarle al número de Jungkook pero lo mandaba directo a buzón y así estuvo durante casi un mes entero pero nunca obtuvo una respuesta."

—¡Oh! —Jimin amplió los ojos—. Lo recuerdo.

—Le dijiste a todos hace rato que no te has acostado con nadie desde que perdiste contacto conmigo y en esa llamada estabas con Taehyung, yo escuché. ¿Por qué mientes?

—Es que no miento. —Jimin suspiró.

—Ese día fue el nacimiento de los gemelos y te llamé porque quise que formaras parte de su vida, porque... —Jungkook comenzó a llorar y su nariz se puso colorada—. Porque imaginaba que estabas en la habitación del hospital sosteniéndolos con tus brazos, pero no eras tú. Quién estuvo a mi lado fue Min Yoongi.

—Hey... —Jimin se puso de puntillas para intentar limpiar las lágrimas de Jungkook, pero este giró el rostro para que no lo tocara.

—Ese día decidí que no te buscaría más. Ese día decidí que podía yo solo y que daría lo mejor de mí por los niños. Mientras yo me recuperaba del parto tú follabas con Kim Taehyung, el hombre que me humilló varias veces debido a mi estatus social.

»Una vez más, mientras me llevaba la mierda tu...

—Jungkook. —Jimin sonaba más serio de lo normal—. En esas dos ocasiones no hice nada. Ya te expliqué lo de Hoseok, aquel día me quedé dormido y no hice nada con él. En cuanto a Taehyung sí iba a hacerlo pero cuando recibí tu llamada mi corazón saltó invadido de alegría.

»En ese momento comprendí que no te había olvidado y le dije a Taehyung que se fuera de mi casa cuando finalizaste la llamada. Intenté marcarte pero me mandabas a buzón... Yo no sabía que eras un doncel, tampoco que estabas embarazado y mucho menos que ese día habías dado a luz. —Los ojos de Jimin estaban invadidos de lágrimas—. De haberlo sabido hubiera ido a buscarte a cada hospital en Seúl, privados y públicos, yo... Te habría buscado con más esmero.

—Tampoco puedes culparme por no decirte la verdad.

—Y no lo hago, no te culpo. —Jimin estiró la mano para intentar limpiar las lágrimas de Jungkook una vez más y en esa ocasión Jungkook lo permitió—. Fui un tonto, debí tomarte con fuerza aquel día en mi oficina cuando terminaste conmigo, debí romper la hoja de tu renuncia pero no lo hice porque estaba cansado del viaje, aturdido porque me sentía culpable por no contarte lo de Namjoon y cuando quise buscarte al día siguiente en tu casa ya no estabas. Te habías mudado.

»No sabes cuánto me arrepiento de no haber estado para ti en tus días más difíciles.

—¿Entonces no mientes? —En la pregunta de Jungkook había esperanza y un montón de sentimientos encontrados.

—Te juro que no y voy a demostrarte lo mucho que te quiero, lo mucho que quiero a los niños y que quiero ser el mejor hombre para ustedes.

—¿Por qué te ibas a acostar con Taehyung? —Jungkook sonrió negando con la cabeza limpiándose las lágrimas con brusquedad.

—Por pendejo —contestó.

—Yo te dije antes que no me importaba con cuantos hombres estuvieras siempre y cuando no me engañaras, me parecía romántico pensar que yo sería el último y que tú mi primero.

—Y es romántico Jungkook. —Jimin abrazó a Jungkook rodeando su cintura y pegandole su rostro en el pecho—. Yo no he estado con nadie más después de ti, te lo juro, te lo juro, te lo juro.

—Si vuelves a decir te lo juro voy a pellizcarte.

—Amor, te lo juro. —Jungkook sonrió.

—Quisiera decir lo mismo...

—¿Tuviste novios? Pensé que te habías mantenido soltero por los niños...

—Me refiero al sujeto aquel. —Suspiró—. De no ser por él yo habría mantenido intacta mi promesa de que serías el primero y el último.

—Shh... —Jimin se despegó de Jungkook alzando la vista para besar sus labios con ternura—. Ese imbécil no cuenta, tu promesa sigue intacta. No vuelvas a decir eso.

—Ay Jimin... —Jungkook lo apretó contra su cuerpo con fuerza—. Mi estómago se revuelve como el de un adolescente enamorado cuando estoy contigo.

—El mío también, pareciera que me tragué veinte mariposas.

—Me vale mierda —dijo Jimin.

—¿Qué? ¿Mis veinte mariposas?

—No. —Jungkook se carcajeó—. Me vale mierda que tengamos poco tiempo de habernos reencontrado.

—¿Por qué dices eso derrepente? No te entiendo.

—Porque Te amo Jimin. Por eso me vale mierda, porque aunque nos encontramos hace poco yo... Yo te amo con locura.

—Eso es recíproco mi amor, yo también te amo con locura.

Ambos estaban abrazados cuando de pronto el teléfono de Jimin comenzó a timbrar, era el señor Lee Hyuk. Contestó de inmediato, su voz temblaba con la urgencia del mensaje que recibía.

—¿Señor Lee? ¿Llegaron bien a casa?

—La casa se está incendiando, señor Park.

—¡¿Qué?! ¡¿Y los niños?! —La pregunta salió de su boca como un grito, su corazón latía con la velocidad de un martillo.

Jimin tomó a Jungkook de la mano arrastrándolo a la salida del salón para subirse al automóvil. Los pasos de ambos eran rápidos y decididos, cada uno sabiendo que no podían perder un segundo más. El fuego crecía con voracidad, devorando todo a su paso, y la emoción de Jimin era tan intensa que casi no podía pensar con claridad.

—¡Vamos, Jungkook! Tenemos que irnos ahora mismo.

Jungkook asintió sin comprender lo que estaba sucediendo pero sabía que era algo grave.

—Ellos están bien pero... —dijo el señor Lee del otro lado de la línea.

—¿Pero?

—Creo que fue un intento de asesinato, advertencia o algo parecido.

—¿Dónde estás?

—Afuera de la mansión Jeon, los niños están llorando porque todo se incendió señor, ya llegaron los bomberos pero el fuego es tan alto que no pudieron salvar nada.

—Voy para allá. Mantén a los niños a salvo.

—Sí, señor.

Cuando Jimin le contó a Jungkook lo que estaba pasando, este comenzó a temblar y le marcó de inmediato a Yoongi, pero no le contestó el teléfono porque estaba abrazando a los niños adentro del auto blindado mientras veía el fuego consumir lo que había sido su hogar. La emoción era tan intensa que sus manos temblaban al sostener a los pequeños, buscando consuelo en su presencia.

Al llegar la escena, era catastrófica. Estaba todo cubierto en llamas, y el humo negro se elevaba hacia el cielo. Habían reporteros por todas partes, grabando y tomando fotos, pero ninguno parecía captar la tragedia personal que se desplegaba ante sus ojos. Jungkook bajó del automóvil de Jimin y cayó de rodillas frente a la que fue la herencia de su padre. Miraba al fuego consumir lo que quedaba de la casa.

Jimin lo abrazó por la espalda, ofreciéndole consuelo en un momento de desesperación. Después le ayudó a ponerse de pie, y aturdido, caminó hacia el automóvil del señor Lee. Los niños seguían llorando, su dolor era palpable, pero se calmaron cuando vieron a sus padres, quienes les ofrecieron un refugio en sus brazos.

Jungkook cargó a Chunmae en sus brazos, su pequeño cuerpo tembloroso y sus ojitos llenos de lágrimas. Jimin tomó a Chunhee, y juntos, los cuatro se quedaron parados viendo como el fuego consumía años de construcción y sacrificio. Yoongi se bajó del vehículo, su rostro reflejaba el estrés y la preocupación que lo consumían. Se hizo el cabello para atrás, un gesto mecánico que intentaba ordenar el caos que reinaba en su mente.

Jungkook lo abrazó de lado, una muestra de apoyo y comprensión mutua porque el hogar de ambos era lo que se acababa de ir a la basura.

Weeeeeey la casaaaaaaaaaaa🏠

Esto fue a lo muy marimar la verdad, cuando le quemaron el jacal.😭

Pero lo bueno es que no hubo heridos🤧

¿Ya medio sospechas de quién está detrás del incendio?

Aprovecho para invitarlas al grupo de WhatsApp para quienes siguen de cerca esta historia. Les estaré mandando ahí el link cuando haya actualizado para que no se lo pierdan. ¿Y por qué no? Platicar, conocernos y chismear acerca del regreso de Jin.🥰

Ese es el Qr del grupo:

Y este es el link: https://chat.whatsapp.com/DLMKFQHhxRw6vO9QnxC8qY

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