𝟬𝟬𝟯.⠀⠀𝗺𝗮𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗲𝗻𝘁 𝗮𝘀 𝗮𝗹𝘄𝗮𝘆𝘀

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THE LANGUAGE OF FLOWERS ❞
▰▰▰ magnifica como siempre

—Apretalo un poco mas —pedi a la vez que me apoyaba del tocador, sosteniendome con fuerza en el preciso momento en el que Helena ajusto mi corset al punto que sentia que el aire se escapaba de mis pulmones— ¡Es suficiente!

—Lo lamento —se disculpo y se alejo unos pasos para tomar mi vestido mientras yo trataba de adaptarme a mi nueva figura— si le sirve de consuelo, el corset marca sus curvas de forma exquisita

—Entonces lo vale —admiti— lo detesto pero realmente me hace lucir maravillosa ¿verdad?

—Sin duda—me indico que elevara mis brazos para colocarme el vestido— ¿Y que tal su paseo del otro dia? No crea que no note que se llevo su libro

—¿Como es que siempre te enteras de todo?

—La conozco desde que es una niña, es muy dificil que logre engañarme —rio levemente y aliso la parte delantera del vestido con ambas manos-—

— Estas en lo cierto, aunque lamentablemente no pude terminar de leer la historia pues digamos que tuve ciertos inconvenientes — la vi observarme expectante por el espejo por lo que agregue— nada relevante, no te preocupes

—Mejor asi— asintio satisfecha— ¿Esmeraldas o Rubíes? —elevo ambos collares para que pudiera verlos—

—Rubíes, porfavor

Helena movio su cabello, que se encontraba semisuelto cubriendo su espalda, y lo poso sobre su hombro para poder colocarle la joyeria.

—Creo que esta lista princesa —menciono la criada, haciendose un lado para que ella pudiera verse en el gran espejo del tocador— se ve radiante

—Lo hace, eso es claro — victoria hizo presencia desde la puerta de la habitacion, sonriendole maternalmente mientras escondia algo tras de ella— sin embargo, aun falta algo

Una pequeña tiara se encontraba en sus manos y no dudo en acercarse con ella, y colocarse tras su hija con intenciones de entregarsela.

Emma sonrio dulcemente cuando su madre removio el tocado de rubíes que ella habia escogido para combinar con su joyeria, y en su lugar poso delicadamente la tiara en su cabeza, haciendola lucir como una verdadera reina.

—Es fantastica, gracias —agradecio tomando la mano de su madre que se posaba en su hombro—

—Ya tenemos que irnos o se nos hara tarde —aviso y se separo, dejando que Helena diera los ultimos retoques de colorete en sus mejillas y alisara su vestido por ultima vez— te esperamos abajo cariño

—¿Crees que todo saldra bien? —pregunto nerviosa una vez su madre desaparecio de la habitacion—

—No lo creo, lo se —intento reconfortarla— te ves realmente hermosa Emma

—Todo es obra tuya —le sonrio con agradecimiento y se observo una ultima vez antes de suspirar y dirigirse a la puerta— deseame suerte

—Lo hare

Y con una ultima sonrisa, finalmente comenzo a bajar las escaleras con su familia como espectadores de su gracia y belleza.

Sus hermanos la observaron con grandes sonrisas y hasta hicieron una pequeña reverencia ante ella, provocando sus risas.

Su madre nego divertida, sin poder ocultar la sonrisa que se poso en sus labios.

Cuando estaba por llegar a los ultimos escalones, Henry se aproximo a ella y le ofrecio su brazo para acompañarla.

—Estas preciosa Emma —hablo y ella le sonrio brevemente en agradecimiento—

—No le subas tanto el ego —bromeo el otro hermano y la rubia lo miro alzando una ceja de forma graciosa— No te ves...tan mal

Y sonrio satisfecha, sabiendo que eso era lo maximo que conseguiria de su parte.

—Se que me adoras jackie

—Si creer eso te hace feliz — menciono, rodando los ojos ante el apodo —

Pero el pacifico ambiente no duro mucho pues fue reemplazado por uno caotico cuando los mas pequeños de la familia llegaron rapidamente como dos remolinos y se persiguieron entre risas, correteandose a traves de los mayores contagiando su alegria.

—Creo que ustedes dos ya estan listos —Emma rio agachandose para besar las mejillas de Zach quien se limpio asqueado, mientras Leonor tiraba de su falda queriendo que la tome en brazos—

— Es hora de irnos —indico su madre y se adelanto, tomando ella misma a Leonor quien comenzo a lloriquear extendiendo sus brazitos en direccion de su hermana mayor quien se miro apenada por no poder sostenerla pero sabiendo que su vestido podria arrugarse o quedar lleno de babas si lo hacia, y victoria nunca permitiria eso—

—¡Pido el asiento mas alejado de jackson posible! —menciono Camille y todos rodaron los ojos ante ello—

—Estoy agradecido por eso, creeme —el mellizo le susurro a Henry quien rio levemente antes de salir junto a los demas–

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Cuando bajo del carruaje, mas de un par de ojos curiosos se posaron en ella. Las miradas indiscretas y coquetas que le dirigian los caballeros la hacian sentir levemente incomoda, aunque ya estaba acostumbrada a esos tratos, pues estaba al tanto de lo atractiva que podia resultar por su belleza y encanto.

Tenia una bonita cintura que pocas veces podia lucir pues un vestido demasiado ajustado causaria revuelto en la sociedad, y aunque su busto no era exageradamente grande era homogenico con el resto de su delicado cuerpo.

Su palida piel de un tono casi como el de la porcelana se encontraba pintada con total delicadeza, que a simple vista no gozaba de ningún signo de imperfeccion.

Su cabello cobrizo caia en rizos perfectamente armados sobre su espalda como si se tratara de una cascada de oro que incitaba a acercarse hasta al mas cauteloso de los caballeros.

Su mirada era fascinante. Ojos verdes, delicados como dos esmeraldas y peligrosos como los de una pantera, acompañados por una sombra clara que los hacia ver casi cristalinos, diafamos si eran vistos a distancia

Fisicamente era sublime y tenia mas que ganadas todas las miradas que recibia esa noche.

Comenzaron a caminar para disipar la atencion, dirigiéndose hacia la entrada del gran edificio, detrás de la larga fila de jovencitas de la alta sociedad.

Sin embargo seguia sintiendo una penetrante mirada, escudriñando su figura una y otra vez sin disimulo. Giro levemente su rostro en busca de los curiosos ojos, mas no pudo dar con ningun caballero que la obsevara con tal intesidad que hacia erizar su piel.

—¿Todo bien? —Henry parecio haber notado la expresion perdida de su
hermana por lo que no evito preguntar—

—Eh.. —dudo unos segundos antes de retomar su postura, un tanto decepcionada— si, todo bien

Aunque no muy convencido, Henry asintio y ambos comenzaron a caminar por la sala, hasta llegar a la camara real donde ella y las otras jovencitas debian esperar a ser nombradas.

—Madre no tarda en llegar —anuncio elevando un poco el tono al notar las miradas incomodas de las otras participantes, asegurandoles que se iria pronto— ¿segura que estaras bien?

—Me sentiria mas segura contigo a mi lado —admitio apretando levemente su antebrazo, donde su mano reposaba a la espera— estare bien Henry, no tienes de que preocuparte

—Por favor, lo ultimo que necesito es que te tropieces frente a la reina —se burlo intentando calmar sus nervios que, aunque Emma evito mostrar, el la conocia lo suficiente para saber que estaba tensa—

— ¡Calla shh! No digas esas cosas o me  daras mala suerte —golpeo su brazo, frunciendo el ceño cuando el comenzo a reir— Te comportas como un crio

—Las mujeres aman a los niños —le guiño un ojo a una joven que paso junto a ellos, quien sonrio fuzgazmente antes de desaparecer completamente roja de la verguenza—

—Eso fue inapropiado ¡Esa mujer podria ser tu madre! —el se encogio de hombros sonriendo picaramente— No se que voy a hacer contigo jovencito

El abrio la boca dispuesto a replicar a su favor pero la cerro rapidamente para susurrar una sola cosa:

—Madre se acerca —ambos se miraron y retomaron su postura cuando la vieron llegar— ¿El clima es bastante agradable esta tarde verdad hermana?

—Sin duda querido, los dias soleados son mis favoritos —el asintio y la reina no evito rodar los ojos—

—Esta nublado —reprendio de forma seria y ambos se mantuvieron en silencio por unos segundos, antes de estallar en risas— Vete ya Henry, las puertas estan por abrirse

El asintio aun con una sonrisa y les dedico una breve reverencia burlesca antes de desaparecer entre la multitud, no sin antes desearle suerte a su hermana.

—¿Nerviosa? —Victoria reemplazo a su hijo y entrelazo su brazo con el de Emma—

—Un poco —admitio— las plumas son ridiculas, me hacen lucir como un ave

—Te ves bien cariño —aseguro con una sonrisa— ahora alza la barbilla y evita parecer insegura, la confianza es sumamente atrayente no lo olvides

Y sin darle tiempo de responder, el guardia real menciono las siguientes palabras que no hicieron mas que generarle escalofrios.

—¡La princesa Emma de Monaco! ¡Presentada por su madre la muy respetada Victoria III de Monaco!

Las puertas se abrieron y la cobriza se aferro mas fuerte al brazo de su madre, sientiendo que si no lo hacia se desmayaria frente a las cientas de personas que la miraban espectante y daban exclamores o cuchicheaban cosas casi inaudibles sobre su titulo.

Victoria le dio una fugaz mirada, indicandole que respire hondo y camine como se le habia instruido desde niña.

Hizo lo que su madre indico y comenzo a caminar, ganandose nuevamente toda la atencion.

Sus pasos eran seguros y elegantes, iguales a los que tantas veces habia practicado junto a su institutriz.

Sin frenar el paso y disimuladamente busco con la mirada a sus hermanos, y no fue hasta que descubrio a Henry sonriendole de forma reconfortante o hasta que pudo visualizar a los mellizos peleando como tantas otras veces, que se sintio segura.

Camino los ultimos pasos con determinacion antes de llegar frente a la reina.

La reverencio, manteniendose en la misma posicion por unos cuantos segundos, esperando impaciente alguna reaccion de su parte.

Su pecho subia y bajaba con inquietud, y sin poder evitarlo, sintio nuevamente la penetrante mirada arder sobre si.

La intensidad le calo hasta los huesos y acelero su respiracion mas de lo normal. Se obligo a regularla pero no tuvo mucho tiempo para intentarlo pues en cuestion de segundos, una mano enguantada elevo su menton, permitiendole ver los profundos ojos cafe de su majestad y, tal vez producto de su emocion, un astisbo de sonrisa en sus labios.

—Maginifica como siempre, dulce Emma

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