—— MALIA TATE ——

Elara llegó hasta la oficina del sheriff, no sabía muy bien para que la habían pedido que fuera, pero cualquier cosa era mejor que estar en casa encerrada.

—Vamos, te contamos por el camino.— Dijo Stiles dirigiéndose a su Jeep. Elara le miró confundida mientras Scott la iba explicando lo que ocurría.

—¿Crees que podemos hacerlo? Es decir, Scott teme transformarse y yo no tengo el control sobre mí lado sobrenatural al cien por cien.— Comentó Elara haciendo que los dos chicos la mirasen sorprendidos. —No se el motivo.— Se defendió mientras sentía una pequeña descargar eléctrica que ignoró.

—Pero no necesitamos convertirnos para usar nuestro sentido del olfato. Si es cierto lo que le pasó a esa niña tenemos que hacer algo. No vamos a rendirnos, ni vamos a abandonar a nadie.— Elara puso una mueca de queja, mientras maldecía internamente al hecho de tener remordimientos a la hora de no ayudar a los demás.

Unos minutos después los tres chicos estaban en la parte trasera de la casa, Scott y Stiles fueron los primeros en entrar y a continuación les siguió Elara, la cual miró aquel lugar con confusión, algo la indicaba que lo que estaban haciendo no era bueno.

—Lo único que percibo es un olor animal.— Respondió Scott mientras él y Elara inhalaban profundamente.

—¿Qué tipo de olor animal?— Preguntó Stiles mirando a todas partes, mientras que los dos Alfas miraban hacia el perro que estaba frente a ellos.

—Perro.— Habló Elara con cierta tranquilidad.

—Hola perrito.— Dijo Stiles asustado. —Deshaceros de él. Hacer vuestros ojos brillar o algo. Ser los Alfas.— Pidió Stiles.

—No voy a asustar a un perro con mis habilidades sobrenaturales.— Aseguró Elara mientras se ponía a su altura y le acariciaba. —¿Quién es un buen chico?— El animal se tiró al suelo mientras Elara le acariciaba.

—¿Como has conseguido...?— Scott la miró confundido.

—Cuando éramos pequeños mis padres tenían muchos perros. Además, convivo con Alexander. Es como una mascota.— Los dos chicos rieron mientras rebuscaban por la habitación.

***

Elara se apoyó en el Jeep de Stiles mientras se cruzaba de brazos y miraba a la nada. Sentía lástima por aquel hombre, su familia asesinada por un hombre lobo. Solo pensarlo, hacía que Elara sintiera miedo, miedo hacia lo que ella podía hacer si no recuperaba el control.

—¿No hay casos más recientes para resolver?— Preguntó Scott al pecoso.

—Sí, pero supongo que esté le marcó. Tal vez quiera cerrar este caso antes de que le despidan.— Elara bajó la cabeza.

—Oye Lara, ¿por qué no nos dijiste que estabas teniendo también problemas?— La morena tragó saliva con dificultad.

—Porque yo ya cause un problema.— Ambos la miraron confundidos. —La noche en la que nos volvimos Alfas, cuando perdí el control, ataqué a una chica. Scarlett Beckett, es dos cursos inferior a nosotros. El caso es que la mordí y sobrevivió a la mordida.— Explicó avergonzada.

—¿Has hablado con ella?— Scott la miró con seriedad.

—La he explicado todo y la voy enseñando poco a poco, y a escondidas. No quería que nadie se enterase, al fin y al cabo es mi problema y era yo la que debía de solucionarlo.— Respondió cruzándose de brazos.

—Podemos ayudarte. Nos hemos ayudado siempre y no vamos a dejar de hacerlo ahora, ¿no?— Elara sonrió ante las palabras de Scott. —¿Tu que opinás, Stiles? ¿Nos ayudas?— Los dos adolescentes miraron al pecoso.

—Creo que vamos a acabar muertos.— Scott y Elara rieron al escucharle. —Pero fui yo el que llevo a Scott y a Alex aquella noche al bosque, así que no puedo quedarme a fuera.— Elara y Scott sonrieron al escucharle, mientras la morena respiraba aliviada. Aunque sabía que no tardando, su otro secreto vería la luz. ¿Por cuanto tiempo podría ocultarlo?

***

Elara salió del baño encontrándose en su habitación a Scott y a Stiles, al verles frunció el ceño confundida.

—Entiendo que es importante, ¿pero por qué todos tenéis la manía de entrar en mi habitación como si fuerais acosadores o psicópatas? Comienza a perturbar.— Se defendió ella mientras se cruzaba de brazos.

—Tu lo has dicho, Lara, es importante. Esta noche vamos a ir a buscar un cadáver.— La Alfa frunció el ceño confundida.

—¿Soy la única que cree que esto parece un universo paralelo?— Preguntó incrédula.

—Yo tuve un deja vu pero al revés.— Rió Stiles mientras le lanzaba a Elara una cazadora para que se la pusiera.

Cuando Elara terminó de prepararse, los tres se encaminaron al bosque siguiendo a Scott, el cual llevaba la linterna.

—¿Estáis seguros de esto?— Preguntó Elara mientras se aferraba a su cazadora.

—Sí.— Respondió Scott con decisión.

—Si mi padre tiene razón, significa que hay otro hombre lobo que no conocemos.— Habló Stiles con tranquilidad.

—Lo se.— Scott siguió caminando mientras Elara y Stiles compartían una mirada confusa.

—¿Y si resulta que son trillizos y se transforman en cancerbero?— Elara rió.

—Dudo que eso sea posible, en modo que le salgan tres cabezas.— Stiles la miró asustado. —No me sorprendería, sinceramente, si ahora aparece un zombie o un vampiro o el mismísimo Lucifer.— Aseguró haciendo que Stiles pusiera una mueca dándola la razón.

Los tres siguieron andando cuando se escuchó un pequeño aullido, al escucharle Stiles se asustó y agarró a Scott, haciendo que el teléfono de él cayera del pequeño barranco y terminará dentro de un charco de agua.

—Lo siento. Detesto a los coyotes, suenan como si estuvieran devorando a un pequeño e indefenso animal.— Se excusó mientras Scott y Elara comenzaban a bajar.

—¿Lo de indefenso y pequeño es una auto referencia a ti mismo?— Preguntó Elara sonriendo.

—No te burles de mi, Rogers.— Se quejó Stiles riendo. Mientras le quitaba la linterna a Scott. —Y le hemos encontrado.— Anunció.

—¿Por qué sigue aquí? ¿No es una prueba?— Preguntó Scott confundido.

—Puede que fuera demasiado difícil sacarlo con una grúa.— Habló Stiles, Elara comenzó a caminar alrededor del coche, intentando concentrarse para poder ver el accidente, pero cada vez que lo intentaba era imposible, aquello la parecía raro. Se suponía que ella podía llegar a ver otras muertes si se concentraba, como había hecho con la muerte de su abuelo siguiendo las indicaciones de Kiernan, pero aquella noche no podía hacerlo. Tal vez era el hecho de que estaba cansada y que se sentía dolorida, o era el simple hecho de que sentía miedo. —Mirar.— Elara se acercó a sus dos amigos observando las garras.

—Si fueran de un animal estarían más juntas.— Sentenció Elara.

—Entonces mi padre tiene razón, fue un hombre lobo.— Dictó Stiles mientras cogía una muñeca.

—Tengo hambre.— Dijo el muñeco asustando a los tres adolescentes, haciendo que el pecoso le soltara, mientras Elara comenzaba a reírse.

—Creo que me ha dado un micro infarto.— Les informo Stiles a los dos hombres lobo, mientras Scott intentaba relajar sus pulsaciones.

De entre las sombras comenzó a escucharse unos pequeños gruñidos, los dos Alfas se pusieron delante de su amigo y mirarom hacia el lugar del que provenían los gruñidos. Instantes después los dos hombres lobo salieron corriendo detrás del animal, dejando solo a Stiles.

Los dos hombres lobo corrían todo lo que podían detrás del coyote, ninguno de los dos sabía el motivo exacto de porqué lo hacían, simplemente sentían la necesidad de hacerlo, y era lo que hacían. Correr tras un animal.

Durante su carrera los ojos de ambos se iluminaban y regresaban a su color original, haciendo que ambos sintieran el impulso de transformarse, pero tanto Scott como Elara usaban todas sus fuerzas para contrarrestar aquel impulso y poder seguir al coyote. Los dos saltaron el gran acantilado que atravesaba la reserva, haciendo que terminaran frente al coyote, el cual les miraba con una expresión amenazante.

Scott y Elara iluminaron sus ojos al ver la reacción del animal, provocando que dejará de soltar aquellos gruñidos, para después mostrar sus ojos, los cuales se iluminaron de un brillante azul eléctrico, sorprendiendo a ambos. Pero fue en ese instante en el que algo, en la mente de Elara, hizo click.

—¿Malia?— Al escucharla, el coyote salió corriendo mientras que Elara y Scott compartían una mirada cómplice.

Habían encontrado a Malia, pero no su cuerpo, sino su forma animal.

***

—Es una cueva de hombres coyote.— Sentenció Scott mientras revisaba el lugar.

—Y no deberíamos de estar aquí.— Sentenció Elara desde fuera.

—¿A que te refieres?— Preguntó Scott iluminándola con la linterna.

—Los coyotes y los lobos no se llevan bien, así que dudo que sus versiones sobrenaturales, en especial cuando una de ellas está encerrada en su cuerpo animal, se lleven bien.— Les explicó mientras se cruzaba de brazos. —Además, no va a regresar. Nuestro olor está por toda la zona, hemos invadido su hogar.

—¿Y a donde va a ir, experta en coyotes?— Preguntó Stiles mirando a su amiga.

—No lo se. Pero no aquí.— Sentenció.

—¿No podéis captar su rastro?— Preguntó Stiles mirando a ambos.

—No estoy seguro, soy mejor en esto cuando estoy convertido y temo que sí me transformo no vuelva a ser yo.— Explicó Scott con miedo.

—Y yo tengo miedo de perder el control al transformarme.— Habló Elara cabizbaja.

—¿Derek no ha respondido a tus mensajes?— Scott miró a la morena la cual negó.

—Ni a mis mensajes ni a mis llamadas, y siento que le están haciendo daño así que intuyo que se ha tenido que meter en algún problema. Pero si queremos ayudar a Malia, tenemos que encontrar a alguien más que nos ayude.— Aseguró Elara mientras se sentaba en una piedra.

★★★

Anuncio que amo a Malia.

Pero ame este capítulo, amo como Lara les cuenta a Scott y a Stiles lo que sucede, y como, ellos, deciden ayudarla. Amo su amistad y me encantaría tener una amistad así.

Estos capítulos no van a ser muy importantes, hasta yo lo admito, pero prometo que habrá acción y tendremos Delara. Aunque bueno, tardará un poquillo.

También habrá momentos con Kiernan.

Pero estoy muy emocionada con esta parte y con lo que pasará, porque advierto, lo que pase al final de esta historia será muy importante para los primeros capítulos de The Truth, y también creo que me mataréis. Pero bueno.

¿Qué os pareció el capítulo?

Os leo ♥