CAPÍTULO 35: DOROTEA MILES

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—— DOROTEA MILES ——

Elara miró confundida la foto que Scott la había enviado. No entendía que relación podía tener su familia con todo aquello, pero sabía quién podía tener las respuestas a sus preguntas. Noshiko Yukimura.

Al llegar al instituto, Elara se encontró con Scott y Kira, los dos miraron confundidos a la Alfa, mientras la madre de Kira suspiraba pesadamente.

—¿Vienes a por respuestas?— Noshiko miró a Elara.

—Como todos.— Respondió Elara mientras miraba la foto. —¿De que conocías a mi abuela?— Preguntó Elara con seriedad.

—Mi madre no pudo conocer a tu abuela, por qué entonces tendría como noventa años.— Respondió Kira confundida.

—En realidad sí conocí a Dorotea Miles, pero no tengo noventa años. Tengo novecientos.— Al escuchar la cifra los tres adolescentes la miraron perplejos. —Los Kitsune envejecemos a otra velocidad que otras criaturas.— Explicó ella.

Kira tendió la katana a su madre, la cual la cogió y la abrió, dejando caer sobre la mesa los fragmentos, rotos de ella.

—La hoja se rompió la última vez que fue usada.— Explicó Noshiko a los tres chicos. —Tu familia, hace muchos atrás, Elara, aparte de ser druidas poderosos eran grandes forjadores de armas. Ellos crearon está espada.— Elara la miró incrédula. Si ya era bastante complejo asimilar que su abuela se había enfrentado a un Nogitsune y a un brujo junto a un Beskyttende, pensar que los Miles, en el pasado, eran forjadores de armas se la hacia raro. Era raro que tuvieran un oficio normal al margen de lo sobrenatural.

—¿Cuando fue eso?— Preguntó Kira con curiosidad.

—En mil novecientos cuarenta y tres. Contra un Nogitsune.— Respondió Noshiko con total tranquilidad.

—Todo esto había pasado antes, ¿cierto?— Scott la miró con seriedad, al igual que Elara, la cual intentaba colocar las piezas para que todo cobrará sentido.

—Sí. El Nogitsune salió de un campo de concentración durante la segunda guerra mundial, llamado Oak Creek.— Elara frunció el ceño. No por lo que había escuchado, sino por qué, si hace más de sesenta años existió un brujo y un Beskyttende, significaba que podía aprender a ser lo que era.

—¿De donde salió el Nogitsune?— Preguntó Elara mientras se cruzaba de brazos.

—¿No está claro con lo que os dije?— Los tres la miraron confundidos. —Salió de mi.

—¿Y que relación tiene mi abuela en todo esto?— Preguntó Elara confundida.

—Tu abuela era conocida por ser una gran curandera y enfermera, gracias a la posición de su primer marido como doctor podía ayudarnos. Dorotea era amiga de Satomi, una mujer lobo que terminaría siendo un Alfa y tu abuela siendo druida de ella.— Explicó Noshiko mientras Elara era consciente de que, posiblemente la mujer lobo que había mencionado, podía estar relacionado con la manada de la que su madre fue druida antes de que ella naciera.

***

Dorotea entró en un de los aparcamientos de Oak Creek, en el cual estaba Satomi y Noshiko, ambas mujeres sabían que aquella mujer "de apariencia inofensiva", era mucho más que eso. Dorotea descendía de un gran linaje de druidas, todos ellos poderosos y únicos, pero ambas sabían también de su extraña habilidad de saber el futuro. No uno cualquiera, sino el futuro en relación con la muerte, pues Dorotea Miles, era la única de su familia capaz de predecir la muerte.

—¿Que creéis que pasará?— Dorotea las miró con seriedad.

—Si no le detenemos lo que pasará será el caos.— Sentenció Noshiko. —¿Existe algún lugar donde enterrar su cuerpo?— Dorotea asintió.

—Mi familia protege un árbol llamado Nemeton, es el centro de todo lo sobrenatural, pero, al mismo tiempo un puente entre la vida y la muerte. Comunica ambos mundos. El poder del Nemeton es único y lo suficientemente poderoso como para detener una criatura así, pero primero debéis de derrotarle.— Ambas mujeres miraron a la rubia con seriedad. —Los zorros y los lobos no solo son enemigos en los cuentos, también sus representaciones sobrenaturales lo son. Pero, aunque no se lleven bien, siempre hay excepciones a la hora de enfrentarse a un enemigo en común.— A pesar de que Dorotea no tenía más de veintidós años, era una de las druidas más sabías de su tiempo y, posiblemente, de las más poderosas.

Noshiko se marchó a por su espada, mientras que Dorotea y Satomi se quedaron en aquel lugar en completo silencio.

—¿Por qué nos ayudas? Los rumores hablan de que no quieres relacionarte con nosotros.— Dorotea mostró una sonrisa de incredulidad.

—A pesar de todo, en algún momento de mi vida seré madre, y mi hija a su vez también lo será. Si no ayudó ahora a los demás, ¿qué ejemplo estaré dando a mi descendencia? Aunque no lo creas, siempre cuidaré y protegeré a lo sobrenatural, y si después de esto quieres aprender a que esas migrañas tuyas desaparezcan, puedo ayudarte. No con medicina, ni magia. Puedo enseñarte el control.

***

—Satomi me ayudó a luchar contra el Nogitsune, mientras que yo le ataqué con mi espada para matarlo, ella le clavó sus garras en su espalda. Tras matarle, nos reunimos con Dorotea, la cual también había salido perjudicada de todo aquello, pues su familia, al completo, había sido asesinada por el Nogitsune.— Al escucharla Elara se removió incomoda. Sabía que su familia, al completo, fue masacrada, pero ni su madre sabía por quién o quiénes y ella, solo sabía lo que Kiernan la había dicho. —Entre Dorotea y yo le enterramos a los pies del Nemeton.— Terminó de explicar.

—Eso explica por qué está despierto, cuando Stiles, Allison y tu, Scott, os sacrificásteis por vuestros padres, no solo trajisteis de nuevo el poder del Nemeton, sino que también trajisteis de la muerte al propio Nogitsune.— Explicó Elara mientras una parte de ella comenzaba a enfadarse al recordar el motivo por el que tuvieron que hacerlo, lo que la llevó a pensar en su padre. Aquello venía relacionado con el Darach, y, aunque Jennifer estaba muerta, Elara deseaba que no lo estuviera para volver a hacerla pagar por todo lo que había hecho.

***

Tras hacer desaparecer el cuerpo, Dorotea se dirigió a lo que una vez fue su casa. Los cuerpos de sus hermanos, de sus padres, de su marido, los cuerpos de su familia habían desaparecido. No quedaba nada de ellos. Solamente quedaba ella, en mitad de lo que días antes había sido una de las familias más poderosas que habían existido.

—¿Todavía sigue en pie tu propuesta?— Dorotea se puso de pies al escuchar la voz de Satomi.

—Yo siempre mantengo mis propuestas y promesas, Satomi. Lo sobrenatural ha condenado y perseguido a mi familia por generaciones, pero también nos ha salvado y protegido. Tal vez las dos no tenemos una manada, somos criaturas solitarias, pero aquí, en esta ciudad hay más como tú y como yo. Y aunque no lo sepas, todos nuestros caminos están por juntarse en unos años.— Satomi miró confundida a la druida.

—¿Qué caminos? ¿Con quiénes?— Preguntó ella confundida.

—Hay tres cosas que no pueden ocultarse. El sol, la luna y la verdad. Te aseguro que la verdad del Nogitsune y lo que les ha pasado a los tuyos no quedará en el olvido. Todo, por muy escondido y enterrado que esté volverá.— Dorotea cogió el collar de su hermana pequeña y se le guardo.

—Cualquiera buscaría venganza.— Aseguro Satomi.

—Yo no. Nosotros no buscamos venganza, nosotros buscamos soluciones y, aconsejamos y ayudamos a las manadas. La venganza, para criaturas como nosotros, no es algo que al final termine bien.— Dorotea salió de su casa seguida de Satomi.

***

Elara, Scott y Kira se dirigieron al loft de Derek. Ninguno había dicho nada, ni necesitaba decirlo. Su familia siempre había estado unida a todos los acontecimientos sobrenaturales importantes. El surgimiento de los dos Alfas verdaderos, la caída del Nogitsune hace medio siglo atrás, la derrota de un brujo y ahora, una Miles era el Beskyttende. Para Elara todo aquello era como un juego. Como si el universo conspirase para poner en un punto muerto a aquellos miembros de su familia que seguían vivos. Pero era ella la que estaba con vida. No quedaba nadie más, y parte de ello era responsabilidad suya. Su abuela estuvo presente a la hora de derrotar al Nogitsune y Elara estaba dispuesta a hacer todo para, no solo poder salvar a su mejor amigo, sino para impedir que la historia volviera a repetirse por segunda vez.

Al llegar hasta el loft, los tres observaron y escucharon disparos, se miraron entre ellos y rápidamente salieron corriendo. Al llegar, Kiernan y Chris les apuntaron con las armas.

—¿Que ha pasado?— Preguntó Elara confundida.

—Desaparecieron.— Respondió Allison con la voz entrecortada. —Literalmente desaparecieron.

—Al igual que Stiles.— Añadió Noah, haciendo que Elara mirase a Kira y a Scott.

★★★

Al fin apareció Dorotea.

Realmente Dorotea posiblemente será clave en The Truth al ser la misma clase de videntes que Lara es.

También os aclaro, se que el gif es un poco malo en calidad pero lo he encontrado nada mejor. A lo largo de The Truth también se sabrá más de la vida de Dorotea con Satomi y tras lo ocurrido con el Nogitsune, porque tras ello sucedieron cosas.

Vale, llegado ha este punto todas las cosas de complican, y más lo hará en el próximo capítulo.

Para que os ubiqueís, lo que Lara vio anteriormente, es decir lo del brujo y el Beskyttende sería posterior a lo que pasó con el Nogitsune; y el collar que Dorotea recupera es el collar que Elara usaba para sus visiones.

Mañana hay capítulo Delara, pero no como los que he hecho antes.

¿Qué os pareció el capítulo?

Os leo ♥

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