𝐋𝐈𝐑𝐈𝐎𝐒𝐒𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐎𝐒 | 𝟐𝟎𝟐𝟒 ©
2ɴᴅ ʙᴏᴏᴋ ᴏғ ʙᴜᴛᴛᴇʀғʟʏ ᴇғғᴇᴄᴛ sᴀɢᴀ.

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“your touch burns like a phoenix”

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Para Phoenix era normal sobresalir en algunas áreas y también le era normal mirar al Elegido siempre que podía. Se preocupaba por el estado en el que esté estaba, pero no era capaz de acercarse. Pocas veces habían entablado alguna conversación, o se habían tocado, y siempre era por accidente.

Harry era una persona que se distraía pensando, sumergiendose en sus confusos e intranquilos pensamientos, por lo que, a veces, solía chocarse con la gente, pero como si fuera por arte del destino, siempre se topaba junto a un fuerte golpe con Phoenix, como acababa de pasar.

— Cuánto lo siento. — Dijo Harry rápidamente, acomodándose sus lentes. Tomo la mano de Phoenix y la ayudo a levantarse.

— Descuida... Esto ya se ha convertido en una costumbre para ambos. —  Ante el comentario, soltaron una pequeña risa.

Harry noto que la chica hervía. — ¿Te sientes bien? — Pregunto preocupado.

— ¿Por qué? Estoy bien. Solo fue un pequeño golpe.

— No lo digo por el golpe. Scamander, estás que ardes. — Dijo mientras miraba su mano.

— Ah, muchos me lo han dicho. Siempre ha sido así.

— Tu tacto quema como la llama de un Fénix. — Dijo impresionado.

Nunca antes había tenido la oportunidad de tocar la piel de la joven Scamander, pero está vez si la tuvo, y queda impactado.

— De ahí mí nombre. Bueno, Potter. Debo irme. Fue un gusto chocar de nuevo contigo.

La rubia no le dió tiempo al joven para responder, ya que cuando menos se lo esperaba había desaparecido. Harry se quedó parado en medio del pasillo, mirando donde ambos habían chocado, y luego miro su mano, sintiendo como la sensación de calor se desvanecía con el tiempo.

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— ¿De nuevo te chocaste con Potter? — Pregunto Malfoy con incredulidad.

Asintió la rubia. — Así es.

— No lo puedo creer. Ya es la tercera vez en lo que va de la semana. — Phoenix miro a su amigo con el rostro serio. — Tranquila, no diré nada sobre Potter. — Draco levanto los brazos en son de paz.

Ambos estaban cerca de la entrada del castillo, más precisamente en el patio que tenía un árbol en el centro y estaba rodeado de pasillos.

— Sabes, aunque haya sido la tercera vez en la semana, y tal vez ya sea la décima vez en lo que va del año, pero no me molesta toparme con él. — Draco rodeo los ojos.

— Si no te quisiera tanto, estaría, ahora mismo, insultando a Potter de arriba a abajo. Se ve que estás muy enamorada de él.

— Que quieres que te diga, hago encantos en la gente. Mírate, eres un Slytherin y tienes una amistad conmigo. No lo puedes evitar, soy atrayente. — Phoenix guiño uno de sus ojos.

Draco soltó una pequeña carcajada. — Bueno, en eso tienes razón. Aunque, nos conocemos desde pequeños, eso es distinto. — Phoenix asintió con la cabeza, dándole la razón.

— ¿Te presentarás para las audiciones de Quidditch? — Pregunto Draco.

— Así es. ¿Acaso piensa Ginevra que le voy a dar el lugar? — Draco coloco su mano en el hombro de su amiga.

Por otro lado, el trío de oro miraba a los dos rubios.

— Todavía no lo entiendo. — Dijo Ron con confusión.

— ¿Qué es lo que no entiendes, Ronald?— Pregunto Hermione.

— Como es que ella, siendo de Gryffindor, puede amistar con el enemigo.

— Ron... Sabes que ellos son amigos desde antes que llegaramos a Hogwarts, además, Phoenix siempre ha demostrado que no está de acuerdo con los puristas de la sangre. — Harry asintió con la cabeza, aunque, muy dentro suyo, deseaba que la rubia se alejara de Malfoy.

— ¡Gryffindor! — Eleanor Potter apareció en el lugar. — Es tiempo de la audición. — Dijo con seriedad para luego retirarse.

Los tres chicos vieron como Draco movía los hombros de la rubia con entusiasmo, y le decía algunas cosas que ellos no podían llegar a escuchar, y luego vieron como se despedían.

Phoenix paso cerca del trío de oro, y los saludo con un asentimiento de cabeza en cuanto los vio.

— Tengo entendido que se presentará para el puesto de Cazadora, Ginny también se presentará para ese puesto. — Dijo Ron emocionado por su hermana.

— Si, algo he escuchado. ¿Ginny se ha estado preparando? — Pregunto Hermione.

Ron soltó un suspiro. — Por Merlin. Estuvo todo el verano practicando. Ha sido agotador. — Los tres caminaron hacia el castillo, unos metros detrás de la rubia.

— Espero que logré entrar, será un logro grande para ella. — Dijo Hermione con alegría.

Harry se mantuvo callado el resto del camino, pensando en la rubia y en como sería la audición.

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Phoenix no estaba nerviosa ni mucho menos asustada. Tenía completa confianza en si misma, y era algo de lo que estaba orgullosa. Nunca temia cuando debía tomar una decisión o hacer algo.

— Phoenix. — La rubia se giró ante la voz, y vio al trío de oro. Hermione la había llamado.

— Granger. — Dijo mientras asentía levemente con la cabeza.

— ¿Podemos sentarnos? — Pregunto señalando el sofa frente a la chimenea. La rubia solo asintió.

— Te probaras para el equipo de Gryffindor, eso es genial. — Dijo Hermione.

— Así es. — La rubia no era de muchas palabras, no por lo menos con Ron y Hermione.

— ¿En qué puesto? — Pregunto está vez Ron.

La rubia miro al pelirrojo con sus ojos celestes. — El mismo puesto en el que tu hermanita se postulará. — Dijo con una sonrisa.

Ron dejo de mirarla, ya que la mirada de la rubia era totalmente penetrante.

— Te llevas muy bien con Malfoy, ¿No es así? — Pregunto con algo de temor la chica perteneciente al trío de oro.

— Así es. El hermano de mí abuelo se iba a casar con una Lestrange, pero fue asesinada por Grindelwald. Luego de eso, mí familia mantuvo contacto con ellos, hasta que Rodolphus Lestrange se casó con Bellatrix Black. Mí abuelo era un fiel creyente de que los magos somos todos iguales, no importa de dónde vengamos, así que no creía en la pureza de la sangre, y así me criaron.

Los tres amigos se miraron entre si. Mientras, Phoenix se levantaba del sofá, dejándolos solos en el. Se acercó a la chimenea de la sala común.

— De igual manera, mí familia mantuvo contacto con los Malfoy solo por mí. Draco y yo crecimos juntos, y aunque no compartamos ideales en su totalidad, somos amigos. — Tocó las llamas de la chimenea, y los tres chicos la miraban impactados. — Es bueno que estén aquí, sobre todo tu, Weasley. — Se giró hacia los tres. — Dile a tu hermanita que siga soñando con el puesto de Cazadora, porque será mío.

Se retiró del lugar. Los tres se miraron en silencio y no supieron que decir. Ahora entendían porque se llevaba bien con Draco, y no podían culparla, ya que lo conocía desde pequeño.

— Bueno, su personalidad va un poco acordé con la de Malfoy. — Dijo Ron.

Harry solo podía mirar por dónde la joven rubia se había ido. Pensando en todo lo que había escuchado y visto. Quería saber porqué su tacto quemaba y porqué podía tocar el fuego sin quemarse.