[Capitulo 20]

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N/A: Ya pude ver la película (en su mayoria) y debo decir que no me decepciono en lo absoluto. Es preciosa y muy agradable, los apartados tecnicos están bien pulidos lo que hace de la experiencia una más sumergiva e inolvidable.

La trama esta bien, no se siente muy pesada, por suerte no cae en cliches. No tengo mucho que decir simplemente me encanto. Vale por completo la pena verla en la pantalla grande.

Lo que si es triste, fuera de la calidad de la pelicula, es que... bueno... digamos que Chelsea no tuvo un buen final. (Lloro).

No importa, era algo que esperaba, de todos modos me esforzare por darle un buen final a ella en este fanfic. (tal vez).

"..."

Ella ya había escuchado eso antes.

La idea de dar un paseo en el mar...

Pero, en esa ocasión, fue diferente.

Ella estaba sola.

Pero ahora... esta con Chelsea.

¿Esa es suficiente diferencia como para decir que si?

...

...

...

"Ok... hagámoslo" 

La sonrisa de Chelsea se agrando, mientras rápidamente tomaba de la mano a Ruby.

"¡Vamos!" Chelsea se alejo junto a Ruby, hasta llegar a los límites de la playa.

Las olas subian y subian, seguian creciendo. Amenazando con hacerse más peligrosas y grandes.

Pero Chelsea no le dio importancia. Estaba por aventarse al mar, cuando sintió el fuerte agarre de Ruby en su brazo. Ella no la soltaba.

Al darse vuelta lo pudo ver mejor, un rostro aterrado, con panico, y temor por lo que estaba por enfrentar.

"Ruby... ¿estas bien?" 

Ella de verdad pregunto eso, aunque ya sabía que su Rubyboo estaba sufriendo un ataque de pánico.

"Si... estoy bien. Pero... no estoy segura de hacer esto..."

"¿Y por que es eso?, no es la primera vez que vas a nadar. ¿Recuerdas cuando te encontré aquí abajo?, ese día que el marinero loco ese casi nos mata con su bomba sorpresa" Dijo Chelsea con una sonrisa divertida.

"Si... lo recuerdo... fue una locura" Respondió Ruby con un poco más de animos.

"¡No tienes nada que temer!, ¿que es lo peor que puede pasar?, es tarde, así que no habrá peligros como otro marinero desquiciado"

Por un instante parecía que Ruby se iba a tranquilizar, pero obviamente no paso. Seguía con la misma expresion aterrada y lúgubre.

"No tengo miedo de encontrarme con algún marinero... yo... tengo miedo a sentirme... ahogada..."

La sirena comprendió la situacion, realmente le había servido estar junto a Ruby estos últimos dias.

¿Cuanto tiempo llevaban de novias?, ¿una semana?

Sea como sea, fue tiempo suficiente para poco a poco comprenderla.

Chelsea avanzó lentamente junto a Ruby. La pequeña kraken sintio sus pies cerca del abismo. En un reflejo rapido, solo retrocedio, obligándo a Chelsea a retroceder de igual manera. Esto no le molesto a Chelsea, ella se mostraba comprensiva y con determinación.

Su querida sirenita pensó rápidamente en una forma de ayudar. Recordó que Ruby le había dado permiso de poder cantarle, tal vez está era una buena ocasión.

Esta vez, se aseguraría de no poner ningún encanto al cantar. Solo seria ella misma, cantando para su linda bebé kraken con cara esponjosa.

...

...

...

"Believer..."

Ruby comenzó a abrir sus ojos, de forma lenta y cuidadosa.

"Took me over like a fever..."

Curiosa, continuó escuchando, pero esta vez, aferrándose aún más al brazo de Chelsea.

Chelsea, por su parte, se estaba poniendo aún más nerviosa. Pero eso no fue impedimento para seguir cantando.

"Caught you hiding in the smoke, smoke, smoke"

Poco a poco, avanzaba junto a Ruby, ella iba primera, sujetandola desde su cintura.

El canto comenzó a ser más armonioso, Chelsea había encontrado la entonación adecuada.

"Like a meteor, I glow, glow, glow"

Ruby parecia ceder ante el canto, sus miedos comenzaban a desaparecer. Se sentía relajada, libre, apreciada.

Querida y amada. 

"Oh... Lay your red hand on me, baby"

Chelsea tomo de la mano a Ruby, la miro a los ojos, esperando que Ruby le regresa la mirada.

Y por suerte, así fue.

Sus ojos se encontraron, viendose fijamente.

Ruby podía ver más que unos simples ojos bonitos y claros, más allá de ellos, veia... miedo, temor y culpa.

Pero también... veía un nuevo sentimiento.

No lograba descifrar que era exactamente. Pero tenía muchas ganas de averiguarlo.

Ella estaba sintiendo muchas cosas en este momento. Simplemente increíble la experiencia.

Chelsea cantandole a ella... tal y como habían acordado antes. Nunca pensó que le gustaría tanto que alguien le cante algo.

Era porque... se trataba de Chelsea.

Y ella era especial para Ruby.

Es por eso que su canción significaba tanto para ella.

No podía pedir más, saber que su preciosa sirena de ojos claros de verdad la queria, a tal punto de hacer lo que está haciendo con tal de animarla. Era glorioso saber hasta donde podia llegar Chelsea por ella.

Y claro, también era un lindo detalle.

"Oh... oh... As I go"

Nuevamente se encontraban al borde del abismo, en el límite del puente que la separaba del agua. 

Sus miedos volvieron a ella, pero esta vez, volvió a recordar que no estaba sola. Chelsea estaba a su lado.

Volteó a verla, ella lucia preciosa como siempre, observando con una leve sonrisa su próximo destino. 

Y el destino de ella misma también.

"Into the sea, out of fire
All that burning"

Ella lo tenía claro.

Tenia que saltar...

"Into the sea, out of fire
All that burning"

Chelsea seguía cantando, ella ya estaba lo más cerca posible del gran salto. Pero antes de hacerlo, volteó a ver a Ruby.

Y con una simple pero especial mirada, le dio la suficiente confianza como para ir hacia delante.

La suficiente confianza como para finalmente saltar al agua junto a ella.

"Into the sea, out of fire
All that burning"

Fue lo último que canto Chelsea antes de caer por completo al agua.

...

...

...

Ruby activo su forma de kraken en un abrir y cerrar de ojos, su cuerpo se volvió morado iluminando la oscuridad del mar. 

Un detalle especial de su vestido, era que estaba hecho precisamente para ella. Tenia la cualidad de adaptarse al agua y a su forma de kraken.

Una cualidad con la que no contaba la ropa que solía usar, por eso mismo dejo su mochila en la superficie.

Volviendo a ella, ya podía respirar tranquila.

Ya no tenía miedo, finalmente lo había superado.

Todo gracias a Chelsea...

Tendría que agradecérselo como es debido más adelante...

Ahora que lo pensaba aún más, no lograba ver a Chelsea por ningún lado.

Eso comenzó a preocuparla, pero rápidamente se calmo, ya que vio una figura acercarse desde arriba.

Claramente se trataba desde ella, su pequeña sirenita con cabello sedoso.

"I'm a mother flipping mermaid!"

Ruby solto una pequeña risa al ver la forma tan curiosa en la que Chelsea se presentaba.

"Si cariño, ya se que eres una sirena... no tienes que repetirlo" Dijo Ruby con una alegre sonrisa.

"Lo siento, amo decir eso..."

Una vez terminado ese tema, Chelsea fue nadando hasta el brazo de Ruby, donde se sujeto con fuerza.

"¿A donde quieres ir, Chelsea?"

"Hmm... no tengo nada planeado, ¿y tu?"

"Tampoco... no suelo venir mucho aqui, la última vez que vine fue para visitar a mi abuela..."

"¡Tengo una idea!, ¡ya se a donde podemos ir!" Exclamó Chelsea emocionada  "Tú solo ve hacia adelante, yo te guiare"

"Lo que usted diga mi lady~"

Chelsea se sonrojo al escuchar como Ruby le coqueteaba, había pasado un tiempo desde la última vez que Ruby le hablo asi.

Ruby noto la reacción de Chelsea y sonrió triunfante, finalmente estaba consiguiendo establecer su territorio. Mejor dicho, estaba consiguiendo dominar en la relación.

Ella lo único que quería con esto, era que Chelsea deje de verla como una chica sumisa y tranquila. A veces, Chelsea se pasaba un poco de la raya con eso.

Tal vez demostrando más valor y atrevimiento pueda conseguir que Chelsea la tome en serio. Tal vez.

Ya sin perder más tiempo, Ruby se impulso hacia adelante, nadando en el mar junto a su fiel y confiable amiga sirena.

"..."

Mientras tanto, en la superficie, una madre preocupada caminaba por la fría y solitaria playa de la ciudad.

Con un solo objetivo, encontrar a su hija. Bueno, también tenía un objetivo secundario, si encontraba a Chelsea antes que a su hija, le haría recordar lo que le dijo por mensaje hace rato.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

"No lo olvides Chelsea, tienen que volver a casa a las 10:00, 11:00 como máximo"

"Volver a casa al día siguiente, lo tengo"

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Al principo, Agatha creía que era tan solo una broma.

Pero ahora que son las 2 de la mañana, y ninguna de las dos aparece, su tranquilidad comienza a desaparecer.

Y lo que toma su lugar, es la desesperación.

Desesperación, por no saber nada de su hija. Ni Ruby ni Chelsea contestan los mensajes.

 A este paso, tendrá que tomar medidas drásticas...

Por suerte, alcanzo a divisar una mochila verde en el muelle. Una mochila idéntica a la de su hija.

Corrió rápidamente hacia ella, la tomo en brazos, y sin pensarlo dos veces comenzó a buscar en su interior. 

Encontrando la ropa de su hija, doblada y puesta hasta lo más profundo.

También encontró los celulares de las dos.

Pero solo eso, nada más. No había algo más que sea relevante.

"Bueno... encontré su mochila, pero no la encuentro a ella... ¿donde puede..." Su vista se congelo, viendo directamente hacia el mar "estar?"

No había mucho que pensar, su mochila estaba en el muelle, cerca del mar, había dejado su celular, porque se iba a meter a nadar. Era muy obvio que estaba bajo el agua haciendo... quien sabe que cosa con esa sirena irresponsable.

De ninguna manera lo iba a permitir.

"Esas chicas están en serios problemas... sobretodo tu... Chelsea..."

"..."

Finalmente habían llegado, o eso parecia.

Chelsea se recosto en la arena, mientras Ruby hacia lo mismo, acostandose a su costado.

Ruby permanecia expectante, Chelsea le había dicho que ocurriría algo hermoso en el lugar donde estaban, y que una vez lleguen ahí, solo tendrían que esperar hasta que eso ocurra.

¿Pero que era eso exactamente?

...

...

...

Pronto lo pudo ver.

Algo en definitiva, hermoso. Un espectáculo de luces producido por los diversos seres del mar.

Ballenas, peces, estrellas de mar, orcas, medusas, cangrejos, etc. Todos y cada uno de ellos contribuian para hacer del lugar algo magico y fuera de este mundo.

Simplemente nadaban en armonia y unión, siendo ellos mismos era suficiente como para hacer todo un espectáculo.

"Wow..."

"Te dije que era hermoso... suelo venír aquí cuando estoy estresada, este lugar me relaja y me ayuda a pensar mejor... se podría decir que este es mi... lugar especial"

"¿Tú lugar especial?" Pregunto Ruby con una sonrisa timida.

"Si... mi madre me solía traer aquí cuando era pequeña, era lindo... quería compartir esto contigo porque... tu al igual que mi madre eres alguien importante en mi vida... y no lo sé... yo solo... quería demostrartelo"

Ruby escondió si rostro entre sus brazos, realmente no se esperaba esto. Se sentía alagada, demasiado alagada, pero no sabía exactamente como responder.

"No puedo creer que tu madre te haya escondido todo esto..." Dijo Chelsea mientras extendia su mano hacia arriba.

Ruby observo el paisaje que se encontraba delante. Nuevamente lo encontró hermoso.

Pero al entender las palabras de Chelsea, sintió la necesidad de responder lo primero que se le ocurrio.

"Esconderse es sobrevivir, ese es el lema de la familia Gillman"

"Los lemas son estúpidos" Respondió Chelsea abruptamente "Ese es mi lema, odio esconderme"

Ruby reacciono confundida, no lograba entender de que forma Chelsea podría estarse escondiendo.

"Pero no lo haces, Chelsea. En la escuela todos te aman, estas triunfando... de verdad lo tienes todo..."

"No... no todo" Chelsea tomo un tiempo para continuar "Desde la batalla por el tridente, todas las sirenas hemos permanecido escondidas, yo... no pude soportarlo más, me sentia atrapada... así que escape. Luego termine llegando a Oceanside High y parecia que todo mejoro... pero no es asi, en realidad... me sentia sola, nadie podía ver mi verdadero yo"

Ruby durante todo este tiempo permaneció expectante, pensativa y analizando cada palabra que Chelsea decia. 

Chelsea, por su parte, se dio cuenta que se taba abriendo demasiado, así que rápidamente intento terminar el tema.

"¡Hasta que te encontré a ti!" Chelsea dio un brinco en el agua "¡Mi super novia del mar!"

"Y ahora todo mi mundo está bien"

"Si no fuera por esta absurda guerra entre krakens y sirenas... tu y yo podríamos ser asi de libres todo el tiempo..." Exclamó Ruby con una sonrisa emocionada.

"Oh si... claro... pero, no es como si dos adolescentes puedan cambiar la historia..."

"Espera, ¿cual es la primera regla de un atleta matemático?"

"¿Nunca hables de ser atleta?"

"¿Que?, no, tenemos que evaluar el problema. ¡Vamos Chelsea!, tiene que haber una forma de terminar con esta guerra para que tu no tengas que esconderte de los krakens y para que yo no me tenga que convertir en una guerrera reina de los 7 mares"

"Bueno... hay una manera"

"¿Cual es?, ¿que hay que hacer?"

"Todo esto empezó por culpa del tridente... ¿lo entiendes, no?" Ruby asintio con la cabeza "Pienso que... si destruimos el tridente, todo terminará, porque ya no habrá nada por lo que pelear"

"Hmm..." Ruby se moría de ganas por decir que esa idea era una completa estupidez, pero al ver la sonrisa tan linda y alegre de Chelsea entendió que no podia decirle eso "Es una... increíble idea... Chelsea... pero, hay un problema. El tridente esta resguardado en el palacio de mi abuela y ella me dijo que no me lo dará hasta que acepte ser reina..."

"Oh... entiendo... en ese caso, podrías decirle que quieres ser reina, para que te de el tridente y así yo pueda usarlo para conquistar el- digo, para destruirlo para siempre"

Chelsea sonreía con torpeza y simulando inocencia. Esto era suficiente para que las sospechas de Ruby bajen en gran medida.

Pero seguía sospechando, la forma tan alegre, tan emocionada y ansiosa en la que Chelsea se expresaba le daba mala espina. 

"Mejor olvida eso... Rubyboo... no es una buena idea" Al parecer se arrepintió "Ya tendremos tiempo para pensar en otra cosa"

"Chelsea. Sabes que puedes confiar en mi... ¿cierto?"

"Si... lo sé... ¿por que lo dices?"

"Tengo algo que preguntarte, y espero que tu me respondas con total sinceridad..."

"¿Aunque eso te haga daño?, ¿quieres que te diga la verdad aunque te haga daño?"

"Prefiero vivir una realidad dolorosa, que estar atrapada en una simple ilusión..."

...

...

...

"¿Como se llama tu madre?"

De todas las preguntas que se imaginaba Chelsea, esa era la más extraña e inesperada.

"Mi madre se llama Ariel... ¿por que?"

"Tal vez esto te suene extraño... pero creo que mi madre conocia a la tuya... ella me contaba una historia cuando era pequeña, la historia de una kraken y una sirena, viviendo un amor complicado"

Chelsea se quedo expectante, viendo como Ruby comenzaba a narrar.

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La pequeña kraken se encontraba sola, aislada del mundo exterior. Abandonada en un rincon, sin nadie que pueda ayudarla.

Una luz apareció en su vida, alguien que llegó a cambiarlo todo. Una sirena como cualquier otra, hermosa como las demás, de nombre Ariel, fría como el mar.

Agatha y Ariel unieron sus corazones, luego de pasar un sin fin de aventuras. Pronto llego el día de la boda, todo parecía perfecto.

Sin embargo, aquella chica que le dio felicidad, también se la arrebato. Ella entregó su corazón para que sea destruido sin piedad.

La guerra entre ambos bandos se reanudo, tristemente, la paz a la que habían llegado se rompio con la ruptura de esta joven pareja.

Desde entonces, los krakens y las sirenas viven separados. Decididos a no juntar sus corazones otra vez.

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Una vez terminado el relato, Chelsea se encontraba procesandolo.

"Creo que... esa historia había de mi madre, y también de la tuya..." Dijo Ruby con una sonrisa nerviosa.

"No... eso no puede ser... tu... tu madre se llama Flora, ella definitivamente no es" Dijo Chelsea despreocupada.

"Mi madre se llama Agatha, Flora solo es un apodo que le pusimos por... algo del pasado"

Ahora si, Chelsea comenzó a preocuparse.

"No... no puede ser cierto..."

"Hey... tranquila, eso no importa. Nosotras no seremos iguales... podemos ser diferentes, estamos juntas ahora, podemos estarlo siempre"

"No... ¡es que tu no lo entiendes!, ¡ella no puede ser la misma!" Continuo diciendo Chelsea, alejándose aún más de Ruby.

Antes de que Ruby pueda decir algo, sintió un agarre en su hombro.

Al darse vuelta, se encontro con su madre, transformada en su forma de kraken.

"Oh... hola mamá" Saludo nerviosamente. 

"Ruby... me alegra que estés bien" Agatha abrazo a Ruby con fuerza.

"Pensé que estarías molesta porque estamos aquí afuera tan tarde..." Dijo Ruby mientras correspondía el abrazo.

"Estaba molesta, pero ya entendí que es inútil intentar detener su amor, así que solo por esta vez perdonaré esta falta de responsabilidad"

"Gracias mamá... eres la mejor"

Agatha termino el abrazo, y observo de reojo como Chelsea permanecia congelada en una esquina, sujetandola su cola de sirena con sus brazos.

"¿Y que pasa con ella?, ¿están jugando a las estatuas?" Agatha solto una risa y se acerco a Chelsea "Vamos niña, muevete, agradece que no estoy molesta, de verdad descuidaste a mi hija, te dije bien claro que las quería en casa máximo a las 11:00"

Chelsea no reacciono, no se movio, no decía nada, seguía demasiado sumergida en sus pensamientos.

"Oye, ya vamos" Agatha movio un poco a Chelsea eso fue suficiente para que la sirena reaccione y la mire directamente a los ojos.

Reconoció esos ojos, recordaba haberlos visto esa vez, cuando era pequeña. Eran los mismos ojos que estuvieron con su madre antes de que... ella...

Ella...

Se vaya...

...

...

...

Ya no podía soportarlo.

"¡ALÉJATE DE MI!"

Chelsea aparto a Agatha de un fuerte empujon, se movilizó unos cuantos pasos lejos de ella, sin poder irse corriendo por el coraje, por la furia, por todo lo que estaba sintiendo en ese momento.

Ruby de inmediato fue a ayudar a su madre, la señora Gillman claramente no se esperaba un ataque de ese estilo, y menos de Chelsea.

"¡¿Que es lo que te pasa?!" Pregunto Agatha exaltada "¡¿Has perdido la cabeza?!"

"Yo no, pero conozco a alguien que si" Contesto Chelsea con un tono áspero y amargo "¿La recuerdas, Agatha?, ¿recuerdas de quien hablo?"

Agatha se quedo en silencio, su expresión desconcertada paso a una de pena y panico.

"¿De que esta hablando, mamá?" Su madre no le dio ninguna respuesta, solo se quedo viendo hacia otro lado "Chelsea... ¿de que estas hablando?, ¿que sucede?"

"¿Tú... de verdad no lo sabes?" Ruby negó con la cabeza, el corazón de Chelsea se calmo un poco "Eso... me tranquiliza un poco, gracias por no traicionarme..."

"¿Pero de qué hablas?, ¿traicionarte?, ¿eso tiene algo que ver con lo que te conté hace rato?" Pregunto Ruby desconcertada.

"¿Que dices tu, Agatha?, ¿quieres que le diga la verdad a tu hijita o prefieres decírselo tu?"

Agatha no respondio, ni siquiera le dirigió la mirada, estaba demasiado apenada como para tener la fuerza de decir la verdad por su cuenta. O para tan siquiera decir algo.

"Ya sabía yo que solo eres una cobarde... ¿y así hablas tan mal de las sirenas?, ¡cuando tu eres peor que ellas!, ¡peor que basura marina!"

"¡Ya basta, Chelsea!" Exclamó Ruby con fuerza, saliendo en defensa de su madre "No voy a dejar que sigas hablando así de mi madre, ¡dime lo que pasa!"

Chelsea parpadeo molesta por unos segundos, pero luego se calmo. No había sentido en desquitarse con Ruby, después de todo, ella no tenía idea de nada al parecer. 

Ruby no era culpable. Simplemente eso.

"¿Quieres saber la verdad, Ruby?" Recibio un si por respuesta "Bien... estare encantada de abrirte los ojos"

Un silencio lúgubre y tétrico reino en el lugar, no se escucha nada más que la respiración agitada de Agatha y sus quejidos.

Ruby esperaba expectante, atenta a lo que a Chelsea le vaya a decir.

Después de todo, no podía ser tan malo, ¿cierto?

...

...

...

"Tu madre acabo con la vida de la mía"

...

...

...

Definitivamente fue un error pensar que no podia ser tan malo.

No era solo malo, era más que eso.

Era... simplemente...

Horrible.

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