[Capitulo 24]

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N/A: No estoy muerto, solo demore porque estuve trabajando mucho en este capítulo.

Es el más largo hasta la fecha, y quiero creer que será el más largo de todos hasta el final.

Solo espero que no sea tedioso de leer. Gracias por su apoyo.

"..."

Mis ojos comenzaron a despertar, no se cuanto tiempo he estado durmiendo, pero me alegro de volver a la realidad.

Aunque esta realidad que estoy observando no se parece mucho a la que yo recuerdo...

Un gran salón vacio, con algunos cuadros en las paredes, cuadros gigantes con un borde dorado.

La decoración del lugar se veia tenue y lúgubre, como si estuviera ambientada en el océano por sus colores, pero ese mismo océano parecia estar contaminado de oscuridad.

Con temor y curiosidad, me puse de pie y me asome con cuidado a uno de los cuadros. La figura que se observaba en el me llama mucho la atención. No pude evitar ir a investigar.

La silueta que salía en aquel cuadro me sonaba familiar, pero no podía recordar de donde. Esa misma figura estaba sosteniendo un tridente, con una pierna en una roca y la otra puesta en tierra. Mientras debajo, recibía alabanzas de lo que parecía ser cientos y cientos de personas pintadas de azul celeste.

Al parecer se trataba de una mujer, pues tenía una corona en la cabeza y unos labios redondos bien formados, que daban la ilusión de que se trate de una chica.

¿Pero que puede ser esa cosa exactamente?

Sea lo que sea, no debe ser bueno. El ambiente de la imagen se sentía tenso y aterrador. Nada agradable.

"¿Que es este lugar...?" Finalmente me anime a decir algo, pero resulta ser un poco inútil ya que al parecer me encontraba completamente sola en este lugar.

Bueno, eso es lo que yo creía...

"Tú debes saber bien donde estamos, Ruby"

Una voz conocida para mi hablo detrás mio. Cuando me di vuelta, vi que era Chelsea, con su cabello alborotado y con algunos raspones en la cara. Su blusa estaba rasgada y sus pantalones parecían haber sido quemados.

Deje ver una sonrisa en el momento en el que me di cuenta de que se trataba de Chelsea. Pero, al parecer, ella no estaba feliz de verme.

Su semblante cruel y serio, la forma tan cruda en la que me veia, el como sus ojos brillaban de azul con una furia detrás de ellos. Todo eso me hacía pensar que algo no andaba bien.

Cuando estaba por preguntar, ella me interrumpio, con un fuerte reclamo que parecía haber salido desde el mismísimo infierno.

"¡Hiciste que nos quedaramos atrapadas dentro de la mente de tu madre!"

Fue realmente impactante y confuso lo que Chelsea me dijo. Realmente no lograba comprender a que se refería.

Y por más que intentaba, mi mente no lograba recordar como llegamos a esta situación.

"..."

El ruido, la euforia se sentía en las calles. Algo normal considerando que era día de deportes y eventos.

La mayoría de ciudadanos se encontraban reunidos en un punto, más precisamente, en la misma plaza donde una vez Chelsea se presentó ante todos como "la chica nueva".

Pensar en eso le traía cierta nostalgia tanto a Ruby como a Chelsea. Y ambas se dieron cuenta de esto cuando sus miradas se conectaron y notaron la tierna y leve sonrisa que tenían ambas.

"Debemos apurarnos..." Dijo Chelsea mientras borraba su sonrisa "¿No te molesta que lo hagamos en tu casa?"

"Para nada, ¿por que me molestaria?, no es la primera vez que lo hacemos en mi casa"

"Yo hablo de la conexión de mentes..."

"Oh... lo siento..." Ruby se moría de vergüenza, normalmente solo se reiria por el malentendido, pero cuando vio que Chelsea permanecia con la misma expresion seria entendio que no era tiempo para bromas "No hay problema, vamos"

Tomando sus manos nuevamente, ambas chicas avanzaron con rapidez mientras las personas que se encontraban por el lugar se quedaban extrañados y confundidos.

Y esto no era por ver a una chica de piel azul y cabello de bacalao junto a una chica pelirroja de una moral cuestionable corriendo por la ciudad usando sandalias en pleno invierno.

Eso era raro, pero más raro que eso, era ver como otra chica también pelirroja, pero con un color rojizo más claro y brillante, seguia las dos chicas desde las sombras.

Esa era la verdadera razón por la que todos se quedaron pensativos.

Pero como siempre, nadie le dio importancia al asunto, solo siguieron haciendo sus cosas. Como si nada hubiera pasado.

...

...

...

Chelsea permanecia en la puerta, con una sentimiento extraño naciendo en su interior. Como si algo terrible estuviera por pasar, algo terrible para ella.

"¿Estás bien, Chelsea?" Pregunto Ruby acercándose a la pelirroja por detrás "¿Por que no entras?"

"Siento que alguien nos ha seguido..." Dijo en un susurro, mientras sus ojos iban de un lado para otro, buscándo el horizonte al supuesto acosador o acosadora. O a lo que sea que los haya seguido.

"¿En serio?, pero... ¿quien nos pudo haber seguido?"

"No tengo idea..." Soltó un rápido suspiro y cambio su cara a una más tranquila "Olvidalo, creo que solo lo imagine... últimamente no he dormido bien... debo estar viendo cosas"

Chelsea no espero más tiempo, ingreso por completo a la casa cerrando la puerta detrás de ella. Ruby la llevo hasta su habitación, no sin antes asegurarse de que no haya nadie en casa.

Y asi era, por suerte, la casa se encontraba sin presencia del resto de la familia Gillman. A excepción de la mascota de Ruby.

"Bien... aquí estamos" Exclamó Ruby tomando asiento en su cama "¿Como hacemos... eso que dijiste?"

"Es complicado... tanto de explicar como de realizarlo"

"¿Por que no sólo me cuentas lo que paso?"

"Quiero que estés segura de que no te estoy mintiendo..." Chelsea tomo asiento cerca de la ventana "No hay mejor forma de que sepas la verdad, que viendola con tus propios ojos... ¿no crees?"

Ruby asintio con la cabeza, aún teniendo sus dudas.

"Como te dije... es difícil de explicar, pero para que te des una idea, lo que voy a hacer es algo parecido a una ilusión en tu mente... ¿has escuchado sobre eso?"

"Si... recuerdo haber leído eso en un libro... 'Las sirenas pueden generar ilusiones en sus víctimas para arrastrarlas a la perdición' ¿a eso te refieres?"

"Si... algo asi... pero no tienes porque temer. Los libros de historia están equivocados. Esto no es más que una arma inofensiva que no le haría daño ni a un niño..."

Chelsea noto que Ruby se encontraba inquieta y temerosa, lo noto cuando vio como su semblante divagaba entre sus emociones de pánico y miedo.

"Ruby... tu dijiste que confiabas en mi..."

"Claro Chelsea... yo... confío en ti..."

"¿Entonces por qué tienes tanto miedo?"

"Tengo miedo de confiar y que me vean la cara..." Confesó Ruby mientras bajaba la mirada avergonzada "Se que suelo ser muy inocente y tonta... pero de verdad duele cuando tu depositas toda tu confianza en una persona y esta simplemente toma tu confianza y la desecha como basura..."

Chelsea sintió un enorme remordimiento azotandola con fuerza. El peso de la culpa cayo sobre ella sin importar que todavía no haya hecho nada malo.

Necesitaba urgentemente una pala para cavar y esconder su vergüenza, pero sabía que no podía hacer eso en este momento.

Lo que si tenía que hacer sin ninguna duda, era convencer a Ruby de hacer esto. Era la única forma en la que pensaba que podría solucionar todo, su plan era entrar en la mente de Ruby, modificar sus recuerdos y tenerla por completo bajo su control.

Sonaba feo, si, pero no era tanto asi. Solo lo haría hasta que consiga el tridente. Luego de eso, la dejaría ir a descansar en paz.

Solo ella, porque nadie más se ganó ese privilegio.

Todos van a sufrir con su venganza, todos menos Ruby, porque Ruby es la única que merece vivir.

Algo dentro de ella se lo dice... que nada fue casualidad, que hay algo detrás de todo lo que ha pasado... que el haberse encontrado con Ruby no fue una coincidencia.

"¿Chelsea?, ¿estas bien?"

"Ah, si, lo estoy, ¿por que lo preguntas?"

"Porque te quedaste viendo hacia la nada por 10 minutos"

"Oh... lo siento, me perdí en mis pensamientos" Recuperó la compostura y forzó su postura a una más adecuada y precisa "¿Entonces?, ¿que dices?"

"Confío en ti... Chelsea... hagámoslo"

"Gracias..." Ella quería agradecerle por ser tan ingenua, pero la frase completa no salió de su boca "Toma mis manos"

Ruby hizo caso a la petición de Chelsea, junto sus manos con las de la sirena. Al momento de hacerlo, comenzó a sentir un leve mareo y veía todo como si estuviera distorsionado.

"Ahora piense en aquello que más amas..."

Ruby penso en su hermano, en su padre, en su madre, en su abuela, y por último... pensó en Chelsea.

Y ella fue la que se quedo dominando sus pensamientos.

"¿Lo tienes?" Pregunto Chelsea.

"Si... lo tengo"

"Bien... ahora vas a sentir como si tu alma se saliera de tu cuerpo. No dejes de pensar en mi..." Chelsea sabía perfectamente que Ruby estaba pensando en ella.

Ruby sonrio divirtiendose ante el comentario de Chelsea, pero su sonrisa paso a un grito ahogado cuando sintió eso mismo que Chelsea le mencionó.

Era como si le estuvieran arrebatando la piel de su cuerpo, como si estuviera siendo partida en pequeñas y delgadas partes, dividida en capas ligeras.

"¡Ya falta poco, resiste!, ¡solo sigue pensando en mi y todo va a estar bien!"

Chelsea saco un frasco del bolsillo de de su pantalón, era algo que preparo en el fondo del océano. Algo que le venía perfecto para la ocasión.

Se acerco a Ruby a paso lento, mientras la peliazul seguía sufriendo en silencio. Chelsea despejó una de sus manos y abrio el frasco, lo acerco a la nariz de Ruby para que el olor llegue hasta ella más rapido.

Ruby comenzó a reaccionar, era como si estuviera durmiendose, dejo de temblar y lentamente sus ojos impactados se cerraban, aunque, aún se podía ver pavor en ellos.

Chelsea no paraba de sonreir, todo estaba saliendo perfecto. Dentro de poco podría terminar este asunto y tener todo bajo control.

Finalmente dejaría de sentir miedo, alcanzaría aquello que más quiere en la vida.

Aún si eso significa usar a Ruby...

Aún si eso significa verle la cara...

Aún si eso significa tomar su confianza y desecharla como basura...

Aún si eso significa hechar a perder este sentimiento...

Aún asi... ¿era capaz de hacer esto?

¿Era capaz de hacerle esto a ella?

¿A su Ruby...?

...

...

...

Ya era muy tarde para ella.

No había vuelta atrás.

Lo sabia perfectamente, tenía que terminar lo que inició.

Y cuando estaba por hacer el último paso, que era hacer que Ruby beba el brebaje, alguien la tomo del brazo haciendo que pierda el equilibrio y el líquido que sostenia en sus manos caiga al suelo.

Por suerte, no se rompio. Cayo de milagro en la alfombra de la habitación.

Chelsea volteó furiosa, pensando que se trataba de algun familiar de Ruby, o tal vez ese maldito de Connor.

Pero lo que vio no era ni de cerca parecido a lo que se imaginaba.

No habia nadie...

Sintio otro toque en su brazo, pero no había nadie.

Un toque en su pierna, tampoco había nadie.

En su cabeza, y seguia sin haber nadie.

Chelsea comenzó a temer por su seguridad, ya no sabía que pensar, ¿acaso esta viendo cosas por la falta de sueño?, ¿o realmente hay alguien con ella?

No podía saberlo, los toques que sentía en su cuero eran muy reales. Como si una mano se posara sobre ellos, con un agarre fuerte y áspero.

Fue ahi cuando la vio, a una chica de espaldas, fuera de la habitación, supuso que era una chica por lo largo que era su cabello. Aunque, a decir verdad, la oscuridad hacia imposible poder verla correctamente. Pero su sola presencia la hacia sentir de forma extraña, una mezcla de inquietud y... nostalgia, como si ya hubiera visto a esa cosa antes.

Sin perder tiempo, Chelsea estiró su brazo hacia afuera, en un intento de agarrar eso que tanto la estaba atormentando. Pero no pudo tomar nada, al contrario, ella fue tomada de su brazo con fuerza, mientras una mirada sombría se posaba sobre ella.

Chelsea sentía tanto miedo que cerró sus ojos de inmediato, no se atrevía a ver eso que en este momento la estaba sujetando.

Se sentía tan débil... tan indefensa. En estos momentos ella deseaba no haber dormido a Ruby, la única que podia ayudarla. Pero por su estupidez, ahora se encontraba sola, contra lo que sea que sea esa cosa.

"¡Chelsea!, ¡¿que estas haciendo con mi hija?!"

Esa voz... ella conocia esa voz...

Con temor abrio los ojos, encontrándose con los ojos confundidos y exaltados de su suegra, Agatha Gillman.

"Te hice una pregunta" Reclamo Agatha, acercándose de forma amenazante "¿Que le estas haciendo a mi hija?"

Chelsea estaba por preguntar a que se referia, pero recordó la situacion en la que se encontraba, con Ruby dormida detrás de ella, acostada en el piso de forma anormal.

"P-puedo explicarlo esto... n-no es lo que parece..."

Chelsea dijo lo primero que se le ocurrió, aún se sentía nerviosa y temblorosa por la falsa alarma de hace rato.

"Más vale que te expliques rápido si no quieres que haga ceviche contigo"

Chelsea retrocedio al ver como Agatha se acercaba a ella, nuevamente sentía miedo, miedo como hace rato. Un temor que la hacia sentir indefensa y débil, como una presa que tarde o temprano sería la cena de alguien más.

"Verá lo que ocurrio fue que... estaba con Ruby... jugando twister y... ella se golpeo la cabeza"

Chelsea se felicito internamente por aquella excusa tan ingeniosa, por más que lo pensaba, no le encontraba ninguna falla a esa excusa.

"Ajá... jugando twister sin un tablero..."

Ahí estaba la falla.

"Sabes, ya me canse de ustedes dos, pero más que nada de ti Chelsea. Eres una mala influencia para mi hija" Exclamó Agatha con una voz sería y firme, mientras se acercaba cada vez más.

"Usted... no puede hacer eso..." Dijo Chelsea tomando fuerza, dejando de retroceder "Su hija es muy feliz conmigo... no dejaré que me separe de ella"

"¿Crees que tienes poder aqui?, yo soy la única que decide, Ruby es mi hija y yo sigo siendo su madre"

"Una madre mentirosa que nunca la dejo ir al océano..."

"¡¿Quién te dijo eso?!"

"¡¿Quién más?!, ¡fue Ruby!, ¡varias veces me ha contado lo mucho que la has hecho sufrir con tus mentiras!"

"Asi que estamos hablando del pasado... ¿quieres que empiece a decir todo lo que tu le hacías?, ¿o prefieres ahorrarte la humillación?"

"Te juro Agatha... que si no fueras la madre de Ruby... te cortaría la garganta como tu se la cortaste a mi madre..."

"Quisiera ver que lo intentes... eres solo una debil sirenita. No eres más que basura. Aunque... supongo que no es tu culpa, de tal palo tal astilla. Eres igualita a tu madre..." Se burló Agatha con una sonrisa arrogante.

Chelsea sintió su corazón quebrarse, al igual que su paciencia. Eso último fue demasiado lejos, demasiado fuerte como para soportarlo.

Agatha cruzó los límites.

"Pues esta basura pronto acabará contigo..."

Chelsea concentró su fuerza en su puño, manteniendo su mirada baja se alzo sobre Agatha.

Ella no vio venir el ataque de Chelsea directo a su estomago. Adolorida, Agatha cayo de rodillas sujetandose el abdomen mientras sentía como se le iba el aire.

Chelsea sintió una enorme satisfacción con lo que había hecho, esto solo hizo que quiere más, y al ver su frasco tirado a un lado, se le ocurrió una idea.

Cuando Agatha subio la mirada, dispuesta a contraatacar, se encontro con Chelsea estampando lo que quedaba del frasco en su cara. El vidrio se rompio en pedazos, haciendo cortes en su cara, generandole un intenso dolor.

"Una vez que Ruby me ayude a conseguir el tridente... acabaré con tu existencia y la de todos los krakens"

Agatha seguía gritando por el dolor, no podía ver bien porque uno de los vidrios se quedo incrustado en sus ojos. Tenia miedo de lo que podría sucederle ahora, en este estado tan vulnerable.

Cuando escucho a Chelsea revelar su plan, todo cobro sentido. Su furia se extendio de forma exponencial, la adrenalina del momento la ayudo a levantarse y atacar con su brazo, a ciegas, pero esperando dar en el blanco.

Por desgracia, fallo de forma miserable. Y Chelsea, en respuesta, la tomo del brazo y con un pedazo de vidrio le hizo un corte desde su codo hasta la palma extendida de su mano.

Haciendo que Agatha caiga por el dolor, otra vez.

"Pero no te preocupes..." Chelsea se acerco hasta estar a su altura, y con la punta de su tacón, comenzó a pisarla con la intención de destrozar su craneo "No le pasara nada a tu pequeña Ruby. Yo aún la sigo amando y la amare por siempre. Ella es la única kraken que merece seguir con vida..."

Agatha volvió a tomar fuerzas, con un movimiento rapido, se levanto y empujó a Chelsea contra la pared.

Una vez puesta, levanto uno de sus brazos y se sacó los vidrios de los ojos para poder ver, luego retrocedio su brazo y se preparo para conectar un golpe mientras se transformaba en su forma más poderosa.

Hasta que... la desgracia ocurrio...

...

...

...

Agatha comenzó a ceder ante el terrible olor que emanaba aquel líquido verde que Chelsea le avento a su cara.

Comenzó a sentir los mismos síntomas que su hija, pero, a diferencia de esta, ella no sabía lo que le ocurria.

Agatha cayo al suelo, con su respiración agitada y perdiendo lentamente las fuerzas.

"Siempre quise tenerte asi..." Dijo Chelsea mientras extendia su pierna hasta la cabeza de su víctima "Siempre quise tener a la asesina de mi madre de rodillas ante mi. Me jure a mi misma que cuando llegara el día en el que eso se cumpla, acabaría contigo de la forma más cruel posible..."

Alzo su pierna, parecía que iba a terminar con esto de una vez. Sin embargo, no ocurrio. Lo unico que hizo fue pisar al lado de la cabeza sollozante de Agatha.

"Pero... aún no es hora. No tengo nada planeado... te salvaste por esta vez, que suerte tienes, Agatha"

Chelsea sonrio mientras volvia con Ruby, recogió lo que quedo de su brebaje y lo inhalo para sus adentros. Se estaba preparando para entrar en la mente de Ruby, lo único que le faltaba hacer era darle de beber a Ruby aquel líquido verdoso.

Agatha ya sabía como funcionaba esto, no era tonta, a ella misma le hicieron esto. Con la última fuerza que le quedaba, se acerco y tomo la pierna de Chelsea.

"Deja... a mi hija..." Susurro en voz baja, se podía notar por la forma que hablaba que estaba sufriendo demasiado.

Chelsea volteó a verla, se agachó hasta su altura y sujeto su cabeza con su mano.

Sonriendo confiada, tuvo el coraje de escupirle en la cara. Demostrandole que ella es la verdadera basura.

"¿Tú le diste una oportunidad a mi madre?, ¡claro que no!, ¡solo acabaste con ella!, ¡no vengas a rogar ahora!, ¡ten algo de dignidad!"

Agatha movio sus labios, dando la ilusión de que estaba hablando. Chelsea, confundida, se acerco a ella para escuchar bien.

Fue ahi cuando Agatha aprovecho la distracción que causo para agarrar el frasco con sus tentaculos y beberlo todo de un sorbo. Su brazo solto el vidrio y su cuerpo cayo inconsciente.

Chelsea apenas y comenzaba a reaccionar ante lo que ocurrio, cuando sintió su cuerpo flotar como una pluma con el viento. Sus párpados se sintieron pesados mientras se cerraban.

Por más que intento luchar, al final no lo consiguió, terminó cayendo al piso desmayada. Justamente, cayendo a un lado de Ruby, la cual, al sentirla a su lado la abrazo con fuerza.

Su próximo destino era la mente de su peor enemiga, Agatha Gillman. Aquella mujer que le quito lo que más amaba.

Al menos tendría a Ruby para que la acompañe en su aventura.

¿Que tan bueno era esto?

Probablemente, no tan bueno.

"..."

Chelsea termino de recordar, y un agudo suspiro salió de sus labios. No podía creer lo que ocurrio, todo se fue a la mierda definitivamente. Lo peor de todo, es que una parte de ella le decía que lo que recordaba como verdad realmente no paso, a menos no de la forma que ella recuerda.

"¡¿Estamos en la mente de mi madre?!, ¡¿como ocurrio?!" Pregunto Ruby haciendo que Chelsea salga de su trance.

"¿No lo recuerdas?, fue por tu culpa..." Forzó una expresión molesta para ocultar lo temerosa que estaba "Dijiste que nadie iba a venir a casa hasta la noche, pero tu madre apareció y malinterpreto todo... aunque no se como paso exactamente, luego de que interrumpió mi conexión contigo caí desmayada"

"Lo siento... no sabía que mi madre iba a regresar temprano..." Se disculpo Ruby, avergonzada y mirando hacia otro lado.

"No importa... tenemos que encontrar una forma de salir de aqui rapido..."

"Pues tu eres la experta en el tema, yo ni siquiera se lo que hiciste..."

"No puedo hacer nada, yo también estoy aqui, se suponia que me quedaría afuera para controlar todo..."

"Entonces... si tu y yo estamos aquí dentro... eso quiere decir... que la que tiene el control es..."

"Tú madre, si. Solo ella puede sacarnos de aqui..." Ruby se paralizó al entender la situacion en la que se encontraba "Aunque... conozco otra forma, pero no se si funcionará"

"¿Que hay que hacer?" Pregunto Ruby.

"Debemos-"

Un fuerte estruendo se escucho en el lugar, junto a un ligero temblor que las sacudio a las dos.

Chelsea sintió una presencia acercándose, rápidamente, se oculto detrás del pasillo, llamando a Ruby para que vaya con ella.

Una vez que ambas estaban "escondidas" esperando no ser encontradas, aquella cosa apareció.

Era como una masa negra, brillante y cubierta de un humo de color azul grisáceo. No tenia rostro, solo tenia dos puntos blancos que al parecer eran sus ojos.

Se arrastraba como un caracol, como una babosa, pero a diferencia de ellos, daba más miedo y claro, era mucho más veloz. Se podía escuchar la respiración de esta bestia, pesada y hambrienta. Parecía que estaba buscando algo, ya que giraba su cabeza de un lado a otro.

Justo cuando la bestia se estaba por ir por otro camino, de repente se detuvo en seco. Chelsea al ver esto, comenzó a retroceder, tomando la mano de Ruby para llevarla del lado contrario. Lentamente, caminando juntas, paso a paso, con cuidado de que sus pisadas no sean tan fuertes y bruscas.

Hasta que llegaron al otro extremo del pasillo, donde voltearon y se pusieron contra la pared. Ambas asustadas y confundidas.

"¿Que fue eso?" Pregunto Ruby en voz baja, casi susurrando "¿Que era esa cosa?"

"No tengo idea..." Respondió Chelsea "Quizás sea el guardian de aqui..."

"¿Guardian?"

"Cada mente tiene un guardian, que cuida y atesora los recuerdos. Pero dudo mucho que esa cosa sea el guardián de los recuerdos de tu madre..."

"¿Por que lo dices?, ¿por que parece ser una masa negra de plastilina sin rostro o por que no luce muy amigable?"

"Un poco de ambos..."

De repente, Ruby sintió como algo jalaba su pantalón, como si alguien estuviera intentando llamar su atención.

Al ver en la dirección donde sentía el jalón, se encontro con una grata sorpresa. Una pequeña kraken de piel celeste, estaba usando una máscara de color marrón junto a unos pantalones de cuero algo rasgados. Llevaba en su otra mano un palo que asemejaba la forma de una espada.

"Hola pequeña... ¿tu quien eres?" Ruby tomo a la niña en sus brazos, alzandola para verla mejor.

"¡¿Que haces?!, ¡deja esa cosa!" Reclamo Chelsea con disgusto.

"Es solo una niña, no creo que me haga daño"

"No es por eso, se supone que no debemos interactuar con nada de aqui dentro, el mínimo cambio puede cambiar por completo a la persona. Aunque quizás esta sea la única forma de salir de aqui sin que tu mamá se de cuenta..."

Ruby comenzó a tocar más allá de la máscara de la pequeña, sentía una piel suave y cálida. De inmediato, supo que quería con todo su corazón a esa pequeña.

"Es tan linda... ¿podemos adoptarla?" Pregunto Ruby, sujetando a la pequeña y llevándola con Chelsea.

"No seas tonta, ella si debe ser la guardiana de los recuerdos..."

"Pero... si ella es la guardiana... ¿que es esa cosa que vimos antes?"

"No tengo idea, ahora si, no tengo nada" Chelsea se encontraba igual de confundida, había estudiado mucho el tema, nunca leyó nada de dos guardianes o que habitara algo más en la mente de una persona.

"¿Como te llamas?" Pregunto Ruby a la chiquilla, pero no recibió respuesta "Parece que no tienes nombre... ¿puedes hablar?" No recibió ninguna respuesta.

"¿Por que no le preguntas si nos puede sacar de aqui?, eso sería más útil que lo que estas haciendo"

"Buena idea" Ruby volteó a ver a la pequeña "¿Puedes ayudarnos a salir de aqui?"

Sorpresivamente, esta vez si recibio una respuesta, pero no fueron en palabras, fue un leve asentimiento de cabeza.

La pequeña comenzó a llevar a Ruby de la mano hacia otro lado, más allá del pasillo.

"Eh... Chelsea... creo que si sabe como salir de aqui..."

Chelsea estaba por negarse a ir, cuando sintió otra vez la presencia acercandose.

"Entonces vamos, rápido" Chelsea tomo la mano de Ruby y tomo la delantera en el camino, aunque rápidamente fue superada por la pequeña.

...

...

...

Una vez que se encontraban lo suficientemente lejos, las cosas comenzaron a calmarse. Chelsea caminaba mientras intentaba no observar los cuadros del pasillo, pero al parecer a Ruby si les interesaba mucho.

"Mi abuela me contó que mi madre fue una gran guerrera en su juventud... pero no creí que fuera tan buena" Exclamó Ruby con asombro, mientras miraba emocionada como su madre aparecía en los cuadros, derrotando muchas bestias del océano.

"Si... muy buena, tan buena que logró acabar con la vida de mi madre" Se quejo Chelsea, mientras caminaba con los brazos cruzados.

Ruby, al parecer, no la escucho. Ella estaba muy distraída viendo los cuadros junto a la pequeña con mascara.

"Mira esto, ella está junto a mi abuela en un escenario..." Sus ojos se iluminaban mientras más observaba. En eso, noto una pequeña mancha en una esquina del cuadro, al intentar quitar la macha vio como su mano traspasaba la pintura "¡Oh!, ¡no esperaba eso!"

Chelsea volteó a verla, no iba a mentir, le pareció divertido ver como Ruby actuaba como una niña inocente y emocionada con el mundo.

"¡Voy a meter mi cabeza dentro!"

Pero cuando Ruby dijo eso último, se preocupo de sobremanera.

"¡Espera!"

Intento detenerla, pero fue muy tarde, Ruby metió su cabeza y luego el resto de su cuerpo. Curiosamente, la pequeña niña también ingreso, siguiendola.

Chelsea dudaba si debía ingresar, no queria meterse en más problemas, pero, nuevamente, sintió como si la muerte estuviera persiguiendola. No tuvo más opción que también entrar dentro.

Cuando termino de ingresar dentro del cuadro, sintió como si su cuerpo se adaptará a un mundo completamente nuevo. Esto de seguro ocurria porque estaba bajo el agua.

Rápidamente, Chelsea dejo su disfraz de humano, volviendo a su forma de sirena. Comenzó a buscar a Ruby con la mirada, mientras nadaba entre la multitud de ciudadanos.

Todos eran krakens, al menos la mayoria, ninguno podía verla. Esto era algo que Chelsea ya sabia, que no podían interactuar con el recuedo, solo observar.

Finalmente encontró a Ruby, luciendo su forma de kraken, junto a ella también se encontraba la pequeña que "adoptaron" temporalmente. Esta misma no presentaba ningún cambio.

"¡Ruby!" Llamó Chelsea llegando con ella.

"¡Chelsea, que bueno que viniste!, ¡están por coronar a mi madre!"

Chelsea sintió su cuerpo temblar y retorcerse del temor, ella recordaba eso, este momento de la coronación no fue más que una celebración por la victoria de Agatha sobre las sirenas.

Si lograba recordar bien, dentro de poco tendría que pasar... ese momento...

Pensó en detener a Ruby, para que no vea tal atrocidad.

Pero, pensándolo bien, decidió mejor no hacerlo.

Tal vez un buen golpe de realidad la haría reaccionar y hacerla entender que en esta historia, ella no es la mala.

Solo es bonita, y muy incomprendida.

"¿Chelsea?, ¿estas bien?, otra vez te quedaste viendo hacia la nada de forma espeluznante..."

"Si... estoy bien, ¡mira, tu madre!" Señaló Chelsea, apuntando con su dedo hacia el escenario. Logrando así que Ruby voltee a ver hacia alla.

"Es cierto... es ella..." Ruby se quedo feliz y maravillada al ver lo hermosa que se veia su madre de joven, y lo mucho que todos la querian.

La abuela de Ruby alzo su tridente, en señal de que todos debían guardar silencio, tanto Ruby como Chelsea obedecieron, aunque daba igual si lo hacían o no.

"Querido pueblo, ya deben saber porque están aqui. ¡Estamos celebrando el triunfo de mi hija en la guerra contra las sirenas!"

Se escucho una fuerte ovación del publico.

Chelsea arrugó su frente molesta, mientras que Ruby poco a poco dejaba de estar tan emocionada.

"Mi hija luchó con fervor y valentía, contra la malvada reina Ariel Nerissa. ¿Quieren que les cuente como quedo ella?"

Se escucharon risas fuertes entre la multitud, risas que parecían ser más burlas que otra cosa. Lo curioso, era que Agatha no reía ni sonreía, solo se quedo en silencio con una expresión seria.

Justamente, eso mismo paso con la pequeña que parecía ser la guardiana de la mente. Esa misma se aferró a Ruby, mientras se olcutaba detrás de ella.

"¿Que te pasa pequeñita?, ¿tienes miedo?"

Recibio un asentimiento en respuesta.

"No tienes nada de que temer, mamá Ruby esta aquí..." Ruby cargo a la niña en sus brazos, inmediatamente, la pequeña la abrazo colocando su cabeza detrás de su cuello "Eso... tranquila, pronto nos iremos, solo dame un minuto"

Chelsea no pudo evitar sentir ternura por la forma de actuar de Ruby, tan maternal y preocupada, le hacía recordar a como su madre la cuidaba, siendo igual de cariñosa y atenta.

Si que la extrañaba...

"Gracias a su valentía, mi hija se gano el honor de tomar mi puesto. A partir de este dia, ella los guiará con sabiduría y fuerza. Aunque claro, yo también estaré ahi"

Se escucharon risas nuevamente, pero esta vez, eran risas más agradables y no tan burlonas.

"Agatha..." Llamó la actual reina "Da un paso al frente"

Agatha obedeció la petición de su madre. Se acerco a ella, con la mejor sonrisa que pudo poner.

"Querida hija, siempre supe que llegaría este dia"

Ruby sintio un shock en su mente al sentir como el lugar temblaba un poco.

Miro hacia abajo, y comenzó a ver como las cosas temblaban, agitandose con brusquedad.

Algo no andaba bien...

"Estoy... muy orgullosa de ti, de tu valentia, de tu honor, de tu coraje, de lo fuerte que te has vuelto"

Chelsea también sintió esa sensación de movimiento. Aunque, ella no se preocupo, sabía perfectamente que era eso que se acercaba.

"Chelsea... ¿sientes eso?"

Cuando escucho la pregunta de Ruby, no pudo evitar sonreír.

No le dijo nada, solo la tomo de la mano, y la apretó suavemente, dejando unas cuantas caricias antes de entrelazarlas.

"Es un gran honor para mi, nombrarte a ti, hija mia, la nueva reina de-"

El temblor finalmente comenzó a hacerse tan fuerte que todos lo notaron. La multitud comenzó a ponerse ansiosa, mientras tanto, Agatha se moría de nervios, ella sabia perfectamente que era lo que ocasionaba todo este escándalo.

Se escucharon unas pisadas, a lo lejos, acercándose con rapidez. Alguien llego velozmente, en cuestión de segundos, se encontraba detrás del escenario que fue formado para la coronación de Agatha.

La abuela noto la presencia que había llegado al lugar, al darse vuelta, la pudo ver perfectamente.

Nerissa en su forma de sirena más poderosa, sujetando en sus manos el legendario tridente de Oceanus.

"Hola~ ¿esta es la coronación de la pequeña Agatha?"

Una vez terminada esa pregunta, dio un fuerte golpe a la parte superior del escenario. Su puño atravesó sin problemas aquella construcción, haciendola pedazos.

Ruby reacciono con temor y sorpresa, y no era para menos, ya que todos los presentes reaccionaron de igual forma. Solo que, a diferencia de ella, estos comenzaron a correr despavoridos.

Chelsea, por su parte, sonreía con emocion, orgullo y algo de tristeza. Ya que, ha pasado un tiempo desde la última vez que vio a su madre, hace 15 años.

Ciertamente, no lograba recordar como era su madre exactamente, pero ahora que la veia, finalmente tenía una imagen clara de su aspecto. Y debía decir que se veia absolutamente preciosa, dominante y desbordante de poder. Su sola presencia la hacia sentirse pequeña en comparación.

"¡Nerissa!" Exclamó la abuela de Ruby, apuntando su tridente hacia ella "¡Pensé que mi hija te había hecho pescado frito!"

"Pues pensaste mal, reina. La inútil de tu hija no pudo luchar contra mi... ¡se nota que aún me ama!"

"¿Eso es cierto... Agatha...?" Pregunto la abuela, volteando a ver su hija "¿Me mentiste?"

Agatha no supo como responder, solo se quedo en silencio, avergonzada y con un leve sonrojo en sus mejillas que intento ocultar mirando hacia otro lado.

"Lástima que tenga que matar este amor, fue divertido mientras duro, Agatha. ¡Pero tengo cosas más importantes por las que luchar!" Nerissa elevó su tridente, apuntando a las dos krakens. El tridente se iluminó de un color esmeralda y una fuerte descarga salio de el.

La abuela reina rápidamente se protegió a ella misma y a su hija, usando su propio tridente para amortiguar el impacto. Pero la fuerza del tridente de Oceanus era demasiado fuerte, mucho más fuerte que el tridente que la reina kraken poseía.

Ella misma sabía que no iba a aguantar mucho tiempo.

Nerissa insistía aún más, acercándose cada vez más, mientras la potencia de su rayo aumentaba.

Agatha seguía sin reaccionar, solo observaba, esperando su destino. Sea el que sea, ya no le importaba, estaba muy destrozada como para pensar con claridad las cosas. Si que le había dolido el engaño de Nerissa, era algo que no se lo deseaba a nadie.

"¡Agatha!" Llamó su madre, mientras poco a poco comenzaba a ceder ante Nerissa "¡Tienes que hacer algo!, ¡no podré soportar más!"

"Mamá... lo siento, tu tenias razón... Nerissa no era mi amiga, mucho menos el amor de mi vida como yo crei... lo siento mucho..." Sus propios sentimientos le jugaron en contra, cuando su cuerpo cayo por su cuenta. Estando de rodillas, lo único que podía hacer era sollozar mientras sus puño se apretaban del coraje.

"Agatha... eso no importa, te equivocaste... si, pero todo cometemos errores..." Con la poca fuerza que le quedaba, logró estirar uno de sus tentaculos hacia su hija, logrando acariciar su rostro "Es hora... de hacerte grande..."

Las palabras de su madre hicieron un eco en la mente de Agatha. Un eco igual de fuerte que la enorme explosión que se escucho cuando el tridente fue destruido. Claramente, no fue el tridente de Nerissa el que fue destruido, sino el de la reina. Ahora siendo una reina sin tridente, una reina sin gracia.

El humo no lograba hacer posible ver lo que ocurrio con las dos krakens. Ruby se encontraba muy preocupada, aunque no deberia estarlo, después de todo, estaban viendo un recuerdo del pasado. Solo era eso, algo que ya paso y que tanto su madre como su abuela lograron superar.

Pero, aún asi, no podía evitar sentirse nerviosa por lo que estaba ocurriendo.

Cosa muy distinta a la que Chelsea sentia, ella se regocijaba de felicidad mientras internamente le daba ánimos a su madre. Aún sabiendo que era inevitable su derrota y posterior muerte.

Ruby cerró los ojos momentaneamente, estaba apunto de decirle a Chelsea para salir de este recuerdo, cuando sintió como alguien jalaba uno de sus tentaculos.

Al mirar hacia abajo, se encontro con la pequeña niña mirándola a través de su mascara. Ella se aferraba a su cuerpo abrazandola con fuerza.

Para este punto, Ruby no sabía si esa niña realmente era la guardiana de los recuerdos de su madre. O alguna otra cosa. Pero lo que si sabia, es que de algún modo encontraría la forma de llevarse esa cosa consigo fuera de la mente, o de no ser posible, la visitaría constantemente. Simplemente no podia creer lo rápido que se encariño con esa pequeña. Eso decía mucho de lo rápido que confiaba en las personas.

Ruby sintio un déjà vu, lo mismo le paso con Chelsea. Pero, fue diferente, diferente porque fue un sentimiento más fuerte, de la noche a la mañana. Mientras miraba a Chelsea, la cual se encontraba sonriendo, por primera vez hasta ahora comenzó a cuestionarse si ella de verdad amaba a Chelsea. Y de ser asi, ¿como ocurrio?, ella decía que ocurrio porque Chelsea le demostró su cambio, un cambio que hizo por ella. Pero, a decir verdad, ya no estaba tan segura. Eso lo dijo porque en el momento no sabía que hacer, pero, en realidad, no sabía exactamente el motivo de su enamoramiento.

Esto le daba mala espina... pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el humo del escenario comenzó a desvanecerse. Una vez fuera, se logró apreciar una figura grande, poderosa y agresiva, protegiendo a alguien detrás suyo.

Era su madre, Agatha, protegiendo a su madre. Ella se veía diferente, más grande y más amenazante, su expresión también cambio, ya no se veía deprimida, para nada. Lo unico que se podía ver en su rostro, era enojo y coraje.

"Pensé que ya habías aceptado tu muerte, pequeña Agatha" Dijo Nerissa, sin tomarle importancia al hecho de que Agatha se había hecho más grande "Pero ya destrui el tridente de la bruja de tu madre, ¡ahora no hay nada que puedes hacer contra mi!"

Agatha permaneció en silencio unos segundos, volteó a ver a su madre, la cual, se encontraba inconsciente y en una posición algo extraña, pero que daba a entender su derrota.

Al darse vuelta, sus ojos se encontraron con los de Nerissa. Mientras que los ojos de Agatha reflejaban una profunda irá y sed de venganza, los de Nerissa solo reflejaban arrogancia y una confianza desbordante.

"Te equivocas... Nerissa" Susurro Agatha, mientras su cuerpo comenzaba a brillar "Aún hay algo que no conoces, y que estoy seguro que servira para acabar contigo"

"¿Uh?, ¿hablas en serio?, ¿estarías dispuesta a acabar con tu amorcito~?" Ella seguía burlandose, ya ni se molestaba en ser coqueta, solo se burlaba.

"¿Por que no vienes y lo averiguas?" Agatha sonrió desafiante, mientras adoptaba una pose de pelea que práctico con su madre.

"¡Se supone que yo debía decir eso!" Exclamó Nerissa con molestia, para despues, recoger su cabello hacia atrás "Por otro lado..." Comenzó a sonreir de forma extraña y espeluznante "Lo que dices suena interesante... ¡no sabes cuanto tiempo he querido golpear tu lindo rostro!"

Nerissa maniobro su tridente entre sus manos, elevándolo hacia arriba mientras sus brazos se encargaban de guiarlo hasta sostenerlo con fuerza.

"¡¿Estás lista, Agatha Gillman?!"

"Siempre estoy lista para ti... Nerissa van der zee..."

Ambas se miraron con una sonrisa, con sentimientos encontrados, pero manteniendo el mismo objetivo.

Terminar con esto de una vez por todas.

Nerissa fue la que tomo la iniciativa, dio un salto sobre el suelo arenoso y sorprendió a Agatha con su tridente. Agatha se defendió activando su armadura corporal, luego, dio una patada para librarse y empezar con sus ataques.

Nerissa demostró ser bastante escurridiza, Agatha intentaba conectar golpes en su contra, pero ella los esquivaba todos sin dificultad. Hasta que en un descuido, terminó siendo golpeada en el rostro, haciendo que momentaneamente caiga al suelo.

Oportunidad que Agatha aprovecho para intentar quitarle el tridente. Pero Nerissa la sorprendió con un deslumbrante brillo que de repente apareció en el tridente. Aquel brillo la dejo ciega por unos momentos.

Tiempo que Nerissa aprovecho para reincoporarse y atacar, esta vez más furiosa que antes.

Quería demostrar que iba en serio, y la mejor forma de hacerlo según ella, fue sujetando a Agatha de sus tentaculos, y azotandola una y otra vez contra los restos del palacio.

Siendo más brusa, Nerissa tomo a Agatha de su cabeza, y comenzó a arrastarla por todo el lugar, en contra del suelo. Haciendo un camino entero formado por su cabeza.

La felicidad y emoción que sentía se fue cuando noto que Agatha tenía activada su armadura corporal, y que prácticamente no estaba sufriendo nada de daño. Enojada, la elevó en el aire y la lanzó lejos.

Agatha cayo justo al lado de Ruby y Chelsea, ambas casi se mueren del susto al pensar que Agatha caería encima de ellas.

Luego Chelsea recordó que aunque Agatha hubiera caído encima de ellas, no les hubiera pasado nada, porque sólo iban a traspasar a su cuerpo.

"¡Mamá!" Exclamó Ruby yendo a ver su madre "¡Lo estas haciendo bien!, ¡tu puedes!"

"Es inútil que le digas cosas, Ruby" Dijo Chelsea llegando con ella, junto a la pequeña enmascarada "No puede oírte"

Chelsea y Ruby se quedaron perplejas y sorprendidas cuando escucharon a alguien decir "gracias", pero Agatha en ningún momento abrio sus labios. Ese "gracias" se escucho extraño, como si fuera dicho de forma irónica y amenazante, por una voz pesada y oscura.

"Creo que deberíamos irnos... Ruby" Dijo Chelsea tomando a Ruby de la mano. Ella tenia una idea de quien podría haber dicho eso. Y si estaba en lo correcto, entonces tenían que salir rápido de este lugar.

"¿Tú también escuchaste eso?" Pregunto Ruby volteando a verla con inquietud.

"Si... y no creo que sea una buena señal" Chelsea noto lo temerosa que se encontraba la pequeña enmascarada, se le ocurrió la idea de aprovechar esta situacion para convencer a Ruby de salir "Mira como esta la pequeña, no quiere estar aqui"

Ruby era conciente de eso, pero también, quería con todas sus fuerzas quedarse en el recuerdo y seguir viendo. Pero lo pensó mejor y al final optó por aceptar salir.

"Bien... vamonos..."

Chelsea no perdió más tiempo y fue corriendo hacia el cuadro que las trajo aqui, lo atravesó y ya se encontraba fuera, la pequeña niña fue detrás de ella, mientras que Ruby llego al último, ya que se quedó unos segundos dando un último vistazo a todo el paranorama.

Su mente permanecia pensativa, inquieta y deprimida. De verdad quería quedarse y seguir viendo. Por suerte, cuando vio como la pequeña niña con mascara se le acerco para abrazarla de la cintura entendio que no todo era tan malo.

"Chelsea... estoy pensando seriamente en adoptar a esta pequeña niña..." Dijo Ruby con una sonrisa amorosa, mientras daba pequeñas palmaditas en la cabeza de la pequeña.

"¿Que?, ¿lo dices en serio?" Pregunto Chelsea incredula, no se tragaba lo que Ruby decia.

"Si, lo más serio posible" Confirmo Ruby, manteniendo su sonrisa.

"Ruby... no puedes llevarte a esa cosa, pertenece aqui. Sea lo que sea... le pertenece a tu madre"

La expresión de Ruby cambio a una de tristeza, ella sabia que no podia llevarse a esa niña, pero le hacía tanta ilusión... como que de repente le dieron ganas de convertirse en madre.

"Además... si tanto quieres un hijo, puedes hacerme uno cuando quieras~" Le susurro Chelsea, directamente en su oido. Logrando así que el rostro de Ruby se sonroje por completo.

"Gracias Chelsea... lo tomaré en cuenta..." Definitivamente iba a recordar eso, para un futuro. Quizás en unos 2 o 3 años, quien sabe.

"Ya basta de bromas" Dijo Chelsea, volviendo a ponerse seria "Dile a esa cosa que nos saque de aqui, pero que está vez sea en serio"

"Chelsea, no le digas asi. Es solo una niña"

"Lo que sea, solo dile que nos saque de aqui, por alguna razón tu eres la única a la que escucha"

Ruby se sintio alagada al recordar aquel detalle.

"Bien..." Se dirigió a la pequeña "¿Si sabes como salir de aqui?" Pregunto Ruby, viendo con sus ojos expectantes.

Al no recibir respuesta, volvió a preguntar, fallando nuevamente.

"Vamos... justo cuando Chelsea dice que tu si me escuchas... no me hagas quedar mal"

Chelsea ya no podía soportar esta situacion. Si bien habia sido divertido por momentos, lo único que quería era irse de aqui y hacer como si esto nunca hubiera pasado. El ver como esa mocosa solo hacia que pierdan tiempo la ponia de malas. Su paciencia tenía un límite, un límite que ya se había alcanzado.

"Escucha pequeña demonio-" Un feroz rugido la interrumpio, a todos en el lugar de hecho. Aquel sonido tan bestial venía precisamente, de una bestia horripilante sin cara. Nuevamente, se la volvían a topar.

No hubo tiempo de reaccion, aquella bestia comenzó a moverse directamente hacia ellos. Su cuerpo sirvió como un empuje que las llevo directamente al suelo.

Pero, para sorpresa de ambas, aquella masa negra solo paso de ellas.

No quería atacarlas, al menos no a ellas.

Su objetivo era aquella niña con mascara. La cual, permaneció estatica sin intentar escapar.

Ruby, cuando se recuperó del empujon, de inmediato su instinto "maternal" se activo. Al fijarse bien, vio lo que ya sospechaba, como su pequeña "hija" estaba por ser atacada sin piedad por aquella terrible bestia.

La adrenalina del momento fue superior a su sentido común, sin importarle nada, Ruby corrió lo más rápido que pudo y se puso delante de la pequeña.

Esperando el impacto... un impacto que... nunca llego.

Al abrir sus ojos, vio de mejor forma a la criatura. Sus ojos se encontraron con los de la bestia.

Ruby permaneció congelada en su lugar, mientras parecía estar luchando con la bestia en un duelo intenso de miradas.

Miradas que no decian nada, realmente nada, Ruby no lograba descifrar absolutamente nada en esa mirada. Parecian ser solo... dos ojos sin vida, como canicas de adorno, dos esferas sin sentimientos.

"¡Ruby, cuidado!" Exclamó Chelsea con panico, viendo como aquella bestia estiraba uno de sus brazos y lo transformaba en una hoz.

Pero el ataque no fue dirigido hacia ella, otra vez, fue dirigido hacia la niña que ella estaba cuidando. Pero al parecer, esa pequeña era muy rápida y logró esquivar el ataque con suma facilidad. La hoz de la bestia termino incrustada en el suelo, haciendo que por unos momentos se quede atorado en su lugar.

Momento que la pequeña aprovecho para correr lejos de todo.

"¡Oye, espera!" Ruby comenzó a correr detrás de la pequeña, no queria perderla de vista ni por un segundo.

Chelsea, al ver que se estaba quedando sola, no tuvo otra opción que seguir a Ruby. Cualquier cosa era mejor que quedarse esperando a que esa bestia se libere.

Una vez alejadas, Chelsea se topo con la figura congelada de Ruby, puesta delante de un cuadro. Un dato extraño, era que no lograba ver a la pequeña por ningún lado.

"Ella... entro ahí..." Dijo Ruby señalando el cuadro con inquietud, Chelsea seguía sin saber de donde venía esa inquietud "Chelsea... tenemos que ir por ella"

"¡Claro que no!, ¡tenemos que salir de aqui!, ¡no podemos seguir perdiendo el tiempo con esa mocosa o lo que sea!" Exclamó Chelsea irritada por la insistencia de Ruby.

"¡¿Y tú sabes como salir de aqui?!, ¡lo único que has hecho es disfrutar del sufrimiento de mi madre!, dices que quieres salir, pero de seguro prefieres quedarte y ver cuantas veces mi mamá ha sufrido a lo largo de su vida" Ruby finalmente dijo lo que sentía. Ya no podía seguir ocultandolo.

"No me hables en ese tonito, Ruby. Te recuerdo que es por tu culpa que estamos aqui, si tu me hubieras dicho que tu madre iba a regresar temprano a casa, yo hubiera dejado todo esto para otro dia. ¡No es solo tu culpa, también es culpa de la idiota de tu madre!, ¡no tengo idea de lo que hizo pero seguro fue una estupidez!"

"¡No voy a permitir que le hables así a mi madre!"

"¡¿Y como quieres que le hable?!, ¡¿quieres que la trate como la suegra ideal?!, ¡¿que la quiera como si fuera mi madre?!, ¡tú ya sabes lo que hizo!, ¡es una maldita asesina!"

Ruby de verdad se sintió dolida con ese comentario, más que nada porque en el fondo sabía que había cierta verdad en el. Aún así, no iba a aceptar la realidad así de fácil, al menos no sin luchar.

"¡Eso no importa!, ¡¿y que si en el pasado mató a tu madre?!, ¡ella de seguro se lo busco!, ¡¿que no la viste en el recuerdo de hace rato?!, ¡es una loca que solo estuvo manipulando a mi madre!, ¡no merecia vivir!"

Sin embargo, Ruby se dió cuenta de su error cuando noto como la expresión furiosa de Chelsea era reemplazada por una de sorpresa. Seguido de un bajón a su confianza que inevitablemente hizo que comience a sentir como sus ojos amenazaban con empezar a lagrimear.

"Oh... si, de seguro yo herede eso también... y al final... tampoco merezco vivir..." Dijo Chelsea en un susurro, susurro que Ruby escucho perfectamente.

"Eso no es lo que quise decir, tú lo sabes, deja de escuchar lo que te da la gana" Ruby se mantuvo sería, a pesar de saber que lo que decía le hacía daño a Chelsea. Simplemente estaba muy dolida como para pensar bien y detener su furia.

"Escucho, lo que tú me dices, o al menos... lo que me quieres decir en verdad"

No fue hasta que vio como los ojos de la sirena ya estaban lagrimeando, que finalmente tuvo la fuerza suficiente para detenerse y pensar mejor las cosas.

"Chelsea... olvida eso, solo hay que calmarnos, no podemos estar peleadas ahora"

"Lo sé, pero amo pelear con la gente, sobretodo si es contigo"

Ruby se mostró confundida ante este hecho. Al parecer, Chelsea disfrutaba de las discusiones fuertes.

"Supongo que yo también lo amo..." De todas formas, ella no se creía eso al 100%, Chelsea podrá decir que le gusta pero sus ojos llorosos decían otra cosa "Debemos concentrarnos. No podemos salir de aqui si no estamos juntas"

Ruby tomo las manos de Chelsea, mientras la miraba con una expresión sinceramente arrepentida.

Chelsea también le debía eso, pero era muy orgullosa como para disculparse. Sobretodo si, esas cosas que dijo, no eran mentiras.

Ambas fueron interrumpidas con el sonido de las pisadas de algo acercándose, ambas sabían perfectamente que lo que se acercaba era esa cosa de hace rato. Sin tener más opcion, se aventuraron a entrar en el cuadro más cercano donde justamente, la pequeña guardiana entro hace rato.

Por fuera del cuadro se podía ver dos figuras unidas, pero con distintos matices que hacían contraste entre ellas. Como dos cuerpos de diferentes colores, unidos pero separados al mismo tiempo.

La primera figura parecía ser de Agatha, ya que, tenia un tono de color azul plateado, lo que más resaltaba, era como su rostro parecía estar iluminado.

De su lado contrario, se encontraba lo que parecía ser la figura de Nerissa. Rojiza y plateada, misteriosa y sonriente, brillando alrededor de la cintura hasta su vientre. Su vientre era el que más brillaba con diferencia.

"Esto no me da buena espina..." Dijo Chelsea, al notar este detalle. Pero para su mala suerte, Ruby ya había entrado al recuerdo sin detenerse a escucharla.

Chelsea no tuvo más opción que entrar.

No podía ser tan malo...

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