𝐄𝐢𝐠𝐭𝐡

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


✿𝐍𝐢𝐫𝐚𝐠𝐢 𝐒𝐮𝐠𝐮𝐫𝐮ツ

Había pasado una semana y media y Katsuki solo daba pequeños indicios de vida cada cierto tiempo en el día, para ser honesto estaba desesperado, necesitaba más que solo pequeños quejidos o espasmos, necesitaba ver sus ojos, su sonrisa, escuchar su risa y como decía que exageraba cada que la halagaba, la necesitaba a ella, no a su cuerpo casi sin vida.

— Niragi. — Escuché el llamado de Jefe final.

— ¿Qué pasa? — Pregunté acomodando el arma sobre mi hombro.

— Eso mismo te pregunto, estás distraído. — Dijo apoyándose sobre su katana.

— No pasa nada, solo pensaba. — Dije sin dejar mi preocupación a un lado, pero la disimulaba con mi tono frío y arrogante.

— Es esa chica, aun no despierta y eso te tiene consternado — Dijo seguro de sus palabras.

— Si, pero Kuina la está cuidando — Dije un poco relajado.

— Ve a verla, le diré a Aguni que no te sentías bien.

No lo dudé ni un segundo y solo di medía vuelta para dirigirme a mi habitación.

Al llegar a esta vi a Kuina sentada en el sillón leyendo una revista y a Katsuki acurrucada con la falda de su traje de baño y su típica chaqueta.

— ¿Despertó? — Pregunté con esperanza a lo que ella asintió.

— Despertó hace tres horas, ya comió y se bañó, pero quería dormir un rato, se sentía cansada. — Se levantó del sillón con la revista en mano.

— ¿Por qué no me avisaste? — Pregunté dejando mi arma a un lado para acercarme a la cama.

— Ella me lo pidió, no quiere que Chishiya sepa que ya despertó.

sentí una mezcla de emociones al escuchar aquellas palabras, sabía que significaban y es que ella no quería verlo, pero en parte quería saber si él se preocupaba por ella.

Luego de un rato y unas instrucciones Kuina salió de la habitación dejándonos a Katsuki y a mi solos. Tomé una manta del armario y me acosté con cuidado a su lado cubriéndonos con ésta para acercarme a su cuerpo sintiendo el calor que volvía a desprender.

Acaricié su cabello y recibí un medio abrazo de su parte mientras se pegaba a mi cuerpo por lo que la abracé para arroparla bien.


♡︎ 𝐂𝐡𝐢𝐬𝐡𝐢𝐲𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐨̄ ت︎

— Ahh, Chishiya~ — Gimió Azumi debajo mío.

— Dime lo que quieres — Susurré en su oído derecho para dejar marcas en su cuello mientras seguía adentrándome en ella.

— Más rápido~ — Me tomó por la mandíbula para hacer que la mirara para luego besarme.

Apreté el agarré de mis manos a su cintura para poder aumentar la velocidad de mis estocadas logrando que melodiosos gemidos escaparan de sus labios en medio del beso.

Yo no era o no me considero una persona romántica, el mundo me enseñó que el romance solo es una pérdida de tiempo, pero cuando conocí a Azumi sentí la necesidad de ser amable y cariñoso con ella, con el tiempo descubrí que esa necesidad se convertía en cariño y poco a poco en amor, en un amor tan intenso que daría mi vida por ella, y no me importaría a cuántos tendría que sacrificar con tal de verla bien a ella.

— ¿Otra ronda? — Pregunté a su lado luego de ambos llegar a nuestro límite.

— Me encantaría, pero acabaste con mis energías. — Sonrió tratando de controlar su respiración para dar media vuelta para verme, yo imité su acción acomodando un mechón de su cabello.

— ¿Por qué me tratas diferente a los demás? — Preguntó mientras cubría nuestros cuerpos con las cobijas.

— Porque no lo haría. — Dije para acariciar su mejilla. — Mereces todo lo bueno que exista en este mundo Azumi. Eres un ángel, mi ángel y lo mereces todo.

Ella solo sonrió para acercarse a mí y esconder su rostro en mi pecho.

— ¿De verdad me amas tanto como dices? — Preguntó para verme a los ojos.

— Claro que lo hago, y siempre que puedo te lo demuestro. — Acaricié su cabello.


♥︎ 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 𝐌𝐮𝐫𝐚𝐤𝐚𝐦𝐢 シ︎

— ¿La dama más hermosa del mundo ya despertó? — Preguntó Niragi a mi lado por lo que yo sonreí para abrir mis ojos lentamente.

— No exageres Niragi.

— Si, definitivamente ha despertado. — Acarició mi mejilla. — Me tenías preocupado.

— No fue mucho tiempo.

— Una semana y media me parece una eternidad cuando se trata de ti.

— ¿¡Dices una semana y media!? — Exclamé con sorpresa a lo que él asintió.

— Pero ya despertaste, así que ya estoy más tranquilo. — Me abrazó por completo sin agregar tanta fuerza.

— Gracias por cuidar de mis éstos días Niragi. — Dije suave cerca de su oído izquierdo.

— Fue un placer, te cuidaré siempre, así me digas que puedes hacerlo tú sola.

Yo sonreí devolviéndole el abrazo.

El tiempo pasó entre conversaciones y ya era de noche y yo moría de hambre por lo que fuimos al comedor.

— Hay arroz, verduras, pasta, pollo, carne y sopa. ¿Qué quieres? — Preguntó Niragi a mi lado.

— Arroz, verduras, un poco de pasta y sopa.

Él tomó un tazón de cada cosa para colocarlo en mi bandeja, luego de ambos tener nuestra comida nos fuimos a sentar a una mesa.

— La próxima semana debo ir a jugar. — Dije para comer un poco de arroz con verduras.

— Iré contigo, no te mandaré sola ni con nadie más que no sea yo. — Dijo serio

— De acuerdo. — Dije sin dudarlo.

— Primera vez que no reniegas porque te quiera acompañar. — Dijo haciendo una expresión sorprendida.

— Tu modo serio es intimidante Niragi.

Él solo río por lo que yo sonreí

— Contigo lo usaré solo cuando sea necesario. — Acarició mi mejilla para luego comer.

Seguimos charlando hasta terminar de comer, dejamos los tazones sobre el mostrador y las bandejas al lado y caminamos a la salida, íbamos por uno de los pasillos cuando vimos a Chishiya, él se detuvo al notarme por lo que se quedó viéndome, se veía algo sorprendido y era de esperarse, le había pedido a Kuina que no le avisará a nadie, en especial a él, iba a hablarme cuando pasé por su lado pero solo me dediqué a ignorarlo pasando de largo a su lado, no quería hablar con él, no quería verlo, ni saber de su existencia.

Fuimos a la habitación de Niragi y al adentrarnos a ésta él me sentó al borde de la cama.

— Tú herida ha mejorado, pero aún hay que desinfectarla. — Se arrodilló frente a mí y sacó un pequeño botiquín de su mesa de noche. — ¿Hoy si llevas algo debajo de esa chaqueta? — Preguntó con una sonrisa juguetona.

— Para tú mala suerte, como le llamas tú a mi gusto por tener ropa encima, sí. — Bajé el cierre de mi chaqueta dejando ver el top de mi traje de baño, el solo borró su sonrisa por un puchero.

— Eres mala Katsuki. — Comenzó a quitar la venda alrededor de mi cintura.

— No soy mala, solo no tienes buena suerte esta vez. — Sonreí juguetona por lo que él también sonrió.

Luego de unos minutos terminó de revisar y limpiar mi herida y antes de que yo pudiera cerrar mi chaqueta él me tomó de las muñecas delicadamente por lo que lo miré.

— Solo uno y ya, por favor. — Pidió mirándome a los ojos.

Yo lo miré un momento notando su deseo y desesperación por lo que me zafé de su agarre y coloqué mis manos en sus mejillas para acercarme a su rostro para besarlo, el solo me tomó con cuidado de la cintura.

No sabía que era o porqué, pero estar a su ladome hacía sentir más segura, aunque aún desconfiaba, pero esa desconfianza seiba por un breve momento, que era cuando me besaba y me tocaba, todo lo maloque sentía y pensaba de él desaparecía como si nunca hubiera existido, hastaque él se iba de mi lado y volvía a la realidad, la realidad en la que él era un asesino agresivo.

✿𝐍𝐢𝐫𝐚𝐠𝐢 𝐒𝐮𝐠𝐮𝐫𝐮ツ

— Yo iré con Katsuki así que mándame al juego que le den a ella. — Le dije al sombrero mientras miraba a Chishiya.

— De acuerdo, irás con ella, pero también irán conmigo. — Respondió el sombrero por lo que yo giré a mirarlo.

Si él iba debía protegerlo o me acusarían de traidor lo que significaría la muerte y eso sería no ver nunca más a Katsuki.

— De acuerdo, pero no prometo protegerte del todo, tengo prioridades.

— Llevaré a otro militar para que pueda ser mi plan b por si algo pasa.

Yo sólo asentí para salir de aquella sala una vez terminó la junta y dirigirme a mi habitación, donde me esperaba Katsuki.

— Todo listo ¿Tú lo estás? — Pregunté al entrar a la habitación.

— Sí, estoy lista — Dijo cerrando un poco su chaqueta.

— Iremos con el sombrerero, así que no te apartes de mí y no confíes tanto en él, dejas de ser importante para él cuando su vida está en riesgo. — Me acerqué a ella tomándola por la cintura para acercarla a mí. — Te protegeré a toda costa, así que por favor no te interpongas y no importa si mi vida está en riesgo.

— Claro que importa, no te dejaré morir por mí, ambos saldremos vivos de los juegos. — Sonrió para acariciar mi mejilla y dejar un beso fugaz sobre mis labios.

Esa era su forma de manipularme, y no en el sentido de hacer cualquier cosa por ella, sino, para que yo aceptará que ella me protegiera si era necesario, y aunque sabía eso siempre que lo hacía terminaba aceptando.

— Si así lo quieres así será.

La besé una última vez para tomar su mano y salir de la habitación, la alarma que indicaba el momento de ir a jugar había sonado por lo que debíamos irnos.

♡︎ 𝐂𝐡𝐢𝐬𝐡𝐢𝐲𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐨̄ ت︎

Estaba apoyado sobre una columna mientras Kuina y Azumi estaban a mi lado esperando el discurso del sombrerero, estaba cerca de un pasillo el cual estaba despejado por lo que ví como Katsuki y Niragi venían juntos tomados de la mano mientras se sonreían.

Ver aquella escena ocasionó una extraña conexión en mi cerebro, sentía algo parecido a los celos, pero sé que no es eso.

Me crucé de brazos sin quitarme de mi lugar ni apartar la vista de aquella escena, cuando Katsuki me miró, su sonrisa se borró dejando su rostro neutro con una mirada llena de enojo y algo de odio.

Auch, eso dolió.

Yo miré a Niragi, luego a ella y luego sus manos para volver a verla a ella queriendo preguntarle porque estaba con él. Su respuesta fue mirar a Azumi y luego a mí de una forma aburrida y algo celosa.

Lo sabía.

Sonreí en forma de que no me alejaría de Azumi por lo que ella rodó los ojos para luego irse con Niragi.

Quizá si eran celos lo que tenía, pero no porque me gustará, sino porque ella tenía algo valioso y algo que, si la hacía suficiente, y quizá también lo linda que era.

𝐀𝐊𝐉𝐌

Soy algo indecisa por lo que aquí les dejo las chaquetas que me gustaron y que pueden ser la chaqueta que siempre usa Katsuki, ustedes escojan o si quieren pueden usar otra referencia a su gusto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro