⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀O21.

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—¿Porqué siempre le hacemos caso a Thomas? —cuestioné.

Nos habían colgado de cabeza en medio de un pozo con más de 20 metros de altura. Intenté soltarme varías veces, pero, al estar en medio de los chicos y el barandal estar a cinco metros de distancia de mí, podría fracasar y morir en el intento.

—Lo mismo me he comenzado a preguntar yo...—murmuró Newt, estando  yo a su derecha.

Thomas bufó.

—Hey, Minho —llamé al asiático, que estaba a mis espaldas. Minho me respondió con un "¿hmm?" —. Literalmente pones mi mundo de cabeza. —coqueteé, sabía que él se sonrojó ante mi halago.

—Ya dejen de sus cursilerías para después. —dijo Newt. Me reí.

—Tal vez pueda alcanzar la soga. —dijo Thomas. No logró alcanzar la soga.

—¿Disfrutando de la vista? —escuché que preguntó Jorge. No le podía ver, ya que estaba dándole la espalda así que me tocó impulsarme para lograr verlo.

—¿Qué quieres? —preguntó Thomas, irritado. El cual estaba a mi lado.

—Esa es la cuestión. Mis hombres quieren venderlos devuelta a CRUEL —la soga comenzó hacer que le diera nuevamente la espalda, por lo que me tocó nuevamente impulsarme para ver si irritable rostro —. La vida los hizo conformistas. Pero yo no soy así. Y algo me dice que ni tú ni Pandora son así.

—Soy Karma, no Pandora. —corregí, enfadada.

—¿Se me subió la sangre a la cabeza o lo que dice este larch no tiene sentido? —preguntó Minho.

—Dígame lo que sabes del Brazo Derecho. —preguntó apuntándonos con su bate de béisbol de metal.

—¿Qué no eran fantasmas? —preguntó Newt.

—Creo en fantasmas. Especialmente cuando los oigo hablar por la radio —se acercó a una palanca que sostenía las sogas—. Ustedes díganme lo que saben...y podríamos hacer un trato.

Crucé mis brazos y cerré fuerte mis ojos ante el mareo que me comenzaba a dar.

—No sabemos mucho. —admitió Thomas, en eso sentí un pequeño vacío que causó que abriera mis ojos ante el susto. Todos soltaron un pequeño grito por ello.

—Pandora —llamó mi atención Jorge, inmediatamente se corrigió burlesco—. Karma. Lo que sea, siempre serán la misma persona —burló. Rodeé los ojos —. Dime qué sabes del Brazo Derecho, sabemos que tú tienes una valiosa información sobre él.

Reí entre dientes y lo miré fijamente a sus ojos.

—No tengo información sobre el Brazo Derecho. No tengo recuerdos, fueron bloqueados por CRUEL. Lo que diga no te servirá si es lo que piensas. —Jorge estaba por tirar nuevamente de la palanca, pero Thomas se apresuró a hablar.

—Sabemos que se ocultan en las montañas. Y atacaron a CRUEL. Tienen a varios chicos. Es todo lo que sabemos. —Jorge quiso decir algo, pero apareció uno de sus secuaces.

—Oye, Jorge.

—¿Qué ocurre? —preguntó—. Mis nuevos amigos y yo nos estamos conociendo. Eso es todo. —dijo, mirándome fijamente.

—Espera, ¿no nos vas ayudar? —solté un suspiro ante la pregunta de Thomas, había entendido lo que me quiso decir Jorge con esa mirada y su lenguaje corporal.

El secuaz de Jorge lo miró confundido. Jorge sonrió y dirigió su mirada a Thomas.

—Tranquilo, hermano. Los llevaremos a dónde pertenecen. —comentó antes de irse, segundos después le siguió su secuaz.

—Bien, empujemos a Teresa. Rápido. —hablé una vez que escuché que se alejaron.

—¿Para qué? —preguntó la mencionada.

—Para que alcances la palanca, inútil —respondí—. Apresurense. Sartén, empujas a Newt y él a mí para yo empujar a Thomas y él a Minho que empujará a Teresa.

Al principio no me entendieron, pero al explicarlo nuevamente y más lento, me hicieron caso e intentamos empujar a Teresa a la palanca varias veces.

—¡Empújala más fuerte, Minho! —dijo Newt.

Al volverlo a intentar, Teresa logró sujetarse del barandal que estaba frente a la palanca. Tiró de la palanca y volví a sentir el vacío por ello.

Teresa logró soltarse de la soga para después desatar a Thomas, él me ayudó a desatar la soga de mis pies, pero al levantarme me dió un fuerte mareo que hizo que cayera en sus brazos.

—¿Estás bien, Karma? —preguntó Minho preocupado, asentí con la cabeza después de lograr reponerme.

—Fue por estar de cabeza tanto tiempo. —expliqué. En ese momento se escuchó un helicóptero y la voz de Janson por un megáfono pidiendo que nos entregaran..

Agarré un tubo de metal rápido y, el otro extremo, se lo di a Minho que lo agarró y lo impulsé a la orilla para desatarlo.

Al lograr a desatar a todos fuimos a la salida, pero nos tomó por sorpresa el secuaz de Jorge apuntándonos con una pistola.

—Hey, no queremos problema, ¿Sí? Solo queremos irnos de aquí. —comentó Thomas.

—Ah, ¿sí? —alzó una radio y habló en ella—. Janson, los tengo conmigo. Los voy a sacar.  No nos disparen —apagó la radio y se acercó, dándome ventaja para atacarlo—. Caminen, ahora.

Agarré su mano que sostenía la pistola y él soltó un disparo fallido, agarré su cabeza e hice que se diera contra una barra de metal causando que soltara el arma. El brazo que sostenía se lo rompí y él soltó un grito de dolor, al estar tan cerca del vacío lo empujé y cayó.

—Adios, popó. —me despedí, escuchando sus gritos hasta después escuchar un sonido de eco informando que ya había llegado al final.

—Bien, al menos no tuve que perder balas en ese imbécil —habló una chica captando nuestra atención, era la misma que nos llevó con Jorge. En su mano sostenía un arma —. Vamos.

—¿Debemos de confiar en ti? —pregunté,  ella se encogió de brazos.

—No, al menos que quieran volver con CRUEL. Ahora, síganme.

Y la seguimos una vez más. Una canción comenzó a sonar por los altavoces y llegamos a la oficina de Jorge.

—¡Brenda! ¡Rápido! ¡No hay mucho tiempo! ¡Corran, corran! ¡Por aquí! —exclamó Jorge, abrió una ventana que daba a otro edificio, pero para pasar había que sujetarse de dos cuerdas que daba al otro extremo.

—Esto debe de ser una broma. —murmuró Sartén.

—Plan B, hermano. ¿Quieren llegar con el Brazo Derecho? —preguntó Jorge—. Yo los llevaré con él, pero me la van a tener que pagar.

Agarró una cuerda y se lanzó sujetándose de dicha cuerda, para después gritar “¡Síganme!”.

Brenda agarró otra cuerda y se la extendió a Sartén, Minho agarró otra y me la extendió, pero me negué.

—Ve tú primero. —él negó con la cabeza.

—No, irás tú primero. —ordenó, pero yo me negué una vez más.

—Solamente iré después de ti, pero prefiero que tú vayas primero. —él no pareció muy convencido, pero planté un beso corto y rápido en sus labios.

—¡Ya vayan rápido! —exclamó Brenda, exaltada. Minho asintió y se sostuvo de la cuerda para después cruzar.

Agarré mi daga que ví sobre una mesa y la oculté entre mi camiseta y mi pantalón. Pasó Newt y después Teresa, pero Brenda salió corriendo a otro lado.

—¿A dónde vas? —pregunté, pero ella no respondió.

—Ve. Voy detrás de ti. —dijo Thomas a Teresa, dispuesto a seguir a Brenda.

—¡Apresúrate! —dijo antes de cruzar.

—¿Ahora a dónde vas tú? —detuve a Thomas.

—Hay que seguirla. Ayudarla. —contestó.

—No es de nuestra incumbencia, Thomas. Tal vez tenga un plan y no hay que estorbar. Ya regresará —dije, él frunció el ceño. Solté un suspiro y lo miré a sus ojos cafés señalando al otro edificio —. Allá están nuestros amigos y hay que seguirlos.

—Entonces ve tú. Yo seguiré a Brenda. —farfulló, se soltó bruscamente de mi agarre y salió corriendo en busca de la chica.

Solté un bufido. Sabía que todo saldría mal, peor de lo que me imaginaba. Saqué mi daga y corté las cuerdas para evitar que CRUEL siguieran a los demás. Y salí en búsqueda de Thomas y Brenda.






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