⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀O24.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

HACE VARIOS AÑOS ATRÁS.
📍en Italia, Milán.

—¡Mamma! Guarda cosa ho fatto! —apareció una niña de seis años, con una mariposa de origami en sus pequeñas manitos. Se la enseñó a la mujer en espera de un halago que recibió junto a una sonrisa de orgullo.

—Oh corderito, qué hermoso te quedó. —dijo la mujer, en español.

—Lo hice junto con Fabricio. —informó la niña, señalando a su hermano dos años mayor que ella.

—Lo llevaré siempre conmigo. —María lo recibió y lo guardó en su bolsillo.

—¡María! —llegó un hombre regordete y de ojos oscuros, como los de la niña—. ¡Ya llegué!

María besó la mejilla de su hija y se acercó a su espejo, ayudándolo con las compras que había hecho y su maletín de trabajo. El hombre saludó a su hija revolviendo su cabello y con un beso en la frente a su esposa.

—¿Com'era il lavoro, Jeremy? —preguntó María al estadounidense. El cual bufó al no entenderle bien a su esposa, tardó un tiempo en entenderlo.

—Agotador...—fue interrumpido por el timbre de un teléfono.

Los adultos quedaron estáticos reconociendo el tono de llamada. La niña que, anteriormente se encontraba jugando con su mariposa de papel, se quedó confundida por la expresión de sus padres.

Jeremy agarró el celular y contestó la llamada, donde ni siquiera habló y solamente recibió instrucciones. Colgó la llamada serio y miró a su esposa que había comenzado a sollozar.

—Es hora. Hay que entregarla. —comentó Jeremy, agarrando bruscamente a la niña.

—¿Qué sucede? —preguntó la niña asustada por el comportamiento de su padre y los sollozos de su madre —. Mamma...¿Por qué lloras?

—No, Jeremy, no te la lleves, por favor. —rogó la mujer, explotando en llanto.

—¡No lo entiendes, María! —gritó Jeremy, sobresaltando a la mujer y a los niños—. ¡Nada más por ella me permitirán un ascenso en el trabajo y nos mudaremos a la ciudad!

—¡Pero es una niña! —gritó de vuelta María, fue ahí cuando Karma comenzó a sollozar por el miedo. ¿A dónde la llevarían?

—¿Y tú crees que no lo sé? ¡Pero ellos aseguraron nuestro bienestar! —dijo el hombre.

—¿Iremos al lugar donde me llevaste el otro día? —preguntó la niña, con los ojos llorosos. El hombre asintió sonriéndole —. Yo no quiero ir ahí.

Jeremy se agachó a la altura de la niña, aún cuando se le dificultó por su barriga cervecera.

—¿Tú le tienes miedo a esas bestia que lastiman a las personas? —preguntó Jeremy, refiriéndose a los cranks. Karma asintió —. Las personas que te cuidarán ahora en adelante, le aseguraron a mami y a papi un lugar seguro lejos de esas bestias malas.

—¿Y qué hay de Fabricio? ¿También estará bien? —preguntó Karma, absorbiendo sus mocos.

—Sí, por supuesto. —respondió Jeremy, con una expresión de arrogancia.

La niña no respondió, estaba muy confundida y llena de temor. Era solo una niña con una infancia dolente.

EN LA ACTUALIDAD.
📍¿?

—Karma....—una voz con un nudo de desazón me despertó —. Karma...

Una vez más me sacaron de mi laguna de recuerdos amargos, a lo lejos escuchaba unos quejidos de dolor y gritos. Abrí mis ojos y mi vista estaba borrosa.

—Nena...—me llamó una vez más.

Mi vista se recuperó, pero mi instinto y mis reflejos hicieron que me tirara encima de esa persona haciéndole una llave de judo.

—¡Ayyy! —se quejó la persona.

—¡Karma! ¡Es Minho! —me informó Sartén, llegando junto con los demás al escuchar los quejidos por parte del asiático.

Miré a la persona que tenía entre mis piernas y así era, casi dejaba sin brazo a mi novio. Rápidamente lo solté y me separé de él.

—Lo lamento...—me disculpé cabizbaja, pero podía observar como entre Newt y Thomas ayudaban a levantar al asiático adolorido.

—Está bien, nena. No fue tu culpa. —murmuró el chico, acariciando su brazo adolorido.

Intentó acercarse a mí, sin embargo yo retrocedí con miedo de lastimarlo una vez más, por mi acción pude ver que su mirada se convirtió en dolor emocional. Aparté mi mirada de él y la centré en Jorge que torturaba al hombre que nos dio un brebaje extraño.

—¿Dónde está el Brazo Derecho, Marcus? —preguntó impaciente, Jorge.

Alcé mis cejas al escuchar que ese inútil era Marcus. Jorge agarró los tres pelitos que tenía Marcus en su cabeza y tiró de ellos para conectar sus miradas.

—Tú sabes dónde se ocultan. Así que dímelo...y haremos un trato —Marcus comenzó a reírse entre dientes—... podrás venir con nosotros.

—Rompí ese vínculo hace tiempo. Además, yo hago mis propios tratos. Tú fuiste quien me enseñó que jamás deje pasar una oportunidad. —confesó Marcus, riéndose como un psicópata.

—¿De qué hablas? —preguntó Newt.

—Hablo de oferta y demanda. Después que desapareció Pandora, comencé ayudar a proporcionarle a todos los niños inmunes que ellos quisieran. Yo atraigo a los niños, se embriagan, se divierta y, luego, CRUEL se los lleva.—explicó.

Me levanté de mi asiento y caminé hacia él.

—¿Tú eres el estúpido que tomó mi trabajo? ¿Tan urgidos estaban que no pudieron buscar alguien mejor? —pregunté incrédula.

—¿Tú eres Pandora? —preguntó confundido Marcus.

—Alguna vez lo fui. —dije, cruzándome de brazos.

—Entonces sabes a lo que me refiero. —dijo, riéndose.

—Sería hipócrita de mi parte torturarte por lo que le hiciste a esos pobres niños —hice un fingido puchero—. Adelante, Jorge.

Jorge le metió una patada haciendo que la silla en el que está atado Marcus cayera, sacó una pistola y se la colocó en su cabeza obligándose hablar.

—¡De acuerdo! Pero no te prometo nada. Esta gente no se queda quieta —habló, entre Jorge y yo acomodamos a Marcus. Recuperó el aliento antes de hablar —. Tienen una base en las montañas. Pero está muy lejos. Tienen a CRUEL en los talones. No lo lograrán.

—No a pie —Jorge sonrió y colocó sus manos en los hombros de Marcus—. ¿Dónde está Bertha?

Marcus comenzó a sollozar: —Bertha no.

Bertha era una camioneta en la que milagrosamente cabíamos todos, claro, nunca nos llevamos a Marcus. Pero podríamos ir en comodidad por el largo camino. Había ido adelante, no quería estar cerca de Minho. Me sentía muy mal como para mirarlo a los ojos, desde que me enteré cuál era mi origen me prometí no lastimarlo, pero lo hice.

—Bien, seguiremos a pie. —comentó Jorge, observando la larga hilera de coches abandonados en la entrada de las montañas.

Los autos tenían marcas de balas, cosa que me pareció confusa. A Thomas por poco le impacta una bala, a mí me rozó una en el brazo. Me oculté detrás de un coche junto con Minho y Newt.

—¿Están todos bien? —preguntó Thomas.

—¡Sí, Thomas! —respondió Teresa.

—¿Alguien sabe de dónde salieron esos disparos? —preguntó Newt.

—Vinieron de las montañas. Son entre cinco a seis personas. —respondí, sonriéndole a Newt.

Se escucharon cuatro disparos, sabía que había sido porque Thomas se había asomado.

—¿Estás bien? —me preguntó Minho, señalando el roce de la bala. Solamente le respondí asintiendo con la cabeza. Él frunció el ceño enojado—. ¿Qué es lo que te pasa conmigo?

—No es contigo...es conmigo. —confesé.

—¿Me fuiste infiel o qué? —preguntó Minho, confundido.

—No, no, no, jamás te sería infiel. —aclaré.

Newt solamente estaba atento al chisme, escuchando nuestra conversación.

—¿Entonces...? —preguntó Newt. Minho y yo le dirigimos una mirada para que se callase.

—Nunca quise lastimarte. Desde que supe quién fui alguna vez, tuve miedo de algún momento llegar a lastimarte...y a los demás también. Soy un peligro, Minho. Soy como una bomba. Soy un títere que CRUEL controla. —confesé.

Minho me abrazó con cuidado de no lastimarme. Era un abrazo que necesitaba, sentí un abrazo por atrás que venía de Newt.

—Jamás serás esa persona que CRUEL quiso hacer. Te retractaste al poner tu vida en peligro solamente para liberarnos, que está huyendo y nos cuida. Karma, nunca serás un peligro para nosotros. Eres muy dulce, eres asombrosa y siempre nos estás cuidando, lo has hecho desde que llegaste al Área. —dijo Minho, separando de mi y plantando un tierno beso en mi frente.

—En serio que necesito una novia en mi vida. —farfullo Newt, haciéndonos reír.

—¡Escuchen! ¡Hay que volver a la camioneta! ¡Tapense los oídos! —avisó Jorge.







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro