Luego de 1 hora en auto, lograron llegar a lo que era una gran casa lujosa, iluminada y bastante llamativa. El auto se detuvo en frente de esta y todos bajaron del auto cerrando las puertas. Caminaron a la entrada mientras se colocaban los antifaces.

María llegó al lado de JiMin mientras se acomodaba el vestido rojo largo que traía y su antifaz plateado. Ella le colocó una mano en el hombro atrayendo su atención y le curvó en una sonrisa de labios pintados.

—Ten cuidado esta noche, Park. —le dijo.

—Tú también. —respondió el pelinegro dándole una mirada de pies a cabeza. —No provoques a más nadie que no sea YunHo. —ella rio.

—Cariño... —se acomodó el cabello. —Tú no dejes que YoonGi aparte los ojos de ti. —le guiñó el ojo y se apresuró para alcanzar a YunHo.

JiMin soltó un suspiro y miró de nuevo la gran casa a través del antifaz y sonrió. Caminó hacia la gran puerta que yacía abierta y supervisada por dos tipos altos y corpulentos. Entonces vio a YoonGi adelantarse a todos y dijo su nombre haciendo que el hombre que traía una lista asintiera. Este buscó a JiMin con la mirada, le guiñó el ojo y le hizo una seña para que lo siguiera dentro. El pelinegro solo rio por su actuación de tipo bueno y educado. Pero por dentro tenía una curiosidad, quería algo más intenso esa noche y el maldito traje que traía Min le resultaba un problema grande de vérselo puesto.

Ante la fría noche, JiMin entró en compañía de HoSeok y NamJoon a la grande casa escuchando la música clásica de fondo. Se escuchaban los murmullos de las personas al hablar. Todo estaba elegante y precioso, las personas vestían de trajes y antifaces como ellos. Pero a la hora de entrar, las miradas cayeron en ellos.

—Ten cuidado con quien hablas esta noche, Park. —susurró HoSeok a su lado.

—¿Por qué hablaría con alguien? —cuestionó JiMin.

—Bueno porque... Tienes dos fuertes miradas a tu izquierda y una a la derecha. —rio mirando y saludando a personas. —Cuida el trasero. —le dio una palmada en este haciendo que JiMin se exaltara. El castaño se alejó de ellos caminando hacia un grupo de personas que saludó al llegar.

—No le prestes atención a HoSeok. —dijo NamJoon metiéndose las manos en los bolsillos del pantalón.

—¿Tu qué? —habló JiMin. —¿No me dirás nada raro también?

NamJoon rio y negó.

—¿Por qué? Creo que has tenido lo suficiente con los tres. No necesitas un cuarto. —hizo una pausa. —¿Vamos por una copa? —JiMin asintió siguiendo a NamJoon quien caminaba hacia lo que parecía una larga mesa con comida y alcohol.

Al llegar a ella, un mesero bien vestido les sonrió y les mostró lo que había en la mesa.

—¿Gustarían de un vino rojo o un coctel? —preguntó este a los dos.

—¿Qué quieres tú? —preguntó JiMin al peligris.

—A mi dame un coctel. —dijo NamJoon con una sonrisa amable.

—A mí también. —el mesero asintió y caminó detrás de la mesa para buscar al otro extremo de esta los cocteles pedidos. —Veo que ya se desapareció Min.

—No es de extrañar en fiestas como estas. —respondió NamJoon. —Suele ser así cuando salimos. Lo vemos 20 segundos en la entrada y luego desaparece. Ni llega a casa. —comentó NamJoon.

—¿Si tiene vida social? —preguntó el pelinegro haciendo reír a NamJoon.

—¡Claro que sí! Es bastante sociable. Lo ves todo intimidante y grosero. Pero cuando sale es otra persona.

JiMin hizo una mueca.

—Lo creía un loquito encerrado en su sótano cortando personas a su gusto.

—Y lo hace. —se rascó la nuca. —Tiene dos personalidades a flote. La que oculta y la que le hace ver a todos.

—Señores, sus tragos. —la voz del mesero los hizo mirar. Este les extendió los dos vasos fríos y los tomaron agradeciendo.

—Salud. —dijo JiMin acercando su vaso al de NamJoon para brindar.

—Salud. —el peligris chocó su vaso con delicadeza haciéndolo sonar con el de JiMin.

Los dos acercaron el vaso a sus labios y tomaron un poco de este.

JiMin observó el ambiente algo alegre y vio a lo lejos a JungKook saludando a una persona y presentar a TaeHyung. Le dio otro sorbo a su trago y se metió su mano libre en el bolsillo de su pantalón. Entonces sintió un escalofrío impregnarse en todo su cuerpo. El pelinegro miró a todos lados al sentir la fuerte mirada que lo quemaba poco a poco. Entre tanta multitud, mirando y buscando, halló al dueño de tal mirada. A lo lejos con la espalda apoyada en la mirada, con una copa de vino rojo en la mano se encontraba YoonGi observando al pelinegro de una manera bastante sutil.

El pelinegro también lo miró y tragó duro al sentir la intensa mirada de este. JiMin levantó el vaso hacia él haciendo un tomo de brindis y este le sonrió de una manera coqueta. Lo siguiente que vio fue a un tipo acercarse al rubio con unos toques diferentes. Este pasó su mano por los hombros de YoonGi y las subió hacia su cuello mientras este le sonreía. JiMin arrugó el ceño porque no entendía de quien se trataba.

—Tanto tiempo, Yoonie... —la voz melosa de SeokJin llegó a los oídos del rubio mientras este le acariciaba el cuello. —¿Me extrañaste? Porque yo sí y mucho.

—Feliz cumpleaños. —respondió cortante.

—¿Así no más? —hizo una cara triste. —¿Ni un beso de reencuentro? —le sonrió.

YoonGi le quitó la mano de encima y acercó de nuevo la copa de vino a sus labios para tomar un poco. SeokJin se pasó una mano por el cabello negro y levantó una ceja. Rio y se alejó de YoonGi.

—Parece que me tocará hacer la entrada. —murmuró pasando por su lado. —Espero y cooperes. Me lo debes. —este miró por encima del hombro. —Además ese regalito está bien vestido... ¿Puedo probarlo? —y se alejó riendo sarcásticamente.

El rubio bajó la mirada sintiendo ahora la vista fija de JiMin frente a él. YoonGi se tomó toda la copa de vino y dejó el vaso en una mesa. Se lamió los labios y tragó duro caminado hacia JiMin, pero alguien tiró de su muñeca atrayéndolo.

—SeokJin ya notó a JiMin. —dijo HoSeok soltando la muñeca de YoonGi una vez que lo tuvo cerca.

—Hagan lo que les pedí. —dijo YoonGi. —Hará su maldita entrada.

—Mierda, ¿En serio? —murmuró HoSeok.

Fue entonces cuando la música cesó y el silencio en el gran lugar se hizo espeluznante. Las miradas de los presente se posaron en las escaleras del segundo piso en donde se encontraba SeokJin de traje dorado de camisa negra. Su cabello negro relucía ante este y su máscara rosada de mano.

—Buenas noches a todos. —saludó con voz firme y apartó la máscara de su rostro. —Agradezco que hayan podido sacar un momento de su tiempo para venir. —bajó las escaleras y sonrió a todos los presentes. —Quiero recordarles que esta fiesta trae dos motivos... —llegó al primer piso siendo el centro de atención de todos y se desabrochó el saco dorado. —El primero, claro está. Mi cumpleaños. —ubicó a YoonGi entre la multitud y sonrió. —Y el segundo un reencuentro bastante llamativo. —entonces miró por encima de su hombro encontrándose con la mirada de JiMin. —Espero que todos nos llevemos bien está noche y podamos pasar una excitante noche... ¿No, YoonGi? —soltó una risita volviendo la mirada a YoonGi quien lo miraba con seriedad. —¡Bien! Pasemos una buena noche. ¡Música!

HoSeok soltó un suspiro al lado del rubio.

—Parece que se interesó en JiMin, YoonGi. —dijo el castaño observando la escena de SeokJin caminando hacia donde estaba NamJoon y el pelinegro. —¿Deberíamos intervenir? ¿YoonGi? —HoSeok lo miró y este sonreía mirando la escena de SeokJin acercarse a JiMin.

—JiMin no es idiota. —JiMin notó que el rubio lo miraba y también le regaló una sonrisa algo perversa. —Puede que la noche termine en otras cosas...

<Oh Min... ¿Por qué tu pasado suena jugoso?>

—Park JiMin, ¿Cierto? —se acercó SeokJin. —Un placer en conocerte. Kim SeokJin. —le extendió la mano.

—El cumpleañero. Sí, hola. —estrechó la mano. Pero SeokJin no la soltó, en cambió la acarició haciendo que JiMin levantara una ceja. Entonces sintió algo en su mano.

—¿Nos conocemos? Siento que te he visto en algún lugar.

<Kim SeokJin, sabía que eres tú.>

—¿Sí? Pienso lo mismo. ¿Algún pasado cercano?

—Tal vez... —respondió este. —Espero y pasemos una noche agradable, JiMin.

—Igualmente. —sonrió irónicamente. SeokJin le soltó la mano a JiMin y asintió. 

—Que bueno verte, NamJoon. —saludó.

—Y a ti. Feliz cumpleaños. —respondió el peligris con una sonrisa.

SeokJin se alejó de los dos y caminó para hablar con otras personas. NamJoon tiro de la manga de JiMin.

—¿Qué te dio? —susurró.

—¿Cómo sabes que me dio algo?

—SeokJin es así. —respondió. —¿Qué es?

JiMin abrió su mano y encontró un pequeño papel arrugado. Lo abrió y leyó lo escrito en tinta negra.

"Al sonar las 12 las luces se apagaran para que todos se quiten las mascaras. Quiero que vengas conmigo una vez que las luces se apaguen. Quiero hablar."

—Mierda, le diré a Yoon...

—No. —respondió JiMin, arrugando el papel de nuevo y lo metió en su bolsillo. —No dirás nada.

—JiMin, no puedes ir solo.

—NamJoon, se supone que saben como soy. Este tipo no me hará nada. Al aparecer solo quiere a YoonGi de nuevo. —el pelinegro dirigió la mirada hacia el rubio quien hablaba con HoSeok. —No dirás nada. Confió en ti. Solo quiere hablar... —sonrió JiMin. —Y yo también. —se mordió el labio mirando a YoonGi de una manera coqueta.

SEÑORES, SEOKJIN SUPREMACY. <3

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