𝟎𝟔🍭๑ Lavandería Fregoso y Lejía

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

❄️𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓢𝐈𝐗❄️
Boarding House-laundrette

➺🎄Lee las letras pequeñas.

━━━𝐇𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐋𝐋𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎 𝐒𝐄Ñ𝐎𝐑 𝐖𝐎𝐍𝐊𝐀 𝐘 𝐒𝐄Ñ𝐎𝐑𝐈𝐓𝐀 𝐂𝐔𝐘𝐎 𝐍𝐎𝐌𝐁𝐑𝐄 𝐍𝐎 𝐌𝐄 𝐒É —nos dijo Lejía intentando parecer emocionado—. Hogar, dulce hogar.

—Violet..., ese es mi nombre.

Cuando pasamos el pequeño puente de tres arcos, escuché la voz chillona de la señora esa... ¿cómo se llamaba? No recordaba mucho su nombre pero me daba repelús.

—¡Quita tus patas mugrosas de mi puerta perro sarnoso! ¿Eres tú, Lejía? —preguntó la propietaria de la lavandería—. ¡Más te vale traer mi ginebra!

Lejía se rio.

—Esta señora es Apestosa —le susurré a Willy que se encontraba a mi lado.

Willy me miró con incertidumbre.

—¿Cómo dice? ¿Es apestosa? ¡Oh...!

—No, digo que su nombre es Apestosa.

—Traigo mejor que ginebra, señora Fregoso. —La sonrisa de Lejía no me gustó nada—. Un nuevo huésped.

—¿Señora Apestosa Fregoso? Resulta un tanto contradictorio, ¿no le parece? —me dijo en un susurro Willy que le estaba pareciendo divertida la situación.

Sin duda, recordar los nombres no era lo mío.

La señora Fregoso abrió la mirilla y nos sonrió a ambos. Tampoco me gustó su sonrisa.

—¡Oh, adorable! —Se fijó en Willy que le sonreía como lo haría un niño pequeño—. ¿Por qué no me lo dijiste antes? —Su risa emitía el gruñido de un cerdo. Cuando terminó de reírse, colocó la mirilla en su sitio y abrió la puerta, recibiendonos con mucha emoción y los brazos abiertos—. ¡Bienvenidos a Casa de Huéspedes y Lavandería Fregoso y Lejía! ¡Pónganse cómodos, sobre todo usted, señor! Caliéntese los huesos junto a la chimenea. ¿Ginebra? ¡Vamos, Peter! ¡Deja lo que estés haciendo y sirveles a los nuevos invitados! Los pobres están casi congelados.

—¡Violet! —Peter se dirigió a mí con una gran sonrisa pero se le borró del rostro cuando la señora Fregoso le fulminó con la mirada—. Ahora... os traigo todo. —Llevaba puesto un peto harapiento, esa pieza de ropa me recordaba mucho a los que usaban los niños en la revolución industrial, solo que Peter no estaba siendo abusado laboralmente... ¿o sí? La señora Fregoso no sería capaz de hacer algo así.

—No... no hay prisa, Pet. —Le fui a detener pero él fue más rápido que yo con sus movimientos y fue directo a buscar la ginebra.

Y ¿ginebra? ¿En serio? Yo no bebía y Willy no parecía esa clase de persona.

—Gracias, Señora Fregoso —agradeció Willy que se había dirigido a la chimenea para contemplar el crepitar del fuego—. Usted y su esposo son muy amables.

—¿Él? ¿¡Mi esposo!? —preguntó la mujer con sorpresa—. ¿Cómo puede creer eso? —Miró a Lejía con una carcajada amargada—. Ya quisiera él.

—No. —La respuesta de Lejía fue ante todo: rápida, eficaz y sobre todo, sincera.

Me mordí la lengua para no reírme.

—Me estoy reservando para alguien muy superior a este pobretón. Así que... —Peter trajo una bandeja con tres pequeños vasos con ginebra—: ¡Salud!

Willy y yo aceptamos los vasos.

Cuando probé un poco de esa bebida, me escoció tanto la garganta que la escupí de golpe pero no precisamente en el vaso, se lo eché todo en la cara de la señora Fregoso.

Peter se llevó una mano hacia la boca para fingir que tosía cuando en realidad se estaba riendo a carcajadas por el aspecto que tenía la mujer.

—¡No pensé que fuera extremadamente fuerte...! —Willy tosió tanto que se quedó hasta rojo.

Y yo también pero de la vergüenza.

—¡Oh! ¡Dios mío! —exclamé cuando me recompuse. Todo el rostro de la mujer estaba empapado pero cogió una servilleta y se limpió como si nada. Sin embargo, pude atisbar que estaba enfadada, empezaba a sospechar que se estaba comportando extrañamente bien para tener una buena imagen a los ojos de Willy.

La cuestión era ¿por qué?

—No te preocupes, querida. ¡No estoy enfadada...! ¡Es solo... ginebra y... saliva! ¡Nada de lo que preocuparse...! —Está bien, que diga lo que quiera pero yo no me lo creía—. Tenéis que acostumbraros, esto sirve hasta de gasolina. En fin, no importa. Olvidemos esto. Pasemos a lo que importa... para su bienestar. ¿Necesita una habitación, señor Wonka?

—Pues sí pero... yo... —Me miró a mí y luego a Lejía que se había sentado en un sillón en la esquina de la estancia, observando todo. Sentí que Willy buscaba auxilio en su mirada.

—No se preocupe, en realidad yo puedo llevarlo a mi ca... —Iba a decir, intentando por segunda vez explicar mi idea pero Lejía, de nuevo, me interrumpió.

—El señor Wonka está temporalmente en manga rota. Ya me entiendes.

La señora Fregoso emitió un asombro de tristeza.

De tristeza fingida.

—¡No me digas eso...!

—Eso temo, señora Fregoso —explicó Willy con pesadumbre pero se recompuso enseguida—: ¡pero! eso está por cambiar.

—¿Ah, sí? —preguntó la mujer imitando una pose de sorpresa.

—Verá, soy una especie de mago pero también inventor y chocolatero. Mañana a primera hora en Las Galerías Gourmet planeo revelar mi creación más extraordinaria. Prepárese para maravillarse pues le presento... —Willy se quitó el sombrero y sacó una tetera pero viendo su expresión no era lo que tenía planeado enseñar.

—Ah, ¿enseñará a tomar té?

—No, no tenía intención de hacer té, un segundo. —Probó otra vez y la señora Fregoso suspiró. Ahora salió un ramo lleno de zanahorias. Peter y yo nos reímos—. Oh, esto es para mi estofado. Sé que está por aquí lo que quiero enseñarle—. Sacó todo tipo de materiales para crear vestimentas pero nada de eso entraba en sus planes.

—Descuide, señor Wonka —se apresuró a decir la mujer que empezaba a impacientarse—. Se nota que es usted un hombre de un ingenio gigante y tenemos algo ideal para usted, justamente el paquete empresarial. La habitación de esta noche cuesta una moneda y la puede pagar hasta las seis de mañana. ¿Es suficiente tiempo para ganar unos centavos?

—Más que suficiente, Señora Fregoso, muchas gracias —le agradeció Willy mientras se colocaba el sombrero.

Cuando Peter recogió los vasos y la bandeja para llevarlo todo a la cocina, se acercó a mi oído y me susurró:

—Cuidado ahora, es una trampa.

Lo miré extrañada mientras se iba. ¿A qué se refería exactamente?

—Es lo menos que puedo hacer por un extraño necesitado. —La mujer fue corriendo a coger una lista amarillenta, casi parecía un pergamino de lo antiguo que parecía su textura. Tan rápido como pudo, vació la mesa de madera y depositó la lista y el bolígrafo—. Ahora firme aquí.

—No se diga más —murmuró Willy aceptando el bolígrafo. Peter nos miró a los dos desde la ventanilla abierta que estaba detrás de la mujer e hizo el gesto de negación con las manos. Willy lo vio.

—Lee la letra pequeña. —Creo que le oí decir.

—¡Ya basta y gracias, Peter! ¡Hasta luego! —La señora Fregoso se dio cuenta y cerró la ventanilla de golpe.

—Willy, ¿oíste lo que dijo, verdad? —le pregunté y él asistió, estudiando la lista.

—Dijo que leyera la letra pequeña. —Willy abrió la lista para verla mejor. La misma que se hizo más y más grande, se abría cada vez más hasta tal punto de llegar a la pared de al lado—. Me parece que hay mucha..., wow, ¡oh! ¡oh! ¡nunca acaba!

—Extrañamente impresionante —susurré sin quitar de ojo lo que estaba ocurriendo.

—Vaya, aún hay más. —La lista seguía creciendo. Me percaté de que la Señora Fregoso y Lejía se miraron como si ocultaran algo.

—No haga caso a Peter, está confundido —dijo esta con una sonrisa articulada.

—¿Confundido? —pregunté yo. Era mi mejor amigo, esa mujer no tenía ni idea de su vida—. Se equivoca. Aquí la única confundida es usted.

—No, no estoy confundida —Se dirigió a mí con cierta molestia, si no hubiera estado Willy presente, no sé qué me habría hecho la bruja esa—. Tiene el síndrome del huérfano.

—¿Disculpe? —pregunté con cierto desaire—. Peter es muy consciente de sus...

—Disculpada —me interrumpió la Señora Fregoso—. Ahora, por favor, señor Wonka. Firme.

☃️🎄¡Espero que os haya gustado!🎄☃️

🍬🍭Muchas gracias por el apoyo,
los votos y los comentarios.🍭🍬

💕🍫Entre más interacción haya en los capítulos,
más seguidas serán las actualizaciones.🍫💕

💗No olvidéis que para encontrar más contenido
y obras literarias, podéis apoyar mi perfil de IG.💗

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro