Capítulo 50

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Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.Génesis 50:20


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El funeral de Yurii fue rápido y sin demora, todos sus familiares cercanos acudieron a la ceremonia para darle un último adiós y conmemorar su imborrable memoria. No puedo negar que al momento que escuche los llantos devastadores de la señora Makabe destrozo mi corazón por completo. Mirar el rostro desolado de sus dos hermanos mayores y la dura expresión del cabecilla de la familia removió algo en mí que hasta ahora no ha dejado de inquietarme.

Fue noticia nacional, los reporteros lo categorizaron como un asalto que resulto en una tragedia para uno de los tres chicos que se encontraban en el lugar de los hechos. Cuando llegaron los paramédicos y la policía, todo comenzó a moverse muy deprisa, trasladaron el cuerpo de Yurii a la morgue para luego declarar una autopsia que revelaría la verdadera causa de muerte del adolescente. En cambio a Takashi y a Auri los retuvieron varias horas en la comisaria mientras tomaban sus declaraciones sobre qué fue lo que sucedió realmente.

Estuve en todo momento junto a mi protegido sosteniendo su mano. Me necesitaba más que nunca, y ahora que éramos conscientes que existía una gran recompensa por la caza del Filius de Belcebú no podía permitirme dejarlo solo en ningún segundo. Mi deber como su ángel guardián es velar por su seguridad hasta que todo este dictaminado.

No teníamos tiempo para pensar en un plan de acción que no levantara sospecha en los oficiales de lo ocurrido, por suerte el padre de Auri era abogado y en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba libre de cualquier cargo y podía irse tranquilo a su hogar. Me angustiaba el silencio tan voraz en el cual Auri estaba empozado, había visto morir en sus brazos a su mejor amigo de la infancia, su expresión dura no me decía nada y sobretodo me asustaba el hecho de que solo hubiese llorado unos pocos segundos antes de apartarse de Yurii y dejar que los autoridades actuasen.

No sabía que estaba pasando por su mente. Se había sumergido en un estado de tristeza tan profunda que temía que nada ni nadie consiguiera sacarlo de ese pozo. En el funeral acompañado por sus dos padres tampoco lloro, solo miraba fijamente la imagen de su amigo rodeado de hermosas flores que adornaban la corona conmemorativa en su nombre. Fue solo entonces cuando todo estaba a punto de finalizar que pude apreciar algunas lágrimas bajando por su pálido rostro. Me alivio solo un poco notar que mostraba sus verdaderos sentimientos. Para ningún humano le sentaría bien observar como tú más grande amigo es cremado y esparcido en la mismo lugar en que reposan los restos de sus familiares antiguos. Es duro.

Desde entonces ha transcurrido una semana de la trágica escena. En teoría todo pareciera volver a la normalidad, no se han reportado avistamientos de demonios por la zona y Morax tampoco ha dado señales de humo de su paradero. Todo estaba perturbadoramente tranquilo, aunque si soy sincera, para mí esto solo es la calma antes de la tormenta.

Dejo salir un largo suspiro mientras observo un lindo canario volar cerca del nido situado en lo más alto de un árbol. Hay algo en estar rodeado de hermosa naturaleza que calma mi alma. Desde pequeña me han obsesionado las flores y todo lo que tenga que ver con la vegetación humana, es sublime. Por esa razón me encuentro en el jardín botánico del templo para poder apreciar mejor su eterna belleza y llenarme de paz interior. El canario le da de comer a sus polluelos y yo no puedo evitar sentir cierta nostalgia al ver la familiar escena. Son tres polluelos desesperados por obtener algo de comida de su pico, por alguna extraña razón me hacen recordar a Yurii, él también tenía dos hermanos mayores que lo apoyaban en todo momento, pero ahora solo quedan los recuerdos de cuando todo parecía ser una vida normal sin preocupaciones ni demonios asesinos. ¿Cuándo la felicidad se tornó todo tan difícil de conseguir?

Desde que arribe en la tierra todo ha ido cuesta abajo. Sabía que mi labor acá no sería un trabajo sencillo, pero jamás imagine que todo se quebrantaría de esta forma; Una traición, una persona herida de gravedad y otra muerta, todos partes del círculo más cercano a Auri. No puedo evitar pensar que su vida estaba mejor antes de conocerme, era un adolescente normal con problemas típicos para una persona de su corta edad. Tal vez si le hubiese hecho caso a Idol en su momento cuando se negó a dejarme ir a custodiar a un Nephilim esto no habría sucedido. Tal vez.

Ahora que pienso en todas las cosas y situaciones que me han traído hasta este punto no logro encontrar una luz de esperanza que me asegure que en algún momento podremos ser felices y continuar con nuestras vidas sin cargar con todo el peso del mundo encima de nuestros hombros.

Y pensar que pasaría mi primer San Valentín así de triste. Qué ironía.

— ¡Al fin te encuentro! —escucho decir alguien a mi espalda. Giro mi cuerpo hacia un costado llevándome la grata sorpresa de ver un rostro familiar.

—Que gusto verte otra vez —digo acercándome a él y dándole un tierno abrazo consolador que mi alma tanto necesitaba.

—El gusto es mío, preciosa —sonrió acurrucándome más a su increíble esencia. Ver a Travis después de tantos días en los cuales el caos ha sido el protagonista me llena de tranquilidad, estar a su lado es un plus de energía para mi sistema —Discúlpame por no haber acudido antes, estaba solucionando unos asuntos en la capital. Lo siento.

Deshago nuestro abrazo para mirar su familiar rostro. Como extrañe tenerlo cerca, a él y a su suculento té que tanto añoro me provoca.

—No te preocupes, lo entiendo —vuelvo a mi posición inicial apoyando mis antebrazos sobre el barandal de madera que me separa del hermoso jardín botánico situado frente a mí.

—Supe lo que sucedió con el amigo de tu protegió. ¿Cómo estas con eso?

La respuesta no llega rápido a mi cabeza. En realidad es la primera vez que alguien me pregunta cómo me siento con respecto a toda esta difícil situación que estamos atravesando. Se supone que los ángeles debemos ser firmes y neutrales en todo momento, no debemos dejarnos llevar por sentimientos que puedan perjudicar nuestra misión en el tierra. Pero aunque queramos aparentar ser una especie fuerte, en algún preciso momento debemos aprender de los humanos y aceptar que nosotros también sufrimos cuando perdemos a alguien cercano en nuestras vidas.

—No sé cómo sentirme al respecto —me sincero —Por una parte me alivia saber que Auri sigue con vida, pero por otra no puedo evitar culparme por todo lo que sucedió.

— ¿Culparte? Preciosa, nada de esto es tu culpa.

—Lo sé, aunque si hubiese llegado a él solo unos segundos más tal vez habría conseguido salvar la vida de Yurii. Solo tal vez —entiendo su punto al decir que nada es mi culpa, pero la responsabilidad de su muerte me perseguirá hasta el día de mi juicio final. Es una carga con la cual no quiero lidiar pero no me queda de otra, esta es la vida que yo elegí. A veces se pierde y a veces se gana.

—Lo que haya sucedido o no ya no te compete —su noto brusco me hace levantar la mirada hacia él y prestarle toda mi atención —En mis años como ángel guerrero nos enseñaron que dentro del campo de batalla nadie posee el control de lo que suceda, depende de ti salir con vida o no. Como colegas nos apoyamos los unos a los otros, reguardamos nuestras espaldas, pero si alguno decide actuar por cuenta propia las repercusiones de lo que ocurra será solo responsabilidad de esa persona, no de todo el escuadrón. Lo que quiero darte a entender es que tú no decidiste que ese demonio apareciera y apuñalara a ese chico. Si hubieses llegado cinco segundos antes o un minuto después nada habría cambiado, así debían ser las cosas.

Algo en sus sabias palabras me hace tener una nueva perspectiva del asunto. Tiene razón, nada fuese cambiado si estaba cerca o no de Yurii para salvarlo, mi prioridad en ese momento era Auri, su seguridad. Elegí salvarlo a él porque ese es mi deber, mi trabajo como guardián. Si en cualquier otro caso tendría que tomar una elección con respecto a resguardar a mi protegido y salvar la vida de cientos de personas, habría elegido cien por ciento a Auri, sin dudar. Para mí, su vida y bienestar vale más que cualquier persona en este planeta.

Vuelvo a suspirar. Ser un ángel guardián no es nada fácil.

—Era tan joven... —replanteo el tema sintiendo un poco mal por pensar de esa manera tan egoísta —Tenia un promedio excepcional, seguro iba a estudiar en una de las mejores universidades de Japón y después convertirse en un gran profesional. Tenía tanto que experimentar, pero ese desgraciado le arrebato su futuro en cuestión de segundos. Le quito la vida y se fue sin más.

Revivo esa escena una y otra vez en mi cabeza todos los días. Ver los ojos de Morax y descubrir que no existía arrepentimientos en ellos me revuelve el estómago. Lo encontraré y lo destruiré, de eso no hay duda.

—Me lo imagino —camina hasta quedar a mi lado mirando el lindo atardecer que está a punto de caer sobre nosotros — ¿Cómo se encuentra Auri? Seguro que para él no debe ser fácil perder a un amigo.

—Auri lo lleva como puede. Creí que se sumergiría en un estado depresivo en el cual yo no podría sacarlo, pero... está asimilándolo día por día, a su manera, creo.

El vínculo que nos une me hace saber en qué estado emocional se encuentra mi protegido. Cuando Henai fue herida sentí como el miedo y la impotencia se adueñaban de su sistema, pero en esta ocasión es diferente. Al principio, si sentí como la tristeza cegaba sus pensamientos, pero rápidamente ese sentimiento fue remplazando por uno más fuerte, uno que enciende todas mis alarmas. Venganza.

Sentía como la cólera y el deseo de vengarse no dejaban de rondar en su cabeza, incluso en sus sueños oía como susurraba el nombre de su amigo seguido de un impulso por querer encontrar al culpable y hacerlo pagar a sangre fría. Comprendía que Auri deseara buscar a Morax y asesinarlo con sus propias manos, pero no podía darme el lujo de que cometiera tal locura. Por más que yo también quisiera destruirlo debía pensar con mente fría, si lo que dijo ese depravado era cierto entonces ya toda una legión de demonios se encontraba en busca de Auri, mi deber es protegerlo, nada más.

—Por cierto, te traje un regalo.

Esa repentina acotación me toma por sorpresa. Lo miro sin entender a qué viene este misterioso cambio de tema.

— ¿Un regalo? —frunzo el ceño confundida por sus palabras.

—Sí, lo vi de camino aquí y por alguna razón me recordó a ti —observo en silencio como desde el interior de su chaqueta de cuero saca a la luz una rosa blanca en perfecto estado. La extiende hacia mí y yo no sé qué pensar al respecto —Feliz San Valentín.

Tomo en mi posesión la hermosa rosa admirando sus suaves pétalos. Es bellísima.

—Gracias, pero... ¿San Valentín no solo lo celebran las personas que están enamoradas? —recuerdo haber leído hace mucho tiempo que este día es para las parejas que quieren establecer su amor al mundo. Hubiese esperado que Auri me regalara algo así, al fin de cuentas sigue siendo mi pareja. Nunca creí que Travis sería la persona que me sorprendería con tan lindo detalle.

—Eso dicen, pero en otros países este día también se conmemora la amistad. Por eso quise obsequiarte algo tan lindo como tú, aunque si soy sincero nada se te compara.

Sus lindas palabras logran hacerme sonrojar. Travis sabe que teclas mover para ponerme nerviosa.

—No sé qué decir más que gracias, siempre sabes cómo subirme el ánimo. Lástima que yo no tenga un obsequio para ti.

—No te preocupes. Verte sonreír es suficiente para mí —declara y una de sus manos sube hasta mi mejilla tocándola con cierta ternura. En sus ojos puedo notar un brillo que antes no me había percatado, es como si quisiese decirme algo.

No es posible. ¿Será que Travis está....?

— ¿Interrumpo algo? —la abrupta intromisión hace que caiga de golpe contra la realidad. ¿Qué rayos estoy haciendo?

Doy un paso atrás rompiendo el contacto de la mano de Travis con mi rostro. Giro sobre mi eje encontrándome a un Auri con el ceño bastante fruncido. Rayos, está enojado, puedo sentirlo.

—Para nada. Solo estábamos hablando, es todo —el nerviosismo con la cual salen mis palabras es suficiente para hacer sospechar a Auri. A pesar que no estuviésemos haciendo nada malo a sus espaldas no puedo evitar prever que en su cabeza se reproducen miles de escenas donde Travis y yo estamos realizando actos indebidos, eso debe estar atormentándolo. No quiero que piense eso.

Mi protegido se cerca a nuestra posición con los brazos cruzados sobre su pecho. Luce como todo un hombre queriendo proteger su propiedad. Auri solo tiene dieciocho años pero gracias a todo el arduo entrenamiento físico que ha realizado estos meses con Miracle ha desarrollado un cuerpo bastante fornido, aunque Travis aún le saca pocos centímetros de altura.

— ¿Qué tal estas Auri? Vine a saludarlos a todos —el ángel caído amablemente extiende su mano a Auri con la intensión de saludarlo correctamente, pero al notar que mi protegido no tiene ni el más mínimo animo de corresponder su acto deja caer su mano dejando a su paso un ambiente bastante incómodo para mí.

—Creí que tendrías entrenamiento con Miracle ¿Qué sucedió? —fue idea de Auri venir el día de hoy al templo. Según sus palabras no debía dejar de lado su rutina de entrenamientos, algo en sus ocultos deseos me hacían pensar que no solo quería entrenar para convertirse en un mejor Nephilim, sino que también deseaba volverse más fuerte para ir tras Morax.

Lo observo suspirar al mismo tiempo que cambia de semblante.

—Debido a lo que sucedió con Yurii, Miracle decidió que necesitaba tomarme mi tiempo de luto con seriedad. Además, no hay señales de Takashi por ningún lado y entrenar solo es muy aburrido.

Asiento comprendiendo la decisión tomada por Miracle, yo también creo que enfrascarse únicamente en su entrenamiento no le hará superar la muerte de su amigo como es debido. Necesita descansar y pensar con claridad.

—Si quieres yo puedo entrenarte. Soy bastante bueno en combate defensivo —la extraña propuesta de Travis nos toma a ambos desprevenidos. No esperaba que dentro de todas las personas en este planeta justamente él quisiese entrenar a un Nephilim. Es... extraño.

— ¿Tú? —la risa seca de Auri es suficiente para darse cuenta que ni en sus más locos sueños aceptaría la propuesta que acaba de hacerle el ángel caído —No te ofendas pero no pareces un persona que entrene regularmente su cuerpo.

—No necesito matarme todos los días en un gimnasio para saber todo lo sé. Fui un ángel guerrero, no necesito pesas para conocer cómo se maneja correctamente una espada.

— ¿Y hace cuánto ha pasado desde que dejaste de ser uno?

—Pues...

Travis iba a contestar la pregunta cuando inesperadamente varios monjes peregrinos pasan corriendo cerca de nosotros dirigiéndose hacia una dirección en específico. Miro alrededor y me percato que todo se ha convertido en un torbellino inexplicable, murmureos y exclamaciones se escuchan por todo el lugar. No entiendo a qué se debe todo este alboroto.

— ¿Qué sucede? —Auri y Travis también miran confundidos la escena. Es extraño que en un sitio sagrado donde suele abundar la paz y la serenidad se vea afectado por tanto escándalo.

Auri camina hacia un monje con expresión angustiada en su rostro. Al parecer se encuentra muy preocupado.

—Disculpe, sabio monje —inclina su cuerpo en forma de respeto al hombre mayor antes de hablar — ¿Nos podría decir que ocurre? ¿Hacia dónde se dirigen todos con tanta urgencia?

El monje se acerca a él señalando un punto en concreto.

—Hay algo tratando de cruzar la barrera de protección. Se dice que es un demonio.

— ¿Un demonio? —Exclamo asombrada abriendo mis ojos como platos — ¿Por qué razón un demonio se atrevería a invadir un lugar sagrado a plena luz del día?

—No lo sé, pero hay que averiguarlo —Travis corre en dirección hacia la entrada principal del templo sin mirar atrás. Le regalo una última mirada a Auri decidiendo si es buena idea ir o no, al fin y al cabo el objetivo de los demonios es capturarlo a él.

Pero no tengo tiempo de pensarlo debidamente ya que es Auri quien decide tomar esa decisión por mí y jalar mi brazo en la misma dirección en la que se dirigen los demás monjes. Corro detrás de él sintiéndome nerviosa de repente. ¿Y si Lady Abrahel ha decidido volver por Auri? ¿Y si se trata de la legión de demonios que menciono Morax? A pesar de encontrarnos en un lugar protegido no hay que olvidar que hace pocos días San y su grupo de mercenarios Nephilim arribaron en una misma catedral asesinando a todos a su paso. La historia podría volver a repetirse y mi peor pesadilla seria que logren su cometido y consigan asesinar a Auri.

Llegamos a las afueras del templo Katsuoji donde varias personas se encuentran agrupadas expectantes de lo que pueda estar ocurriendo del otro lado de la barrera. En el lugar también se encuentran Miracle, Idol y Star, los tres miran fijo a un punto ubicado en la lejanía.

Camino hacia ellos preguntándome qué rayos podrían estar perturbando la paz de los monjes peregrinos que habitan en este templo y son devotos a su religión. Por nada del mundo me puedo permitir que una catástrofe destruya este lugar tan pacífico y hermoso que nos abrió las puertas a todos.

— ¿Qué está ocurriendo? —digo al llegar a ellos.

Idol se encuentra de brazos cruzados con el entrecejo arrugado, Star está a su lado con expresión de no querer estar allí mientras que Miracle es la única en percatarse de mi presencia.

—Hay alguien intentando cruzar la barrera protectora, ha estado así por varios minutos —la acotación de Miracle no hace más que extrañarme y confundirme.

Miro hacia el punto donde la barrera invisible separa a todas las personas de buena fe sobre las personas con almas corruptas. Sobre el puente rojo que divide el riachuelo que rodea el templo puedo notar como la figura de un individuo choca constantemente contra una fuerza invisible que no le permite el paso. Me hace recordar la primera vez que viene a este lugar y antes de cruzar el puente mi nariz se estrelló contra una pared transparente que me hizo rebotar hacia atrás.

Justamente se está repitiendo la misma escena con la diferencia que el desconocido no para de chocar una y otra vez contra la barrera. ¿Acaso no es consciente de lo que haciendo?

—Esperen un segundo —Auri llega hasta mi lado con la vista enfocada en el individuo sobre el puente —Reconozco ese cabello rubio teñido en cualquier lugar... ¡Es Takashi!

Intenta salir corriendo hacia la ubicación donde se encuentra su amigo, pero antes de que siquiera pueda mover un solo hueso de su cuerpo detengo sus intenciones aferrándome con fuerza a su brazo izquierdo. El me mira extrañado de mi acción sin entender a qué se debe mi repentino movimiento.

— ¿Qué haces? Suéltame, debo ir con Takashi y advertirle que hay demonios cerca.

—No iras a ningún lado. No hasta confirmar si se trata de Takashi realmente.

— ¿Pero qué dices? ¡Por supuesto que es Takashi! ¿Acaso no lo ves? —exclama señalando la posición donde se encuentra su amigo.

—Auri, detente un segundo y piénsalo con claridad —Miracle decide intervenir en la conversación dando un paso al frente —Conocemos a Takashi, sabemos que es un ser de buen corazón y alma piadosa. Ha salido y entrado de este templo cuantas veces se le ha dado la gana ¿Por qué ahora sería diferente?

—No lo sé. Tal vez la barrera no quiera dejar cruzar a ningún Nephilim después de lo que sucedió con San.

— ¿Y por qué estás tú aquí?

Tiene razón. No existen explicaciones lógicas que nos indiquen por qué Takashi no logra cruzar la barrera, a menos que...

— ¿Y si algo malo le ha pasado? Debemos ir y averiguarlo —propongo sintiendo un leve cosquillo en mis alas las cuales mantengo ocultas debajo de la piel de mi espalda. Algo me dice que no me gustara la persona que veré detrás de la barrera.

—La pequeña tiene razón. Nada hacemos si nos quedamos aquí parados como mulas observándolo chocar contra la barrera todo el día. Hay que ir —no puedo evitar asombrarme de que justamente sea Idol quien esté de acuerdo con mi plan. No me lo esperaba viniendo de él —AE-002 y Miracle vendrá conmigo. Star, tu quédate aquí y reguarda al Filius.

— ¡Yo quiero ir! —reclama Auri con expresión enfadada.

—Negado. Si es lo que creo que es debemos proteger tu vida a toda costa. No podemos darnos el lujo de perder a más gente inocente en esta guerra. ¿Entendido?

Las fuertes palabras de Idol parecen ser suficientes para que Auri replantee toda la situación en su cabeza. Sabe que algo como lo que sucedió en el muelle no puede volver a ocurrir, este templo está repleto de personas, si no logramos controlar el problema me temo que toda la zona se pueda ver comprometida y varias víctimas podrían perder la vida en el proceso. Debemos ser inteligentes y evitar daños colaterales.

—Vamos —anuncia Miracle liderando el grupo.

Los tres caminamos en silencio hacia el puente rojo. A cada paso que doy mi corazón no para de latir con más fuerza, por alguna razón que desconozco me encuentro muy nerviosa. Sea lo que sea que suceda a continuación debo estar lista para dar pelea.

Llegamos hasta el final del puente donde efectivamente la figura de Takashi nos espera. Sigue chocando su cuerpo contra la pared invisible repetidas veces. Por fuera parece ser el mismo chico de chistes malos que conocí en aquella heladería, pero algo en sus ojos apagados me indica que ha cambiado. No es el mismo, y la petulante aura que lo rodea en este instante me termina da confirmar ese hecho.

—Está impregnado —dice Miracle tapando sus fosas nasales del fuerte olor a azufre.

Al llegar debo retroceder varios pasos al percibir el abrumante olor que emite su cuerpo. Nunca creí que pudiese cambiar su esencia de forma tan brusca.

Escaneo su semblante en busca de alguna señal de vida pero sus facciones se encuentran muertas, parece un zombie. Su cabello esta desaliñado y su camisa luce muy desarreglada y arrugada, como si un huracán lo hubiese azotado. Todo quien conozca a Takashi sabe que jamás sale de su casa sin lucir impecable, le toma muchas horas arreglar su cabello y decidir qué marca de ropa ira a usar ese día. Siempre luce como un modelo salido de una revista de moda masculina, su sentido de la moda fue algo que heredó de su madre. Verlo de esta forma tan desprolija solo puede ser un indicativo de que algo muy malo le sucedió.

Intento recomponer mi estado de asombro cuando de repente una brisa fresa llega a nosotros provocando que el largo cabello de Takashi se desordene aún más, es ahí donde puedo percatarme de un detalle que era desconocido para mis ojos hasta ahora: La marca.

— ¿Qué es eso en su frente? —pregunto apuntando a la extraña marca que ahora adorna su frente. Miracle mira la marca y en su reacción parece comprender que sucede realmente.

—Parece una Cruz invertida —interviene Idol percatándose de la forma que esta tiene. La miro y efectivamente posee una forma de Cruz pero de cabeza. Qué raro, jamás vi algo igual.

—Es la marca de posesión. Esta poseído.

— ¿Poseído? —Mis ojos se agrandan al escuchar el comentario de Miracle — ¿Poseído por quién?

—No lo sé, pero ya me parecía extraño que su aura fuese tan petulante. Esto es obra de un demonio.

— ¿Y qué debemos hacer ahora?

—Activarla.

Miracle da varios pasos al frente colocándose muy cerca del cuerpo poseído de Takashi, estira su mano hacia él pero antes de que pueda rozarlo freno sus intenciones.

—No piensas tocarlo ¿o sí? —la sola idea de que activando la marca algo horrible pueda suceder me genera mucha angustia. Lo mejor sería controlar la situación de una manera menos arriesgada.

— ¿De qué otra manera descubriremos quién lo poseyó? Confía en mí.

No digo nada. Me quedo en silencio siendo una testigo más sin nada que opinar. Ella retoma su movimiento anterior y estira su mano derecha hacia el centro de la frente de Takashi donde la marca se hace visible. Al tocarlo la marca brilla y una fuerte presencia nos azota a todos descolocándonos de nuestras posiciones. Miracle da un paso hacia atrás mirando con curiosidad la nueva persona que se ha convertido Takashi.

— ¿Quién eres? —pregunta observando fijamente los ojos negros del chico frente a ella.

—Les dije que tarde o temprano sabrían de mí —responde. Esa voz. Puedo reconocerla fácilmente, es la misma voz del desgraciado que asesino a Yurii.

— ¡Morax! —Exclamo dando un paso al frente — ¡Serás tan descarado como para venir y presentarte en un lugar sagrado después de lo que hiciste! ¡Invoked! —de mi Staline invoco una espada la cual pienso usar para deshacerme de este demonio de una vez por todas, pero apenas puedo moverme solo un poco cuando el fuerte brazo de Idol se entromete en mi camino frustrando mis intenciones.

—Recuerda que esta poseído. Tomo su voluntad pero sigue siendo Takashi, no cometas una estupidez.

Tiene razón. Debo recomponerme para pensar con mayor claridad las cosas. Por mucho que me carcoman las ganas de colocar su cabeza en un palo debo recordar que la consciencia de Takashi sigue viva muy dentro de él. Asiento dándole entender que ya me encuentro más calmada, me deje llevar por el momento... solo un poco.

—Responde. ¿A qué has venido? —Idol toma nuevamente el pie de palabra afirmando su posición autoritaria.

—Me tome el atrevimiento de acudir ante ustedes para proponerles un jugoso trato del cual podrían estar interesados —dice con una falsa sonrisa que me hace querer vomitar. A pesar de estar viendo el rostro de Takashi no puede evitar imaginarme sus horrendas facciones demoníacas. Lo quiero matar.

—Olvídalo. Jamás haremos tratos con alguien tan vil como tú —puntualizo mi decisión sin querer escuchar lo que tiene para decirnos.

—Deberían escucharme, así salvarían la vida de muchas personas.

Eso último nos pone en alerta a los tres. No sé cuánto poder puede albergar un Vermín Lord, pero tampoco es algo que quisiera averiguar en algún momento de mi vida. Miracle asiente siendo ella quien dé el visto bueno para escuchar la propuesta del demonio con cara de Takashi.

—De acuerdo. Escucharemos, pero no te garantizo que aceptemos tu propuesta —expresa de manera muy democrática.

—Solo necesito eso, su atención —se mese de un lado a otro como si le divirtiese tenernos entre la espada y la pared —La legión de demonios que se proponía venir a raptar a su encantador chico ha sido neutralizada, están bajo mi control ahora. Todo gracias a mí.

— ¿Deberíamos darte la gracias por eso? —frunce el ceño Idol no captando la gracia en sus palabras.

—Después tendrán suficiente tiempo para eso —ríe y yo afirmo el agarre de mis manos contra el mango de mi espada. Si hace algún movimiento en falso le arranco la cabeza, no me importa que Takashi se encuentre en medio de nosotros —Lo que les vengo a proponer es un tratado de paz.

— ¿Tratado de paz? ¿Qué quieres decir con eso? —por mucho que me cueste no logro entender que desea decirnos este demonio, y al parecer no soy la única confundida. Idol y Miracle observan al chico poseído por Morax con expresión intrigada en sus semblantes.

—Sí. El trato es muy sencillo; ustedes me entregaran al Filius sin trabas ni juegos engañosos. Les prometo que el chico sufrirá una muerte rápida y sin dolor.

Ese malnacido. Si realmente piensa que le vamos a entregar a Auri en bandeja de plata pues está muy equivocando.

—Tu propuesta es basura. Mejor sal ya de ese cuerpo y da la cara, así termino de aniquilarte de una buena vez —doy un paso al frente blandiendo mi espada sintiendo el coraje correr por mis venas. Estoy a nada de perder el poco control que aún me queda.

—Pero si aún no han escuchado la mejor parte del tratado.

—Entonces no nos hagas perder el tiempo y dinos de una vez. ¿Qué pasa si nos negamos? —el fuerte tono que emplea Idol es un claro indicativo de que él también está a pocas gotas de rebasar el vaso de paciencia que lleva en su interior.

El demonio se carcajea dando entender que el hecho de que consideremos desechar su oferta fuese lo más gracioso del mundo. ¿Y a este qué bicho le pico?

—Si hozan negarse esparciré una epidemia tan severa sobre todo el pueblo de Minō que lo único que quedara de él será miseria y una pila de cadáveres descompuestos. Cada habitante de este pueblo morirá y eventualmente vendré por el chico y esta vez no tendré compasión por él —siento un escalofríos estremecer mi columna vertebral al imaginar el caos que este demonio piensa desatar sobre este pueblo. Es demasiada crueldad —Ustedes deciden. ¿Prefieren cargar con la muerte de un chico que a nadie le importa o la de miles de vidas inocentes cuyas familias quedaran devastadas y los únicos culpables serán vosotros? ¿Qué deciden?

Nadie desea responder a esa fuerte pregunta. ¿Qué prefiero? Claramente darles a Auri no es una opción, por nada del mundo pienso ver como matan a la persona que más quiero en el Universo, eso ni pensarlo. Pero, por otro lado está la vida y la seguridad de todo un pueblo cuyos habitantes no tienen la culpa de que miserables demonios quieran acabar con toda la paz del mundo. Esto es una decisión muy dura para mí.

—Veo que se han quedado pasmados con mi propuesta. Les daré tiempo para pensar bien su decisión final —nos informa al notar que ninguno tiene nada bueno que decir en estos momentos —Si toman le decisión correcta los esperare a las 2000 horas, encuéntrenme en donde el falso Dios Vishnú inicio todo. Tráiganme al Filius y les aseguro que el futuro de este pueblo seguirá siendo ameno y pacífico. Hasta entonces, yo me retiro. Nos vemos.

Se despide dejándonos a los tres con muchas dudas en nuestras cabezas. Siento como si una avalancha se aproximase a mí amenazando con enterrarme viva.

De la nada, un movimiento extraño me hace prestar atención en dirección hacia donde yace el cuerpo de Takashi. Lo que al principio creo es una gota de sangre emigrando de su nariz se transforma en algo pequeño con ojos saltones y cuerpo alargado. El extraño huésped termina de salir de la cavidad de su nariz y alza vuelo perdiéndose muy lejos de aquí.

— ¿Eso era un...? —no completo la oración. Estoy demediado anonadada por lo que acabo de ver.

—Una polilla —responde Miracle por mí observando como más cuerpos de insectos comienzan a emerger de Takashi. Sus ojos se agrandan cuando se da cuenta lo que está por suceder — ¡Atrás!

Grita y al cabo de pocos segundos una ola de bichos salen desde todas las cavidades habidas y por haber del rostro de Takashi. Las polillas se abren paso hacia el cielo formando una nube completamente negra. Son muchísimas. Miro boquiabierta la escena desarrollándose frente a mis ojos sin poder creérmelo, desde los ojos, boca, nariz y oídos de Takashi emergen más y más polillas de forma violenta. Es una imagen asquerosa.

Los bichos voladores terminan de salir desapareciendo todos juntos hacia el cielo anaranjado de la tarde que cae sobre Minō. Los miro irse lejos sintiendo la impotencia de no haber podido neutralizar a Morax y asesinarlo, mi oportunidad de vengar la muerte de Yurii se ha ido volando lejos de mí, literalmente.

Otro movimiento extraño me hace posar la mirada en el chico frente a nosotros que se desploma como una montaña de hojas secas. Miracle es la primera en reaccionar a tiempo y llegar a él antes que su cuerpo se golpee contra el duro suelo sobre nosotros.

— ¡Takashi! —digo corriendo ayudar a Miracle. Sostengo su pesado brazo sobre mis hombros mientras aferro mis manos en su cintura evitando que caiga de bruces al suelo.

—Hay que llevarlo adentro, sigue inconsciente —intento moverlo pero es tan pesado que me voy hacia un costado junto con todo y su cuerpo —Idol. Ayúdanos ¿Quieres? —le reclama una Miracle enojada.

—Creí que lo tenían todo controlado.

Dice encogiendo ambos hombros haciéndose el desentendido. Sera idiota ¡Obviamente no tenemos el control de nada! A pesar de ser ángeles seguimos siendo dos damas. La caballerosidad ha muerto en estos tiempos de tecnología.

Idol llega a nosotras y carga el cuerpo inerte de Takashi como si no pesase ni un kilo. Es tan fuerte que por un segundo me sorprende ver la facilidad con la que camina sin lucir afectado por el peso extra. Lo seguimos de cerca hasta toparnos de nuevo con el grupo de personas reunidas frente a las puertas del templo esperando saber cada detalle de lo acontecido. El primero en venir corriendo hacia nosotros es Auri.

—Por Dios, Takashi ¿Qué le sucedió? —pregunta muy angustiado — ¿Está bien? ¿Va a despertar? ¡Digan algo! —arremete desesperado a que alguna de sus preguntas sean contestadas. Tengo tantos pensamientos dándome vueltas en la cabeza después de esa intensa conversación con el Vermín Lord que no logro concentrarme en nada más.

—Vayamos adentro —aparece ante nosotros el sensei Kumimaro. Le da un rápido vistazo a su joven estudiante antes de dirigirse nuevamente a Idol —Ha sido mucho espectáculo por un día. Síganme, sé dónde pueden atender a Takashi sin ser comida de los murmureos de las personas curiosas alrededor.

Seguimos al monje sin titubear. Este nos conduce por el lobby del templo hasta atravesar un largo pasillo rodeado de varias habitaciones con concepto antiguo japonés. Se detiene frente a una abriendo la puerta hecha de fina de madera y papel para nosotros, nos deja entrar para luego indicarnos donde poner a el cuerpo inconsciente de Takashi.

—Esta es una habitación para los peregrinos que buscan estadía en nuestro templo, también las usamos para meditar en privado. Úsenla todo el tiempo que quieran, aquí estarán a salvo.

—Muchas gracias, sensei. De verdad lamento causarle tantas molestias —le dice un muy agradecida Miracle.

—Para nada, santidad. Mi templo es su templo —sonríe complacido —Si me necesitan estaré en el salón principal junto al gran maestro. Hasta luego.

Se retira dejando la habitación llena de angustia y preocupación a su paso.

— ¿Dónde lo quieres? —pregunta Idol dirigiéndose únicamente a Star.

—Déjalo sobre la alfombra. Le haré un chequeo rápido.

Idol sigue las indicaciones de la rubia posicionando el cuerpo de Takashi sobre la alfombra limpia de la habitación. Una vez listo, Star se encarga de buscar cualquier indicio de alguna herida o malestar que haya sufrido Takashi a causa de la posesión de Morax. Me pregunto si la manera tan espantosa en la que las polillas salieron del cuerpo podrían causarle alguna complicación a la largo plazo, perder la visión o incluso problemas de respiración, todo eso me llena de mucha angustia. Aún me estremezco recordando lo horrible que fue ver aquella escena.

—No detecto ningún daño cerebral. Sus extremidades están bien y sus pulmones se oyen relativamente normales.

— ¿Quieres decir que se repondrá? —pregunta Auri muy atento al estado de salud de su amigo.

—Sí. Solo esta inconsciente, despertara dentro de poco —anuncia colocándose nuevamente de pie —Quédate junto a él, asegúrate que cuando despierte no haga ningún movimiento brusco que pueda hacerlo marear y vomitar.

Auri sacude su cabeza de forma afirmativa tomando asiento muy cerca del cuerpo de su amigo que ahora parece lucir como el mismo Takashi que siempre ha sido. Eso me tranquiliza.

— ¿Piensan decirnos que sucedió o tendremos que adivinar por ustedes? —la abrupta manera en la que Star da inicio a la conversación no me sorprende, ella suele ser así. Me mantengo en silencio sin ser capaz de recrear toda la escena vivida hace minutos. En mi cabeza aún me debato que decisión debería tomar, me duele todo el cuerpo de solo imaginar el caos que Morax podría desatar con solo un tronar de sus dedos.

—Fue poseído —revela Miracle para todos.

— ¿Por quién? —pregunta esta vez Travis. Por un segundo había olvidado que él también estaba presente cuando todo el alboroto dio inicio.

—Morax.

— ¿El asesino de Yurii? —exclama Auri poniendo de pie. Llega hasta mí con semblante enrojecido, luce muy furioso — ¿Y no hicieron nada? ¿Lo dejaron ir?

—No era ni el momento ni el lugar para comenzar una disputa. Habían muchos civiles alrededor —acota Idol dejando en claro las razones por las cuales no actuamos, no comenta el pequeño detalle de que por un minuto olvide por completo donde me encontraba y casi cometo el peor de los errores. Por suerte Idol y Miracle estaban conmigo. La habitación se queda en silencio al descubrir el responsable de nuestras preocupaciones. Siento como todo el peso del mundo recae nuevamente sobre mis hombros.

— ¿Y qué quería?

Miracle es la encargada de hacerles un breve resumen de todo el trasfondo de nuestra nada amable conversación con el demonio. Le cuenta sobre el vil "tratado de paz" que Morax nos propuso y las consecuencias que esta traería si decidimos negarnos a entregar al Filius. En definitiva nos dejó en jaque mate a todos.

—Esa es la situación —dice al terminar de narrar lo acontecido.

—Ahora que sabemos que todo se irá a la mierda de una forma u otra. ¿Qué decisión piensan tomar?

Miracle niega cabizbaja mientras que Idol frunce el ceño perdido en sus pensamientos. Parece ser que soy la única que entiende claramente que camino debemos elegir en esta situación.

—Entregarles a Auri no es una opción, y el que diga lo contrario me encargare personalmente de volarle la cabeza —mi manera poco sutil de dejar en claro mi punto de vista sorprende algunos en la habitación, sobre todo a Travis.

—De acuerdo. Digamos que no le entregan a Auri. ¿Después qué?

—Morax amenazó con iniciar una epidemia en todo Minō que acabaría con la vida de la mitad de la población de esta zona. Tampoco podemos darnos el lujo de observar como todas esas vidas inocentes mueren por nada.

— ¿Qué tan malo resultaría enfrentar una epidemia de esa clase? —la pregunta inocente de Auri me causa algo de pesar. Se me olvida que apenas es un adolescente y a veces suele ser muy ingenuo.

—Francia, 1720. Se desato una epidemia tan grande que más del 44% de la población de Marsella murió por una fuerte ola de contagios masivos. Lo llamaron «La Peste», causaba fiebre muy alta y fallos en la extremidades motoras, si no se trataba a tiempo la muerte era el resultado más factible —todos escuchamos atentamente a Miracle sin interrumpir su relato —Los humanos creyeron que se trataba de una simple plaga mortal, pero lo que en realidad sucedió fue que un Vermín Lord dio paso a que esa tragedia ocurriesen, pocos conocen la verdad. Un grupo de ángeles guerreros fueron asignados a venir a la tierra y destruir la raíz del problema. No fue hasta que el demonio murió que todo volvió a la normalidad.

Teniendo a nuestras manos esa nueva información es claro que no podemos permitir que algo así de terrible suceda en Minō. Debe haber alguna otra forma de enfrentarnos a él sin que nos maneje como sus títeres personales con cuerda.

—Entonces... ¿Qué hacemos?

—Tengo un plan —el inesperado comentario por parte de Star me llena de intriga. Tal vez no sea mi persona favorita en todo el mundo pero si debo admitir que es una excelente estratega —Sabemos la hora exacta y el lugar donde nos estará esperando. Yo digo que vayamos ahí y lo matemos. Es la única opción bajo la manga que tenemos para que ninguna de sus dos condiciones se cumpla.

—Me agrada tu plan, Star —le felicita Idol dando un paso al frente —Solo que existe un único problema. Realmente no sabemos con exactitud la dirección que nos dio, solo dijo cosas sin sentido y ya.

—«Nos vemos donde el falso Dios Vishnú inicio todo» —relato sus palabras exactas — ¿Qué nos quiso decir con eso?

Por más que le doy vueltas y vueltas al asunto no logro conectar las piezas. Supo cómo marearnos con sus acertijos.

—Dios Vishnú —murmura Miracle con la mirada perdida. Lo piensa detenidamente hasta que una idea parece iluminar sus pensamientos —Aguarden aquí —dice para luego salir como bala fuera de la habitación dejándonos a todos confundidos.

Transcurren los minutos hasta a Miracle por fin retornar a la habitación repleta de personas esperando ansiosos por descubrir que dato ha iluminado su cabeza.

— ¿Se te ocurrió algo? ¿Sabes a qué se quiso referir Morax? —Idol se acerca más a ella al notar que extiende un pergamino de papel de arroz sobre una mesa que se encuentra en medio de la espaciosa habitación. Me acerco también a su posición para observar eso que ha ido a buscar con premura. Al observarlo me doy cuenta que se trata de un mapa antiguo.

—Recordé que todos los templos hermanos albergan mapas que los peregrinos utilizan en sus viajes. Como se habrán dado cuenta, la tecnología y los monjes no parecen llevarse muy bien que digamos —en eso tiene razón. Este lugar es tan antiguo que a veces creo que me encuentro en los años 400 d.C. —Ellos utilizan estos mapas con la finalidad de no perderse en sus múltiples viajes al extranjero en busca de información divina para alcanzar el estado más alto del conocimiento en su religión.

— ¿Entonces este antiguo mapa nos dirá exactamente dónde encontrar a Morax? —pregunta con recelo Idol mirando el viejo pergamino.

—Tal vez no el lugar exacto pero sí en qué provincia está —su acotación no hace más que nublar mi mente con más preguntas. Estoy tan confundida —Morax dijo: «Encuéntrenme donde el falso Dios Vishnú inicio todo». Solo hay un lugar en el planeta donde inicialmente veneraban a ese Dios, en Angkor, Camboya. Se decía que los locales le rezan a esa entidad porque era capaz de otórgale poderes a los hombres y mujeres más fuerte de cada cabecilla. Bendecía sus tierras con abundancia y prosperidad. Incluso hoy en día aún creen que los dioses más poderosos son los llamados Trimurti, Vishnú formaba parte de él como el Dios supremo.

...Este mapa explica la ubicación exacta de cada templo en Angkor en los que veneraban a ese Dios. Aquí se ilustran todos los caminos y valles cercanos a esos templos que en su mayoría ya están en ruinas o consumidos por la extensa selva. Si tomamos lo que dijo Morax de manera literal entonces este sería el lugar acordado.

Por esta y muchísimas razones más siempre he dicho que Miracle es el ser celestial más inteligente en todo el mundo. Tengo tantas ganas de besar su cabeza sabia ¡Es una genio!

—Aun así este mapa es demasiado extenso. Podría estar en cualquier lado —y aquí viene el pesimista de Idol, siempre arruinándolo todo.

—Angkor Thom sería la primera sede principal de la cadena de templos que los limitan, junto con Angkor Wat son los templos más grandes y sagrados de Camboya. Está rodeado por canales de riachuelos, selva y campos inmensos de arroz, más allá se encuentre el pueblo más cercano —Travis traza el mapa de manera muy magnética leyendo cada una de las ilustraciones y pasadizos visibles en ella. Lo admiro. Yo solo logro ver pequeños dibujitos y líneas sin sentido —Debemos pensar como un demonio lo haría.

—A ver genio. Eres un caído, parte de ti es pecadora por lo que se te debe dar bien pensar como un demonio. ¿Dónde está Morax?

Travis fulmina con la mirada a Idol, no le ve el lado gracioso a su cruel broma. Sacude su cabeza si dejarse afectar por el comentario del ángel y posa su atención en cada tramo del mapa. Transcurren los segundos hasta que finalmente decide hablar.

—Aquí —dice señalando un punto en el mapa.

— ¿Ahí? Pero es el fondo de un acantilado, ese lugar está en ruinas —añade Miracle con el ceño fruncido — ¿Por qué razón un vil demonio esperaría en un lugar como ese? No hay salida.

—Exactamente por esa razón —levanta la mirada con un brillo de seguridad iluminar sus ojos —El lugar está rodeado por grandes riscos y montañas, es el sitio perfecto para acorralarlos si piensa iniciar una batalla.

—Digamos que tienes razón y Morax estará aguardando ahí a las 8:00 p.m. —del bolsillo de su pantalón saca a la luz una daga filosa que clava si pudor en el punto exacto Travis ha señalado. Idol mira la daga seguidamente el rostro de cada uno de nosotros con expresión seria —Vamos, le decimos que no le entregaremos al Filius y... ¿Qué? ¿Realmente creen que se tomara bien la noticia?

—Lucharemos —anuncio convenida de mi misma. No descansare hasta ver el cadáver de Morax a tres metros bajo tierra.

—Estoy con ella —Travis se coloca de pie uniéndose a mi causa.

Idol se queda un segundo en silencio meditando todas sus posibilidades. Las probabilidades de que todo esto solo se trate de una trampa y estemos yendo directo a un abismo sin fondo son muy altas, pero en tiempos desesperados hay que tomar medidas desesperadas. No queda de otra.

El rubio deja salir un largo y perezoso suspiro antes de dirigir su mirada a la chica a su lado.

—De acuerdo, seguiremos ese plan —accede finalmente. Sonrió complacida pero la alegría me dura poco al escuchar lo que dijo a continuación —Star, Miracle y yo iremos al lugar acordado y mataremos al demonio. No quiero oír contradicciones al respecto —eso ultimo lo dice mirándome directamente. ¿Acaso perdió la cabeza? ¡Por supuesto que pienso ir! Doy un paso al frente decida a darle pelea si es necesario. Nadie me dice que hacer, ya no más.

—Voy a ir. Te guste o no —expreso muy segura de mi decisión.

—No. Fin del tema.

— ¡Pero...!

— ¡He dicho que no y punto! —la abrupta manera de expresarse con respecto a ese tema en particular me deja sin habla. Evito hacer una mueca disgustada hacia él, estoy muy enojada.

—Fíjate que me importa tres yenes lo que hayas decidido o no. Es mi responsabilidad proteger a los míos, yo soy lo que debe acabar con Morax.

—Ella tiene razón —se une a la disputa Travis —Las posibilidades de que Morax este aguardando junto a un ejerció son muy elevadas. Debemos ir preparados.

—Lo dices como si tú también fueses a ir lo cual me causa cierta gracia —suelta de forma seca Idol hacia el chico. Travis ríe bajo ya acostumbrado a las insultantes maneras de hablar del ángel.

—Porque lo pienso hacer también. Ya soy parte de este equipo, debemos unirnos ahora más que nunca, por el bien de la humanidad —puntualiza para todos en la habitación —Además, necesitas ojos en el cielo. Soy un excelente arquero, y mi precisión jamás falla.

— ¿Unirme? ¿A un caído? Debes estar de coña.

—Idol... —Miracle se acerca más al fortachón tocando levemente su hombro derecho —Escúchalos. Los chicos tienen razón, entre más seamos más posibilidades hay que podamos vencer a ese demonio.

La suave forma que emplea Miracle para hacerlo entrar en razón es efectiva, ya que Idol deja caer sus tensos hombros y vuelve a soltar un largo suspiro.

—Realmente no me interesa quien venga o no al encuentro, solo me importa saber que cuento con tu apoyo, nada más —sus ojos observan fijos a la pelinegra que no sabe cómo interpretar sus insistencias.

—Es que... yo...

—Te necesito ahí, Miracle —le dice de manera suplicante —A los Vermín Lord solo se les puede derrotar alguien que posea un poder de fuego o luz. Eres el único ángel que conozco en todo el Universo capaz de controlar el fuego de manera espectacular, lo he visto. Sin ti este plan se irá al directo al drenaje y todos estaremos en serios problemas.

Miracle se toma su tiempo para analizar la propuesta. Un sentimiento de incomodidad se instala en mis costillas luego de presentar la desesperada suplica de Idol. Por un segundo quisiera pararme frente a él y gritarle que yo también poseo el poder de la luz, si así lo deseo podría deshacerme de Morax en un abrir y cerrar de ojos, pero claro, Idol jamás admitirá ese hecho. No puedo evitar que los celos se hagan presentes en mi ¡Yo también soy una pieza importante para este equipo!

—Deje las guerras hace mucho tiempo atrás, Idol. Me prometí que ya no derramaría sangre inocente, ya no más. Además, seré más un obstáculo que una ayuda... Yo... no lo sé.

—Miracle. Mírame —le pide y ella levanta la mirada hacia él —Cuando combatíamos en el mismo escuadrón siempre me sentí seguro de que nada lograrían vencernos. Me creía invencible ¿Sabes por qué? —dice y ella niega en silencio con la cabeza —Porque sabía que al mirar sobre mis hombros tú estarías resguardando mi espalda. Éramos el mejor equipo, todo gracias a que contábamos con un Az bajo la manga cuando los enemigos eran muy poderosos: Tú. Y así como te necesite en aquel entonces te necesito ahora ¿Qué dices? ¿Luchamos juntos una vez más?

—Yo...

El conmover discurso de Idol se ve eclipsado por un fuerte alarido que nos toma a todos por sorpresa haciéndonos brincar debido al repentino susto.

— ¡No, por favor! ¡No te lleves mi coche último modelo! ¡Todo menos eso!

Los desesperados gritos provienen de un soñoliento Takashi que se retuerce como si estuviese teniendo una horrible pesadilla. Exclama fuerte y alto mientras que su pecho no para de subir y bajar de forma repetitiva. Auri preocupado por su bienestar mental corre hasta él intentando suprimir su dolor interno.

—Takashi, despierta. ¡Takashi! —sacude sus hombros rompiendo los cables que lo mantenían unido al terrible sueño que estaba viviendo como real. Su amigo despierta de forma abrupta sentándose de una zampada.

— ¡No me lastimes! —exclama con los ojos muy abiertos. Se toma un minuto para cerciorase donde realmente se encuentra entrando finalmente en razón — ¿Dónde estoy?

—Estamos dentro del templo —le explica su amigo a su lado.

— ¿Cómo llegue aquí?

—Después tendremos tiempo para ponerte al corriente de todo, ahora dinos... ¿Cómo te sientes? —pregunta en esta ocasión Miracle con la vista puesta en él, al parecer se está asegurando que ya no existan rastros de la posesión en la que estuvo sometido varias horas atrás.

—Tengo una jaqueca terrible, me duele el cuerpo como si un camión me fuese aplastado y la boca... —se saborea planteando un expresión de asco en sus facciones —La boca me sabe como si hubiese tragado un saco entero de aserrín. ¿Qué carajos me paso?

Me siento mal por el chico. Despertar y descubrir que fuiste poseído por un demonio que provoco que miles de bichos con alas saliesen de todos los orificios de tu cuerpo no debe ser nada bonito.

—Primero que nada, necesito que nos digas que fue lo último que recuerdas haber vivido. Es necesario que seas específico ¿Entendido?

Takashi asiente escuchando atentamente las palabras de su instructora. Se toma su tiempo para recordar todo antes de tomar el pie de palabra nuevamente.

—Lo último que recuerdo es encontrarme manejando hacia el templo. Iba enfocado en la vía cuando de la nada un imbécil sale disparado hacia mi coche haciéndome perder el control del volante —narra con la mirada perdida —Por suerte tengo reflejos de halcón y pude volver al carril sin problemas. Detuve el coche y salí de él con la intensión de ayudar a la persona que creí haber atropellado, pero cuando llegue allí no había rastros de su paradero, había desaparecido. Mire a todos lados en busca de alguien mal herido pero no encontré nada, por un segundo pensé que solo había sido una mala jugada de mi imaginación. Me dispuse volver al coche cuando sentí un fuerte golpe en mi nuca y todo se volvió negro. No supe más de mí hasta que desperté aquí.

—Ya veo.

Las repercusiones de lo sucedido en el puente nos hacen sentir a todos un poco culpables. Tal vez si hubiésemos sido más precavidos probablemente nada de esto hubiese sucedido y Takashi no fuese sido violado de la libertad de su cuerpo.

— ¿Alguien piensa explicarme que sucedió o tendré que ver sus caras de tragedia todo el día? —demanda con el entrecejo fruncido. Guardo silencio sintiéndome incapaz de revelarle la verdadera razón de su llegada al templo, aún me causa escalofríos la horrible escena que protagonizo en aquel puente rojo.

—Fuiste poseído —Auri decide ser la persona en revelarle lo acontecido.

— ¿Poseído? —exclama sorprendido.

—Morax por alguna razón supo cómo secuestrarte y tomar domino de toda tu voluntad. Viniste hasta aquí con un mensaje de su parte, eras su títere personal.

—No puede ser cierto... —niega incrédulo a lo que sus oídos están escuchando en este momento — ¿Morax? ¿El mismo que asesino a nuestro amigo?

—El mismo.

—Díganme que lo detuvieron. ¡Díganme que mataron a ese infeliz! —grita iracundo. Puedo notar como sus ojos han comenzado a humedecerse levemente. Está a nada de perder los estribos.

—Lastimosamente pudo escapar. No pudimos hacer nada —le revela cabizbaja Miracle.

—Pero tenemos un plan —se apresura en decir Auri —Vamos a ir asesinarlo, lo haremos pagar todo lo que nos quitó y vengaremos la muerte de nuestro amigo. Lo prometo.

Su convencimiento me genera cierta preocupación. Escucharlo hablar de esa manera nunca es una buena señal.

—Me parece un plan perfecto accede —Takashi ya calmado —Hay que ir y convertirlo en bocadillo —eso es lo último que necesito oír para que todas mis alarmas se enciendan. Doy un paso en su dirección negando repetidas veces con mi cabeza a esa descabellada locura que piensan hacer.

—No. No. No. Ninguno de los dos vendrá con nosotros —puntualizo mi decisión final. Como era de esperarse Auri se coloca de pie listo para contradecir mi palabra. A veces puede ser muy obstinado.

—No pensaras que me quedare de brazos cruzados mientras arriesgas tu vida batallando con el asesino de mi más viejo amigo. ¡Toda esta porquería ocurrió por mi culpa! Debo ser quien lo resuelva.

—Punto uno, jamás vuelvas a repetir que la muerte de Yurii fue tu culpa. Nadie esperaba que algo así de trágico sucediese esa noche, no estábamos preparados. Punto dos, una de las razones por la que arriesgamos nuestras vidas es para que justamente nada malo te suceda. Si vas seria como entregarte al enemigo en bandeja de plata y no lo pienso permitir —en cada punto doy un paso más cerca hacia él elevando dos dedos enfatizando mis razones más que válidas —Punto tres, no iras. Fin del asunto.

No me gusta usar este tono autoritario con él pero no me queda otra más que ser clara al respecto de mi decisión. Le guste o no tendrá que acatar mis órdenes. Soy su ángel guardián, sé lo que es mejor para él y lo que no. Soy la única que posee ese derecho.

—Si vas solo serías un obstáculo —agrega Travis por mí —Si lo que os preocupa es su seguridad puedo llamar a un viejo conocido que lo cuide mientras vamos por Morax. Es de confiar, posee todas las habilidades para deshacerse de cualquier enemigo en cuestión de segundos —mira a Idol esperando alguna aprobación de su parte. Me tranquiliza saber que puedo dejar la seguridad de Auri en buenas manos mientras yo me encargo del demonio que tantos estragos ha causado en nuestras vidas. A pesar que no haya revelado el nombre del individuo en voz alta puedo intuir de quien se trata.

—Hagan lo que quieran. No me importa —dice encogiendo sus hombros de manera despreocupada —Lo único que necesito en este momento es tu confirmación, Miracle.

La pelinegra respira hondo tomando finalmente una decisión.

—Lo haré. Iré contigo —accede no del todo convencida.

—Me alegra —le sonríe agradecido —Aun tenemos tres horas antes que se haga la hora acordada. Vayan preparándose, iré a comunicarle nuestros planes al sensei. Ya vuelvo.

Dice antes de abandonar la habitación. Le doy un rápido vistazo a todos en la habitación siendo consciente que en pocas horas estaré frente a frente al demonio más poderoso que me ha tocado enfrentarme hasta ahora. ¿Estaré lista? ¿Podre acabar con él? Morax definitivamente posee habilidades de las que nunca he enfrentado en mi vida, debo ser lista e idear un plan de acción al momento de batallar con alguien de su nivel. Me preocupa no ser lo suficientemente rápida o hábil para equipar todos sus trucos y ataques, debo recordarme que en mi corre sangre de un Arcángel muy poderoso, puedo y siempre podré acabar con cualquier enemigo, solo que ahora no me siento cien por ciento fiel a mi linaje. Como desearía que mi padre estuviese aquí.

—Hey tú, caído —oigo a Star llamar a Travis. Poso mi atención en ellos dos olvidándome de los temas nostálgicos en los cuales me encontraba sumergida —Ven conmigo.

Travis frunce el ceño por la inesperada propuesta de la chica. Realmente es la primera vez que Star se dirige a él sin insultarlo o llamarle traidor en el proceso, me sorprende.

—No intentaras amarrarme y encerrarme dentro de un sucio armario ¿Cierto? —dice inseguro de querer ir alguna parte junto a la reina de lo despreciable.

—Aunque ese fuese el plan jamás te amarraría y te enceraría dentro de un armario. Prefiero actuar más a la antigua, degollarte y ver como mueres desangrando poco a poco —quedo pasmada antes sus horribles palabras. No sé si está bromeando o si está hablando en serio, eso me angustia —Pero eso no sucederá hoy —expresa con falso pesar —Nos esperaba una dura batalla, debes ir preparado para luchar. No piensas acudir con las manos vacías vistiendo como un playboy de los 80 ¿O sí?

Travis eleva una de sus cejas entiendo finalmente a dónde quiere llegar.

—Tienes razón. Debo hallar un arma correcta para luchar, y por cierto este atuendo... —se señala de pies a cabeza —causa furor a cualquier parte que voy. Estoy a la moda.

—Eso es lo que tú crees —rueda sus ojos para después dirigirse hacia la puerta y perderse en el largo pasillo seguida por Travis.

Caigo en cuenta que Miracle también ha abandonado la habitación, ahora solo quedamos Auri, su amigo y yo. Giro hacia mi protegido llevándome la sorpresa que se encuentra mirándome fijamente, eso me inquieta un poco.

— ¿Sucede algo? —pregunto como forma de romper el hielo.

—Pues fíjate que si —responde secamente —Sucede que mi novia no confía en mí.

Esa conclusión me toma desprevenida. Doy un paso hacia su posición deseando quitar esas ideas locas acerca de mí de su cabeza.

— ¿Qué dices? Claro que confió en ti.

—Entonces, ¿Por qué no quieres que vaya contigo a matar a Morax? Tengo derecho a estar ahí ¡Era mi amigo! ¡Yo debo vengar su muerte!

—Entiendo que te sientas responsable por lo que ocurrió, pero ya te explique mis razones ¿No sé más quieres que te diga? —comienza enfadarme la manera en la no logra entender de una vez por todas que todo lo que hago es por él, por su seguridad y nuestro futuro.

—Solo necesito que me asegures que nada malo va a suceder esta vez —murmura ya cansado de discutir. Corto la distancia entre nosotros fundiendo nuestros cuerpos en un necesario abrazo.

—No temas. Voy a volver a ti, siempre lo haré —susurro con mis labios pagados a su cuello. Lo siento estremecerse bajo mi toque y no puede evitar sonreír por eso. Aún tengo ese poder sobre él y me encanta.

El carraspeo de una garganta destruye el lindo momento que ambos estábamos experimentando. Me separo de Auri recordando que no estamos solos en esta habitación. Siento como mis mejillas están en llamas.

—No deben preocuparse por mí, tranquilos. Estoy bien. Digo, mi mente fue violada por un demonio y fui atraído hasta aquí en contra de mi voluntad, pero fuera de esos absurdos detalles me encuentro bien. Aunque ahora que lo pienso, deberé programar varias citas con un terapeuta después de esto —no puedo reprimir la risa que sale de mis labios al terminar de escucharlo hablar. Es gratificante comprobar que su sentido del humor sigue intacto.

Me proponía a comentar su gracioso comentario cuando alguien regresa a la habitación luciendo completamente renovado. Observo boquiabierta la impactante imagen que tengo frente a mi justo en este instante. Estoy en shock.

—Mi niña, ¿Me ayudas con la cremallera, por favor? —me pide volviéndose de espaldas a mí. Camino hasta Miracle subiendo lentamente la cremallera de la parte baja de su hermoso atuendo. ¡Esta hermosísima! —Gracias, mi niña —gira hacia mí regalándome una de sus espectaculares sonrisa.

—Wow —oigo exclamar a Takashi detrás de mí — ¿Llevabas ese traje todo este tiempo bajo el kimono? Pero que pecado.

Miracle ríe feliz por la original reacción del chico.

—Takashi tiene razón. Luces increíble, jamás te imagine vestida de esta forma —expreso admirando su atuendo de pies a cabeza. Se trata de un hermoso traje enterizo pegado al cuerpo repleto de brillantes diamantes sutiles pero igual de sublimes. El traje es manga larga y cuello en V. Lo que más llama la atención de él es corte de la espalda que lo adorna perfectamente dejándola al descubierto para el mundo. A pesar que solo deja ver su espalda, el traje se amolda a su trabajado cuerpo a la perfección. Miracle luce como un millón de dólares. Estoy sin palabras.

— ¿Esto? —dice mirando su atuendo —Es solo un pequeño regalo que me obsequio mi amigo Tablo cuando regrese al Reino Celestial, dijo que me serviría si en algún momento pensaba regresar a mis días como ángel guerrero. En aquel momento me sentí muy agradecida por su lindo detalle, pero no pensaba usarlo, me prometí que no derramaría más sangre inocente, pero debido a que vamos a enfrentar a un despiadado demonio no me puedo hacer de la vista gorda. Mi deber es ayudar en todo lo que se me sea posible.

—Tablo siempre sabe cómo crear piezas de arte únicas con sus hermosos diseños. Me encanta como luces en él.

—Gracias, mi niña —si existe un diseñador de trajes más magnifico en el planeta tierra entonces ese sería Tablo. Él creó mi traje y es el encargado de vestir a todas las asignaciones que existen en el Reino Celestial. Es un artista.

A la habitación regresan Star y Travis, este último ahora sostiene un arco negro bastante modernizado. Parece más una ballesta futurista que un arco para cazar siervos, es genial. En su hombro izquierdo carga consigo un bolso grande lleno de flechas afiladas listas para travesarle el pecho a alguien. Una corriente eléctrica estremece mis extremidades al recordar la espantosa sensación que experimente cuando fui atacada por una de sus flechas. No deseo volver a vivir algo así en toda mi vida. Fue traumático.

—Ya estoy equipado —revela lo obvio al llegar a nosotros.

—Solo espero que sepas como utilizarlo —le advierte Star con expresión dura —Intenta apuntar bien a tu objetivo. Estamos en el mismo bando ahora, no debes atravesarnos con tus flechas mientras luchemos. Recuerda, los tipos con alas somos tus amigos, no enemigos.

—Sé cómo usar un arco, gracias. No debes explicarme que debo hacer —le dedica una mirada fría. Star se encoje de hombros sin tomarle importancia a su frío comentario.

—Yo solo digo que no sería la primera vez que apuntas hacia un ángel y casi lo matas. Es solo por precaución.

—Ya Star, deja el tema ¿Quieres? —Miracle le corta de raíz intuyendo hacia qué punto deseaba ir la rubia. Para nadie es un secreto que Travis casi acaba con mi vida, pero lo que no muchos comprenden es que todo se trató de un accidente, y el remedio su error sanando mis heridas tanto externas como internas. Él me salvo realmente.

—Veo que ya todos estamos listos —anuncia Idol ingresando a la habitación. Se queda por varios segundos en silencio hasta que su mirada cae en Miracle percatándose del increíble traje que lleva puesto ahora —Luces bien. Si Luck te viera en este momento seguro caería de trasero.

—Idol, por favor —niega al mismo tiempo que sus mejillas se sonrojan debido al comentario inesperado —Tu y yo sabemos más que nadie que a Luck jamás le sorprendería algo así, mucho menos viniendo de mí.

—Si así lo crees tú, está bien. Yo solo digo que te ves hermosa.

Algo en la manera de hablar de Idol y Miracle me hace preguntarme que secretos ocultos comparten ambos. Lo único que sé es que en su pasado fueron compañeros de escuadrón hasta que Miracle decido abandonar su asignación y convertirse en un Misfit, vagando por la vida sin rumbo. Después de muchos años volvió a casa siendo señalada como una traidora que abandono su lealtad al amo, aunque la realidad es muy diferente. Me pregunto si ese Luck del que tanto hablan es el mismo líder de los Ángeles Guerreros, aquel que no dejaba de observarnos a Idol y a mí en la prueba de combate cuerpo a cuerpo. En todo caso, no es un asunto que me concierne realmente.

—Acabo de llamar a mi contacto. Le explique la situación y no dudo en echarme una mano. Ya vine en camino —comenta Travis para todos.

—Auri y yo decidimos quedarnos en mi casa. Allí estaremos seguros —añade Takashi uniéndose a la conversación. No puedo evitar sentirme algo intranquila respecto a dejar a mí protegido una vez más. A pesar que en esta ocasión es por una causa noble, es inevitable no pensar que por un mínimo error todo se puede acabar. No debo dejar que eso sucede, debo volver con Auri así tenga que atravesar todo el infierno si es posible.

—De acuerdo. Acérquense todos, vamos a repasar el plan una vez más —pide Idol y todos hacemos lo que él no ha indicado formando un círculo entre nosotros —Cuando falten un cuarto para las 8:00 p.m., Star será la primera en acudir al lugar y sobrevolar todos los alrededores en busca de algún indicio que se trate de una trampa. Al cerciorarse que ese es el lugar correcto abrirá un portal que nos trasladara a todos allá. Una vez en posición, buscaremos a Morax y le haremos saber nuestra decisión de no sacrificar al Filius de Belcebú. Pelearemos si es necesario, Star, la pequeña y yo frenaremos los ataques mientras que Travis cubre nuestras las espaldas. Cuando neutralicemos la situación, Miracle ira tras Morax y lo calcinara hasta los huesos ¿Entendido? —Todos asentimos entendiendo cada detalle del plan elaborado —No les puedo asegurar que no será una masacre, es muy probable que al llegar nos aguarde toda una legión de demonios sedientos por querer arrancarnos la piel. Va correr mucha sangre. Solo les pido que se mantengan atentos a cualquier ataque y salgamos victoriosos de esta. Todos juntos.

Me siento como a punto de entrar en un túnel oscuro, no saber que nos espera del otro lado me pone muy nerviosa, pero un sentimiento de curiosidad también es muy latente en mí. La adrenalina correo por mis venas y comienzo a emocionarme a medida que los segundos pasan. Las batallas tiene un efecto en mí que no logro describir, tal vez sea el instinto guerrero de mi padre que me llena de pies a cabeza.

—Debemos hacer una oración —pide Miracle atrayendo la atención hacia ella.

— ¿Acaso piensas convertirte en un Papa o qué? —dice de formar sarcástica Star.

—No. Es solo una oración a nuestro Amo para que nos bendiga y nos proteja en todo momento. Tómense de las manos —sujeto la mano de Auri a mi izquierda y la de Travis a mi derecha. Cierro mis ojos dejándome envolver por las liberadoras palabras de Miracle —Oh, padre celestial. Concédenos el deseo de tu divina bendición este día, protege a todos los que nos encontramos reunidos en esta habitación y llénanos de valor y seguridad al momento de enfrentar a nuestros más oscuros enemigos. Concédenos la paz e ilumínanos con tu celestial luz hoy y siempre.

—Amén —decimos todos al unisonó.

Soltamos nuestras manos sintiendo como cada minuto faltante fuese un peso extra que cargamos en nuestras espaldas. Estoy lista. Pase lo que pase no dejare que ese demonio siga con vida, debemos vengar la muerte de nuestro amigo. Es nuestro deber.

—Es hora de matar cucarachas.'


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¡¡¡FELIZ AÑO 2023!!!

Primero que nada quería desearles un feliz y prospero año, se que es algo tarde pero no esta demás decirles que les deseo toda la suerte del mundo. 

Mi meta este 2023 es actualizar todas mis historias y que sigan creciendo cada día. Gracias por confiar en mi y espero que este año sea de muchas lindas bendiciones.

Oficialmente estamos en la etapa final de la historia, a partir de aquí se define el camino que marcara tanto el futuro de Auri como el de Light. Se vienen muchas cosas interesantes, batallas épicas y alguna que otra revelación impactante. Sigo sin creer que ya estemos a poco de terminar esta alocada e increíble historia.

Como siempre, gracias por seguir leyendo y por creer en mi. Los amo

△NANY DREAMS▼

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