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Yoongi abrió los ojos y lo miró fijamente, no podía creer que Jimin lo había llamado amor

/ Fue la bebida la que habló / analizó en pensamientos, él lo quería mucho. Hace tiempo no codiciaba a una mujer u hombre, pero, la palabra amor estaba fuera de su vocabulario y no lo estaría nunca más por lo que sólo fingió dormir.

Cuando lo creyó dormido se levantó lentamente liberando sus brazos, lo contempló unos segundos y luego lo cubrió con una manta. Agarró su teléfono del bolsillo de su Pantalón que se encontraba en el suelo, buscó en la memoria un número y disco.

- Hola Yeonjun, necesito un favor tuyo, ‒ musitó, una vez que contestó.

- Buenas noches Yoongi me siento halagado que me llames, pero justo tienes que acordarte de mí a las 3 de la madrugada ‒ protestó el joven ‒ ya sabes que desvelarse saca arrugas y por cierto te he dicho más de una vez que soy; el príncipe Yeonjun. ‒ musitó con una voz rasposa por el sueño.

¿Príncipe? Tsk.

- Como quieras príncipe Yeonjun ‒ musitó en un tono burlón.

- En qué puedo ayudarte Yoongi, ¿traje de gala? ‒ preguntó.

- No, esta vez será algo más sencillo, quiero que me selecciones todo un guardarropa masculino ‒ ordenó.

- Claro, ‒ aseguró ‒ tengo un traje de gala exclusivo que puede interesarte ‒ ofreció el joven y él soltó una risita, no imaginaba a Jimin usando alguno de los trajes de gala que confeccionaba Yeonjun, eran muy extraños para la sencillez del joven.

- No, quiero lo más simple pero hermoso que puedas conseguir, Jeans, camisetas, zapatos, algo de maquillaje, joyas, lo que pienses que pueda serle útil a un chico hermoso pero sencillo ‒ explicó emocionado por lo que el menor bufó, pues siempre había buscado atraer la atención de ese hombre, pero él lo tomaba por extravagante.

- ¿Para cuándo lo necesitas? ‒ preguntó.

- Pues hoy a las 9 de la mañana ¿podrás? ‒ preguntó.

- ¡No!, es muy poco tiempo ‒ exclamó como si fuera el mayor de los pecados - te lo tendré listo a las 11 ‒ aseguró.

- Está bien, me lo mandas a mi apartamento por favor. Por cierto depositaré ahora mismo el dinero a tu cuenta ‒ aseguró.

- Te lo llevaré yo personalmente a las 11, cuídate amor ‒ se despidió con voz "seductora"

- No soy tu amor, pero soy educado así que, tu también cuídate... Lunático ‒ musitó antes de cortar la llamada , tomó su computadora portátil y entró en su cuenta haciendo el traslado de fondos, suspiró sonoramente, estaba cansado pero más vivo de lo que nunca estuvo, hacía mucho tiempo que no tenía una noche tan divertida. Se acercó a su cama y se acostó nuevamente en esta, Jimin inmediatamente buscó la protección de los brazos del hombre que sonrió cobijándolo.

Los rayos del sol, les dio de lleno en la cara. Habían olvidado cerrar las cortinas por lo que Yoongi malhumorado despertó musitando improperios pero quedó callado al verlo a su lado, se había asustado por el repentino enojo del hombre. Incorporándose en la cama tapando su cabeza con ambas manos, dejando a la vista del joven su pecho algo firme junto a dos pequeños botones en este. El pálido lo miró y sonrió, muchas de las mujeres y hombres con los que había dormido en su época de Don Romeo al despertar se veían "diferentes" .

Sin tanto maquillaje y despeinados, pero Jimin en definitiva se veía más hermoso, las puntas de sus cabellos se rizaban, sus ojos se veían más pequeños, y sus gestos de somnoliento le daban un aire tierno.

- Buenos días ‒ musitó Yoongi sonriendo.

- Pues creo que no fueron tan buenos para ti ‒ susurró el joven. ‒ Y tampoco lo es para mí; que dolor de cabeza ‒ musitó y el mayor amplió más su sonrisa.

- Te equivocas, tenerte aquí a mi lado lo convierte en el mejor de todos ‒ susurró el hombre sin percibir lo cursi que sonó su frase.

- Entraré a bañarme ‒ musitó el menor incorporándose lentamente. El pelinegro lo miró divertido, ya había tenido despertares así y no eran para nada buenos.

- Príncipe ‒ musitó Yoongi y el rubio detuvo su caminata ‒ ¿recuerdas lo que pasó anoche? ‒ preguntó, Jimin cerró los ojos conteniendo las lágrimas, en verdad prefería no recordar, pues había descubierto algo muy doloroso.

- Sí.. - susurró antes de escapar hacia en baño.

Jimin salió después de una hora de baño, lo sabía, había abusado, pero Yoongi tenía una tina de Hidromasaje, y él lo necesitaba por lo que salió renovado del baño. Lo buscó en la habitación pero no estaba por lo que salió al exterior buscándolo en el recibidor con tan solo la toalla como prenda que cubría desde su cintura para abajo, dejando su pecho desnudo. Lo vio en la cocina moviéndose de aquí para allá y sonrió, él lo miró y devolvió la sonrisa.

- Ya me estaba preocupando por ti ‒ aseguró sirviendo una taza de café y pasándole con una pastilla que aceptó sin dudarlo. Yoongi lo miró atónito.

- ¿Pasa algo? ‒ preguntó Jimin.

- Tragaste la pastilla ‒ explicó, el menor levantó los hombros en señal de despreocupación.

- Confió en ti Yoongi‒ susurró y el nombrado no aguantó el impulso y lo besó ante tal demostración de confianza, dejando caer la toalla.

- Pasé una noche grandiosa ‒ musitó el pelinegro besando su cuello succionando la piel dejando pequeñas marcas rojas, quería marcarlo como suyo.

- Entonces pienso que eres masoquista, pues te golpearon mucho ‒ musitó el rubio apartándose un poco y tomando nuevamente la toalla del suelo y dirigiéndose a la habitación. Se colocó su ropa y Yoongi lo miró negando con la cabeza. ‒ debo irme, tengo mucho que hacer ‒ explicó de forma tranquila.

- No jovencito, hoy serás completamente mío ‒ susurró él sugestivamente acercándose y abrazándolo.

- En verdad quisiera pero debo realizar una mudanza ‒ agregó. Yoongi tomó su teléfono y vio la hora.

- Desayuna conmigo y luego te llevo ‒ ofreció y él aceptó.

Perdieron 2 horas en preparar un desayuno entre juegos, y risas, pero al final la comida quedó en la nada nuevamente, se quemó en un descuido de arrumacos y terminaron optando por yogurt con cereales. Jimin tomó su teléfono y se atascó con la comida al ver la hora.

- ¡Por Dios! ‒ gritó levantándose de su silla como un resorte, se acercó a la puerta a pasos rápidos - llévame por favor ‒ rogó y él asintió apático.

Yoongi se vistió rápidamente con la misma ropa que traía la noche anterior, tomó sus llaves, su billetera y lo siguió, bajaron por el ascensor y al llegar a la recepción fueron atropellados literalmente por un perchero arrastrado por un chico que vestía un traje chocante color rojo con detalles en negro y correas metálicas como accesorios, Jimin cayó al suelo por el impacto y la recepcionista soltó una risita divertida.

- Auch ‒ musitó el menor en señal de dolor por el golpe.

- Yoongi, querido ‒ musitó el chico del traje acercándose, pero él tenía toda su atención en el chico que estaba en el suelo, el mayor le sonrió al rubio y entre ambos estallaron en un ataque de risas que dejó interrogantes a las dos personas ajenas a lo que pasaba con la pareja. Él ofreció una mano que el joven aceptó y le dedicó una sonrisa al incorporarse.

- Iujuuu... estoy aquí, hola Yoongi‒ repitió el chico agitando una de sus manos enguantadas para llamar la atención, él desvió la mirada concentrándose en la del joven.

- Llegas tarde ‒ fue el brusco saludo del pelinegro.

- A un príncipe nunca se le presiona ‒ musitó, ‒ yo soy un artista y por ende necesito mi tiempo ‒ explicó con gestos exagerados.

- Si, bla, bla, bla ‒ contestó agresivamente por lo que el chico hizo un puchero.

- Si tienes algo que hacer, puedo tomar un taxi ‒ susurró Jimin avergonzado, las dos personas desconocidas para él le dedicaban miradas asesinas y gracias a eso tan solo quería desaparecer.

- Que te dije mi príncipe, no permitiré que vuelvas con esa ropa ‒ susurró tiernamente poniendo una mano en el rostro del joven. Dejando en shock a Jennie y a Yeonjun, pues él no era del tipo tierno, si no más bien era brusco con sus comentarios y tosco en sus actos.

- Ya no me queda tiempo para ir de compras, pero agradezco tus deseos ‒ aseguró depositando un pequeño beso en sus labios.

- Lo sé, por eso hice que te trajeran las ropas aquí ‒ explicó.

- Es para ese espantapájaros ‒ exclamó poniendo sus blancos guantes en los labios en señal de horror.

- Yeonjun, atiende tus palabras ‒ amenazó Yoongi.

- Es verdad, aunque lo vistan con traje de oro siempre será vulgar ‒ musitó Jennie despechada.

- Ya cállense los dos que no he pedido su opinión. Jennie hoy a las 8 de la noche en mi oficina ‒ ordenó y la mujer se puso pálida.

- Señor, perdóneme por favor, ya no diré nada, necesito el trabajo ‒ comentó alterada la joven. Yoongi puso cara de espanto y miró a Jimin que lo observaba interrogante.

- Subamos a mi apartamento ‒ pidió esquivando cualquier interrogatorio y Yeonjun asintió. Jimin quedó en su lugar ‒ ven ‒ pidió extendiendo una mano.

- Ya he dicho, Yoongi no quiero tus regalos, aceptaré una ropa discreta para hoy pero nada más que eso y te lo pagaré cuando tenga el dinero ‒ aseguró fríamente. Él suspiró frustrado.

- Jimin, subirás al apartamento, y te probarás todas las ropas que yo desee ‒ ordenó.

- Ja, si claro su majestad ‒ contestó burlón dándole la espalda y caminando hacia la salida, él corrió y lo alzó sobre sus hombros ante la sorprendida mirada de los dos jóvenes y la risa de dos hombres que iban ingresando.

- Yo también arrastraría a un joven tan bonito ‒ comentó un hombre mayor mirando los glúteos alzados de Jimin de una manera que molestó a Yoongi que estaba intolerable.

- Ya deja de mirar a mi chico, viejo pervertido‒ Gruño y todo quedó en silencio, pareciera que cuando uno realiza comentarios vergonzosos el universo conspira contra uno y todos callan retumbando las palabras del joven, Yoongi se percató de su error y se sonrojó.

- Ya suéltame patán, eres igual a Taemin‒ susurró Jimin y Yoongi se molestó, lo bajó despacio y caminó apresuradamente rumbo a los ascensores, dejándolo a sus espaldas, Jimin pronto se arrepintió por sus palabras, Yoongi no tenía nada de Taemin, él nunca lo lastimaría, solo quería hacerle un bien. ‒ ¡Yoongi!‒ gritó y él sonrió sin voltear, corrió hasta alcanzarlo y lo abrazó poniendo su cabeza contra su espalda. ‒ Discúlpame, lo dije sin pensar, no...no es cierto ‒ aseguró.

- Me has ofendido ‒ fingió Yoongi y el de mejillas grandes se alteró, giró y lo abrazó fuerte rodeando la cintura masculina con todas sus fuerzas.

- No te enojes conmigo, ya me disculpé, ¿qué más quieres que haga? ‒ preguntó perturbado, mirándole a los ojos.

- Sube a mi apartamento y pruébate la ropa ‒ musitó Yoongi y él sonrió.

- Eres un chantajista de lo peor ‒ Murmuró sonriendo.

- No termina ahí, si quieres que verdaderamente te perdone deberás pasar la tarde junto a mí ‒ pidió.

- Hum, ya no te veo tan enojado ‒ comentó juguetón y Min volvió en cuestión de segundos a su expresión gruñona por lo que el menor soltó una carcajada. ‒ Está bien, acepto ‒ musitó.

- Son una pareja bastante rara ‒ musitó Yeonjun‒ ¡me encantan! ‒ gritó repentinamente eufórico.

Verdaderamente Yeonjun era un profesional, había traído la ropa más hermosa que Jimin hubiera visto, era cómoda y bonita, se sentía un fácil de los que se vendía por esas cosas materiales pero ver la sonrisa y la mirada que dedicaba Yoongi ante cada prenda que exhibía era lo mejor que podía pedir, quería comprar todas las que se había probado pero no podía abusar de la bondad de su mayor, los zapatos eran magníficos, se sentía por primera vez un príncipe.

- Pues ahora te pruebas las ropas "íntimas" y terminamos ‒ musitó Yeonjun y Jimin miro confundido al chico, Yoongi se posicionó mejor en el sofá en el que estaba sentado esperando ansioso verlo, el rubio sin entender entró a la habitación.

- Es muy lindo ‒ musitó Yeonjun cuando Jimin entró a la habitación.

- Lo llamaste espantapájaros abajo ‒ comentó divertido, y el menor soltó una pequeña risa.

- los chicos somos muy contradictorios ‒ murmuró - no es fácil aceptar que un hombre interesante como tú no se fije en uno, pero verdaderamente el chico tiene una luz que lo hace ver atrayente ‒ explicó. Yoongi asintió dedicándole una sonrisa, siempre le había agradado Yeonjun, estaba loco pero era una buena persona. Jimin salió luciendo una ropa intima color negro muy provocativo acompañada con una camiseta blanca en la parte superior está siendo lo suficientemente corta como para que el abdomen de Park quedé a la vista.

Yoongi quedó mudo mirándolo y el menor trató de cubrir sus piernas expuestas, de repente sintiendo como el mayor lo desnudaba con la mirada.

- Otro ‒ musitó Yeonjun cerrándole la boca a Yoongi, Jimin asintió e Ingresó nuevamente a la habitación. ‒ Creo que tú ya no tienes salida de esto ‒ susurró.

- ¿Qué? ‒ preguntó despertando de su ensoñación y el menor tan solo negó con la cabeza. Jimin salió nuevamente luciendo un suéter de color rosa, en la parte inferior una ropa intima color blanca y para finalizar un par de medias del mismo color haciendo lucir el conjunto como algo sexy pero tierno, justamente como el pálido veía a Jimin.

- Por Dios‒ musitó Yoongi - terminemos con esto. Compro todos ‒ musitó desesperado.

- Yoongi, no es necesario que hagas esto ‒ comentó Jimin apenado.

- Yeonjun, gracias como siempre ‒ musitó ‒ si falta el dinero me avisas y te lo transfiero ‒ aseguró ignorando las palabras del rubio.

- Fue suficiente señor Min, me retiro ‒ murmuró guiñandole un ojo.

- Hermoso... ven ‒ pidió extendiéndole una mano, el menor caminó despacio en su dirección y se paró frente al joven con una expresión triste.

- ¿Qué sucede príncipe? ‒ preguntó Yoongi besando su vientre sobre la tela del suéter

- No es nada ‒ susurró cerrando los ojos.

- Confía en mí, cuéntame, no quiero ver esa expresión triste en tu rostro ‒ murmuró ‒ Eres tan hermoso ‒ afirmó acariciando sus brazos sobre la tela y el más bajo se estremeció ante ese simple contacto. No pronunció una palabra más tan solo se sentó en su regazo y besó lentamente los labios de su mayor quien lo sujetó por la cintura con una delicadeza impropia de él y subió sus manos lentamente por la espalda, sus cuerpos se movían en una armonía perfecta como si se conocieran desde hace siglos.

- Yoongi~...‒ gemía despacio el rubio contoneando su cuerpo de forma sensual, el mencionado cerró los ojos y aspiró profundamente el olor que Jimin mantenía.

- Jimin‒ susurró el pelinegro extasiado por el atrayente olor, el menor tomó el borde de la camiseta del pálido y se lo sacó, lo detalló lujuriosa mordiendo sus labios. Retumbó por el apartamento el sonido del teléfono interrumpiendo la sesión de caricias.

- Contesta ‒ musitó Jimin en un susurró. Yoongi levantó la cabeza y conectó su mirada perdiéndose en los avellana del joven. Lo aprisionó con ambos brazos, en un fuerte abrazo que extrañó al menor. El mayor tomó sus labios en un beso lento.

- No hay nada que pudiera interesarme más en este momento ‒ susurró, al terminar el beso tomando los labios gruesos de manera seductora con sus labios y succionandolos lentamente, el molestoso teléfono no dejaba de sonar, cosa que no lograba que el rubio pudiera perderse entre las exquisitas sensaciones, sentía como si el que lo llamaba podía verlos y saber lo que hacían.

- Contesta por favor, luego haremos lo que desees ‒ pidió, removiéndose entre los brazos del pálido que no quería terminar el abrazo.

Yoongi se levantó dirigiéndose a la mesa donde se encontraba y lo tomo.

- Hola ‒ musitó enojado, sea quien fuera ya había logrado su mal humor

" Finalmente señor Min, ¿se encuentra bien?, lo he llamado a su teléfono móvil pero no me contesta y me tomé la molestia de llamarlo a este número, sé que me lo había prohibido pero es una emergencia " musitó alterada Seulgi.

- Habla ‒ ordenó ásperamente.

" Ayer a la tarde tenía usted la reunión con los inversionistas chinos sobre el nuevo proyecto, los cancele como me ordenó y lo reprogramé para el día de hoy, han venido y lo están esperando, amenazaron con abandonar el proyecto e ir con la competencia " explicó y el joven pasó los dedos por su cabello en señal de frustración.

- Estoy ahí en 1 hora ‒ musitó el pelinegro.

" Han dicho que esperarían 30 minutos y nada más " musitó la joven. Yoongi miró al chico que estaba en el sofá mirándolo tan intensamente y por Dios que no quería irse.

- En 20 minutos estoy ahí ‒ aseguró antes de cortar. ‒ mierda ‒ susurró. ‒ príncipe necesito salir por unas horas, es urgente ‒ murmuró Yoongi‒ quiero que me esperes por favor, cuando vuelva iremos a tu apartamento ‒ ofreció.

- No es necesario, ve y realiza tus pendientes, yo iré caminando ‒ musitó Jimin.




























Otro cap y en verdad espero que lo estén disfrutando.

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Min.

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