Yoongi terminó por cerrar la puerta al despedirse y agradecerle a los hombres. Detrás de él se encontraba Jimin mirándolo con sus manitas entrelazadas en su regazo y meciéndose en sus pies de adelante hacia atrás, viéndose tan tierno ante la mirada de este.

—¿Se fueron? —preguntó bajito, la curiosidad estaba acabando con él y no quería sonar tan desesperado por saber.

—Sí, se acaban de ir —rio un poco al entender lo que el otro intentaba.

—Entonces... ¿Ya puedo saber?

Yoongi sonrió feliz, caminando hasta el menor para tomar uno de sus brazos y llevarlo hasta el pasillo de las habitaciones.

—Aquí está tu respuesta, Jimin.

Jimin miró la habitación del menor donde dormía tranquilamente. Luego miró al mayor sin entender.

—¿La habitación de Hobi? —preguntó.

Yoongi negó sonriente, pronto giró a ambos hasta quedar de frente a la puerta de la habitación de invitados.

—Ábrela —pidió.

—¿Hay payasos escondidos? Si es así no la quiero abrir, le temo a los payasos, hyung —comenzó a morder una de sus uñas, mirándolo con nerviosismo y temor.

—Payasos, Jimin ¿Qué...? —ni siquiera siguió preguntando porque había pensado en payasos.

—No preguntes, hyung, fue un trauma de la infancia... —rio nervioso.

—Bien, no preguntaré jamás y que bueno que me dices, tenía pensado contratar payasos para el primer año de Hobi...

Ambos se quedaron en silencio. Jimin tragó duro, pero al mirar a Yoongi y este a Jimin, comenzaron a reír fuerte.

—Anda, para de bromas, ábrela ya —insistió sonriente.

—Si muero de un infarto vendré vestido de payaso y te asustare cuando menos te lo esperes, lo prometo —dijo antes de armarse de valor para abrir la puerta.

Al hacerlo, los payasos no estaban, pero sí una bonita habitación, con una cama en el medio, algunos cajones y mesitas de noche. Junto a la entrada habían galones de pintura y otros accesorios de decoración y de uso para el armario y demás.

—¿Qué es esto, Yoongi hyung? —preguntó sin apartar la mirada del lugar.

—Una habitación —contestó.

Jimin paró de mirar la habitación para mirarlo a él con una ceja elevada y sin una pizca de broma en su rostro.

—Muy chistoso, hyung.

Yoongi rio, Jimin tampoco pudo aguantar estar serio, él también rio un poco para adentrarse a la habitación seguido de Yoongi.

—Contestando a tu pregunta con seriedad, esta habitación es tuya —sonrió.

—¿Mía? No, hyung, puedo seguir durmiendo con Hobi, no hay problema, de verdad, lo juro —comenzó a negar apenado.

—Cariño, me hace sentir mal que duermas ahí, yo tengo mi habitación propia y Hobi y tú comparten una, no es justo que no tengas tu propia privacidad. Además, te lo dije, esta casa también es tuya y por lo tanto deberías tener una habitación propia.

—¿Qué hay de Hobi? Hyung, necesito cuidar de él, no lo puedo dejar solito, no escucharé cuando se despierte por pesadillas en la madrugada —sus ojitos comenzaban a aguarse, un puchero se había formado en sus labios.

Yoongi sonrió con ternura, caminando hasta el menor para abrazarlo. Pronto comenzó a acariciar su espalda con lentitud sin borrar su sonrisa. Jimin era una persona única, cada día entendía más la decisión de Hoseok al confiar en él y en encomendarle a su familia.

—Todo está bien pensado, Minnie. Compré monitores de bebé, hay uno en mi habitación y otro en la tuya. Hobi estará bien, es un niño grande, si tiene una pesadilla ambos lo escucharemos y correremos para protegerlo.

—¿Me lo prometes? —sus ojitos aguados lo miraron. Yoongi pensó que ese chico era realmente un angelito.

—Te lo prometo —aseguró sonriente.

Entonces Jimin sonrió grande, apartando sus lágrimas y abrazando con fuerza el cuerpo del mayor.

—Muchas gracias, hyung, prometo que estaré al pendiente del monitor, Hobi estará bien.

—Gracias, Jimin.

Dejó un beso en su frente para alejarse y tirar de su brazo hasta el baño de la habitación. Este estaba listo para usarse, solo necesitaría colocar todo lo que Jimin utilizaría para su higiene personal y estaba listo para que este tomara la habitación como suya.

—Compré varias cosas para que decores la habitación a tu gusto, conseguí pinturas también, podemos comenzar a decorar la habitación para que pronto la uses.

—Oh, gracias hyung, podemos hacerlo —sonrió.

Yoongi le regresó la sonrisa. Después de hablar un poco sobre la decoración y la pintura decidieron regresar a la habitación del menor que dormía su siesta plácidamente.

🍼🍼🍼

La familia Kim había salido de casa con la intención de ir con los Min, Namjoon tenía trabajo hasta tarde al día siguiente y no podía estar con Seokjin y los bebés, era por eso que decidieron ir a casa de Yoongi para pedirles el favor de que Seokjin se quedara con Jimin por ese día mientras Yoongi y Namjoon trabajaban.

Al bajar del auto ambos padres caminaron a las puertas traseras de este. Namjoon miró a su pequeño angelito descansar entre su sillita de auto. Apartó los cinturones de Seguridad y abrió los seguros de la mecedora portátil, tomando al bebé en brazos con mucho cuidado y protegiéndolo del sol para después tomar las pañaleras.

Seokjin repitió la acción, pero esta vez con la pequeña. Tuvo mucho cuidado con los puntos de su cesárea que aunque estaban por sacárselos, el miedo de que en algún momento se abrieran le estaba matando. Aún así pudo ingeniárselas para no aplicar tanta fuerza y lograr sacar a su princesa.

Namjoon llegó hasta él, pasándole las llaves del auto para que su pareja colocara el seguro mientras él llevaba ambas pañaleras y al pequeño. Tal vez exagerada, pero no quería que Seokjin hiciera fuerza durante los dos primeros meses de los mellizos. Los puntos estaban bien, su nuevo doctor así les había dicho, dejando en evidencia el buen trato y cariño del doctor Lee al coser la cesárea. Dentro de dos semanas los puntos ya deberían estar retirados, pero Seokjin debería seguir descansando y así sería, Namjoon lo dejaba seguir con su vida normal, pero le impedía muchas cosas como hacer fuerza.

Por el tema de su trabajo, la jefa de Seokjin le había dado varios meses de descanso hasta que los bebés estuvieran un poco más grandes, así que no había problema con eso y Namjoon podía cuidar de su pareja e hijos.

Ambos padres caminaron a la puerta, Seokjin llamó mientras regresaba junto a su novio. Tiempo después la puerta se abrió, Jimin les sonrió grande al mirarlos, dejándolos pasar mientras los invitaba a tomar lugar en la sala.

—¿Está Yoongi? —Namjoon preguntó primero.

—Sí, está dándole una ducha a Hobi, despertó hace una hora, pero estuvo jugando con ambos y terminó sucio.

Sonrió un poco, ahora dirigiendo su mirada al bebé que se removía en los brazos de Seokjin. La pequeña pronto comenzó a llorar, Seokjin sonrió, arrullándola en sus brazos mientras recibía el biberón preparado que le pasaba el moreno. Ahí fue donde Jimin notó que hacían un muy buen equipo y eso le alegró. En algún momento en su relación con Namjoon supo que ellos no estaban destinados y al verlo junto a Seokjin, cuidando de sus hijos, se dio cuenta de lo feliz que era al notar como ellos dos congeniaban tanto.

Tal vez eso era lo que él tanto buscaba pero aún no encontraba. A su pareja destinada o a su hilo rojo. Estaba consciente de que él también debía tener a su pareja por algún lugar, pero no se preocupaba, mientras tanto admitiría lo lindos que se veían ambos mayores enfrente de él, sin ninguna pizca de recelos o molestia porque ellos dos estuvieran juntos, al contrario, estaría muy feliz porque Namjoon al fin obtuvo la familia que tanto quería y Seokjin encontró al amor de su vida de una forma extraña.

¡Hola!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció?

Este capítulo fue creado con un poco de humor ya que no todo será triste, también para que vean lo bien que se llevan el Yoonmin 🥺

La parte de Jimin con los payasos fue porque creo que todos o la mayoría hemos tenido pequeños traumas con payasos en algún momento en nuestras vidas y me pareció divertido incluir ello 😂

Espero que les esté gustando ❤

Nos leemos pronto 💜

¡Adiós!