Jimin tomó aire, todo se había callado a medida que caminaba hasta Yoongi y sus ojos se encontraban con tanto amor.

Para Yoongi era lo mismo, solo podía mirar a Jimin, no había nada más que él.

La señora Park le entregó a Jimin, sonriéndole y dejando un beso en la mejilla de ambos chicos, deseándoles todas las cosas bonitas en el mundo para su matrimonio. Al finalizar, caminó hasta su lugar en una de las primeras bancas, donde los menores miraban a sus papis con tanto amor y felicidad.

—Hola —le dijo el menor con mirada risueña.

Yoongi rio con ternura, entrelazando su mano con la de Jimin para llevarla a su boca y besar la zona con total cariño.

—Hola, precioso.

Las mejillas de Jimin estaban rojitas y sonreía a más no poder.

El hombre comenzó con la ceremonia.

Para ambos que estaban perdidos en su propio mundo, fue tan rápido que cuando lo notaron, el hombre ya los había casado.

—Yoongi, puede besar a su esposo —dijo sonriente.

Ambos se miraron, nuevamente se perdieron en sus miradas y lentamente se acercaron hasta que sus bocas se encontraron.

Yoongi lo sujetó de su cintura con tal cariño, Jimin enredó sus brazos en su cuello. Se besaban con tanto cariño y amor.

Detrás de ellos todos festejaban.

Hobi había comenzado a llorar de la felicidad mientras abrazaba a su hermanita, los chicos comenzaron a gritar y a festejar por los recién casados, haciendo que todos los invitados se unieran a la celebración y gritos de felicidad.

Jimin sonrió en los labios contrarios, sus ojitos seguían cerrados, disfrutando el momento. Yoongi también sonrió, pero pronto volvió a besarlo.

—¡Era solo un beso, papá Yoon! —Hobi gritó.

Todos rieron, incluso Jimin y Yoongi que se alejaron entre risas para mirar al mejor con tanto amor.

Los novios salieron de la ceremonia para dirigirse a la celebración. Pronto todos comenzaron a festejar el matrimonio de los Min-Park.

Nuevamente lo habían logrado. Cumplieron otro de sus sueños, no podían esperar por cumplir el próximo.

A media que pasaban las horas, la fiesta se volvía más divertida, todos estaban en la pista de baile. Hobi bailaba con Hana, y Joon con la hija de Soobin. Jimin y Yoongi tenían en brazos a la pequeña Hayoon, bailando con ella y llenándola de amor.

Pero entonces, Jimin sintió una ráfaga de viento que erizó su cuerpo. Su pecho se llenó de paz, cerrando sus ojos mientras suspiraba tranquilo. Yoongi estaba de igual forma, sus ojos se habían aguado, pero sonreía, no había dolor, solo mucha felicidad.

En cuanto la ráfaga se fue, ambos se miraron, no necesitaron de mucho para entender lo que había pasado.

—Él está feliz y en paz —Yoongi dijo con ojos aguados, pero alegres.

—Lo sé, también lo sentí —sonrió grande, sus ojos empapados en lágrimas.

Yoongi lo refugió en su pecho, la pequeña Hayoon riendo a carcajadas al encontrarse entre ambos padres.

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Jimin se despidió de sus pequeños con muchos besitos, Hobi les aseguraba que todo estaría bien y que cuidaría de la pequeña que dormía en los brazos de la abuela Min.

Yoongi también se despidió de la misma forma, ahora agachándose a la altura de su hijo mayor.

—Cuida muy bien de tu hermanita, pero no dejes de lado tu propia salud. Tus abuelitas cuidarán de ustedes, hazle caso a abuelita Min, a abuelita Jung y a abuelita Park ¿De acuerdo? —le preguntó con confianza y cariño.

Hobi asintió mucho, lanzándose a los brazos de su padre.

—No tardaremos tanto, lo prometo, campeón.

—De acuerdo, pueden tardar tanto como quieran, nosotros estaremos bien —dijo entre los brazos de Yoongi.

—Te amo.

—También te amo, papá Yoon.

Jimin se unió a ambos, estirando los brazos en dirección de Hobi.

Este se soltó de Yoongi, lanzándose a los de Jimin con mucho cariño.

—Ya nos tenemos que ir. Los vamos a extrañar muchísimo, hemos pasado nueve años sin alejarnos de ti y nueve meses sin dejar a tu hermanita, ya siento que los extraño mucho.

—Nosotros también les extrañaremos, pero estaremos muy bien, lo prometo, Mimi.

—Y te creo, amor.

—Vayan ahora, dolerá más si tardan más tiempo —rio un poquito el menor.

—Nos vamos ahora, pequeño. Cuídense mucho, los amo con todo mi corazón.

—También los amamos —sonrió.

Jimin regresó junto a Yoongi, entrelazando sus manos mientras se despedían de sus amigos y padres.

Pronto comenzaron a caminar hasta el auto que los esperaba, Hobi agitaba su mano en el aire y movía la mano de la pequeñita también, aunque esta estuviera muy dormida.

—¡Los amo papá Gigi y papi Mimi, diviértanse mucho! —les gritó.

Ambos mayores le replicaron antes de entrar al auto y que este se pusiera en marcha. Sería una linda luna de miel, pero extrañarían a sus pequeños bebés.

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Jimin se dejó caer en la gran cama matrimonial, Yoongi le siguió. Habían bajado del avión después de algunas horas de viaje y estaban realmente cansados. La vida de padres y además los nervios de la boda no los dejó descansar con tranquilidad, ahora les pasaba factura.

Lo único que lograron hacer fue sacarse la ropa estorbosa para quedar más cómodos, cepillarse los dientes y dormir hasta el día siguiente.

El primero en despertar fue Yoongi, Jimin estaba aferrado a su pecho, su manita brillando con un bonito anillo de bodas. Sonrió con ternura y mejillas rojitas. En su mano también estaba su anillo, eso lo hizo muy feliz.

Lentamente dejó besitos por el rostro de Jimin, este se movió, una sonrisa apareciendo en sus labios, pero sus ojos todavía estaban cerrados.

—Despierta cariño, Gigi te extraña —dijo en un susurro.

Jimin rio, todavía aferrado a su pecho.

—Gigi se volvió más tierno después de dos bebés ¿Cómo será cuando tengamos al tercero?

Ambos rieron, Jimin al fin abriendo sus bonitos ojos para mirar a su esposo sonriente y alegre.

—Me volveré un terroncito de azúcar después del tercero —dijo.

—Entonces pongámonos a ello —soltó.

Yoongi soltó una carcajada, atrayendo a su esposo hasta que este estuvo arriba de él.

—Primero nos daremos una ducha, después desayunaremos y le prometo señor Min, que nos quedaremos en esta habitación haciendo al tercer bebé.

Jimin sintió sus mejillas rojitas y su corazón se aceleró. Señor Min, sonaba bonito.

—Trato hecho, señor Park —rio, sus ojitos cerrándose y sonriendo al igual que él.

Yoongi le dio un beso en su frente antes de levantarlos y encaminarlos al baño.

Habían empezado una bonita mañana, un poco triste pues Hayoon no estaba ahí jugando con sus juguetes después de su desayuno, o Hobi entrando a la habitación con gritos y sonidos alegres al ver a la pequeña. Rayos, Jimin extrañaba a los menores, pero intentaría no pensar en ello, ahora disfrutaría de su primer día oficial como hombre casado.

La ducha fue tranquila, compartieron besos intensos y subidos de tono, pero no pasó a mayores pues ambos tenían tanta hambre, el día anterior solo almorzaron en la boda y cuando llegaron a su destino, estaban tan cansados que solo durmieron.

Pidieron servicio a la habitación y al terminar salieron a sentarse al balcón del hotel, la bonita playa de Hawái les daba la bienvenida.

Jimin se había levantado de su tranquilo lugar para entrar nuevamente, Yoongi lo esperó, pero Jimin no había regresado, al contrario, ahora lo llamaba para que entrara.

Yoongi entró, sintiéndose completamente energético y fresco, habían dormido muy bien.

Al entrar, sus ojos casi se salen de sus cuencas, su boca se abrió tanto y sintió su entrepierna palpitar.

Jimin estaba en la cama, completamente desnudo y bonito, invitándolo a unírsele.

Yoongi caminó a paso torpe, sacándose su camisa en el camino. Jimin sonreía sensual, pero tan bonito.

Fue cuestión de segundos para que sus bocas se encontraran unidas. El Short de Yoongi despareció junto a su bóxer, empujando levemente a Jimin hasta que estuvo sobre él, apartado su boca de la contraria para llenar de besitos su cuello, pecho y cuerpo.

—Te amo —Jimin le dijo cuando sus miradas se encontraron.

Yoongi le sonrió, su cabello estaba desordenado y sus labios rojitos ante el beso intenso.

—Te amo, Jimin —él también confesó.

Sus labios se volvieron a encontrar, ambos completamente excitados y listos para lo que seguía.

Jimin le pasó un condón, Yoongi lo tomó con una sonrisa y se lo colocó pronto. El proceso de Jimin había sido tardado, pero tenía un nivel de éxito elevado, podría volver a embarazarse si quería, pero ambos habían decidido disfrutar por completo de la pequeña Hayoon ya que ella estaba próxima a cumplir un año, además, nunca era suficiente de obtener cariño de Hobi a pesar de que estaba creciendo tan bien y bonito. Tal vez después de algunos años lo volvieran a intentar, mientras tanto se protegerían.

Un gemido se escapó de los labios de Jimin en cuanto Yoongi se abrió pasó en su interior. Las embestidas empezaron lentas y tranquilas, Yoongi le haría el amor a su esposo de la manera más bonita y amorosa, asegurándose de decirle tantos "Te amo" en el proceso.

—Te amo, te amo, te amo, te amo tanto —susurró en su oído, sin parar de empujar.

Jimin estaba tan extasiado, las palabras de Yoongi eran dulces y las estocadas tan placenteras y profundas, sentía que en cualquier momento se correría.

Lágrimas brotaron de sus ojos, aferrado a Yoongi mientras este le hacía el amor. No podía explicar el sentimiento, se sentía tan deseado, tan querido, tan amado, Yoongi nunca paraba de demostrarle cuanto lo amaba y eso le llenaba el corazón.

En el pasado pensó que nunca sería suficiente para alguien, era una falla, estaba incompleto, sin poder tener hijos propios, se había hecho la idea de que nunca conocería a alguien que lo amara tanto y también pensaba que el árbol genealógico de los Park moriría con él, pero ahora solo podía ver al pasado con una sonrisa, era mejor que ayer, tenía un chico que lo amaba tanto y dos hijos que los esperaban en casa.

Un sollozo se escapó de sus labios, escondiendo su rostro entre el cuello de Yoongi, recibiendo las estocadas que se hacían cada vez más lentas.

—¿Pasa algo mi amor? —le preguntó completamente atento, pero sin parar el lento vaivén de sus caderas.

—Es solo que estoy tan feliz, mi vida dio un gran giro y estoy muy, muy alegre de estar en este momento, de ser tuyo y de nadie más, cariño.

—Siempre fuiste mío, bebé. Ya no llores más, solo disfruta y presta completa atención porque te voy a demostrar cuanto te amo, Min Jimin.

Las estocadas siguieron lentas, no había prisa por acabar pronto y Yoongi solo quería hacerle el amor a Jimin, tan lento y suave, asegurándose de hacerlo sentir todo su amor en cada estocada, roce o beso.

El vientre bajo de Jimin comenzó a cosquillar, sus manos estaban aferradas a la fuerte espalda de Yoongi y sentía que muy pronto explotaría en un orgasmo delicioso y liberador.

El mayor dejó cientos de besitos en su rostro, logrando cambiar la posición a una donde Jimin estuviera arriba.

Sus mejillas estaban rojitas, pero no le importó, cabalgó a su hombre mientras este se encargaba de bajar sus besos hasta su cuello y pecho, donde también chupó y mordió lento.

La cabeza de Jimin cayó hacia atrás, al mismo tiempo que sus paredes se contraían y la liberación llegaba a manos de Yoongi que jugaba con su miembro, estimulándolo más.

Los hilos de su esperma cayeron por los dedos de Yoongi, su cuerpo vibrando sin poder detenerse, sus gemidos tan dulces y apasionados.

Yoongi siguió penetrando, mirando a Jimin chillar por la sobre estimulación hasta que él se corrió entre gemidos roncos.

El cuerpo de Jimin temblaba, pero logró sacar a Yoongi de su interior, cayendo rendido a la cama. Yoongi rio enamorado, sacándose el condón después que terminó de dejar toda su semilla en este.

—Amor —lo llamó, lanzando el condón usado a la basura mientras besaba su espalda.

—Todavía no hemos terminado, Yoon, solo necesito un poco de descanso.

Yoongi soltó una carcajada, abriendo el nuevo condón para volver a enterrarse en Jimin.

[💖]

Pasaron unos excelentes días en Hawái, rentaron un auto y recorrieron el lugar, completamente enamorados, sintiéndose más cercanos.

Hicieron el amor todos los días, no podían estar lejos, se había vuelto una necesitad ser uno solo.

A los días siguientes la luna de miel terminó y ahora estaban en espera de sus maletas.

Subieron al avión y descansaron en todo el recorrido.

Al llegar a casa sus hijos estaban ahí con sus abuelos.

Jimin corrió hasta ellos, agachándose a la altura de Hobi para abrazarlo fuerte y llenar de besitos sus pálidas mejillas.

—Te extrañé tanto, amor —le dijo, apartándose lentamente.

—También te extrañe, papi Minnie.

Hobi también corrió hasta los brazos de Yoongi que lo esperaba con total alegría.

Jimin se dirigió hasta su pequeña que no paraba de moverse tanto entre los brazos de la abuela Min, soltando chillidos llenos de emoción. La mujer le pasó a la bebé, Jimin le dejó miles de besitos en sus bonitas mejillas. Yoongi se le unió minutos después, abrazándolo de su espalda y arreglándoselas para saludar a la menor con tantos besitos como los que le repartió a Hobi.

—Qué bueno es tenerlos aquí nuevamente, sus hijos los extrañaron mucho, pero creo que ustedes los extrañaron más —abuela Park dijo, riendo con las demás mujeres.

—Ella tiene razón —abuela Jung comentó entre risas.

—Sí, extrañamos tanto a nuestros bebés —Jimin cargó con un brazo a la pequeña y con el otro abrazó a Hobi.

—Deben estar cansados, vamos a almorzar y a descansar un poco.

Yoongi tomó en brazos a la menor mientras Jimin tomaba la mano de Hobi para entrar a casa después de que las mujeres entraran junto a sus esposos.

Terminaron el día con completa alegría, se sentía tan bonito estar casados, cuidando de dos niños a los que amaban demasiado, reforzando su amor por cada día que pasaba, amándose tanto.

Así fue como los años pasaron, cuatro años, para ser exactos.

Hobi era un adolescente de 14 preciosos años, Hayoon tenía 5 y era la niña más bonita y cariñosa. Su vida iba bien, eran una familia muy feliz, nada había cambiado. Bueno... Sí, un poco, Hobi estaba en la etapa adolescente y algunas cosas eran difíciles, estaba en la edad donde comenzaba a conocerse como persona, sus gustos, sus anhelos, pero también comenzaban las dudas y pensamientos inseguros, aunque a pesar de eso, era buen hijo y buen hermano, amaba a Hayoon y a sus padres, pero a veces tenía pensamientos negativos.

—¿Y si no soy tan bueno? Mimi, tú lo dices porque soy hijo de papá Yoon, claro que no me dirás si soy malo en esto —su rostro adolescente estaba empapado en lágrimas de frustración.

—También eres mi hijo, cariño, lo sabes. Y yo solo digo lo que veo, eres un excelente artista, amor, tú por completo heredaste todo de tu papi Hoseok, el carisma, el gran corazón y sobre todo, las habilidades artísticas. Eres un gran bailarín... Una vez papá Yoon me mostró un vídeo, era papá Hoseok, bailaba tan perfecto, no había duda que nació para bailar, era tan asombroso y al verte bailar, no puedo evitar recordar ese vídeo, porque bailabas igual que él, tienes la misma técnica, la misma precisión, la misma perfección al bailar. Cuando te veo hacerlo parece que miro a Hoseok hacerlo, no hay duda de que eres tan bueno como él —apartó algunas lágrimas que bajaban por sus mejillas ante el recuerdo—. Eres un bailarín excelente, mi cielo.

—¿Estás seguro? —su labio tembló.

—Confío en ti y en tus dones artísticos. Ahora entra ahí y demuéstrales que eres un bailarín increíble —sonrió grande.

—Gracias papá y perdón si me he portado mal contigo... Es solo que a veces estoy muy frustrado y...

—Todos pasamos por la edad que tienes ahora, amor, y yo sé que no lo haces con la intención de hacerme sentir mal, así que estoy bien. Ve a brillar, mi bebé.

El adolescente se sonrojó, apartando la mirada de Jimin.

—Me voy ahora, papá —sonrió un poquito, ajustando la correa de su mochila.

—Estaré aquí cuando termines.

Hobi asintió, sonriendo una última vez antes de entrar a la Academia de baile.

Jimin condujo a casa donde ya lo esperaba Yoongi con Hayoon. Tenía una sorpresa que darle a su familia. Así fue como junto a Yoongi preparó la comida y tranquilos esperaron a estar todos reunidos.

Después de tres horas Hobi también ya estaba en casa, todos preparados para cenar, pero entonces...

—¿Qué creen que supe hoy? —preguntó, acomodándose en su silla.

—¿Qué Hobi es un bailarín excelente? —Yoongi preguntó.

—No, eso ya lo sabía —rio un poquito.

—Tendremos un perrito —la menor habló con aquella voz tan linda y risueña.

—No amor, no es eso.

—Yo me rindo, no pienso en nada —Hobi dijo.

—Bueno, yo...

Dejó una imagen en medio de la mesa. Hobi y Yoongi se acercaron a mirar.

Yoongi lo miró, sus ojos estaban abiertos grandes y portaba una sonrisa llena de emoción. Hobi había dejado la actitud pesimista típica de un adolescente para mirar a Jimin con ojos abiertos grandes y tan feliz al creer entender.

—Estoy embarazado, de eso me enteré hoy —dijo con una sonrisa.

Yoongi lo abrazó fuertemente. Hobi festejó en su lugar, Hayoon no entendió, pero aplaudió tan feliz ante la felicidad de sus padres y ante un Hobi que la tomó en brazos para juntos festejar.

Eran una familia tan bonita y serían felices cada día.

Después de todo, lo habían logrado.

¡Hola bebés!

¡Feliz Navidad! ✨

¿Cómo están?

¿Qué les pareció?

Disculpen si tardé tanto en traerles este epílogo :c

Jimin y Yoongi ya se casaron, ahora son completamente felices, con dos hijos a los que aman tanto y ahora esperan al tercero 🥺🥺

Amé tanto escribir esta temporada, disculpen si la dejé de lado por un largo tiempo :c

Ya no mencioné a las demás parejas pero todos vivieron felices 🥺

Gracias por seguir esperando, les amo tanto ❤

Espero que nos volvamos a encontrar en otra fic, muchas gracias por llegar hasta el final conmigo 💜

Les amo mucho ❤

¡Adiós!