Jimin tomó la mano de su pequeña y le quitó la mochila a Yoongi.

—Gracias por cuidar de ella, me tengo que ir ahora —dijo. SunHee arrugó la nariz, mirando a Yoongi suplicante.

Yoongi pudo sentir la mirada de la pequeña, pero evitó mirarla. Quería detenerlo, debía detenerlo.

—¡Espera! —Jimin lo miró una vez más—. Vamos por un helado —el papá de SunHee negó—. ¿Por qué no? Me lo debes por ser un padre descuidado y no fijarte que tu hija desapareció de tu lado —dijo victorioso y con diversión.

—¿Yo soy un mal padre? —Jimin estaba molesto.

Contó hasta tres y suspiró, Yoongi no sabía sobre esa pequeña así que no le diría nada ni lo haría sospechar.

—Está bien, vamos, pero solo porque cuidaste de mi hija —Yoongi sonrió.

Jimin le quiso sonreír de vuelta, pero notó que los últimos cinco años había tenido problemas con esa sonrisa.

—Pasen. Esperen un momento, iré a ponerme algo decente y regreso —SunHee festejó mientras entraban a la casa.

Yoongi corrió a su habitación, se cambió su playera y sus pantalones de pijama, lavó su rostro y cepilló sus dientes. Miró su hora, todavía era muy temprano, se preguntaba si la pequeña iría a la escuela.

Salió de su habitación y les sonrió a los dos pares de ojos que lo observaban con una sonrisa boba, al menos uno más que otro. Yoongi tomó su cartera y sus llaves.

—Vamos —SunHee tomó la mano de Yoongi y la de Jimin en cuanto salieron.

Jimin miró a Yoongi pidiéndole disculpas por el comportamiento de la pequeña, Yoongi le sonrió en respuesta y después de ello caminaron hasta un restaurante familiar cerca de la casa de Yoongi.

—Me imagino que no han desayunado.

—Así es... Hoy salimos desde temprano y no tuvimos tiempo para probar bocado —Jimin suspiró, tomando lugar en una mesa con Yoongi y SunHee.

—Te miras muy cansado ¿Cómo te ha tratado la vida? —el menor chasqueó la lengua, mirando a su pequeña que no dejaba de admirar a Yoongi con ojitos brillosos y una perfecta sonrisa.

—Soy padre soltero, trabajo hasta tarde para mantener a mi hija, a veces no sé si es de día o si es de noche, mi madre cuida de ella todas las veces que necesito salir de Seúl y a veces en serio siento que me ahogo —Yoongi miró a la pequeña que le había puesto una pegatina de corazón en su mano.

—¿Y su padre? —Yoongi notó que Jimin palideció y supo que había llegado demasiado lejos—. Lo siento, perdona si te incomodé —Jimin asintió y guardó silenció mientras admiraba a Yoongi y a SunHee con una sonrisa.

Un mesero llegó para recibir sus pedidos y luego se retiró, dejando a los tres nuevamente en silencio, pero Yoongi se apresuró a hablar.

—¿Qué haces con mi mano? —la pequeña dejó de mirar sus pegatinas y miró a Yoongi con una sonrisa traviesa al ser descubierta.

Yoongi se sintió cálido, sonrió mientras los ojitos de la pequeña se hacían un poco más pequeños por su sonrisa.

—Está bien, puedes seguir, pero después quiero que mi mano esté limpia, sin ninguna pegatina en ella —SunHee asintió mientras buscaba más pegatinas de corazones—. Sabes, ella me dijo que soy su padre... En serio no sé qué haya pasado con su padre, pero la niña está confundida —Jimin tragó duro.

—Esto es complicado... —apartó la mirada y tiró su cabello hacia atrás.

—Dijo mi nombre sin saberlo, sin que yo se lo hubiera dicho —Jimin lo volvió a mirar.

—Así se llama su padre, que coincidencia ¿No? —se rio nervioso.

Yoongi se rio de la misma forma, contemplando a la pequeña que ya había terminado de colocarle pegatinas a su mano y que ahora se encontraba jugaba con sus dedos.

La comida llegó minutos después, comenzaron a desayunar en silencio mientras SunHee contaba algunas cosas de su vida diaria o le contaba a Yoongi que su papi Jimin era un descuidado.

Cuando terminaron de desayunar era momento de irse, pero Yoongi no quería ver a Jimin y a la pequeña marcharse, era extraño hasta para él, pero de todas formas buscó la manera de pasar más tiempo juntos.

—Ya hiciste mucho, dijiste que era una recompensa para ti por cuidar de mi hija y tú fuiste el que pagó el desayuno.

—Anda, solo un helado y ya, aparte nunca dije que quería que me pagaras con dinero, me refería a que mi recompensa serías tú —Jimin lo miró sorprendido mientras sus mejillas se sonrojaban.

—¿Y-yo?

—Hace mucho no nos vemos ¿Cuánto? ¿Cuatro? ¿Cinco años? Todavía no me olvido del lindo, rosa y asustadizo chico...

—Debiste hacerlo.

—Pero veo que tú tampoco me has olvidado.

—¿Y cómo hacerlo? Desperté con el cuerpo desnudo de un pelimenta encima del mío —Jimin bajó la voz para que SunHee no escuchara.

—¿Entonces?

—Ya nos tenemos que ir —Yoongi lo miró serio.

—Anda, la niña quiere helado.

—Papi Yoonie tiene razón, quiero helado papi Minnie —la pequeña hizo puchero.

Jimin suspiró cansado y después de pensarlo demasiado asintió.

—Está bien, vamos y SunHee, deja de decirle papi a Yoongi —la pequeña dejó de sonreír, apretando la mano de Yoongi más fuerte.

Yoongi la miró con pena, se sintió mal por ella, quiso que dejara de estar triste entonces caminaron hasta alguna heladería.

Cuando los tres obtuvieron sus helados caminaron por el parque ya que la heladería se encontraba justo en el mismo lugar. Jimin y Yoongi tomaron lugar en unas bancas mientras miraban a SunHee correr por todos los juegos del parque

—¿Cuántos años tiene?

—Tiene cinco años —contestó sin mirarlo, sin apartar la mirada de su pequeña que se divertía.

—Me siento extraño...

—¿Por qué?

—Tu hija me trata como si fuera su padre verdadero y me siento... ¿Bien? Digo, la acabo de conocer, pero es una niña muy hermosa, como dije anteriormente, no conozco las razones por las que su padre no esté con ustedes pero que triste, ella es realmente linda y no quiero que pienses que soy un loco que se enamora rápidamente, es solo que tu hija tiene un encanto y es inevitable no sonreír cuando se trata de ella.

—Yoongi, esto es difícil para mí, ella ha crecido sin su padre, creció con la idea de que la odia por no estar a su lado y no es cierto, estoy seguro de que él la amaría. SunHee es una buena niña, es muy linda, inteligente y tierna, sin duda fue lo mejor que me pasó en la vida, pero... Su padre no sabe de la existencia de ella... Bueno, creo que sabe que existe, pero no sabe que es suya —Yoongi miró a Jimin y acarició su espalda en modo de apoyo.

Jimin sorbió su nariz, sonriendo cuando escuchó la voz de su pequeña gritando su nombre antes de lanzarse por el tobogán del juego en el que estaba.

—Siento que estoy preguntando de más, pero... ¿Por qué nunca se lo dijiste? A él, a su padre ¿Por qué nunca le dijiste que tenías una hija de él?

—Éramos jóvenes Yoongi, por un descuido que tuvimos terminé esperando a mi pequeña, a él no lo volví a ver... Fue la primera vez que nos acostábamos, ni siquiera nos conocíamos antes.

—Como nosotros... —Jimin asintió.

—Así fue, luego no supe más de él, admito que al enterarme tuve mucho miedo y lo quise buscar, pero probablemente él ya había comenzado con su vida, a trabajar o hasta salir con más chicos, así que me rendí. Cuando mamá se enteró lloró junto conmigo mientras me prometía que nosotros dos estaríamos bien, que ella cuidaría de mí y de mi pequeña, así que dejé de buscarlo... Hasta que por azares de la vida me lo encontré de nuevo.

—¿Y no le dijiste?

—¿Crees que se lo hubiera dicho? Como crees que después de cinco años pueda ir y decirle "Hola, tuvimos sexo y ahora tenemos una hija de cinco años" —Jimin se rio histéricamente mientras mantenía su mirada apagada, intentando no llorar.

—Bueno, tienes razón, suena raro, yo también me sentí raro cuando ella me dijo papá por primera vez, entiendo tus preocupaciones —dejó de mirar a Jimin, mirando a la pequeña que se divertía.

¡Hola!

Espero que les esté gustando los poquitos capítulos que llevamos, poco a poco las cosas irán surgiendo

Voten si les ha gustado el capítulo y comenten muchito

¡Adiós!