SunHee abrió sus ojos y sonrió al mirar a su padre durmiendo con ella en brazos.

—Papi... Buenos días —dijo mientras se estiraba un poco.

Yoongi que se había despertado hace poco volvió a abrir sus ojos, sonriéndole.

—Buenos días, amor —SunHee sonrió y besó su mejilla—. ¿Ya tienes hambre? —le preguntó. Ella asintió—. Vamos a desayunar.

La pequeña festejó. Yoongi buscó ropa para él y para ella. Se cambiaron y salieron del departamento. Iban tomados de la mano, la pequeña iba dando saltitos y evitaba pisar las líneas del suelo mientras tarareaba alguna canción de algún dibujo animado.

Pronto llegaron a un pequeño restaurante donde no perdieron más tiempo y entraron. Desayunaron entre risas, al terminar su desayuno caminaron a un parque. SunHee corrió a jugar con los otros niños y Yoongi buscó el número de Jimin.

"Minnie♡"

Leyó y sonrió. Al notarlo ya estaba llamando a este. Jimin no tardó en contestar.

(Al teléfono)

—Hola.

—Hola Minnie, buenos días.

—Buenos días, Yoongi ¿Cómo amanecieron?

—De maravilla, SunHee se durmió temprano así que no tuve que batallar con ella.

Escuchó la risa de Jimin del otro lado de la línea. Sonrió.

—¿Qué hacen ahora?

—Terminamos de desayunar y venimos al parque.

—Me hubiera gustado estar con ustedes.

—Podemos hacer esto cuando llegues. Al parecer a SunHee le gusta y sería increíble venir los tres a pasar un rato agradable como familia.

Jimin entró a la empresa donde trabajaba mientras sonreía.

—Me fascina la idea, promete que lo haremos.

Yoongi sonrió.

—Claro que lo haremos, soy hombre de palabra.

—Señor no mentiroso, me da gusto hablar contigo y saber que mi princesa está bien, pero necesito colgar, acabo de llegar al trabajo.

—Oh, está bien Minnie, te enviaré imágenes del día anterior y de hoy.

—Bien, las estaré esperando con ansías... Por cierto, SunHee me dijo que ayer te veías guapo... ¿No tienes una foto para mí? Yo también quiero saber cómo te veías.

Yoongi rio, Jimin le podía transmitir mucha felicidad con solo escuchar su voz o bromear con él.

—Espéralas junto con las fotos de nuestra hija.

Jimin se sonrojó mientras llegaba hasta el elevador de la empresa. Yoongi había usado una voz tan malditamente seductora.

—Tengo que cortar, estoy por llegar a mi oficina.

—Cuídate, te queremos.

—Ustedes igual. Yo los quiero también.

Jimin se miró en el espejo del elevador, estaba sonriendo y sonrojado.

—Adiós.

Escuchó que Yoongi hacía un sonido de beso, luego colgó. Las puertas del elevador se abrieron, Jimin salió y caminó hasta su oficina. Tenía trabajo y luego una junta con su jefe y nuevos empresarios. Sería un día largo, pero estaba feliz porque pronto regresaría a Seúl. Con una sonrisa en su rostro entró a la oficina encontrándose con su jefe. Solo faltaban los empresarios y estarían en una junta.

🌸🌸🌸

Yoongi sacó varías fotos de SunHee jugando, ya tenía un nuevo fondo de pantalla. La pequeña lo miró y le sonrió. El corazón de Yoongi se aceleró, sonrió enternecido con la pequeña. Sin duda, lo mejor en su vida. Lo que parecía un error por ebriedad terminó siendo la felicidad de muchas personas y más la de sus padres.

Yoongi la miró grabándose el rostro de la pequeña en su memoria, ahí supo que amaba mirarla sonreír y mientras pudiera la haría feliz hasta el último día de su vida. No se dio cuenta en qué momento comenzó a caminar hasta ella, cuando reaccionó SunHee estaba en sus brazos sonriendo mientras mantenía sus ojitos cerrados aferrándose a él como si Yoongi fuera una ilusión de su propio cerebro.

—¿Te hice tanta falta estos años? —preguntó. SunHee asintió—. Lo siento tanto... —la pequeña lo miró sin entender.

—¿Papi por qué lloras? ¿Hice algo mal? —hizo puchero a punto de llorar.

Yoongi negó con una sonrisa, mirándola con cariño y ojos inundados en lágrimas.

—No amor, lo has hecho muy bien, eres una niña increíble —le dijo. SunHee estiró su manita y limpió las lágrimas de Yoongi.

—¿Te duele tu pancita? Papi Jimin me da besitos cuando me duele ¿Quieres que te de besitos?

—Estoy bien, lo que tengo es un dolor interno, justo aquí —apuntó su corazón.

—¿Por qué?

—Porque me di cuenta de que me perdí los primeros cinco años de una hermosa persona.

—¿Quién es?

—No te diré su nombre, ella prefiere quedar en el anonimato —SunHee arrugó su nariz.

—No entiendo nada, papi.

—Te contaré una historia...

Tomó su pequeña mano y caminaron hasta la banca donde anteriormente Yoongi la miraba jugar. Se sentó y sentó a la pequeña en sus piernas mientras ambos se miraban.

—Hace cinco años conocí a un chico... Ese chico era realmente hermoso... Él y yo habíamos tomado muchos juguitos de manzana ese día, entonces me sentí mal, él como buena persona me acompañó al baño, ese día estaba un poco triste porque mi madre no me dejaba tener un perrito, así que me ayudó a enviarle una carta a mi madre para que me dejara tener uno, pero la carta terminó en manos de la cigüeña —SunHee miraba a Yoongi con atención y ojitos grandes.

—¿Y qué pasó?

—La cigüeña se confundió de persona y al chico que me ayudó a escribir la carta le entregó un bebé —SunHee abrió los ojos un poco más sorprendida.

—¿Un bebé?

—Sí, un bebé. Se confundió y no trajo al perrito, trajo a una niña muy hermosa... Pero la historia no termina aquí... Ya no volví a mirar a ese chico, él se fue y se quedó con el bebé que la cigüeña le había traído, tenía miedo que me enfadara con él, entonces me escondió la verdad del bebé durante cinco largos años. Un día nos volvimos a encontrar, la bebé ya no era una bebé, ahora es una niña grande y preciosa.

Yoongi colocó un cabello de SunHee detrás de su oreja, sonriéndole para seguir su relato.

—Él y yo debíamos cuidar de la bebé juntos porque así lo ordenó la cigüeña cuando se enteró que le envió un bebé, pero el chico pensó que yo estaría mejor sin saber la verdad... Seguí mi vida, encerrado en la desgracia hasta que conocí a la niña, tiempo después el chico me confesó que esa niña era la bebé que la cigüeña mandó al recibir mi carta, y bueno, me siento mal porque ella creció sin mí y yo no sabía cuánto me necesitaba y cuanto yo los necesitaba a ellos —confesó. SunHee lo abrazó—. ¿Eso por qué?

—Porque estás triste, nadie debería estar triste, papi Yoonie. Debes estar feliz porque ya conoces a la niña, aunque yo esté celosa —SunHee se cruzó de brazos haciendo puchero.

—Te prometo que ella está muy bien.

—Eso espero papi, pero... ¿Y mi papi Jimin y yo? —preguntó. Yoongi le sonrió.

—Ustedes son lo mejor en mi vida.

—Pero... ¿Y la niña?

—Ella está bien, la cigüeña corrigió su error y ahora la niña está con su padre, ella no volverá a estar sola nunca más, ahora estará con sus dos padres por mucho tiempo, te lo prometo —sonrió.

—Entonces si ella tiene a sus papás, tú... ¿Te quedarás con nosotros? —Yoongi asintió.

—Así es mi bebé, me quedaré con ustedes —la pequeña lo abrazó con fuerza.

SunHee inconscientemente sabía la verdad, un poco disfrazada para no sonar como la realidad, pero su padre ya se había confesado. Ahora Yoongi prometía estar con ella para todos sus cumpleaños y en todos los logros en su vida, no quisiera dejar a SunHee sin su padre por más años, ya no, ahora eso había cambiado.

¡Hola!

¿Cómo están?

Espero que les guste el capítulo 💕

Gracias por los votos y comentarios💕

¡Adiós!