Yoongi llegó a casa dejándose caer en su sillón. Suspiró y cerró los ojos mientras sonreía. ¿Por qué de pronto se encontraba feliz? ¿Acaso era porque volvió a mirar al chico de hace cinco años atrás, que, por cierto, no había podido olvidar?... Probablemente eso era.

Su celular sonó y pudo identificar que era un mensaje de un número que no tenía registrado.

Número Desconocido:
Gracias por la tarde juntos. SunHee está feliz de conocerte, espero volver a salir contigo, pero esta vez yo pagaré.  —Jimin.

Yoongi sonrió al mirar el mensaje.

Guardó el contacto con el nombre de "Jimin" y se dispuso a contestar.

Tú:
Gracias a ustedes por aceptar.
Espero encontrarnos pronto.
Por cierto, dile a SunHee
que es una niña hermosa.

Yoongi envió el mensaje y miró su mano que todavía conservaba las pegatinas que la pequeña le había colocado. Sonrió.

La puerta había sonado. Apartó sus pensamientos de la gran tarde que había pasado junto a Jimin y SunHee para ahora ir a ver de quien se trataba.

—Yoongi hyung ¿Dónde estuviste en todo el día? —preguntó. Yoongi se movió un poco dejando al menor entrar.

—¿Ya no puedo salir de casa sin ustedes? —cerró la puerta en cuanto Taehyung entró, caminando de nuevo a su sillón. Taehyung se rio divertido mientras seguía su acción.

—Supuse que estabas durmiendo, pero Hoseok hyung vino a verte y dijo que no te encontrabas en casa.

—Salí —dijo sin mirar a Taehyung, tomando una foto de su mano con las pegatinas.

—¿Qué es eso? —el menor se sentó a su lado y pronto tomó la mano del mayor para mirarlas de cerca.

—Encontré un buen empleo, ahora cuidaré niños —contestó. Taehyung lo miró con una sonrisa de asombro.

—Me alegro mucho por ti, hyung —sonrió emocionado.  Yoongi lo empujó un poco.

—¿Crees que tengo tanta paciencia? 

Taehyung negó, riéndose mientras recordaba las veces en que Yoongi lo golpeaba en su brazo cuando lo sacaba de sus casillas.

—¿Entonces?

—¿No tienes que ir con Nam, con Hoseok o con alguien más? —cambió el tema. El menor negó

—¿Me estás corriendo?

—Algo así, pero con diferentes palabras, sí —Yoongi miró a Tae mientras comenzaba a sacarse las pegatinas con pesar.

— Ya, hyung, dime.

—Una niña llegó a mi puerta diciendo que soy su padre —dijo. Taehyung abrió grande sus ojos.

—¿Y si lo es?

—No... O eso era lo que dijo su padre.

—¿Y cómo estás tan seguro?

—Él y yo nunca fuimos nada, solo... Pasamos una excelente noche y ya. 

—¿Hace cuanto fue eso?

—Hace cinco años, justo la edad de la pequeña... ¿Por qué te estoy contando esto? —su mirada estaba en el menor. Taehyung le sonrió grande.

—Porque me quieres —dijo seguro y feliz. Yoongi se rio.

—Tienes razón, te quiero... —Yoongi miró los ojitos del menor brillar con emoción y cariño—. Te quiero diez metros lejos de mí —Rio fuerte mientras Taehyung lo miraba con un puchero en sus labios—. Es un buen chiste, anda, ríe conmigo.

Taehyung se rio un poquito, pero después cambió el tema.

—¿Qué harás mañana, Yoongi hyung?

—¿Mañana?... Tengo la agenda llena ¿Por qué preguntas?

—¿En serio? ¿Qué harás?... Dormir todo el día, claro —rio. Yoongi lo empujó levemente.

—Anda a casa Taehyung —se estiró antes de recostarse en el sillón.

—De eso te quería hablar...

—No me pienso involucrar en tus problemas, Taehyung.

—No es nada malo, hyung.

—¿Entonces por qué no fuiste con Nam o con Hoseok? Es porque yo soy el mayor de los cuatro, claro, el más responsable ¿Por qué no lo pensé antes? —Yoongi habló sarcásticamente mientras miraba su chat con Jimin.

—Hyung, de casa de ellos estoy viniendo —dijo. Yoongi lo miró serio.

—¿Entonces yo soy tu tercera opción? Perfecto, así me gusta Taehyung. Anda a casa. 

—No, hyung —Tae comenzó a hacer poses lindas para el mayor, sabía que su hyung no se resistía a él siendo tierno.

—Basta, Taehyung —lo volvió a empujar mientras se levantaba de su sillón, ahora él haciendo poses lindas, retando al menor.

Tae se rio divertido, pero luego siguió, necesitaba que su hyung le hiciera caso. No se rendiría, siguió siendo lindo mientras lo llamaba.

Yoongi se giró y le alzó el dedo del medio.

—Niño malcriado, ya no me afecta que seas lindo.

Caminó hasta su habitación seguido por Taehyung que iba en silencio. Yoongi al mirar su cama enseguida se lanzó en ella para sentir su calor. Tae se lanzó a su lado, abrazándolo.

—¿Me puedo quedar a dormir contigo? —habló sin vacilación y un poco triste—. Es que... Discutí con mamá y papá y les dije que los odiaba, pero tú sabes que no es cierto, no los puedo odiar, solo fue un arrebato de mi parte y me siento muy mal. Mamá me miró con lágrimas en los ojos y papá estaba serio, queriendo guardar su dolor, pero yo sé que le dolió mucho, yo... Yo de verdad soy una persona mala, no merezco el perdón de mis padres y tampoco merezco dormir bajo el mismo techo cuando los traté así de horrible —Taehyung lloraba en el pecho de Yoongi.

Yoongi en cambio acarició su espalda y con su mano libre jugaba con el cabello de su menor. Sabía cómo de mal se sentía, Taehyung siempre había sido un buen chico, era amoroso con todos, no guardaba rencor y era una hermosa persona, tanto física como sentimentalmente.

—Está bien, dejo que te quedes, pero mañana quiero que tomes una ducha, si necesitas algo de mi ropa, la tomarás y te pondrás presentable para tus padres. Irás a tu casa después de prepararme el desayuno y les pedirás perdón, pequeño mocoso —sentenció. Taehyung rio un poco mientras apartaba sus lágrimas.

—Gracias, hyung, tú eres mi favorito —dijo. Yoongi sonrió.

—Anda, ponte el pijama y regresa a la cama.

Taehyung sonrió y se levantó, tomando el pijama que él había dejado tiempo atrás, para colocársela en silencio mientras Yoongi hacía lo mismo.

—Apaga la luz —pidió. El menor hizo caso, luego entró en la cama.

Yoongi tomó su celular y se dispuso a seguir mirando el chat con Jimin.

—¿Él es lindo? —escuchó la voz tranquila de Taehyung.

—Duerme ya, mañana será un día largo —apagó su celular y cerró sus ojos.

—¿De verdad crees que no es tu hija?

—¿Cuáles son las reglas al quedarte en mi casa?

—Nada de hablar cuando las luces se apaguen —dijo. Yoongi asintió—. No molestar a Yoongi hyung y no despertar a Yoongi hyung.

Repitió la pequeña lista mental con las reglas que Yoongi le había dejado desde tiempo atrás.

—Muy bien, eres un chico muy atento —se rio divertido.

—Hyung, lo pregunto seriamente.

—No lo sé Tae, esa niña es realmente hermosa, no puede ser hija mía, además se parece a su padre, los estuve observando. Cuando los dos sonríen sus ojos casi desaparecen. Sus labios son tan grandes como los de su padre y... ¿No crees que, si fuera mi hija lo sentiría?

—Bueno... No sé cómo te sientes cuando estás con ella, es la primera vez que la ves.

—Así es... Pero me sentí bien, cuando me tomó de la mano y me llamó papi, me sentí... ¿Extraño? ¿Querido? Fue una sensación rara, pero me sentí bien, creo que esto me faltaba, conocer a alguien, crear una familia, buscar un trabajo estable y...

—Entonces lucha por ellos —dijo. Yoongi se rio ante aquello.

—No nos conocemos, nosotros solo tuvimos sexo y ya, tampoco quiero confundir a la niña ¿Qué pasa si su padre se entera de la verdad? ¿Y qué pasa si me acostumbro a ellos?

—Lucharás por ellos, hyung. Si él perdió su oportunidad tú la puedes aprovechar.

—¿Pero si Jimin no quiere que entre en su vida?

—Entonces ellos no eran para ti.

—¿Y si lo hacen?

—Obtendrás otra familia aparte de los hyungs y yo —sonrió. Yoongi también lo hizo.

—Es hora de dormir, mocoso irrespetuoso —cambió el tema.

—Descansa, hyung.

—Hasta mañana, TaeTae.

¡Hola!

Espero que les esté gustando

¡Adiós!