Jimin abrió sus ojos, sonriendo al encontrarse en el pecho de Yoongi. Después de ducharse volvieron a acostarse, pero ahora para descansar. Estaban tan cansados que rápidamente quedaron dormidos. Yoongi abrazando al menor en su pecho desnudo mientras este lo abrazaba de su torso.

Se sentía diferente ahora, se sentía libre y amado. Dejó un beso en el pecho de Yoongi, removiéndose un poco para levantarse y salir de la habitación. Tenía hambre, habían pasado parte de la mañana y tarde durmiendo, su estómago pedía algo de atención ahora.

Miró su cuerpo y sonrió, este solo se encontraba cubierto por un bóxer negro del mayor y una de sus camisas que le quedaba grande, cubriendo su trasero con la misma. Sonrió, olía a él, su cabello olía al delicioso aroma floral de la loción del shampoo de Yoongi, su cuerpo olía a hiervas y menta a causa de su jabón. Ese era el olor de Yoongi, aunque también tenía su propio aroma, ese que gritaba "Yoongi". Dejó de sonreír para ponerse manos a la obra, quería preparar algo delicioso.

Pensó que tenía que salir de casa, pero ese no fue el caso, los chicos ya se habían encargado de abastecer la alacena de Yoongi. Jimin sonrió, podría hacer un delicioso almuerzo con todo lo que tenía.

Puso en práctica las recetas que Seokjin le había enseñado. Sonrió cuando la comida ya casi estaba lista. Sintió unas manos que se envolvían en su cintura, luego sintió la barbilla de Yoongi en su hombro.

Su sonrisa se hizo más grande, ahora se dio la vuelta para quedar frente al chico. Yoongi le sonrió adormilado, dejando un beso en su frente. Jimin se sonrojó, al mirar a Yoongi había recordado lo que habían hecho y la timidez le había ganado. Yoongi lo abrazó a su pecho, riendo con ternura ante la hermosa reacción del menor.

—¿Cómo te encuentras? —preguntó.

—Bien —sintió sus mejillas calentarse más.

—¿Hace mucho despertaste? —se alejó del menor para caminar hasta la nevera.

—No tiene mucho, preparé comida ya que pensé que cuando despertaras tendrías hambre.

—Gracias, amor —le sonrió con cariño.

Esa palabra era nueva para Jimin, todavía no se acostumbraba a ella. Su estómago era preso de las pequeñas maripositas y su corazón se aceleraba cuando la escuchaba salir de los labios de Yoongi. El mayor caminó hasta él, besando su frente para ahora colocarse a su lado y mirar lo que el chico había hecho.

—Esto huele delicioso.

—Gracias, Seokjin hyung me enseñó.

—Cuando nos casemos me tendrás que alimentar con esto —dijo. Jimin se rio ante el comentario.

—Pero todavía no lo pruebas.

—No necesito probarlo, tú lo hiciste, todo lo que haces te sale perfecto —lo miró—. ¿No me crees? primer ejemplo —Jimin lo miró divertido y apenado, pero en espera de lo que diría—. Nuestra hija.

El menor se comenzó a reír fuerte debido a sus nervios y la timidez que se apoderaba de él. Yoongi se rio un poco pero rápidamente volvió a colocarse en una postura seria.

—Lo que hicimos hoy, tú realmente te mueves muy bien —lo halagó.

Jimin se lanzó a sus brazos para hacerlo callar. Yoongi lo abrazó mientras reía.

—Espera, todavía no termino, solo te he dicho las dos primeras mejores.

—Ya no hables de eso —su rostro estaba rojito.

—Lo dejaremos pendiente, vamos a comer, tengo hambre.

Jimin asintió, comenzando a servir la comida con ayuda de Yoongi. Esta estuvo deliciosa, justo como Yoongi se lo imaginó. Cuando terminaron se dispusieron a limpiar, luego a recostarse en la sala a mirar alguna película o drama que estuviera en reproducción.

No se preocupaban por SunHee pues sabían que ella estaba en buenas manos. Había sido buena idea dejarla con sus tíos, así sus padres tendrían tiempo para estar solos.

Jimin estaba tan concentrado en el drama, gritaba cuando una escena fuerte pasaba y reía cuando alguno de los malos le sucedía algo divertido. Yoongi lo admiró, cada una de sus facciones y acciones, Jimin era simplemente hermoso. No se dio cuenta de en qué momento la luz del día se había ido dándole paso a la oscura noche. Jimin se encontraba en su pecho con los ojos cerrados y su boca entreabierta. Sonrió, Jimin lo hacía feliz.

Estaba seguro de su futuro, este era con Jimin y SunHee en el. Escuchó que la puerta estaba siendo abierta, miró que Namjoon y Seokjin entraban con bolsas. Yoongi los saludó abrazando a Jimin a su pecho para cubrir sus piernas desnudas con sus brazos, porque sí, Jimin seguía en ropa interior y con la camisa de Yoongi.

Los chicos se acercaron para tomar lugar, entregándole una bebida a Yoongi. Él la aceptó gustoso. Seokjin sonrió al notar a Jimin descansando en los brazos de Yoongi, estaba muy feliz por ellos dos.

—¿Ya comieron?

—Comimos desde temprano.

—Trajimos comida, fuimos a casa de Jimin, pero no estaban, Jungkook me dijo que ellos tendrían a SunHee así que pensamos que estarían aquí.

—Sí, Jimin me quiso ayudar a colocar mis cosas en su lugar, desayunamos en su casa y luego venimos a aquí, creo que es tarde ¿No? No nos hemos levantado de aquí —rio un poco.

—Anda, despiértalo.

Namjoon se encaminó a la cocina de Yoongi mientras Seokjin sacaba la comida que llevaban en bolsas. Yoongi regresó la mirada a Jimin, se veía tan lindo, no lo quería despertar.

Se acercó y dejó un beso en su nariz. Jimin se removió un poco, arrugando su nariz con una sonrisa. El siguiente beso fue en su frente, el menor ya estaba comenzando a abrir sus ojos. El último fue en sus labios. Sintió la sonrisa de Jimin en ellos. Seokjin los miró con ternura, apreciando la sonrisa de Jimin, sintiéndose muy feliz por ellos.

—¿Qué sucede?

—Seokjin y Namjoon están aquí, trajeron comida —dijo. Jimin se sobresaltó.

Juntó sus piernas a su estómago escondiéndose más en el pecho de Yoongi. Se sentía apenado, ya lo habían visto así, sabrían lo que hicieron y eso era algo de lo que no le gustaría hablar con otra persona, solo con Yoongi.

—Tranquilo, Namjoon está en la cocina, corre a mi habitación y toma unos pantalones.

Jimin se sintió palidecer. Seokjin tendría la charla con él, ya no quería eso, no más.

Se puso de pie bajándose la camisa todo lo posible, corriendo hasta la habitación de su pareja. Seokjin se rio ante la reacción de Jimin, pero luego miró a Yoongi con seriedad.

—No le hice daño, lo prometo —elevó las manos como si fuera un criminal siendo detenido.

—Eso espero Yoongi, pero tú y yo tendremos la charla, ya no solo será Jimin y Jungkook, serán todos ustedes.

Yoongi asintió mientras reía un poco asustado, tenía que admitir que Seokjin le daba miedo, tenía tantos cambios de personalidad que le daba miedo hablar con él sobre Jimin.

Al final Namjoon llegó con algunos platos, Seokjin le sonrió comenzando a dividir la comida. Poco tiempo después Jimin llegó con unos pantalones de chándal y una camisa un poco más adecuada a su cuerpo. El menor tomó lugar junto a Yoongi, tomando el plato con comida que Seokjin le entregaba. Pronto comenzaron a comer mientras charlaban o reían.

¡Hola!

¿Cómo están?

Les traje un capítulo un poco más calmado

No las quiero alarmar, pero nos acercamos

Voten y comenten💕

¡Adiós!