—Gracias por cuidar de mí, hyung —Jimin abrazó a Seokjin.

Habían dejado a Jungkook en casa, luego caminaron hasta la de Jimin.

—No me agradezcas nada, de verdad me preocupaste —sus manos despeinaron sus cabellos con cariño. El menor sonrió apenado.

—Perdóname, todavía tenía el alcohol en la sangre, pensé que moriría.

—Eres un dramático, Minnie y por lo de... Bueno, cariño, algún día te ibas a deshacer de ella. Por favor, no te sientas mal.

—Hyung, fue mi primera vez —bajó un poco más la voz, estaban fuera de casa y no quería que su madre se enterara de su desgracia e irresponsabilidad.

—Jimin, te conozco desde hace mucho, sé que era tu primera vez —dijo. Jimin asintió.

—Me siento extraño, primero estaba asustado porque no entendía nada. Mientras iba a tu casa comencé a recordar y a unir los puntos, luego mi trasero me lo confirmó, así que... Creo que no me queda de otra... —suspiró pesadamente. Seokjin lo abrazó.

—Así es, tienes que entender que ya no regresará y tomarlo con calma, todos pasamos por esto, no creas que toda tu vida serías puritano e inocente. Ahora entra a casa que tu madre espera por ti.

Lo despidió, esperando que el menor se dejara de sentir mal por lo que había pasado.

—Adiós, Seokjin hyung —sonrió—. Gracias por la ducha y dejarme quedar en tu casa.

—No me agradezcas nada, Minnie.

Jimin sonrió una última vez para pronto entrar en casa. Enseguida pudo visualizar a su madre acercándose.

—Jimin, amor ¿Cómo te la pasaste en la fiesta?

—Bien, gracias por preguntar, mami... Iré a mi habitación ahora —sonrió un poquito.

—Antes que te vayas a tu habitación quiero felicitarle y decirte que mamá está muy orgullosa por su bebé.

La señora Park le entregó un pequeño pastel a su hijo, hecho por ella misma. Jimin sonrió grande, tomándolo con alegría.

—Gracias, madre... Te prometo que en cuanto comience a trabajar y a ganar dinero te ayudaré a abrir tu propia pastelería —sonrió grande.

Hee-Sook sonrió, dejando un beso en la frente de su hijo.

—Te amo mi bebé, gracias por querer ayudarme con este sueño —le dijo. Jimin la abrazó muy fuerte.

En los brazos de su madre se sentía seguro y ya no tenía miedo. El único miedo que tenía era perderla.

—Anda hijo, ve a descansar.

Hee-Sook le sonrió. Jimin subió las escaleras para llegar a su habitación rápidamente. Pronto se cambió la ropa por una más cómoda mientras se lanzaba a su cama a comer el pastel que su madre había hecho para él como felicitaciones por su graduación.

🌼🌼🌼

—¡Mierda!

Jimin se levantó de su cama corriendo al baño, se había estado sintiendo mal desde hace un mes, probablemente la comida le hizo daño, pero las mañanas eran las mismas, se despertaba con unas horribles ganas de vomitar, tenía que correr si no quería ensuciar su habitación.

Se dejó caer de rodillas mientras sacaba toda su cena del día anterior por el retrete. Su estómago estaba revuelto, las ganas de vomitar no se iban, al contrario, sentía que aumentaban más. Cuando al fin pudo parar, bajó la palanca, levantándose lentamente para caminar hasta el lavabo y cepillar sus dientes para quitar el mal sabor después que el ácido estomacal se fuera.

Bajó las escaleras con lentitud, se sentía cansado. Pronto se dirigió a la cocina por un vaso con agua, ahí se encontraba su madre preparando el desayuno.

—Buenos días —dijo un poco desanimado, despertar de esa forma lo ponía de mal humor.

—Buenos días mi cielo —Hee-Sook lo miró, regalándole una sonrisa— ¿Te encuentras bien? —caminó hasta él para tocar su frente—. No tienes fiebre ¿Te duele algo? Estás muy pálido.

Jimin se alejó de su madre un poco, no quería alarmarla.

—Estoy bien, solo vomité un poco...

—Comiste algo que te hizo mal —aseguró. Jimin asintió—. Ya preparé el desayuno, come un poco para que tu estómago se componga cuanto antes y te sientas bien de nuevo —sonrió.

La señora Park dejó el desayuno de Jimin enfrente de él. El menor se sentó para comenzar a comer.

El delicioso aroma de la comida se convirtió en un olor demasiado fuerte para Jimin, las ganas de vomitar habían regresado, pero ahora con más fuerza, haciendo que corriera fuera de la cocina para dirigirse al baño más cercano a vomitar.

Hee-Sook lo siguió preocupada, mirando a su hijo devolver lo que fuera que tenía su vacío estómago.

—Tenemos que ir al hospital —dijo preocupada en cuanto Jimin paró de devolver todo.

El menor asintió mientras limpiaba sus lágrimas. No se sentía bien, ya no podía seguir soportando un día más así.

🌼🌼🌼

—Pude comprobar que no es una infección estomacal, tampoco sufre de anorexia o bulimia... Me gustaría hacerle otro tipo de pruebas a Jimin.

La mujer asintió preocupada por la salud de su hijo único.

—Jimin, por aquí.

El doctor caminó hasta la camilla, Jimin lo siguió con temor.

—Súbete, por favor —le pidió. Jimin obedeció, mirando como el doctor comenzaba a sacar lo que utilizaría—. Te sacaré sangre, tus pruebas estarán listas para hoy en la tarde.

El doctor tomó la cantidad de sangre que necesitaría, haciendo todo lo posible por pronto saber cuál era el malestar de su paciente y poder recetarle algo.

—Listo —le sonrió.

Jimin volvió a tomar lugar junto a su madre, tomando el algodón haciendo un poco de presión para que parara de sangrar.

—Bien, Park Jimin, los espero en la tarde, yo personalmente te daré tus resultados —les dijo. Jimin asintió nervioso.

Salieron del lugar para regresar a casa. Jimin ya se sentía un poco mejor, también pudo comer algo. Cuando la hora indicada llegó tomaron un taxi para dirigirse al hospital. Jimin estaba realmente nervioso, tenía miedo de los resultados. Su madre no estaba mejor, ella tenía miedo de que su hijo se haya contagiado de alguna enfermedad maligna, o algo así.

Las enfermeras los dejaron pasar al consultorio. Jimin mordió su labio tomando lugar frente al doctor. Miró el sobre blanco que reposaba en el escritorio y suspiró. El doctor los tomó para pronto abrirlos ante la atenta mirada de madre e hijo.

—¿Están listos?

Los dos asintieron. La madre de Jimin tomó su mano con fuerza. Jimin la miró por un momento, tragando fuerte. El doctor comenzó a leer y cuando terminó bajó el papel sonriendo para ambos.

—Jimin estás bien, no tienes ninguna enfermedad, tus niveles de azúcar y colesterol están perfectos, pero hay algo más...

Jimin había suspirado ante eso, pero ahora estaba mordiendo su labio nuevamente ¿Qué era?

—Tú... —lo miró—. Estás embarazado, muchas felicidades.

La boca de Jimin se abrió grande, miró al doctor sin pronunciar palabra alguna, intentando buscar alguna confusión o que fuera una broma. Su madre lo miró, luego miró al doctor.

—Quiero ver las pruebas —pidió con voz entrecortada.

El doctor se los entregó. La mujer los leyó rápidamente hasta confirmar lo antes dicho por el doctor. Jimin se encontraba en la misma posición, sin moverse, sin hacer nada ¿Embarazado? Sus ojos se llenaron de lágrimas, se puso de pie para salir del consultorio. Sacó su celular marcando al número de su hyung. Seokjin lo escuchó llorar y rápidamente se dirigió hasta el hospital que le había indicado el menor.

Seokjin y Jungkook llegaron, al encontrarlo llorar en una silla corrieron hasta él para abrazarlo. Jimin los miró y lloró más fuerte.

—¿Qué sucede? —preguntó Seokjin alarmado.

La madre de Jimin salió del consultorio, miró a su hijo con lágrimas en los ojos antes de hablar a Seokjin. Ambos charlaron un poco y ella después se retiró. Jimin lloró más fuerte al notar que su madre no le había dirigido la palabra, de hecho, parecía decepcionada, o bueno, eso fue lo que Jimin pensó.

—Jimin... —Seokjin lo llamó.

—Mis resultados... —lloró.

—¿Qué tienen tus resultados? —preguntó, tenía mucho miedo.

—¿Qué resultados? Nunca nos dijiste que habías venido al doctor —Jungkook preguntó igual de preocupado que Seokjin.

—Era porque no los quería alarmar, me siento mal desde hace un mes, hoy no pude más y mamá me trajo al hospital. Me dieron los resultados hoy mismo porque eran de suma importancia y... Estoy embarazado...

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¡Hola!

Segundo capítulo❤

Espero que les guste❤

En los próximos capítulos irán conociendo como fue Jimin en su embarazo

Espero que les guste💕

Voten y comenten💕

¡Adiós!