Jimin se acercó a la orilla de la playa y entró al mar sonriendo. Yoongi lo miraba con una sonrisa mientras descansaba debajo de la sombrilla que le brindaba un poco de protección del sol.

El rubio se estaba divirtiendo. A su mente llegó la situación que había vivido con Yoongi minutos atrás y sintió sus mejillas enrojecer un poco. Miró al mayor y salió del mar para caminar hasta él.

—¿Qué pasó, bebé? —le preguntó mientras alzaba su vista de la caña de pescar.

—Yo... —comenzó a jugar con sus pies tímidamente —. Recordé algo y...

Dejó la caña de pescar en el suelo y extendió su mano hasta tomar la del rubio. Jimin sonrió apenado, caminando hasta este. Yoongi lo sentó en sus piernas sin importarle que el menor estuviera mojado por el agua del mar.

—¿Es por lo qué pasó? —apartó sus mojados cabellos de su rostro.

—Sí... Yoonie, yo... De verdad lo quiero hacer de nuevo.

—Está bien amor, lo puedes hacer cuando quieras, mi cuerpo es todo tuyo —se acercó a sus labios.

Yoongi lo recibió, sus besos sabían dulces mientras los labios de Jimin sabían a sal debido al agua, pero aun así Yoongi disfrutó de sus labios y Jimin de los de su esposo.

Después de un rato Jimin regresó al mar y Yoongi al no pescar nada decidió acompañar a su lindo esposo. Se estaban divirtiendo demasiado.

Cuando el sol comenzó a bajar salieron del mar para tomar dos toallas y sentarse a la orilla de este, mirando el atardecer, pero unos escandalosos chicos irrumpieron en su agradable momento.

Yoongi solo suspiró y siguió mirando al mar mientras ignoraba a los otros chicos. A cambio Jimin los miró, tenía miedo que esos chicos tomaran sus cosas. Uno de los chicos miró a Jimin y sonrió para después acercarse.

—Hola —le dijo.

Jimin entendió y lo miró sorprendido, al parecer el chico sabía su idioma.

—Hola —le regresó el saludo asombrado—. Sabes mi idioma.

—Lo aprendí el verano pasado, conocí a un chico realmente guapo y como no nos podíamos comunicar del todo decidí aprender su idioma, pero al final de cuentas no me sirvió tanto —se rio un poco—. El chico decía que era muy extrovertido, pero yo solo podía pensar que era debido a nuestras diferentes culturas.

Jimin asintió comprendiendo al chico. Al parecer Yoongi se había perdido en sus pensamientos pues seguía mirando el atardecer como si ningún chico estuviera hablando con su esposo.

—¿Cómo te llamas? Resulta que te encuentro parecido a ese chico, eres muy guapo, creo que hasta un poco más que él —le sonrió coqueto.

Jimin se sonrojó, pero no le sonrió, Yoongi estaba a su lado ¿Por qué no hacía nada? era su esposo ¿Por qué dejaba que otro chico coqueteara con él?

—M-me llamo Jimin —susurró.

—Jimin, un gusto, yo soy... —Yoongi interrumpió de inmediato, tan harto de que ese chico no se callara.

—¿Terminaste? A mi esposo le sofocan las personas que no conoce —sonrió falsamente—. Gracias y adiós.

Se levantó y estiró su mano a Jimin, este lo tomó apenado. El chico estaba pálido, había hablado de lo lindo que era el rubio y su esposo estaba ahí. Rápidamente se dio la vuelta y regresó con sus amigos.

Yoongi comenzó a guardar sus cosas y Jimin lo siguió en silencio. Cuando tomaron todo se dirigieron al hotel. No habían pronunciado palabra alguna y eso asustaba a Jimin ¿Yoongi estaba molesto con él? Sintió unas ganas inmensas de llorar por eso, no quería pasar el resto de sus vacaciones peleado con el mayor.

Yoongi introdujo las llaves en la cerradura y abrió dejando a Jimin pasar primero. El rubio dejó sus cosas en el sillón de la entrada y miró a Yoongi hacer lo mismo. Se dispuso a seguir caminando, pero unas manos en su cintura lo detuvieron.

Sintió a Yoongi tirando de él y cuando lo notó estaba muy cerca de su cuerpo, apretando su erección en su trasero. Los ojos de Jimin se abrieron grande al sentirlo.

—Odio que más gente te mire —dijo en su oído.

Jimin casi se derrite en sus brazos, su voz sonaba diferente, un poco más demandante y profunda. Rápidamente pudo sentir como su cuerpo se tensaba y comenzaba a sentir calor.

—Estoy jodidamente celoso y lo único que quiero hacer es que todos entiendan que eres mío, solo mío, de Min Yoongi y nadie puede tomar lo que me pertenece —empujó un poco sus caderas en el trasero de Jimin, simulando una embestida.

Jimin soltó un pequeño gemido al sentirlo, él también estaba comenzando a excitarse.

—Hazlo Yoonie, demuéstrales que soy tuyo —pidió en un hilo de voz y jadeando.

Yoongi sonrió y se acercó a su cuello para dejar pequeños besos y mordidas que sabía que al día siguiente estarían de otro color. Sujetó fuertemente la cintura de Jimin y caminaron hasta la cama donde lo dejó caer al colchón.

Jimin soltó un gritito al sentir como su cuerpo caía y las manos de Yoongi paraban en su trasero donde apretó a su antojo para después quitarle su pantalón corto junto con su ropa interior. Las mejillas de Jimin quedaron al aire y expuestas ante la hambrienta mirada del mayor.

El rubio volvió a soltar un gritito al sentir a Yoongi morder uno de sus glúteos. Eso solo logró que se excitara cada vez más. Su boca fue reemplazada por sus manos que nuevamente regresaron para apretar y jugar con ellas.

Ese gemido fue el mejor de todos, haciendo a Yoongi calentarse más. Su pantalón estaba estorbando. El roce con su bóxer dolía, era momento de que lo liberara.

Se sacó su ropa y estampó su pene en el trasero de Jimin mientras este se movía para solo sentir el miembro de su esposo acariciándolo.

Jimin se había excitado demasiado, necesitaba ser penetrado por Yoongi. Sus manos se aferraron a la sábana de la cama mientras elevaba un poco más su trasero. Yoongi lo admiró mientras mojaba sus labios.

No necesitó usar lubricante para su pene, de la punta había comenzado a brotar el líquido preseminal mientras miraba a Jimin en esa posición y con el trasero al aire, moviéndolo en espera de su amado.

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¡Hola!

Algunas de ustedes me pidieron a Yoongi celoso, luego a Jimin, así que como notaron, usé las dos ideas, también me decían que Yoongi celoso tipo daddy  ¿Y qué creen? Ya lo leerán en el próximo capítulo

Espero que les guste💜

¡Adiós!