Cap.22-Bichos Raros.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capitulo veintidós: Bichos Raros.

El primer día estuvo de lo peor. Pero creo que nada superara el segundo. 

Cuando sali de la sala común hacia el gran comedor, pude sentir las miradas de varios compañeros sobre mi. Algunos susurraban demasiado fuerte y otros abrían los ojos con sorpresa.

—¿Que le ocurre a todos? —pregunte hacia Justin que era al que más cerca tenía —¿Por qué me miran así?

—Me sorprende que aún no te adaptes a esta escuela después de un año —bufo el—. Los rumores corren rápido igual que las ranas de chocolate cuando no les das mordiscos porque literalmente saltan.

—Susan ¿Y si mejor me contestas tú?

El castaño abre la boca ofendido pero no me importa, la verdad yo quería llegar al grano y este niño se puso a parlotear.

—Se refiere a que hay rumores de ti —dice sin importancia —. Más bien sobre Harry y tú, específicamente.

Santa Helga Hufflepuff. ¿Harry y yo? No sé porque me suena familiar pero extraño al mismo tiempo.

Aún así frunzo el entrecejo.

—¿Osea?

—Por lo que paso ayer en la clase de Umbridge. Potter contando su experiencia con el señor tenebroso por primera vez después de lo que paso y tú confirmando la historia.

—No fuí la única.

—Aun así los demás creen que fuiste utilizada —responde Ernie con una mueca de incomodidad.

—¡Pero nadie me utilizó!

—Eso lo sabemos —me dió la razón Susan menos estresada —. Quiero decir, no hace falta prestarles atención ni nada, ya sabes cómo es. Esperemos unos días más hasta que algo peor pase y se olvidarán del tema por completo. Aparte, en este caso eres la víctima.

Doy un resoplido leve, aunque controlo un poco mi temperamento porque se que mis amigos no tienen la culpa. Y en cuestión, no sé sentía nada agradable ser la víctima, mucho menos de un problema tan grande el cuál enfrenta uno de mis amigos y yo sabiendo muy bien lo sucedido.

—Ademas no todo se trata de ti —dijo Hannah un poco distraída —. No es como si fueras la protagonista de un libro de fantasía dónde tres muchachones guapos se pelean por ti y todos los chismes se centran en ti y los demás solo somos personajes secundarios en tu vida. ¡Yo también tengo sentimientos!

—¡Tienes razón! Perdóname —digo recapacitando un poco y mostrando mi lado dócil hacia ella, últimamente me estaba quejando demasiado —¿Cómo te sientes?

Tocó su hombro levemente para mostrar apoyo, olvidandome un rato de mis pensamientos. Tal vez ella quería desahogarse un rato.

—De maravilla. Solo quería escucharme como un personaje odioso de los libros ¿Lo logré?

Al final ruedo los ojos.

—Hannah, tu siempre has sido el personaje odioso —contesta Justin de mala gana.

Entonces ella le mete un zape y todos nos reímos.

Cuando vamos a mitad de camino para la clase de Encantamientos. Un grupito de segundo me observa con singularidad y se acercan sin temor.

Gryffindors tenían que ser.

—Quitense del camino renacuajos —los empuja Ernie, sin embargo se quedan estáticos. Como si hubieran construido un muro humano.

—¿Eres Ellie Prewett? —pregunta una niña rubia de ojos enormes.

Ernie los mira con la boca abierta porque no le obedecieron y yo afirmo con la cabeza.

—Te dije que era ella —susurra un pelinegro sorprendido.

Entonces la misma niña rubia vuelve a hablar: —¿Es cierto lo que dicen de ti?

Ahora yo soy la ofendida.

La verdad ya mucha gente me ha preguntado lo mismo estos últimos días, llevo contando tres chicos,  quince niñas de todas las edades, dos pinturas y un fantasma del castillo.

¿Por qué las niñas de segundo estarían interesadas?

—Si, Diggory y yo ya terminamos hace mucho —dije rodando los ojos.

Pero la niña se ve confundida y niega con su cabeza rápidamente.

—Eso no. ¿Es cierto que Harry Potter te dió una poción de amor para que atacaras a los demás contrincantes del torneo e inventaras esa historia de que el que no debe ser nombrado volvió?

¡Renacuajos insolentes!

—¿De dónde sacaste eso? —exclamo furiosa y sus amigos comienzan a temblar de miedo. En este caso si agradezco intimidarlos un poco  aunque sea con chismes.

—Ah, es lo que todos dicen.

—Que los demás lo digan no significa que sea real —Susan sale al ataque con un poco más de paciencia maternal —. Se meterán en problemas por propagar chismes.

—No es un chisme —vuelve a susurrar el pelinegro —. Los del Profeta lo aseguran. Mi mamá leyó los ejemplares de este verano y Harry Potter junto contigo salen mucho.

—¡Pues tu madre es una tonta!

—¡Mi madre no es una tonta! Señora mal teñida.

—¡Susan ese mocoso me dijo señora! —exclama Hannah molesta —. Te las verás conmigo, enquencle. Aquí la única mal tenida es tu progenitora. Yo soy rubia natural y señora tu abuela.

—Calmate Hannah, solo quieren provocar —Interviene Justin tratando de sonreírles pero le devuelven el gesto con el dedo de enmedio.

Vaya diablos.

—¿Ven lo que tengo aquí ? —la rubia señala su insignia —Si no quieren un buen castigo con su tía Umbridge o cualquier profesor más vale que no se metan conmigo o mis amigos. Niños majaderos desubicados, operados del cerebro, suplantados por popo de lechuza, hijos de la verdadera fruta y plantas carnívoras...

—Ya estuvo bien, creo que entendieron —la detiene Susan.

Al final los niños corren rápidamente, asustados.

Es un buen momento para aceptar que los poderes de Prefecta están dando sus frutos, en tanto alejen los chismes de acá, estaré un poco animada.

Aunque no sirvió de todas maneras. A lo largo del día, esas o más acusaciones sobre el tema se escuchaban en el pasillo o los salones de clases. Incluso escuchamos que varios chicos de tercer grado se metieron en problemas con Mcgonagall por estar hablando de eso en voz alta mientras daba sus clases de transformaciónes. Sin embargo, aunque estuviera pasándola un poco mal por el hecho que medio mundo me ve con lastima por dos temas distintos. Aún me imaginaba lo que estaba pasando el pobre de Harry.

A final de cuentas el en realidad había luchado contra Lord Voldemort, nos había visto ser torturados a Cedric y a mi, lo atacaron un par de Dementores y encima todo el pueblo mágico lo llamaba mentiroso o el loquito Popotes como dice Abbott.

Así que si alguien la estaba pasando realmente mal, era el.

Yo solo estaba exagerando mis problemas.

Es por eso, que, cuando entramos a nuestra clase de Herbologia junto con Gryffindor, trate de darle mi mejor cara, para demostrar que no estaba tan solo como el pensaba. De todos modos, ambos habíamos pasado por lo mismo.

Varios chicos de la anterior clase iban saliendo, ví a mi prima Ginny sonriendo y una muchacha de mi estatura con grandes ojos azules y un cabello largo platinado que se le acercó de pronto.

—Hola Harry Potter —saluda y este se queda quieto en su lugar.

—Hola Luna.

¿El ya la conocía? ¿Quien era ella? 

No sé porque, me muevo en mi lugar desesperadamente y les presto atención.

—Quiero que sepas que estoy de tu lado, creo en todo lo que dijiste acerca de que el señor oscuro volvió y que peleaste contra el.

—Este... Muy bien.

Luego escucho como Brown y Patil alargan una risa. Entonces la chica platinada se va. 

—Hermione, por lo menos se amable con las únicas personas que me creen —susurra Harry discutiendo con sus amigos cuando me acerco.

—Hola chicos.

—Ellie.

Hermione y Ron me reciben con sonrisas, pero Harry se queda estático cómo así siempre que me ve de sorpresa. Empiezo a creer que cada vez que lo saludo casualmente le dan ganas de ir al baño.

—Es bueno ver qué recibes apoyo —digo complacida aunque estoy segura que a él no le agrada tanto.

Luego Ernie se acerca con los demás.

—Quiero que sepas Potter —comenzo McMillan con toda la confianza —. Que no solo bichos raros te apoyan, yo te creo cien por ciento. Mis padres siempre han respaldado con firmeza a Dumbledore y por lo tanto yo también.

—¡Nosotros igual! —asintio la pareja alzando los pulgares.

Harry se ruborizó enseguida por la gran muestra de animo que le daban mis amigos.

Hasta Lavander se había cayado la boca un poco sorprendida.

—Si, eres un héroe —lo alentó Hannah con alegria —. Discúlpame por llamarte, rata de dos patas, perro arrastrado, musaraña trepadora, ratero por atención, niño que con síndrome de héroe que su rostro se humedece con el fantasma de su pasado con problemas de abandonó que quiere llamar la atención con mentiras y mentiroso por poner tu nombre en el cáliz del fuego el año pasado.

Toma aire y después le sonríe como si no le hubiera dicho tremenda ofenza.

Esto de darle ánimo al final resultó peor.

Quiero darle un golpe en la cabeza ahora mismo.

—Es que no me dijiste nada de eso —niega Harry achicopalado.

—Ñah, entonces lo pensé —se alza de hombros —. Pero ya no lo pienso más. Los amigos de Ellie son amigos míos. Excepto Wolf y Crackfford y ese muchacho rarito llamado Weatherby.

—¿Te refieres a mi primo Percy? —pregunto con la ceja alzada.

—¿Es tu primo? Jajajaja.

—El hermano de Ron.

—Ah, mejor me voy —se despide antes que otro más se moleste con ella —. Ven Justin, busquemos a las plantas caníbales, hay que meterle tu mano a la jaula para ver si se comen tu meñique cómo a mi tío.

Los cuatro chicos entran en el invernadero. Mientras tanto Ron y sus amigos dan unas caras aterradas.

—Lo siento amigo, los únicos que te creen son puros bichos raros —bromea Weasley aunque no hace ninguna gracia.

Entonces Hermione se apresura a entrar junto con Ron al salón y nosotros nos quedamos afuera.

—Ellie —llama por mi nombre cuando se da cuenta que solo somos dos.

—Harry —imite su acción, echándome a reír por lo hilarante que parecía la escena —. Escucha, solo quería decirte que lo de ayer con Umbridge género un poco de rumores para que te mantengas al margen.

Su sonrisa desaparece de pronto.

—Ya me di cuenta.

Me muerdo los labios pensativa, aunque pronto dejo de hacerlo cuando el chico presta atención a cada uno de mis movimientos.

No sé porque eso me mantiene nerviosa. Es decir ¿Lo estaré haciendo bien? ¡Solo estoy mordiendo mis labios! No voy a coquetearle...

—Esta mañana tuve problemas con los de segundo año. Pensaron que me habías dado pociones de amor y me sorprendió que fueran más originales que en el profeta —comente con tono de burla para que parezca que no me ha afectado. Y no, la verdad es que no me dolió tanto como pensé.

Supongo que me he vuelto un poco más fuerte.

—Ojala lo hubiera hecho...

—¿Que?

—Digo que lo siento mucho. He escuchado que te involucraron, aunque Leah y yo nos terminamos llevando el castigo.

No Harry, se supone que lo dije para alegrarte.

Ay, soy un desastre en esto.

—No lo sientas —niego con la cabeza —. Al principio me pareció incómodo, aún es incómodo tener esta conversación en público pero hiciste lo correcto.

—¿Lo crees?

—Por supuesto. Muchos están de tu lado aunque no lo veas y no importa que seamos  bichos raros, las mejores personas lo somos.

Guiño un ojo en su dirección, en mi torpe intento de hacerlo sentir mejor y creo que funciona porque lo vuelvo a ver sonreír tan estúpidamente.

Tanto que yo también termino haciéndolo por pura satisfacción.

Es un momento tan agradable, de hecho es el primer momento que tengo así después de mucho tiempo.

Una pareja a solas, sonriendo, escuchando el latido de su corazón, vibrando uno por otro. Como si fuera sincronía o simplemente casualidad.

Pero todo eso se termina cuando recuerdo a Cedric.  

—Ellie ¿Recuerdas que quería hablar contigo?

—Oh, si.

—Muy bien, era para decirte...

—¡Chicos será mejor que entren, la clase va a comenzar! —Nos avisa Neville sacando la cabeza y haciendo señas.

Harry se queda callado tan pronto nos gritan y yo le tomo de la mano para entrar antes que nos anoten una falta.

De todos formas no creo que lo que tenga para decirme sean más importante que nuestro año dónde tomamos los TIMOS, ahora eso sí que es una prioridad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro