Cap.32-Voy a Esperar.

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Capitulo treinta y dos: Voy a Esperar.

___POR ORDEN DE___
LA Gran Inquisidora DE HOGWARTS
Todas las organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos y clubs son disueltos a
partir de este momento.
Una organización, sociedad, equipo, grupo o club está por este medio definido como una
reunión regular de tres o más estudiantes.
El permiso para volver a formarse puede ser solicitado a la Gran Inquisidora (Profesora
Umbridge).
Ninguna organización estudiantil, sociedad, equipo, grupo o club puede existir sin el
conocimiento y aprobación de la Gran Inquisidora.
Cualquier estudiante que se encuentre que ha formado o pertenecido a alguna organización,
sociedad, equipo, grupo o club, sin la aprobación de la Gran Inquisidora, será expulsado.
Lo anterior es de conformidad con el Decreto Educacional número 24.
Firma:
Dolores Jane Umbridge
GRAN INQUISIDORA

—¡Por un demonio lo que faltaba! Esa vieja sapa se ha enterado de nuestros planes macabros de acabar con el matriarcado escolar que rige la desagradable de Umbridge —ruge Hannah de la furia —Fuiste tú ¿verdad?Apuesto que si, tienes cara de chismoso. 

—Ayer estuvimos todo el día juntos. Si quisiera ponernos de cabeza ya lo hubiera hecho.

—Ya Justin, deja de fingir.

—Mejor deja de acusar a las personas, Hannah —gruñe Susan deteniendo la pelea —¿No ven que esto es serio? Es posible que Umbridge se haya enterado de la reunión que tuvimos en cabeza de cerdo. 

—Pues no fue muy discreta que digamos.

—Oh no, ¿Que tal si Granger perdió la lista donde estaban escritos nuestros nombres? —chillo Ernie dramático —. Perderé mi insignia de prefecto, me expulsarán del colegio y terminaré vendiendo objetos Muggles en una tienda de electrodomésticos a mitad de precio.

—¡Ey, mi abuelo vende televisiones y le va muy bien!

—Tranquilizate, Ernie —dije para ver si podía calmarlo —. Hermione no ha perdido la lista, es demasiado cuidadosa para dejar por ahí un pergamino que pueda delatarnos. Lo más seguro es que Umbridge se haya enterado por otros medios o seguramente solo sospecha.

—Mmm, suenas como alguien que cuenta secretos —dice Hannah achicando los ojos.

—Al final no hicimos nada malo —se alza de hombros Susan —. Tuvimos una reunión de estudios y eso no estaba prohibido ese día.

—El problema ahora, es planear el siguiente movimiento ¿Que vamos a hacer? Ya no será tan fácil inventar excusas para reunirnos.

—Una gran tragedia. Apuesto que fue Zacharias Smith. No lo ví convencido ayer. 

—No creo, ya hubieran venido por nosotros —razone.

—¡Rayos! Justo en la misma semana que pensaba iniciar un club clandestino de bromas a la media noche —niega Abbott decepcionada —Ya contaba con el apoyo de los gemelos Weasley.

Ya a estas alturas del día, la mayoría se habrá enterado del comunicado oficial de la Suma inquisidora la señorita Dolores Umbridge. Y a pesar que no todos pertenecen al nuevo club de Defensa, muchos se encuentran bastante molestos.

—¡¿Que hay del equipo de Quidditch?! —escucho que refunfuña Terry Boot en una esquina.

—¡Oh, no! Y el taller de moda Muggle—recuerda la rubia con preocupación, mirando a Susan —Aun no terminaba mi mini falda que planeaba  utilizar en mi cita.

—¿Hannah, tienes una cita? —cuestiona Justin impresionado.

—Por supuesto que no. Pero cuando llegue a tener una ya voy a saber que ponerme. ¡Dah!

—Esto se está saliendo de control —les hice saber, aunque era obvio —. Será mejor que actuemos con cautela. Es rarísimo que de la noche a la mañana haya ocurrido esto, justo un día después de nuestro encuentro.

—¿Y si uno de los maestros se lo dijo? —adquiere Ernie rascando su cabeza —. Es probable que tenga espías.

—Aja, tu eres uno de ellos —apunta Hannah con el dedo.

—No creo que ningun maestro funja como su espía —dije obvia —. Nadie la quiere y mucho menos ahora que se la pasa evaluando sus clases. Pero la idea de tener un asistente chismoso cerca, no se me hace tan descabellada. 

—¿Y si su espía es Hermione Granger y todo fue una trampa?

—Ya cierra la boca Abbott, comienzas a desesperarme —bufa Justin.

Los chicos comienzan una discusión de teorías descabelladas de la posible bajada que nos acaban de dar. Sin embargo cuando me despejo de las  especulaciones sobre nuestro club ultra secreto. Veo a Cedric salir del dormitorio de chicos, quien rápido encuentra mi mirada y saluda de lejos.

—Eh, si queremos tener más información será mejor que subamos a desayunar ya —les apuro con las manos —. Los otros se debieron enterar.

—Si, vamos a reclamarle a Granger —concuerda Hannah cuando salimos de la sala común.

Acabo de evitar a Cedric Diggory ingeniosamente.

—Ah-Ah, nada de eso.

—¡¿Por qué no?!

—La última vez que le reclamaste a alguien algo, casi te expulsan —acusa Bones poniendo sus manos en las caderas —. Y nada de sacar la calceta con mantequilla. 

—¿Que tiene? No es mi culpa que Ron Weasley tuviera una rata de mascota ¿A quien se le ocurre?  ¡Tenía derecho a reclamar!

—Casi lo matas. 

—No voy a preguntar si se refiere a mi primo o a la rata —dije de manera desaprobatoria. Recordando la anécdota que me contó Ron con Scabbers y los otros dos merodeadores.

Los cinco habíamos llegado al gran comedor con caras de inspección. Si algo se veía sospechoso o raro. Pero nada, cuando llegamos todo se veía tranquilo. Para empezar estaba Umbridge en la mesa de maestros con otro de sus ridículos trajecitos  rosado chillón que no le combinaban nada a la cara que tiene. Sonriendo tan falsamente como si todo estuviera bajo control. Fuera de eso, los demás permanecen estoicos, relajados o dirigiendo muecas al enemigo número uno del colegio.

—Ya llegó tu novio —dijo Justin en dirección a los tres chicos de Gryffindors que habían llegado, sin embargo yo volteé alarmada para ver si venía Cedric.

No era el.

Se trataba de Harry.

Una vez entrando al gran comedor, Potter me sonríe con alegria y saluda con la mano de lejos. Y aunque mis amigos se quisieron acercar para conversar acerca de lo de Umbridge y su mandato sobre los clubs. Acordaron que sería mejor vernos después o si no sería sospechoso.

Hannah siguio con sus acusaciones todo el día.

Ya en la segunda mitad de la mañana antes del almuerzo. Cedric había intentado toparse conmigo en los pasillos, seguramente para platicar, pero yo no estaba muy de acuerdo con eso. ¿Que iba a decir? ¿Ofenderlo otra vez? Así que trate de esquivarlo con todas mis ganas.

La primera vez sucedió después de salir del gran comedor, pero fingi entablar conversación con el fantasma de Gryffindor y comenzó a contar sus desventajas de ser casi decapitado. Luego saliendo de Pociones, lo encontré en el pasillo de las mazmorras pero como estaba oscuro me hice la que no lo ví.

A pesar de mis esfuerzos exitosos, y de que casi me salgo con la mía. Cedric logro interceptarme en uno de los pasillos principales cuando me dirigía a la sala común por mis libros de Aritmancia. Está vez no pude hacerme la ciega

—¡Oye, espera! —me grita, trotando a mi dirección —Hola Ellie, te estuve llamando desde hace rato.

—Oh, Cedric. No te oí.

El chico niega con la cabeza, modesto.

—No importa. Se que me estás evitando.

Abro los ojos con asombro. Pensé que me había salido con la mía las veces anteriores, pensé haber sido discreta.

—¿Por qué piensas eso? —hacerme la tonta a veces funciona, quien sabe. 

—No te culpo realmente, si eso es lo que pensabas —se guarda las manos en los bolsillos —Escucha, solo quería disculparme contigo por lo del otro día. Estuvo mal que te abrumara de esa manera cuando tú me dijiste que no era el momento. Se que no es fácil para ti, ni para nadie.

De pronto tengo sed.

—Cedric —digo con dificultad —. Te he estado tratando mal estos últimos días y lo que haces es ¿disculparte? ¿Por qué?

—Estuve muy desconciderado—dice

alzando los hombros.

—Es que no...

—A veces no sabes cómo reaccionara la gente —dirige sus ojos grises hacia mí, lo que me hace sentir culpable.

Más bien, si lo soy. Pero me siento aún más cuando el lo dice así, tan comprensible.

—Tienes razón, supongo.

El chico me muestra sus dientes con una sonrisa de lado.

—Es por eso que voy a esperarte —dijo muy dispuesto. Esa frase me hace recordar a Harry y luego mi relación con el y todo se me viene encima. Tanto que se sorprende de mi reacción asustada —. Cuando lo decidas. Cuando quieras contarme lo que paso esa noche y te sientas lista de darme explicaciones, si tú quieres. No me imagino lo que debe estar pasando tu mente cuando recuerdas lo sucedido y volver a vivirlo está de más, y ya se que probablemente pienses que estoy mejor sin esa información. Pero lo necesito, solo para entender ciertas cosas de mi vida que ahora parecen confusas. Así que si lo necesitas, voy a esperar. El tiempo que sea suficiente.  

—¿Por qué yo? No tengo que ser yo la que te de esas explicaciones que tanto ansias —conteste en tono de reclamó. Solo me falta sacar la calceta de mantequilla de Hannah para terminar bien el trabajo —. Puede ser Dumbledore o incluso Harry.

El chico se muerde los labios, pensativo.

—Con Dumbledore es imposible siempre está ocupado —hace una pequeña pausa, para reír, más bien se ve avergonzado —. Ahora con Harry es complicado. Quiero decir... Es que me intimida un poco, pero por favor no se lo vayas a contar a nadie.

Abro los ojos con sorpresa. Está conversación se estaba tornando en un completo revelador.

—¿Harry? ¿Intimidarte?

Cedric asiente.

—Es más joven que yo y ya ha echo todas estas cosas, a pasado por mucho y sigue de pie... Es un sujeto increíble.

Yo miro hacia mis zapatos tratando de entender el contexto del discurso. Claro que lo entiendo, aunque me sentía un poco incómoda.

—Tu también eres increíble —pense en voz alta.

Lo dije sin pensar ¿¡Por qué hice eso!? Habría soba mucho mejor en mi mente, aunque ya es costumbre hacer pura tirada de vergüenza enfrente de él. 

Veo como el chico se mueve un poco incrédulo, pero termina sonriendo de los nervios.

Lo he alargado y no se la cree.

—¿Eso piensas?

—Bueno, es lo que todos dicen —murmure — Perdón.

Ahora sí lo escucho reír, tan divino.

—Ellie, tus cambios de humor me dan tortícolis. 

Y a quien no, primero le estoy reclamando con el dedo y ahora cuento chistes.

—Perdón.

—Deja de disculparte —rie armonioso, luego se toma el tiempo de tomar aire y emanar esa aura serena y sería —. En conclusión, pensaba pedirte esto porque me inspiras mucha confianza. ¿Sabes? Siento como si pudiera hablar contigo fácilmente, pareces muy tranquila y como si te conociera de tiempo atrás.

Escuchar eso, me dió esperanza.

—¿Por qué?

—Ya te lo dije. Al verte es como si supiera que no harías nada malo. Tu no me miras como las otras personas. No lo haces. Ellos solo pasan y me ven con lastima porque acabo de perder algo que a la mayoría le aterra perder o en cambio me ven como alguien grande, perfecto, valiente y lleno de expectativas. Y luego estás tú, que me miras normal, como si fuera un humano común y corriente, porque eso soy en realidad. Solo un humano. Ellie, tu me haces sentir eso. 

No llores, no llores.

No te atrevas. Se fuerte.

—Vaya, no sabía que podía hacer eso —digo en tono de broma para quitar un poco el sentimentalismo que tengo atorado en el pecho.

Me hace sentir peor.

Luego el se comienza a reír, otra vez, haciéndome perder en su musicalidad.

—Aunque se perfectamente que no lo hiciste por mi —continua. De todas formas no parece muy resentido con esto —. Es por Harry y la verdad no lo quiero hacer incómodo. Se que están saliendo.

—No estamos saliendo —respondo enseguida —Aún. No es oficial. 

Cedric no le da tanta importancia. Y no sé si enfadarme por eso.

Acaba de decir todo esto que le hago sentí y no le importa que estoy saliendo con otro chico. 

—Oh, ya veo. Otra vez me estoy entrometiendo en tu vida privada.

—Yo se que tú estás saliendo con una chica llamada Cho Chang, así que estamos a mano —dije con la mejor sonrisa que pude inventar.

A Cedric se le iluminan los ojos cuando digo su nombre.

—Si, ella me está dando una oportunidad. Aunque no lo hemos hecho oficial, tampoco.

Pero lo que más me sorprende es que yo no actue resentida. 

Tal vez ella si se merecía a Cedric a final de cuentas.

Era su destino y Harry el mío.

—Entonces, voy a esperarte. 

—Si es que no pasa nada antes. De acuerdo.

Empiezo a alejarme un poco, aún mirándolo con dulzura.

En ese instante entendí una cosa que me costaba creer y es que, el amor y el cariño son muy distintas. Aunque te puedas confundir en el camino.

—Ahora que hemos resuelto las cosas —dije finalmente —¿Amigos?

El chico abre los ojos con sorpresa y me sonríe mostrando esos hoyuelos.

—Pense que no podíamos ser amigos.

—Dije que no podíamos, no que no quisiera serlo.

Y tomo mi mano.

Así fue como había creído cerrar un ciclo. Aunque estaba muy equivocada, porque la vida da vueltas y un día parece que estás en calma y al otro, aparece la tormenta.

—¡Ellie Tu y yo Tenemos un pendiente que resolver!

Es Draco y por su expresión no parece nada contento.

¡Otro capítulo, andamos imparables!

Espero leer sus comentarios ya que me estoy emocionando por leer lo que piensan. 

¡Saquen conclusiones!

Independiente de cual sea tu team ¿Con quien creen que se quede?

Pero aún falta un momento de cosas para saberlo, así que no se espanten que todos TODOS tendrán su momento.

Gracias por leer y comentar, no olviden seguirme en TikTok LADYDIGGORY.

Las amooooooooooo

Bye 💙

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