Leer capitulo anterior -

— Uy, mucha presión, si fallas pierdes todo.

— No juegues con mi mente – le advierte – Además sabes que tienes ventaja por tus manos pequeñas ¿Cierto? – El actualmente peliazul le miró con los ojos entre cerrados – tu línea de meta es más pequeña por eso.

La escena se describe de la siguiente manera; Jimin hacía una línea de meta igual que la del famoso fútbol americano mientras que Yoongi apuntaba hacía allí con un papel doblado que recargaba sobre la pequeña mesa que los separaba, con su índice le daba algo de firmeza y con la otra mano juntaba su pulgar con su dedo corazón para así poder dar ese empuje con el objetivo de que aquel papel pase entre la meta. Su puntería sería realmente juzgada luego de aquello, debía concentrarse.

— Ouh, entonces debiste casarte con un gigante – bromea con una ligera sonrisa, ya aseguraba su victoria y amaría poder consolar a su esposo después de perder. Unos buenos besos serían perfectos.

— Seh, habría sido perfecto – le sigue el juego mientras calculaba bien la dirección de su papel – Se prepara, se concentra y..

Justo en el momento su celular suena con la notificación de un mensaje provocando que al disparar el papel vuele a la dirección errónea.

— Uhh~

— Un mensaje, me distraje – tomando su celular abre el mensaje con decepción – Me distrajeron.. – menciona y frunce el ceño al ver quién era el causante de su derrota.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hoseok

¿Ansioso por esta noche? 7u7

/09 - am/

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

— Lo lamento, sé que era importante para ti – anima el pelinegro con voz suave, casi como si le estuviera hablando a un bebé.

Yoongi se cuestiona si responder con sarcasmo o solo ser cortante poniendo un "jodete", le dirige una rápida mirada a su esposo quien le sonríe tan bonito que casi al segundo decide tan solo pasar de él, no era tan importante.

— Disculpen, la doctora Kim los espera – una señora con su uniforme de enfermera les informa con una sonrisa brillante, una que Min podría jurar era muy forzosa.

— Genial – sin esperar más el pálido toma la pequeña mano de su menor para dirigirse con calma al consultorio indicado.

Con un suave toque anuncian su entrada y avanzan por aquella habitación que olía a gel antibacterial, Jimin lo sentía realmente relajante pues siempre cargaba uno en su bolso.

Sus ojos terminan cayendo en una mujer de cabello castaño y largo que les mira con una sonrisa sin mostrar los dientes a la vez que con una lenta seña les indica que tomen asiento.

— Señores Min, creo que ya descubrimos por qué no pueden concebir – habla con claridad.

— Muy bien, la escuchamos.

— Espere ¿Por qué me ve así? – Yoongi le cuestiona con una ceja en alto – ¿Acaso es por mí? – al ver cómo la doctora suelta un suspiro logra afirmar aquella pregunta, ahora se sentía como uno de esos viejitos que ya contaban con la leche vencida – Claro que es por mí – voltea a mirar a su esposo quien le sonríe levemente en señal de apoyo.

— Bueno, la verdad es que no me encanta tu semen – dice directamente obteniendo un "Oh" de parte del mayor – Tus conteos son excelentes pero la movilidad está por debajo de lo normal.

— Es una lastima – responde con sarcasmo.

— ¿Cuál puede ser la causa? – Jimin se apresura a preguntar sabiendo perfectamente que éste al ser un tema delicado su esposo no dudará en ponerse a la defensiva.

— Puede ser genético, factores ambientales quizá – nombra saltando su mirada entre los dos – Nueve de cada diez es psicológico. Así que dime ¿Te has sentido ansioso o estresado? – le cuestiona directamente al peli azul.

— No, no lo creo – responde sin titubear – de hecho no.

— Bueno.. – contradice el menor alargando la 'e' mostrando su desacuerdo – en general si se estresa, y mucho.

— Oiga, espere, no tiene por qué anotarlo – Yoongi la trata de parar aunque la castaña aún así lo hace, después de todo era su trabajo – Lo está anotando – Le acusa con su pareja como si este no viera lo que él.

— Es que Yoongi es muy competitivo. Tanto como yo – le informa a la doctora con una sonrisa divertida.

— Bueno, eso es cierto – Min afirma con cierto orgullo.

— Y por eso me enamoré de él – cuenta con emoción en su voz lo cuál provoca un leve sonrojo en el contrario – Tal vez eso lo hace más propenso al estrés que a la gente normal.

— ¿La gente "normal"? – Yoongi le observa entre dudoso y ofendido. ¿Acaso acaba de llamarle rarito?

— ¿Cuánto lleva está situación Yoongi? – le pregunta la mujer aún anotado lo que ha captado.

— No hay tal situación.

— Bueno, tu me decías que de niño te ponías loco cuando llegabas a perder en algo – recuerda el pelinegro rascando levemente su rodilla – En especial si era contra tu hermano – Añade vagamente, más al ver el rostro neutro de su esposo se gira mejor para verle – ¿Eso es lo que ocurre?

— No – niega con simpleza.

— Has estado muy nervioso desde que supiste que Hoseok vendría a la ciudad – aún con la voz del pálido negando todo se gira a mirar a la doctora – ¿Cree que eso pueda ser un factor en todo esto?

— La rivalidad entre hermanos puede ser muy poderosa, ejemplo: Kain y Abel.

— No se por que hablamos de esto con ella - Yoongi habla en defensa y la mira con cierto deje de irritación – No es psicóloga ¿O si?. Con todo respeto.

Jimin le da un leve apretón en su muslo logrando que ruede los ojos al ser silenciado, tenía todo el derecho de expresarse. ¿Acaso no fue la doctora quien lo señaló como el problema principal?

— La verdad es que no, pero soy doctora y creo en el tratamiento integral del paciente – responde con firmeza – Ahora ¿Que es lo que tiene tu hermano que te tiene tan castrado?

— ¿Vamos a hacer esto aquí? ¿Justo al lado de donde me masturbe? – cuestiona con recelo.

— Creo que tiene la idea de que Hoseok es más grandioso, talentoso y atractivo que él – Jimin responde en su lugar.

— Nunca dije Atractivo – Él pálido le corrige con el ceño fruncido.

— Es simpático – aclara encogiendo sus hombros con indiferencia. Eso no era realmente importante, al menos no para el pelinegro.

— Interesante – Sin embargo la voz de la Dr. Kim muestra lo contrario, con asentimiento anota con tanta concentración que ambos la miran curiosos – Y... ¿Es soltero?

— ¿Qué cosa? – Min le mira con el ceño fruncido. ¿Acaso escucho bien?

Jimin casi por reflejo unió sus manos en un fuerte agarre y subió su mano derecha sobre el escritorio enseñando con disimulo su anillo de compromiso, uno que Yoongi igualmente llevaba con orgullo.

— ¿Podría ser más directa?

— Bueno, se qué no lo mencioné pero Mark y yo nos estamos separando – cuenta con calma.

— ¿Mark?

— Mark... – Jimin le mira y asiente con duda.

— ¿Crees que a tu hermano le gustaría tomar un café conmigo?

Un suspiro se escuchó y la castaña sonrió divertida al ver de nuevo la sonrisa auténtica en el pelinegro. Sí, había notado la clara señal de advertencia en esos ojos avellanas.

— Dios, no lo sé.

— Bueno, preguntar no hace daño – Apoya el menor al darse cuenta de las intenciones de su doctora.

— Sí, hace daño – Yoongi habla con ironía.

— Díganme ¿Es muy alto? – la emoción en la mujer es muy notoria, pero no la culpen, ella realmente ama conocer a personas nuevas – porque yo mido 1.57cm

— ¿Ya volvemos a mi semen? – pide el pálido con cansancio y ciertamente irritado al tener que basar esa conversación en su hermano.

— Bueno es un poco más alto que mi Yoon – Termina por decir Jimin, realmente se le daba bien ser de cupido y al observar a la castaña quien asentía con una brillante sonrisa sabe que puede ayudar con total libertad.

🎲

Ya de camino a casa Yoongi parece tranquilizarse con las dulces palabras de ánimo que le da su esposo, amando como con besos logra regresarle la calma, era fantástico. La Dra. Kim le había recomendado una tarde de descanso absoluto, además de que tendría que poner en practica el tratamiento de solucionar aquella asiendad que causaba su hermano. El mayor no prometió nada, sin embargo Jimin dijo que se aseguraría de que al menos haría el intento.

Tsk, que perdida de tiempo.

Ahora ya con total tranquilidad El peli azul estaciona el auto en su cochero y ambos bajan para sacar las bolsas del supermercado del maletero, todo listo para esa noche.

— Cariño – Yoongi le llama en un susurro – Yeon – señala hacía la casa del costado donde su vecino, quien como siempre ya estaba vestido con su uniforme de oficial, se encuentraba de pie acariciando a su cachorro mientras les observa con atención – No menciones la noche de juegos ¿Sí?

Jimin entiende y solo asiente para acercarse a cargar las bolsas que su mayor le pasa.

— Hola, Yeon – Saluda el peli azul con voz alta.

— Yoongi – devuelve el saludo y luego mira al pelinegro – Jimin.

— Hola, Yeon ¿Que tal todo? – responde el menor con una sonrisa. Muy a diferencia de su pareja, el no era muy bueno para ser indiferente con los demás.

— Salí a revisar el buzón – informa con voz neutra, sin embargo trata de lucir lo más amable que puede ser. Jimin lo fue y él también lo será – muchos suelen revisarlo temprano aunque existe el riesgo de que el cartero aún no haya llegado. Eso evita que haga un viaje en vano al buzón.

— Ya veo...

— Además le da a Millo la oportunidad de orinar.

Cómo ya Yoongi lo espera un largo silencio aparece siendo realmente incómodo para todos, incluso el cachorro se remueve entre los brazos de su amo pidiendo que lo suelte y así pueda ser libre.

— Si bueno, te veo luego - termina respondiendo el pálido luego de un rato tomando a Jimin por la cintura para iniciar a caminar.

— ¿Tienen planes para hoy? - el rubio los para en seco. Jimin se tensa ante la posibilidad de ser atrapados, su sonrisa forzosa demuestra sus nervios.

— Nop.

— ¿Habrá noche de juegos? – Yeon pregunta con una sonrisa leve.

— Estaremos en casa solo nosotros – excusa el pelo azul mientras acaricia con cariño la cintura de Jimin – ya sabes, nada interesante para terceros.

— Entiendo – desvanece su sonrisa y acaricia a su mascota con suavidad deteniendo sus movimientos – espero me tengan en cuenta para futuras noches de juegos.

— Por supuesto.

— Siempre he disfrutado de la camadería entre amigos, compitiendo en juegos de destreza y azar – De nuevo aquel escalofrío recorre a la pareja y sin poder soportarlo apartan la mirada de su vecino quien les mira fijamente.

— Sí, recordaremos eso – habla Jimin con suavidad tratando de alivianar la tensión – Pero sabes, esta noche será solo nuestra – se inclina y abraza el torso del mayor.

— Tres bolsas de Tostitos son muchas – señala con voz algo dura – Las ví.

Yoongi lo maldijo en su mente.

— Seh, estaban en oferta hoy – el silencio que había entre cada palabra, era muy pesado, ¿Sería muy grosero que lo dejarán ahí con la palabra en la boca y ellos entren a su casa como si nada? – Ya sabes 3x1.

— ¿3x1?, vaya, eso no es rentable para el supermercado.

¿Tenía que divagar tanto?, No, realmente no y si no fuera por qué su pareja era tímido ya le hubiera cerrado la boca con decirle que esa noche la reservo exclusivamente para procrear con su sexy esposo. Pero sin embargo guarda ese tipo de comentarios.

— Estás corporaciones – Yoongi ríe bajo al tratar de calmar su creciente molestia – no sé ni cómo lo hacen ¿Verdad?

— Espero que se diviertan – Desea con voz rasposa – en general no aprecias lo que tienes hasta que lo pierdes.

Y de nuevo aquel silencio, vaya mierda.

— En fin ¿Nos vamos? – El pálido libera a su pareja para que avance.

— Hasta luego – se despide con voz alta el menor desapareciendo así por la puerta la cuál era fulminada por aquel policía rubio que acariciaba aún a su mascota.

Con lentitud se retiro aún con la sospecha rodando en su mente, picándole con demasiado fastidio y sí, se la iba a rascar.

Oh sí.

Min.