Jimin terminó por salir del aula. Los alumnos de su facultad ya se habían retirado, pero como siempre, el rubio se había quedado para limpiar el salón y para agradecerle a su profesor.

Hoseok lo esperaba en la entrada, en cuanto Jimin lo miró, corrió hasta él, lanzándose a sus brazos. Algunas personas los miraban deseando ser Hoseok en esos momentos y en toda su estadía en la facultad, siendo amigo del menor.

—¿Listo? —Jimin asintió ante la pregunta del mayor.

Comenzaron a caminar mientras charlaban. A lo lejos los miraba un grupo de chicos.

—Hazlo ya —lo empujó burlón.

—No, es muy pronto, Taehyung.

—La apuesta comenzó desde el momento en que aceptaste, cada día es un día más cerca al mes, si no lo logras ya sabes lo que pasará.

—Está con ese idiota, no puedo solo ir y hablarlo.

—Mejor olviden esta jodida apuesta y vayamos por alcohol —Namjoon intervino.

—Vayamos por ese alcohol, pero no olvidaremos la apuesta.

Los tres se rieron. Namjoon negó, algún día los golpearía fuerte. Al parecer la suerte no estaba del lado de Jimin y los tres chicos no estaban tan drogados. Miraron cuando Hoseok contestó una llamada y después de charlar un poco con el rubio corrió al lado contrario a él. Jimin después de verlo partir se ajustó las correas de su mochila en su espalda para seguir caminando.

—Corre, es tu oportunidad —lo empujó.

Yoongi sonrió divertido, sus ojos se oscurecieron y sin pensarlo tanto comenzó a caminar en dirección al pelirrubio.

Jimin iba concentrado en su camino, tarareando una canción que había escuchado en el canal para niños, pero que no había podido sacar de su cabeza desde el día anterior. El día estaba hermoso, la calle estaba tranquila, había mirado algunas mariposas y pajaritos revolotear por el cielo, sin duda, era un escenario muy lindo y tranquilo.

Escuchó un golpe seco y después un gemido de dolor. Rápidamente se giró, encontrándose con un chico en el suelo. Pudo escuchar algunas risas, su mirada se clavó en esos chicos, eran los Kim, esos chicos idiotas y crueles siempre burlándose de la gente, lo que le sorprendía era que Min no estaba con ellos.

Llegó hasta el chico para ayudarlo a levantar. Sus miradas se encontraron, su mano que se encontraba en el brazo del otro fue alejada rápidamente. No se lo creía, Yoongi estaba enfrente de él y estaba tan guapo como siempre...

—¿Te encuentras bien? —preguntó, mirándolo, asegurándose de que no se hubiera hecho daño.

—Me duele —soltó.

Su voz era malditamente ronca, Jimin la había escuchado antes, pero ahora ella se dirigía a él. Era magnífica. Sí, Jimin tenía un pequeño enamoramiento con Min desde el primer día que lo miró. Ese chico había movido algo dentro de él. Era tan callado y misterioso, a Jimin le encantaban los misterios y acertijos, Yoongi claramente era uno de ellos. Había algo en su forma de ser que le llamaba la atención, al final decían que los polos opuestos se atraían y Jimin estaba tan malditamente de acuerdo con eso. Él tan risueño y soñador, Yoongi tan duro y frío, un chiste del que nunca nadie se reía.

El pelinegro comenzó a caminar con dificultad, sabía actuar realmente bien, se le daba mentir excelente. Jimin llevó una mano a su boca mientras lo ayudaba de su brazo para acercarlo a las bancas de la parada de autobuses.

—¿Necesitas ir a la enfermería? Todavía podemos regresar a la escuela y pedir que te ayuden, puede ser algo muy grave y tú...

—Estoy bien, solo... Llévame a tu casa. Necesito hielo para colocar en mi pie, te prometo que no te daré problemas, solo espero a que baje la inflamación y después me iré —dijo sin mirarlo.

—Yo... Sí, vamos.

Lo ayudó a levantar, Yoongi se acercó a él, cruzando su brazo por su cuello, Jimin lo abrazó de su espalda con temor y pena, el contacto con Yoongi casi quemaba. El pelinegro giró su cabeza en dirección a sus amigos. Se rio burlón para ellos para después alzar el dedo del medio, dirigido para Taehyung y su estúpida apuesta.

Los otros reían mientras Namjoon negaba, pero aun riendo por el plan de Yoongi.

El camino fue silencioso, Jimin agradecía que vivía unas cuadras cerca de la universidad, no podría aguantar más tiempo con Yoongi en sus brazos y callado. Lo soltó un poco para llevar una mano a su bolsillo y sacar sus llaves.

Jimin vivía solo. Por su forma de ser podrían pensar que todavía vivía con sus padres, pero eso no era así. Al comenzar la universidad Jimin logró mudarse, sus padres no estaban tan de acuerdo, pero era mejor para su hijo, Busan había dejado de ser un hogar para él desde el primer incidente, así que después de analizarlo, claramente Jimin tendría una mejor vida en Seúl. Lo dejaron ir y acostumbrarse solo, hasta ahora. Estaban demasiado felices, su bebé no había vuelto a tener problemas y por lo que él les decía, era muy querido y mimado.

—Siéntate aquí, iré por hielo —lo ayudó a sentarse.

Jimin lo miró tímidamente y después corrió a su cocina. Yoongi se rio un poco mientras observaba el hogar del otro. La casa era tan acogedora como lo era el menor. Sintió un escalofrío recorrerlo cuando recordó ese sentimiento que hacía muchos años no sentía.

Se maldijo, no debió haber aceptado, Yoongi era malo, pero no tanto. Suspiró, tomó su mochila y rápidamente buscó dentro algo que lo ayudara a olvidar lo que su corazón estaba sintiendo. Milagrosamente lo encontró, encendió el cigarrillo eléctrico que siempre llevaba con él. Dentro ya llevaba una cantidad de marihuana. Lo llevó a su boca y dio una calada, sus oídos se agudizaron, su vista se volvió más clara, su cuerpo se recostó en el sillón. Guardó su cigarrillo eléctrico y cerró sus ojos.

Tiempo después escuchó los pasos que regresaban a la sala. Escuchó su voz, sintiendo tantas ganas de golpearlo.

—A-aquí tienes —dijo bajito.

Yoongi abrió sus ojos. Miró a Jimin bajar, pronto sintió unas pequeñas manos en sus piernas, subiendo hasta su cinturón. Lo pudo mirar, Jimin lo miraba con excitación mientras relamía sus labios y se apresuraba a bajar el cierre de su pantalón.

Sus ojos se abrieron grandes cuando sintió algo frío en su pie. Ahí lo notó, Jimin lo miraba nervioso y tímido mientras trataba de bajar la hinchazón que no existía. Yoongi maldijo, había tenido una alucinación debido a las drogas.

¡Hola!

¿Qué tal?

¿Qué les pareció?

El plan de Yoongi comenzó

A Jimin le gusta Yoongi... Esto no terminará bien

Ya leyeron lo que le pasó a Yoongi, díganle no a las drogas

También se reveló algo importante de Jimin, más adelante entraremos más en este tema

Espero que les guste ❤

Nos leemos pronto 💜

¡Adiós!