—Yoonie, necesito contarte algo importante ¿Me esperas a la salida? —preguntó, mirando al mayor.

Yoongi asintió, mirando como Jimin sonreía para acercarse y dejar un beso en una de sus mejillas y luego correr dentro de su aula. Yoongi pronto tomó camino hasta la suya. Al llegar al aula se fijó por una de las ventanas que nuevamente Seokjin había llegado, pues estacionaba su auto para luego bajarse. Pero ahí no estaba Kim Seokjin, solo estaba Jin, caminando como si se tratara de un robot, ni siquiera estaba aquella confianza con la que era conocido.

No lo pensó demasiado cuando sin importarle el reproche del profesor tomó su mochila y se levantó de su lugar para salir del aula. Tal vez era un hijo de puta, pero también se preocupaba por sus amigos. Aunque ellos fueran malos y aparentemente no se lo merecían, él estaría incondicionalmente para ellos.

Casi corrió hasta la entrada de la escuela, encontrándose con un Seokjin cabizbajo que ingresaba a esta. Yoongi no dijo nada, simplemente lo tomó de su brazo para llevárselo lejos de ahí. Seokjin no puso resistencia, se dejó arrastrar por el pálido.

Al llegar al patio trasero de la escuela siguió caminando con él hasta quedar justo detrás de las aulas, ningún profesor o alumno los vería y por la expresión de Seokjin, tal vez sería mejor que lo que hablaran se quedara para ellos y nadie más.

—¿Estás bien? —preguntó.

Seokjin al fin reaccionó, parecía que esa pregunta le hizo caer en cuenta de la situación y de lo débil que había sido. Rápidamente formó una sonrisa divertida en sus labios, mirándolo con arrogancia. O eso era lo que él pensaba, ya que Yoongi solo pudo ver una mirada cristalina y un intento de sonrisa. Seokjin se veía más roto que a la defensiva.

—Estoy perfecto, pero ya todos saben eso —intentó bromear.

Yoongi no dijo nada, simplemente lo observó. Seokjin fingía reírse ante su propia broma, pero de sus ojos solo bajaban pequeñas lágrimas.

—No finjas conmigo, por favor —le susurró.

Yoongi estaba seguro de que sería más difícil hacer que Seokjin cambiara de opinión, pero después de unos minutos en silencio, aquel chico fuerte y burlón se rompió enfrente de él, perdiendo el equilibrio ante su llanto tan repentino. Incluso el pálido tuvo que sujetarlo, Seokjin parecía más débil de lo normal así que lo ayudó a sentar en una silla improvisada que había en el lugar.

—Papá regresó —su voz al fin salió—. Mamá también...

—Todo está bien, Seokjin, puedes contarme.

—Al parecer los profesores ya les contaron sobre mis malas calificaciones en economía y todas esas materias mierda. Papá no esperó y me ordenó que fuera a casa, ni siquiera me pidió que fuera a la empresa, dijo que estaba tan avergonzado, que si alguno de los empresarios con los que tiene contrato me veían con él, sería su ruina y yo sería el responsable de todo.

Yoongi maldijo para sus adentros. Sabía un poco de lo que era la vida de Seokjin, pero nunca pensó que sus padres llegaran a tanto.

—Mamá dijo que solo la avergüenzo con sus amigas, que debería entender que debo ser el mejor. Los hijos de sus amigas son hombres y mujeres educados, aspirantes a la empresa de sus padres, pero yo... Solo soy la vergüenza de los Kim... Les salió todo mal conmigo ¿Sabes por qué? —Yoongi no contestó, Seokjin no se lo permitió—. Número uno: Yo no debí nacer, solo fui un error que ambos cometieron, este error los obligó a casarse sin siquiera vivir su vida, sin darse más tiempo de enamorarse de alguien más... Número dos: Soy delicado, no soy tan fuerte y se cocinar en vez de disparar un arma o golpear a cualquier tipo. Número tres: Soy gay, ni siquiera quieres saber cómo me fue cuando papá se enteró que di mi primer beso en una escuela solo para hombres... Y finalmente... Odio la carrera que estoy estudiando, ni siquiera quiero ser como papá, mamá o como algún estúpido hijo de las amigas de mamá.

Soltó al fin, sacando al exterior todo lo que lo lastimada por dentro. Prefería tomar y drogarse, al menos así vivía su vida de forma divertida, olvidándose de toda la mierda que vivía. Al menos así dolía menos. Al menos así se reía hasta las lágrimas y no lloraba hasta que ya no le quedaba ni una sola.

Seokjin estaba temblando, había vuelto a llorar después de ello. Yoongi se acercó, abrazándolo mientras sentía como este se aferrada a su pecho, llorando sin importarle que Jinnie estuviera ahí, teniendo miedo de su futuro, teniendo miedo porque el chico que le gustaba se enamorase de otro, teniendo miedo por ver como desde el primer día de su vida se había vuelto una marioneta. Viendo como sus padres lo controlaban y movían a su antojo, incluso odiaba haber olvidado que era lo que muchas veces soñó estudiar mientras su repostera personal le enseñaba a hacer pastelitos a escondidas de sus padres. ¿Cuál era su sueño? ¿Cuáles eran sus metas? ¿Quién era en realidad?

Yoongi no supo cuánto tiempo lo estuvo consolando, pero al notarlo ya era receso. Los alumnos salían de sus aulas en busca de un lugar donde descansar y comer.

—Venga Seokjin, tenemos que ir con los chicos. Por favor olvida todo lo que pasó hoy.

Seokjin sacó su rostro de su pecho, mirándolo por unos segundos. Sus lágrimas volvieron a mojar sus mejillas.

—Lo siento tanto —susurró.

—Hey, tranquilo.

—No puedo seguir... No puedo seguir mirando como te haces daño —hipó, las lágrimas nuevamente estaban ahí, aguando su mirada—. Estás enamorado de Park Jimin.

Yoongi negó, retrocediendo varios pasos. Seokjin soltó un sollozo más fuerte al estar fuera del pecho del pálido. Yoongi lo miraba atónito, sin cansarse de negar.

—Solo mírate, Jimin no es la persona que tu pensabas destruir, Jimin no es aquel tipo estúpido que todos pensamos que era, él es importante para ti, se volvió importante. Por favor Yoongi, no sigas, no lo lastimes, tampoco te lastimes.

Los ojos llorosos de Seokjin le suplicaban mientras él había vuelto a caer en aquella oscuridad. Sabía que no estaba bien lo que le haría a Jimin, pero estaba decidido, había hecho una apuesta y no estaba enamorado como Seokjin decía, solo se había acostumbrado a su presencia y lo cálido que sentía al estar con él. No podía perder, pero ¿Cuál sería su recompensa si cumplía la apuesta? Ni siquiera estaba interesado en todo lo que Taehyung le prometió, entonces, ¿Por qué seguir?

¡Hola!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció?

Ahora ya sabemos un poco más de Seokjin y quien era el de la llamada

¿Quisieran ver un poco más de los chicos cuando no están en la personalidad mala que crearon?

Seokjin está consciente de lo que Yoongi siente por Jimin pero este no quiero que así sea ¿Por qué creen?

Seokjin en verdad es un bebé lindo, entrando en un personaje arrogante, que te destruye con sus palabras, amante del sexo, alcohol y drogas, porque eso lo hace salir por un momento de todo lo que pasa en su vida

¿Qué creen que sea eso importante que Jimin tiene por decirle a Yoongi?

Espero que les guste mucho ❤

Nos leemos en el próximo capítulo 💜

¡Adiós!