Yoongi notó desde el primer momento en el que entró en el menor que este no era virgen. Le sorprendió, claro que sí, Jimin no era aquel estúpido e inocente niño que todos pensaban y por alguna razón le gustó que no fuera tan puro como pensó.

Jimin estaba soltando gemidos fuertes, recibiendo a Yoongi que entraba y salía con rapidez. Su espalda se arqueó, volviéndose loco ante las embestidas y la mano de Yoongi masturbándolo al ritmo de estas.

De un momento a otro Jimin tiró de él, buscando sus labios para besarlo. Los gemidos de ambos eran callados por sus bocas sin detener el tan deseado beso.

Al separarse, su tierno Jimin parecía otro, su mirada era oscura y más sensual. Logró tomar el control, Yoongi estaba recostado en la cama mirando como Jimin tomaba su pene para autopenetrarse ante su atenta mirada. Este se comenzó a mover con locura, cabalgando al mayor.

Yoongi dejó caer su cabeza en las almohadas, estaba perdiendo la cordura y Jimin junto a él.

Un poco más y Jimin se recostó en su pecho mientras temblaba y soltaba gemidos, incluso lo estaba apretando, intensificando el orgasmo que estaba pronto a llegar.

Yoongi lo entendió, ayudándolo a seguir, volviendo a tomar el control para penetrarlo mientras Jimin lloriqueaba en su pecho. Solo bastó de unas cuantas embestidas más para terminar corriéndose al mismo tiempo. Yoongi dentro del menor y Jimin en el abdomen de ambos.

Sus respiraciones eran agitadas, el rostro de Jimin estaba en su pecho, intentando regularse mientras luchaba por aire. Yoongi soltó sus caderas para abrazarlo con fuerza mientras repartía besitos en su rostro.

Lentamente salió de él, escuchando un último gemido salir de los labios de Jimin. Logró levantarse para llevarlos al baño donde encendió la lluvia artificial que comenzó a mojar sus cuerpos calientes.

Jimin dejó besitos en el cuello del mayor mientras este acariciaba su espalda y con lentitud retiraba los restos de esperma de su trasero y de sus muslos.

—Gracias, Yoonie —susurró.

Yoongi se separó un poco para mirarlo a los ojos y acercarse para besarlo lento. Jimin le respondió, riendo alegre cuando Yoongi dejó de besar sus labios para repartir besitos en su rostro.

Ambos sonreían mientras se repartían besos y sonrisas cómplices hasta que terminaron de ducharse para salir desnudos y buscar su ropa.

Jimin la juntó para dejarla en la ropa sucia mientras buscaba entre su ropa para él y en la de Jungkook y Hoseok para el pálido.

Se encontraron solo vistiendo ropa interior para meterse a la cama y acurrucarse, repartiéndose besos con sus manos entrelazadas encima de sus pechos.

Después de un poco más Jimin cayó rendido sobre el pecho del mayor. Yoongi lo miró dormir, sonriendo ante la paz que sentía en su alma al tenerlo en su vida.

Sin notarlo, una lágrima estaba corriendo por su mejilla, casi podía escuchar la voz de sus padres diciéndole que estaba yendo por el camino equivocado y que aquel ser de luz que le había brindado paz, amor, cariño, incluso se había entregado a él en cuerpo y alma, no se merecía nada del daño de aquella estúpida apuesta.

Sus ojos se cerraron tiempo después de llorar, aferrándose al cuerpo de Jimin.

[🖤]

El primero en despertar fue Jimin, acurrucándose cada vez más en el pecho de Yoongi, sintiendo su aroma en sus fosas nasales, haciéndolo suspirar feliz. Había despertado en los brazos de su novio.

Su novio. Aquello sonaba tan hermoso que no pudo evitar sonreír grande mientras dejaba besitos en el pecho del otro.

—Buenos días... —su ronca voz sonó, erizado la piel del rubio que enseguida se sonrojó al recordar todo lo que habían hecho.

—Buenos días... Amor... —su rostro estaba rojito, incluso Yoongi se sonrojó.

—Suena lindo —rio un poco.

Sus brazos acariciaron su cintura con mucho cuidado, dirigiendo sus labios a la frente de este para dejar un besito en la zona. La alarma de Jimin comenzó a sonar, a duras penas se movió hasta que lo tomó para regresar a los brazos de su novio.

—Debemos ir a clases... —suspiró.

—¿En serio debemos? —preguntó con una sonrisa ladina.

—Si queremos graduarnos, sí —contestó para luego reírse.

Yoongi se rio un poco, aceptando que tenía que ir a la escuela. Jimin se levantó primero, corriendo al baño avergonzado cuando recordó que solo vestía su bóxer.

Así fue como soltó otra risita. Jimin se encerró en el baño con las mejillas tan calientes que tuvo que mojar su rostro.

Al salir del baño, Yoongi se estaba colocando un pantalón que había buscado en la ropa de los amigos del rubio. Girando para encontrarse a este mirándolo fijo.

La piel pálida de su torso estaba al descubierto, Jimin mordió su labio ante la excelente vista.

—Eres hermoso —pronunció.

Yoongi terminó por colocarse una camisa para acercarse y besar su frente con cariño. Jimin pareció reaccionar, alejándose para buscar la ropa que usaría ese día. El pálido por su parte entró al baño para lavar su rostro y sus dientes.

Se les hacía tarde y no tenían tiempo ni para desayunar algo ligero así que solo tomaron una manzana y una mandarina para salir con destino a la escuela. En esa ocasión Yoongi había llevado su mochila de la escuela pues al salir de esta, se había ido con Seokjin y en ninguno momento regresó a casa.

Sus manos estaban entrelazadas, Jimin sonreía con un brillo especial en su rostro, saludando a sus conocidos en el camino hasta que se encontró con sus amigos y Seokjin. Lo raro fue que Namjoon y Taehyung también habían llegado, pero no se acercaron, siguieron su camino hasta entrar a la escuela. ¿Qué estaba pasando?

¡Hola!

¿Qué les pareció?

Parece que todo está tranquilo y todos muy felices ¿No creen?

Creo que ya todos saben que se viene fuerte

¡Adiós!