Dos años después.

—¡Corre, Seokjin! —el hombre gritó—. No quiero más decepciones tuyas, ya estás demasiado mayor para que tu padre y madre tengan que decirte que cumplas con tus obligaciones.

El señor Kim gritaba desde las escaleras, Seokjin bajó tiempo después, portando una gran sonrisa burlona y algo de bálsamo labial sabor fresa, volviendo más atrayentes sus gruesos labios.

—Entonces no lo hagas, nadie te dijo que me recuerdes cuales son "Mis obligaciones" —contestó burlón para pasar de largo y llegar hasta la puerta principal.

Lo último que escuchó fue el grito enfadado de su padre maldiciendo y luego reclamándole a su madre por tener un hijo tan "Gánster y punk".

Sin importarle más se subió a su auto y condujo hasta la escuela. Era su último año de Universidad, sí, se graduaría en la carrera que sus padres querían, pero ya nada importaba, en cuanto terminara su último año dejaría todo atrás y al fin sería libre.

Al llegar a la escuela aparcó y bajó de su camioneta, a unos pasos cerca de él se encontraba un lindo moreno esperando su llegada.

Sus miradas se encontraron y sonrientes terminaron de llegar hasta el otro. Seokjin fue el primero en lanzarse a sus brazos para besar sus labios. Namjoon lo sujetó de su cintura y siguió aquel precioso beso.

Demasiadas cosas habían pasado en dos años, Seokjin había decidido ser libre y ahora comenzaba a vivir su propia vida, no la que sus padres querían. Eso quería decir que aquel Seokjin cruel se había ido, claro, no del todo pues amaba ser malo cuando lo requería, pero ahora ya se mostraba más como él era en realidad. En las tardes iba a clases de repostería y cocina, usaba maquillaje y ropa más dulce y suelta, al fin había dejado de temerle a sus padres y ahora era pareja del precioso moreno que besaba sus labios con tanto amor.

Por parte de Namjoon, este también intentaba cambiar para ser una buena persona, realmente nunca fue extremadamente malo, siempre fue estudioso y se preocupaba por su futuro, su único problema era el alcohol, una vez que lo probaba no había vuelta atrás, pero Seokjin había sido su fiel compañero y su ancla, tenían planeas a futuro así que quería permanecer sobrio lo que le restaba de vida y diversión junto a Seokjin.

La pareja entrelazó sus dedos en cuanto se alejaron para caminar hasta la escuela. En la entrada se encontraba Taehyung y Hoseok, estos los saludaron en cuanto se encontraron.

—¿Todavía no llega Jungkook? —preguntó Seokjin.

—Está aquí, pero hay alumnos nuevos así que se ofreció como guía y está llevando a todos a conocer las diferentes facultades —contestó Hoseok.

—Eso es bueno.

Los chicos asistieron sonrientes.

—¿Cómo está Yoongi? —la voz de Taehyung se escuchó.

—Está bien, dice que nadie lo recuerda en Daegu así que puede seguir estudiando y viviendo con normalidad, después del accidente de sus padres quedó marcado como el asesino hasta que se comprobó su inocencia, pero ya saben cómo es la gente, siempre le tiran mierda a los demás.

Taehyung sonrió feliz por su amigo. Sí, los años también cambiaron a Taehyung, siguió yendo al internado y a diferentes psicólogos por un año y medio, ahora estaba mejor, aquella sombra oscura se desprendía más rápido de lo que imaginaba y podía vivir tranquilamente. Al fin después de tantos años volvía a ser aquel Taehyung risueño y feliz, aunque claro, no sería el mismo por completo, algunas cosas en su actitud habían cambiado, pero seguía luchando por ser una mejor persona para Hoseok, porque sabía que él seguía enamorado y porque si quería sentirse merecedor del chico, tenía que cambiar por completo. Hoseok sacaba lo mejor de él.

Por parte de Jungkook, él era un alma libre, seguía siendo el mismo Jungkook de hace dos años atrás, claro que cambió un poco con respecto a las relaciones, si una no iba con lo que quería, prefería terminar todo y seguir su camino, tal vez aquella relación con Hoseok y Taehyung lo dejó un poco pensante con respecto al tema y ahora quería buscar su propio lugar y eso estaba bien.

De Jimin solo sabían lo que Jungkook y Hoseok sabían, incluso lo que Hyuna decía, ya que ella se había integrado muy bien al grupo y los mantenía al tanto. Con respecto a su situación actual, él seguía estudiando veterinaria, tuvo algunos cambios en su vida, había dejado esa personalidad oscura y simplemente era él mismo, ya no había un Jimin infantil, ya no había un Jimin malo, simplemente era Jimin y ya, sin etiquetas. Si un día quería el cabello rosa, lo obtenía, si un día quería vestir oscuro, lo hacía, no intentaba encajar, no intentaba pedir compasión. También iba al psicólogo, de alguna forma tenía que sanar y sabía que lo mejor sería yendo con un profesional.

El dolor que sentía en su corazón con la primera vez que jugaron con él seguía ahí, pero ya no tan fuerte como antes, le costaría superarlo, pero lo hacía rápido porque tenía la esperanza de sanar la herida que dejó Yoongi para dejar de sufrir. Yoongi la cagó con él, pero entendía que él también la había cagado al sacar todos los demonios de Yoongi, ambos tuvieron la culpa de dañarse tanto, solo esperaban que el tiempo les ayudara a sanar por completo, porque se lo merecían.

Merecían una vida mejor, sin dolor, sin heridas, sin sufrimiento o penas. Y lo iban a lograr, Jimin tenía la esperanza de recuperarse y cuando mirase atrás, aquello que ahora le dolía en el alma ya no tuviera ningún tipo de ardor para todas sus heridas. Esperaba que las heridas cicatrizaran para volver a vivir y ser feliz, ese era el deseo al despertar cada mañana.

¡Hola!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció?

Como ven, han pasado dos años donde todos intentaron cambiar, algunos ya no tienen miedo, otros luchan por ser merecedores de una buena vida y otros siguen avanzando por un futuro mejor

Yoongi regresó a Daegu ¿Creen que sea lo mejor?

Jimin sigue estudiando y al igual que Yoongi, recibe terapia psicológica, es lo mejor que pudieron hacer para sanar ❤🥺

Como ya sabían desde capítulos anteriores, esta fic está muy cerca del final 🤧

Espero les guste 💜

¡Adiós!