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Juliette entra a la sala con su mano entrelazada a la de Edward, ambos habían ido a visitar a Jolie que se había mudado a una pequeña casa en el pueblo.

Al entrar a la sala de la casa Cullen, se dan cuenta de que algunos de ellos se encontraban mirando algo en la televisión en donde se mostraban las noticias de lo que está pasando en Seattle.

—Seattle se encuentra aterrorizado, la policía está confundida con la cantidad de muertos y desapariciones que ha habido en los últimos días —habla una reportera en la pantalla—. Se especula que podría ser una nueva pandilla o un asesino en serie, en vivo desde la central...

Carlisle apaga la televisión tras escuchar la nota y niega ligeramente.

—Está empeorando —asegura el patriarca de la familia de vampiros—. Tenemos que hacer algo.

—Se necesita más de uno de nosotros para causar el daño que reportan, muchos más —menciona Jasper al mirar a Juliette—. Y sin indisciplinados, descarados.

—Son neófitos —asegura la rubia.

—Los primeros meses después del cambio... —intenta decir Edward, pero alguien más continúa hablando por él.

—Es cuando somos más incontrolables, viciosos —asegura Jasper hacia su cuñada—. Enloquecidos de sed.

—Yo no fui así —niega Juliette incrédula—. Ni siquiera quise atacar a un humano cuando me transformaron.

—Tal vez fue tu parte humana lo que te detuvo —intuye Carlisle—. No eres inmortal completamente, puedes alimentarte de dos maneras, puedes dormir, cansarte. Eres casi un humano.

—Nadie ha entrenado a estos neófitos, pero esto no es fortuito —asegura Jasper hacia su padre adoptivo.

—Están creando un ejército —asegura Juliette preocupada.

—Creado para pelear contra alguien —corrobora Jasper a las anteriores palabras de la rubia.

—Somos el único clan cerca de Seattle —recuerda Emmett hacia todos los presentes.

—Sea lo que sea, si nosotros no los detenemos, los Vulturis lo harán —asegura Carlisle hasta que frunció el ceño un poco—. Me sorprende que todavía no lo hayan hecho.

—Tal vez ellos lo planearon —intuye Edward—. Aro quiere que Alice y yo nos unamos a él, sabe que nunca lo haríamos mientras esta familia este viva.

—Un ejército arreglaría eso —asegura Jasper.

—No solo vendrían por ustedes, hijo —le responde Carlisle—. Igual vendrían por Juliette.

La mencionada frunce el ceño por esas últimas palabras, ya que ella no conocía a ese clan.

—De alguna manera Aro sabe que tienes una nueva pareja y no descansará hasta que la conozca —le asegura Jasper a Edward.

—Cuando sepa que tiene un don casi como el de Alec y Jane, no se detendrá hasta tenerla con ellos —sigue hablando Carlisle por su hijo menor.

Juliette no evita comenzar a sentir pánico por esa posibilidad.

Alice va entrando a la sala, pero detiene sus pasos al momento en que tuvo una visión, logrando alertar a todos los demás presentes que regresaron a verla.

—¿Alice? —pregunta Juliette preocupada y se suelta de los brazos de Edward para caminar hacia la mencionada.

La vampiresa de corte pixie se mantiene en su lugar intentando analizar su reciente visión.

Un hombre de cabello castaño le entrega a uno de los neófitos un vestido rojo de Juliette, se lo van pasando uno a uno para olfatearlo y reconocer dicho olor.

Todos caminan hacia una parte de Seattle teniendo una misión en mente.

Matar a los Cullen y a Juliette Lombard Denali.

—La decisión se ha tomado —habla Alice tras regresar a la realidad.

—¿Qué ocurre? —pregunta Carlisle.

—No irán a Seattle —asegura Juliette al ver la expresión de su cuñada.

—No —responde Alice, preocupada—. Vienen hacia acá.

Todos deciden reunirse en la sala de la casa, pero tuvieron que esperar varios minutos a que Jacob, Embry y Quil llegaran tras ser llamados por Juliette.

—Llegarán en cuatro días —comienza a explicar Alice mientras era tomada de la cintura por Jasper.

—Esto será un baño de sangre —asegura Carlisle en un susurro.

—¿Quién planeó esto? —le pregunta Edward a su hermana menor.

—No reconocí a nadie —admite Alice hasta que recordó cierto rostro—. Tal vez a uno.

—Conozco su cara, es de aquí —responde Edward al leer los pensamientos de ella—. Riley Biers.

—Quien haya empezado esto, se mantiene alejado —asegura Juliette mientras era abrazada por Edward de la cintura.

—Están jugando con los puntos ciegos de tu visión —responde Carlisle hacia Alice tras pensarlo por varios segundos.

—De cualquier manera, un ejército viene y no somos los suficientes para defender la ciudad —habla Jasper.

—Esperen, ¿de qué ejército hablan? —pregunta Jacob confundido.

—Neófitos —le explica Carlisle tras regresar a verlo—. De los nuestros.

—¿Qué es lo que buscan? —pregunta Embry por su amigo.

—Pasaron algo para olfatear a Juliette —habla Alice con algo de desprecio en su voz—. Un vestido rojo.

—Mi vestido rojo favorito —susurra la rubia indignada—. Malditos hijos de...

—Buscan a Juliette —la interrumpe Jacob—. ¿Cuál es su propósito?

—Será una pelea muy fea, se perderán vidas —le advierte Carlisle.

Jacob mira a sus amigos unos cuantos segundos antes de que decidiera responder.

—De acuerdo, nos apuntamos —termina por aceptar el pelinegro.

—No saben en lo que se están involucrando —susurra Juliette mientras negaba ligeramente.

—Jacob, ¿crees que Sam accedería a un acuerdo? —pregunta Carlisle con curiosidad.

—Sí, solo si podemos matar a algunos vampiros —le responde Jacob con algo de diversión en su voz.

—Aumentarán nuestro número —explica Carlisle hacia su familia—. Los neófitos no saben que existen, será una ventaja para nosotros.

—Debemos entrenar —habla Juliette hacia su suegro.

—Jasper saber lo que se requiere para pelear con neófitos, pueden acompañarnos —invita Carlisle a los lobos que se mantuvieron callados.

—Digan donde y cuando —termina por responder Jacob con seguridad tras dar un paso al frente.

—Tengo un mal presentimiento —susurra Juliette hacia su pareja.

Edward regresa a verla y le da una media sonrisa para intentar tranquilizarla, ambos ven como su familia junto a los lobos salían de la sala para dejarlos a solas.

—Todo estará bien, dulzura —susurra Edward al tomar las mejillas de su chica con delicadeza para poder acariciarlas—. Jasper nos enseñará lo necesario para pelear con los neófitos.

Juliette deja sus manos en las muñecas del castaño y cierra los ojos para disfrutar de sus caricias.

—¿Crees que pueda con ellos? —le pregunta la rubia tras mantenerse callada por varios segundos.

—Juliette, tú no vas a pelear —niega Edward.

La mencionada abre los ojos de golpe y mira confundida a su pareja.

—¿Por qué no? —pregunta la rubia incrédula.

—Es demasiado peligroso —le explica Edward.

Juliette niega rápidamente estando algo molesta por esas palabras.

—Pelearé con ustedes si es necesario, sus vidas están en riesgo por mi culpa —responde la vampiresa sin alguna duda en su voz—. No pienso quedarme de brazos cruzados mientras ustedes se arriesgan por mí.

—Juliette... —intenta hablar Edward, pero esta lo interrumpe.

—Lo está a discusión, Edward —asegura la rubia—. Sé defenderme y los voy a ayudar, esa es mi última palabra.

Juliette se aleja de él y se encamina hacia las escaleras de la casa para ir a su habitación.

¡Ohh! ¡Ya se acerca la pelea con los neófitos y con Bella!

Espero que les hayan gustado los dos capítulos, de hecho estoy aprovechando a escribir porque todavía no me han mandado tarea ya que estoy en inicio de bloque de mi primer semestre.

Nos vemos hermosas personitas❤️

🌹𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌹

Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.