⊱ ❝O68 | 𝑳𝒐𝒔 𝑫𝒆𝒏𝒂𝒍𝒊❞

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Cada miembro de la familia Cullen se encontraba haciendo las maletas, ya que todos viajarían a diferentes partes del mundo para poder buscar a esos amigos que serían testigos con los Vulturis.

—Al menos volveremos a Londres —comenta Esme con una pequeña sonrisa en su rostro—. No hemos ido en mucho tiempo.

Carlisle le sonríe un poco antes de jugar con su cabello delicadamente.

—Que comience la función —habla Seth tras llegar a la sala con una mochila colgada en su hombro.

El menor frunce el ceño confundido al momento de reconocer a Sam acercándose a la propiedad.

Todos salen de la casa para recibir al hombre que les entregó una hoja de papel dobla a la mitad.

—Alice me pidió que les diera esto —explica Sam antes de mirar unos cuantos segundos a los hermanos Clearwater—. Ella y Jasper cruzaron nuestras tierras anoche.

—Carlisle —habla Esme hacia su esposo una vez que este terminó de leer la nota.

—Nos dejaron —explica el hombre, logrando sorprender a toda su familia.

—¿Por qué? —pregunta Rosalie mientras era tomada de la cintura por Emmett.

—No lo dice —confiesa Carlisle, estando bastante confundido.

—¿Puedo verlo? —pregunta Juliette tras alejarse de su esposo y dar un paso al frente.

El vampiro le entrega la nota y se acerca a Esme, que lucía igual de confundido que ella.

"Reúnan a cuantos testigos puedan antes de que endurezca la nieve, es cuando ellos vendrán."

"Alice y Jasper."

Juliette frunce el ceño y le da la vuelta a la hija, comienza a leer las cuatro palabras que se encontraban escritas detrás de esta, dándose cuenta de que era el nombre de un libro.

El mercader de Venecia.

Entonces Alice y Jasper pasaron por la casa de Juliette y de Edward, pero la duda persistía, ¿por qué ellos se fueron cuando más lo necesitaban?

Horas después, Juliette, Edward, los hermanos Clearwater y los mellizos se encontraban en camino hacia el aeropuerto de Forks en donde tomarían un vuelo que los llevaría a Alaska. Exactamente, a la residencia del clan Denali.

Pasaron varias horas antes de que Edward detuviera el auto frente a la casa de los Denali, el castaño regresa su mirada hacia Juliette que le dio una ligera sonrisa.

—Van a entender —asegura ella en un susurro antes de tomarlo de la mano.

Edward asiente y mira a sus hijos un momento antes de bajarse del auto para comenzar a caminar hacia los Denali que salían de la casa bastante confundidos.

—Edward —habla Carmen al reconocer al vampiro—. ¿Está todo bien?

—¿Por qué no nos dijiste que vendrían? —pregunta Eleazar mientras tomaba la mano de su pareja.

—¿Es Irina? —habla Kate por su hermana y se quita el gorro de su chaqueta para descubrir su cabello—. ¿Has oído de ella?

—No directamente —explica Edward quedando enfrente de ellos.

—¿Por qué dejaste a Juliette en el auto? —pregunta Eleazar tras fijar su mirada en el vehículo, reconociendo a la rubia.

—¿Por qué trajiste a dos lobos? —pregunta Kate con cierto asco—. Puedo olerlos desde aquí.

—Mi familia está en peligro, necesito su ayuda —admite Edward tras hacer una pequeña mueca con sus labios.

—¿Qué ha pasado? —pregunta Carmen preocupada.

—Solo les pido que tengan la mente abierta, ¿pueden hacerlo? —pregunta Edward lo más tranquilo posible.

—Por supuesto —asegura Tanya.

Edward mira hacia el auto y ve fijamente a su esposa, Juliette, asiente antes de regresar su mirada hacia sus hijos.

—¿Están listos? —pregunta la rubia con delicadeza—. Conocerán a una parte de la familia.

—¿Y si no les caemos bien? —preguntan los pequeños en diferentes momentos y luciendo bastante temerosos.

—Los van a adorar —asegura Leah para tranquilizarlos.

—Así es —confirma Juliette con una pequeña sonrisa—. Una vez que los entiendan.

—Solo no han conocido a unos niños tan increíbles como ustedes —asegura Seth y logra que los mellizos sonrieran un poco.

—Vamos, mis niños —les pide Juliette antes de ser la primera que saliera del auto.

Los Denali sonríen al reconocerla, pero pierden esa expresión al ver como la rubia esperaba a alguien más.

Seth y Leah bajan del auto antes que los niños, pero los Denali lograron verlos y retrocedieron asustados.

—Los Vulturis vendrán por nosotros —asegura Kate en un susurro al tomar del brazo a Tanya.

—Tienen que irse —susurra Tanya mientras retrocedía junto a su hermana.

—Ellos no son lo que piensan —les explica Edward.

—¡Esto es un crimen! —grita Tanya antes de acercarse a Edward con intenciones de atacarlo.

El vampiro es más rápido y la aleja de él tirándola a la nieve.

—¡Kate! ¡Tanya! —grita Juliette mientras caminaba hacia ellos—. ¡Deténganse!

Kate toma la mano de Edward y utiliza su don sobre él logrando tirarlo al suelo, Juliette utiliza su velocidad para quedar enfrente de ellos. Toma con fuerza la mano de Kate para que dejara de tocar a Edward.

—¡Kate! —grita Juliette molesta, sintiendo como Snow quería tomar el control de su cuerpo.

La rubia congela las manos de su hermana y la lanza lejos de ellos, las hermanas Denali se reponen rápidamente, pero Juliette las detiene al ponerse enfrente de ellas.

—¡Deténganse las dos! —ordena la platinada con seriedad.

—La sangre corre por sus venas, pueden sentir su calor —asegura Edward al tomar la mano de su esposa.

Los Denali fijan sus miradas en los niños que eran protegidos por los hermanos Clearwater, estos miraban con desconfianza a la familia de vampiros.

—Lo siento, es verdad —se disculpa Carmen después de escuchar como el corazón de los mellizos palpitaba con velocidad.

—Yo soy su padre biológico, Juliette es su madre —explica Edward.

—Eso es imposible —asegura Kate al recordar el niño inmortal que tuvo su madre.

—Sé que suena imposible, al principio pensé que serían inmortales, pero los niños nacieron por mi padre humana —explica Juliette mientras los miraba con atención—. Seguía siendo mitad humana y perdí mi conexión con Snow por el embarazo.

—Nunca oí cosa igual —admite Eleazar al mirar a la rubia.

—Pueden mostrarles si los dejan —asegura Edward antes de regresar su mirada hacia sus hijos.

Juliette y los Denali hacen lo mismo que él, dejándole claro a los hermanos Clearwater que podían acercarse con los niños. Seth carga a Ivette y Leah carga a Jack.

Ambos comienzan a caminar hacia los vampiros, pero los Denali no evitaron tensarse por la cercanía.

—Tanya, nos deben esto —asegura Edward tras regresar su mirada hacia la vampiresa—. Fuimos condenados a muerte porque tu hermana y Bella no nos dejaron explicarles.

Tanya mira un momento a Edward antes de mirar a Carmen la cual asintió con seguridad, los hermanos Clearwater quedan enfrente de los vampiros aun con los niños en brazos, Jack mira a todos con curiosidad, pero termina por tomar la mano de su hermana y acercar su mano libre a la mejilla de Tanya que retrocedió asustada.

—Tranquila, así se comunican —le explica Juliette con una pequeña sonrisa.

Tanya deja que el pequeño toque su mejilla e inmediatamente comienza a ver diferentes recuerdos de estos junto a su hermana, la rubia mantiene la mirada perdida analizando cada una de las imágenes que podía ver hasta que Jack alejó su mano lentamente de su mejilla.

—Es cierto —susurra Tanya sorprendida—. No son inmortales.

Los Denali se acercaron a ellos y Jack se encargó de mostrarle a cada uno de estos los recuerdos que tenía, junto con las pruebas suficientes para que aceptaran que tanto él como su hermana no eran niños inmortales.

Después de que los niños se presentaran, e igual de que los Denali regañaran a Juliette por tantos apellidos, Eleazar decidió volver a hablar.

—Esto es increíble —susurra el vampiro con fascinación—. Los genes de Jack no pudieron ponerse de acuerdo, tiene heterocromía.

—Eso lo hace único —asegura Juliette con una sonrisa en su rostro—. Ivette tiene el mismo don que yo, creemos que es hereditario y que solo las mujeres de la familia pueden tenerlo.

La pequeña no duda en enseñarle su don a Kate y a Tanya que sonrieron encantadas.

Eleazar y Carmen decidieron acercarse a Juliette para abrazarla fuertemente mientras sonreían.

—Te extrañamos mucho, Juliette —asegura Carmen en un susurro—. Nos alegra tanto que estés bien.

La rubia sonríe y corresponde el abrazo de sus padres adoptivos.

Los Denali se alejan de Juliette para poder acercarse a los niños que se mostraban bastante contentos por la atención recibida, la vampiresa se acerca a Edward para poder tomar su mano mientras los dos miraban a sus hijos.

—Todos reaccionarán de la misma manera que ellos —susurra Juliette afligida, pero mira con atención como sus hijos se divertían jugando con los Denali y los hermanos Clearwater.

—Con las pruebas suficientes lo entenderán —asegura Edward por lo bajo—. Todo saldrá bien, dulzura.

—Espero que sí —responde ella con el mismo tono de voz.

El vampiro termina por abrazarla y deja que esta escondiera su rostro en su pecho, acaricia su espalda con delicadeza antes de dejar un corto beso en su cabeza que la hizo sonreír.


¡Feliz Año Nuevo hermosas personitas!🎉

Espero que les vaya mejor este año, los quiero mucho y nos vemos pronto con sorpresas.

Los quiero🥺❤️😘

🌹𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌹


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


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