⊱ ❝OO9 | 𝑷𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐❞

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Juliette se va alejando de Edward lentamente hasta que pudo mirarlo a los ojos, este se inclina para juntar su frente con la de rubia sin dejar de tomarla de la cintura en ningún momento.

—Esto es raro —susurra Juliette algo avergonzada por todo lo que estaba pasando en tan poco tiempo.

—Tenemos que hablar de muchas cosas —asegura Edward con el mismo tono de voz.

La neófita sonríe un poco y asiente mientras cerraba sus ojos lentamente.

—Juliette —ambos vampiros se alejan un poco para poder ver a Eleazar que se acercaba a ellos.

Detrás de él se acercaban los demás miembros del clan Denali junto con la familia Cullen.

Edward se aleja un poco de la neófita, pero no deja de tomarla de la cintura. Eleazar les da una media sonrisa hasta que Juliette se dio cuenta de todas las expresiones que tenían los vampiros.

—¿Pasó algo malo? —pregunta la rubia confundida.

—Acabamos de ver en las noticias que tu padre y tu prometido te están buscando —confiesa Carmen con preocupación en su rostro.

Juliette intenta retroceder por reflejo, pero la mano que tenía de Edward en su cintura evitó que lo hiciera.

—Ellos... —todos los presentes se ponen alerta al darse cuenta de cómo los ojos de Juliette cambiaron de color varias veces.

Edward regresa su mirada hacia la rubia y queda enfrente de ella para que pudiera mirarlo.

—Hey, Juliette —habla el lector de mentes por lo bajo, pero ve como la neófita comienza a negar perdida en sus propios pensamientos.

La rubia termina por mirarlo fijamente, sintiendo como, poco a poco, sus nervios fueron bajando, la nieve a sus pies desapareció con rapidez tras pasar algunos segundos.

Juliette cierra los ojos un momento antes de asentir, dando a entender que ya se encontraba más tranquila.

—Creo que tienes que sentarte —le recomienda Esme preocupada.

Tanto la neófita como Edward se sienta en el sofá de tres plazas de la sala mientras las dos familias de vampiros iban tomando lugar poco a poco.

—¿Cómo que mi papá y el otro tipo me están buscando? —pregunta Juliette hacia los Denali.

—Supongo que comenzaron a buscarte cuando te escapaste el día de tu boda —intuye Tanya.

—¿De tu boda? —pregunta Alice confundida mientras estaba sentada en las piernas de Jasper—. ¿Te ibas a casar?

—Sí —susurra Juliette desanimada—. Antes de que alguien diga algo, tienen que saber la historia completa. Los Denali ya lo saben porque se ganaron mi confianza y porque ellos me salvaron de una muerte horrible.

—No tienes por qué hacerlo si no te sientes segura —le asegura Edward mientras tomaba la mano de la rubia.

—No, somos familia ahora y merecen saberlo —responde Juliette mirando a Eleazar que le sonrió ligeramente—. Mi madre murió hace bastantes años, ella era la que mantenía a raya a mi papá, nunca permitió que controlara mi vida, pero todo cambió cuando ella falleció. Mi papá comenzó a tomar decisiones por mí, me decía cómo vestir, qué hacer en mis tiempos libres, con quienes me tenía que relacionar hasta que llegó al punto en que decidió con quién me tenía que casar.

Edward, sin poder evitarlo, pone los ojos en blanco con molestia al escuchar esas últimas palabras.

Emmett y Jasper se ríen al ver la expresión de su hermano mayor, pero se burlan de él en voz baja al ver como Juliette mantenía la mirada perdida en algún punto del lugar.

—Nunca quise contradecir a mi padre porque quería hacerlo sentir orgulloso de mí, así que hice todo lo que me ordenó por más de diez años, hasta que me dijo que me casaría apenas cumpliera los diecinueve años —habla Juliette con rencor en su voz, pero deja que Edward la abrace por los hombros para hacer que su don fuera desapareciendo poco a poco—. El que sería mi esposo era un amigo de mi papá, él me vio crecer y siempre le dijo a mi padre que sería su esposa.

—¿Qué clase de hombre piensa así de una niña? —pregunta Rosalie con asco.

—Es un pedófilo —asegura Kate mientras se cruzaba de brazos.

—Lo sé, pero esto que les diré, nadie lo sabe, ni siquiera mi papá —confiesa Juliette al bajar la mirada y darse cuenta de que sus manos sacaban pequeños copos de nieve, como igual, una neblina de aire frío—. Cuando mi papá lo invitaba a comer a la casa, siempre encontraba la manera de que nos quedáramos solos, de pequeña le pedía permiso a mi papá para que, después de la cena, yo fuera a mi cuarto para jugar con mis juguetes.

Todos los vampiros bajan la mirada al imaginarse lo que pasaba después de eso, pero se dieron cuenta de como Juliette cerró los ojos fuertemente recordando esos momentos con rencor.

—Fue una vez en la que fue a mi habitación —confiesa la rubia con odio en su voz—. Como una niña inocente, pensé que quería jugar conmigo a las muñecas, pero no fue así.

—Juliette —habla Carmen para intentar detenerla, pero la neófita sigue hablando de todas formas.

—Se comenzó a acercar a mí, le pedí que fuera el príncipe que salvaba a la princesa y él me dijo que yo ya era una, me dijo que m-me haría sentir a-algo increíble —dice Juliette con dificultad—. Comenzó a tocarme las piernas, me levantó la falda y quiso...

La neófita se queda a la mitad de la oración y abre los ojos para mirar a un punto de la sala, pero recordaba las manos de ese hombre recorriendo su pequeño cuerpo sin su consentimiento.

—Mi padre nunca lo supo, él pensó que estaba jugando conmigo cuando, en realidad, me estaba tocando —susurra Juliette consternada—. Cuando creí, seguía haciendo lo mismo y, llegó un punto, en donde se lo quise decir a mis amigos o siquiera a la policía, pero me amenazó diciendo que iba a abusar de mí y que iba a matar a mi padre.

La neófita mira a los miembros de la familia Cullen y se da cuenta de como todos la miraban con suma atención.

—Por eso no quería casarme con él, por eso y porque me triplica la edad, igual me daba cuenta de cómo se robaba mi ropa del diario junto con mi ropa interior —admite Juliette con asco—. Yo no quiero volver con él ni con mi padre, sé que tengo más fuerza que antes, pero sé que ellos son capaces de hacer cualquier cosa.

Juliette ve como sus piernas comenzaban a congelarse y, tras cerrar los ojos fuertemente, se acerca más a Edward para intentar tranquilizar e intentar olvidar los amargos recuerdos de ese hombre tocándola.


Jajajaja, mi mente es una cosa tremenda porque mientras escribía este capítulo me imaginaba la boda de estos dos, pero igual, pensé en otra historia de Edward Cullen.

Me sorprende la capacidad de mi imaginación de hacer historias. Aunque igual les quería decir que les tengo una sorpresa pero será hasta el próximo capítulo.

Igual les quería comentar que para la historia de Juliette me basé en varias cosas que me pasaron que ni mi familia sabe que pasé, sé que no soy a la única que le ha pasado pero me han marcado de una manera increíble porque ya no puedo confiar en la gente con tanta facilidad.

No hay día en que una mujer no sea abusada, tocada o golpeada y siento tanta impotencia al no poder hacer nada.

Yo me veo reflejada en el personaje de Juliette pero igual le puse varias cosas que identifican a las mujeres de mi familia (mamá, hermana, abuela, bisabuela, tía, prima, sobrina, étc), no digo que sólo nosotras hemos sufrido sino que varias mujeres alrededor del mundo y las quiero representar en mi personaje de Juliette.

Ni una más ni una menos, no estamos solas chicas💜

🌹𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌹


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


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